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La Concertación, la patronal y el MAS del Senador Alejandro Navarro

Fuentes: Correo Semanal

1. Polos de producción política e ideológica de la clase dominante, el diario El Mercurio, la Universidad Católica y el Banco Santander, realizaron en el exclusivo Hotel Marriott el 5 de noviembre un ampliado empresarial y gubernamental denominado «Pensando Chile 2009: propuestas y desafíos en tiempos de crisis». En la ocasión, como era de esperar, […]

1. Polos de producción política e ideológica de la clase dominante, el diario El Mercurio, la Universidad Católica y el Banco Santander, realizaron en el exclusivo Hotel Marriott el 5 de noviembre un ampliado empresarial y gubernamental denominado «Pensando Chile 2009: propuestas y desafíos en tiempos de crisis». En la ocasión, como era de esperar, representantes de la alta patronal plantearon «que se revitalice la agenda de flexibilidad laboral», toda vez que «se prevé un aumento del desempleo.» El Presidente de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), Bruno Philippi, solicitó a la Presidenta Bachelet que «continuara con su agenda de pactación de jornadas laborales», sobre lo cual la Mandataria estuvo de acuerdo. Y agregó que es bueno revisar el proyecto que busca reformar la institucionalidad ambiental que constituye un «mal diagnóstico», y abrir el diálogo para evitar que este tema se transforme en una nueva fuente de conflictos. El gerente general de Agrosuper (empresa líder en prácticas antisindicales), José Guzmán, dijo que para enfrentar la actual crisis «Una medida concreta es flexibilizar las leyes laborales, pero para eso hay que creer que la libertad es mejor para el empleo». José Ramón Valente, director ejecutivo de Econsult señaló que «En tiempos de crisis, uno debería poner el énfasis en las flexibilidades horarias y de salario. Así, una empresa, en vez de tener que desvincular a un trabajador, puede ofrecerle algún arreglo.» Por su parte, el titán neoliberal y decano de la facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad Católica , Francisco Rosende, manifestó que «es desaconsejable la estrategia del gobierno de incrementar el gasto público» y que corresponde que las autoridades reduzcan su ritmo de expansión fiscal, y que los impuestos deben ser más «amistosos» con la inversión. Otro académico de la Católica , Jorge Taziján, indicó que es preciso «bajar indemnizaciones y favorecer los seguros de desempleo; y hacer un estudio de sectores en que se justifique que el Estado tenga propiedades en empresas y aquellos en que no». El gerente general corporativo de Cencosud, Laurence Golborne, fue aún más lejos en sus propuestas, opinando que «debiera eliminarse el impuesto de timbres y estampillas para todas las empresas; dar mayor flexibilidad a los empleadores para rotar a las personas por distintos cargos sin que estos cambios puedan ser interpretados como una pérdida de derechos adquiridos; y dar mayor flexibilidad al mercado del trabajo para pactar condiciones transitorias con los colaboradores».

 

2. La unidad metálica de la clase en el poder, de los auténticos resortes del sistema neocapitalista imperante en Chile, de quienes determinan -sin contrapesos sustantivos todavía- a su antojo el devenir político y económico del país, es un ejemplo de coherencia estratégica. Desde arriba, el capital busca resolver con más capitalismo los efectos de la crisis a nivel local. Mediante el subempleo, la flexibilidad laboral, el congelamiento y baja de los salarios de los trabajadores, la polifuncionalidad sobreexplotadora impuesta, el falso discurso de «pacto social» (disfraz histórico de la dominación burguesa); la capitalización y mantenimiento de sus tasas de ganancia a costa del erario nacional producido por los asalariados; la privatización de lo poco que queda de propiedad estatal; la pulverización de los ya paupérrimos derechos sociales; la ganancia a costa de medio ambiente y destrucción de trabajo, son algunas de las políticas rectoras que aplicarán los dueños de todo para intentar capear lo peor de la crisis que aún no se despliega con la violencia antipopular que auguran hasta las proyecciones más optimistas.

 

 

3. Sólo una anécdota que sintetiza la ubicación exacta del Presidente de la Central Unitaria de Trabajadores, Arturo Martínez: durante la cena anual de la Sofofa , obtuvo aplausos patronales el reconocimiento de Bruno Philippi a Martínez, quien ante la eventual estatización de las privadas administradoras de fondos de pensiones argentinas, rápidamente afirmó, según su perspectiva, que en Chile los trabajadores no querían nada parecido. De más está aclarar que las crecientes protestas de un arco amplio de agrupaciones sindicales de todas las áreas y distinto signo político -incluso asociadas a la CUT- por el fin de las AFPs y el establecimiento de un nuevo sistema previsional fundado en el reparto y la gestión de los ahorros por los propios cotizantes con pleno respaldo estatal, contradicen en los hechos las expresiones de Arturo Martínez.

 

 

4. Por su parte, el gobierno concertacionista ha tomado una serie de medidas económicas para fortalecer a los grandes, medianos y pequeños patrones. Con la capitalización de 500 millones de dólares al BancoEstado, el ejecutivo persigue resolver las primeras señales de sobreproducción inmobiliaria a través de un subsidio a la demanda de 200 UF (7 mil dólares) por comprador de sectores medios para viviendas de valores entre 35 mil y 70 mil dólares. Asimismo, con el objetivo de prevenir de alguna manera el inminente aumento de la cesantía en los próximos meses, el BancoEstado incrementó en mil millones de dólares la línea de crédito para las pequeñas y medianas empresas que absorben el 80 % de la fuerza laboral chilena, y cuyo salario promedio por trabajador no supera los 390 dólares. Ante las iniciativas gubernamentales, el Presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (gremio patronal), Alfredo Ovalle, manifestó que «Las medidas son un signo alentador. Lo que más le preocupa al empresariado es el manejo del gobierno de esta situación tan compleja.» Queda claro a quien beneficiarán en última instancia los montos estatales.

 

 

5. Mientras tanto, la Concertación continúa su paulatino proceso de descomposición. Esta vez, a diferencia de los desprendimientos hacia la derecha, tocó la decisión de emigrar del Partido Socialista reinado por Camilo Escalona al Senador Alejandro Navarro, junto a 135 militantes de esa tienda, 6 de ellos miembros del Comité Central. Navarro, amigo del Presidente Hugo Chávez y el pueblo venezolano, militó 25 años en el Partido Socialista, y como argumentos de su alejamiento anotó que «el partido se preocupa más de mantener cuotas de poder que de escuchar a la gente». Asimismo, aclaró que no ha renunciado al socialismo, sino al PS. De hecho, desde hace un tiempo viene propugnando la creación de un referente denominado Movimiento Amplio Social (MAS). Sobre él indicó que «El MAS definirá en sus tiempos su propuesta programática y su propuesta presidencial. Yo estoy disponible desde el primer día. Me cargan los candidatos que dicen que no son candidatos», aludiendo lateralmente al ex Presidente Ricardo Lagos Escobar. De manera contradictoria, el Senador Navarro también dijo que su renuncia «no es contra nadie, contra el PS o la Concertación y menos aún contra la Presidenta Bachelet «, a quien confirmó su lealtad «hasta el último día de su administración.» Desde abajo, desde los empeños anticapitalistas y la recomposición del movimiento social en lucha caben altos grados de incertidumbre frente a la decisión de Navarro. ¿Busca, por arriba, casi administrativamente, llenar el nicho político social abandonado como consecuencia del maridazgo entre la Concertación y la izquierda tradicional? ¿Qué papel le asignará a los embriones de movimiento social realmente existentes? ¿Serán parte de su clientela potencial o Navarro se subordinará al protagonismo, demandas, modos y contenidos de los sujetos y luchas populares concretas? ¿Cuál es la distancia auténtica que impulsará, programática y orgánicamente, respecto de la Concertación ? ¿Perseguirá alianzas con los de abajo para construir una mera componenda electoral o establecerá de manera radicalmente democrática relaciones estratégicas con las piezas del puzzle popular? ¿Estará dispuesto a proyectarse políticamente desde los intereses profundos de los trabajadores y el pueblo, o su propuesta sólo comportará una nueva versión de populismo de inspiración nacional desarrollista? ¿Su proyecto, además de antifascista, tendrá contenidos nucleares de anticapitalismo y antiimperialismo? Cuando Navarro habla de no abandonar el socialismo ¿A qué horizonte y sociedad socialista se refiere? ¿Qué estrategias empleará para abandonar los estilos antipopulares que caracterizan a la clase política chilena y que han provocado, entre otras variables, que en las últimas elecciones municipales sólo la mitad de los electores posibles votaran por algún alcalde o concejal?

 

Lo cierto es que, el MAS de Alejandro Navarro, junto al PRI de Adolfo Zaldívar y Chile Primero de Fernando Flores y Jorge Schaulsohn, desde distintos ángulos, revelan una vez más la crisis de sentido y el agotamiento de la unidad pragmática de la Concertación luego de casi 20 años de gobierno.