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La coyuntura de marzo

Fuentes: Rebelión

1. Juan Herrera tenía 19 años y Carlos Rojas, 18. Ambos eran obreros agrícolas de temporada que trabajaban en la Agrícola San Clemente Limitada de Talca, VII Región. El 3 de marzo Juan y Carlos quedaron atrapados en una cámara de atmósfera.. Un obrero eléctrico los encontró una hora después. Primero murió Juan y luego […]

1. Juan Herrera tenía 19 años y Carlos Rojas, 18. Ambos eran obreros agrícolas de temporada que trabajaban en la Agrícola San Clemente Limitada de Talca, VII Región. El 3 de marzo Juan y Carlos quedaron atrapados en una cámara de atmósfera.. Un obrero eléctrico los encontró una hora después. Primero murió Juan y luego Carlos.

El gerente general de la Asociación Chilena de Seguridad, Eduardo Undurraga, dijo que en tiempos de crisis los accidentes laborales disminuyen. «Si hay menos producción, algunas empresas eliminan turnos y eso se traduce en que hay menos exposición al riesgo de accidentes.» Claro.. Cómo no. A menos trabajo, menos accidentes laborales.

2. Según el gubernamental Instituto Nacional de Estadísticas (INE), entre noviembre de 2008 y enero de 2009 ya hay 7 regiones de Chile que superan el 10 % de desempleo. La metodología utilizada por el INE para medir la ocupación no considera la estabilidad, calidad, ni precio de los empleos. Para el INE toda persona que ha percibido algún tipo de remuneración por cualquier actividad cuenta como empleado en el momento de la aplicación de la encuesta. Así y todo, la ciudad de Coronel ostenta casi un 16 % de desocupación; Valparaíso un 15 %; Temuco más de un 13 %; Lota un 12,3 %; Viña del Mar y Talcahuano más de un 12 %, respectivamente; y Angol y Rancagua más de un 11 %, cada una.

Mientras los efectos de la crisis mundial del capitalismo en Chile hablan de recesión hace meses, el empleo se convierte en lujo y se endurece el rostro de la mayoría nacional.

3. La Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez reveló los resultados de un estudio donde casi el 80 % de los chilenos pobres considera que «la calidad de la justicia que obtienen es mala o muy mala, en comparación con el 0,8 % que estima que es buena o muy buena». Asimismo, el 80 % de los entrevistados se muestra de acuerdo con que «las personas con más recursos tienen mayor acceso a la justicia que las personas pobres.» Es cierto. Los dispositivos convencionales de la alienación que controlan e imponen la minoría en el poder -los medios de comunicación de masas, la escuela, la universidad, la cultura analgésica, la iglesia conservadora, la retórica política para domesticar de los que mandan- tienen una densidad que impacta y modula de manera relevante la manera de mirar de los trabajadores y el pueblo.

Sin embargo, hasta el momento, coyunturalmente, el mejor medio de enajenación contenedora de la rebelión de la mayoría sin propiedad es el miedo y el endeudamiento. Pero el miedo -salvo en casos estrictamente patológicos- corresponde a un estado de ánimo transitorio, absolutamente superable en tanto se hermanan las coincidencias, el disgusto organizado se vuelve sentido común, se sabotea con dirección emancipadora y cotidianamente la hegemonía ideológica de la burguesía transnacionalizada. Y el endeudamiento, cuando es problema de todos, funciona como demanda social y materia de lucha colectiva a la hora de la reunión popular.

4. La patronal Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa) informó que en enero de 2009 la producción industrial cayó un 10 % respecto de enero de 2008; y que las ventas del sector se desplomaron en un 8,1 % durante el mismo período. De las 46 áreas que registran los cálculos de la Sofofa, 35 arrojaron bajas de barranco. Las mayores contracciones se dieron en la industria básica del hierro y acero (-54,2 %), fabricación de productos de madera (-51 %), y fabricación de productos minerales no metálicos (-22,2 %). Por otra parte, las 3 más grandes multitiendas del país -París, Falabella y Ripley- anotaron caídas en su temporada de verano. París del Grupo Cencosud redujo en 8,3 % sus ventas netas en el último trimestre de 2008. Ripley (Grupo Calderón) y Falabella (Grupos Solari y Del Río) perdieron más del 10 % y 3 % en ventas, respectivamente.

De acuerdo a fuentes del negocio, «la caída se evidenció en las líneas de electrónica, línea blanca y vestuario». Al interior de la misma industria de esta cara del retail, según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras del gobierno, la morosidad respecto del crédito plástico de consumo en el cuarto trimestre de 2008 fue de 15,2 %. La deuda total de la cartera de crédito -incluyendo a los morosos- fue de más de 4.800 millones de dólares.

5. El gerente general de la firma Watson Wyatt, Gregorio de la Fuente, sujeto recorrido en el rubro cada vez más concentrado de la salud privatizada y administrada por el invento pinochetista de nombre Isapre, informó que durante las crisis económicas los chilenos toman menos licencias médicas ante el temor de perder el empleo. De esta manera, entre 1999 y 2001, en plena crisis asiática, se produjo una baja de casi un 20 % de licencias tramitadas. También, en la misma época, 420 mil trabajadores abandonaron el sistema privado de salud e ingresaron al público, más barato. Haciendo a un lado a la fracción minoritaria de asalariados que mal usa las licencias médicas (que ya cuenta con importantes obstáculos para su aprobación); la inmensa mayoría de trabajadores efectivamente enfermos, optarán por eludir las licencias..

Al respecto, las ya malas condiciones laborales que caracterizan al trabajo en Chile empeorarán durante la crisis. Pronto arribará el otoño en el país. Las enfermedades virales, bronco-pulmonares y asociadas al estrés sacudirán -como es habitual- las estadísticas de la fuerza de trabajo ante la intensificación de la explotación, las metas imposibles y las dolencias estacionales. ¿Cuál es el punto de quiebre de la paciencia, la inflexión de la voluntad que por fin se rebela ante el mal trabajo y la peor vida? La crisis en Chile, amortiguada ilusoriamente por un bono gubernamental de 70 dólares por una sola vez para capear en parte los gastos escolares de marzo, recién está aterrizando sobre la denominada «economía real» mediante la destrucción de fuerzas productivas, de empleo y pequeñas empresas.

6. Pero no solamente la mayoría pobre sufre los embates del empeoramiento de la subsistencia. Ahora, incluso el mercado de casas y departamentos de veraneo o segunda vivienda se agrega a la bancarrota de la industria inmobiliaria en el país. Según el Instituto Inmobiliario, la caída de las ventas en las playas del litoral central durante los primeros meses de 2009 llegó a un 40 % en relación al verano del año anterior. Ya son franjas sociales medias las que contraen sus gastos y consumo ante la crisis. Son justamente aquellos sectores aspiracionales, caracterizados por la inestabilidad económica y que, en tanto la hegemonía de la clase que domina no tenga contraparte de los de abajo, bascula su desesperación a favor de salidas políticas populistas, casi siempre de derecha. Sus temas son la delincuencia, el ascenso profesional, la ilusión de ser parte de los privilegiados, la xenofobia y la religiosidad acuartelada, abyecta, autojustificatoria.

7. El Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) correspondiente a enero de 2009 cayó un 1,4 %, y la inflación un 0,4 %, el primer retroceso en 6 años y el mayor desde la crisis asiática que estalló en Chile en 1999. El economista ligado a los intereses del capital, Rodrigo Aravena de Banchile, dijo que «Tendremos 3 trimestres con crecimiento negativo, por lo que estas cifras de enero marcan el inicio de la recesión en Chile.»

8. Para los trabajadores y el pueblo la estrategia patronal para intentar sortear los efectos de la crisis capitalista son concretos, se sufren a diario. La burguesía transnacionalizada apunta a la contratación a prueba y la reducción de la jornada con el fin de obtener bajísimos precios por la fuerza laboral, sin indemnización y con la mayor flexibilidad posible, de modo de cautelar sus tasas de ganancia. El empresariado también está implementando, a través de extorsiones abiertas y el subsecuente «consentimiento» de los trabajadores, que la fragilizada e impotente Dirección del Trabajo rubrique «negociaciones» que impongan la flexibilidad laboral y el pésimo empleo. Asimismo, los dueños de todo quieren suspender «temporalmente» las ya magras garantías que ofrecen los contratos de trabajo (los contratos indefinidos en Chile corresponden sólo al 50 % del tipo de relación contractual entre los asalariados y el capital); y reducir al mínimo las indemnizaciones para aquellos trabajadores con lagunas de empleo. En materia de teletrabajo (trabajo a distancia y desde el hogar), los patrones desean que las mujeres asalariadas disminuyan su descanso por maternidad y que, simplemente, no tengan derecho a sala cuna. En este último ámbito, el capital pretende que la madre trabajadora posponga su salida prenatal hacia su período postnatal, y que el postnatal sea tomado en medias jornadas para poder incorporarse antes a la empresa.

En resumen, la ofensiva de la clase dominante para enfrentar la crisis con el menor costo posible se expresa mediante medidas tendientes a pulverizar la pobre protección laboral existente, desplazando violentamente la cuenta de la recesión a la mayoría expoliada.

9. Por arriba, el candidato de la derecha histórica (Alianza por Chile), el empresario Sebastián Piñera, continúa liderando las encuestas a una distancia más acotada de la Concertación desde la proclamación presidencial del ex primer mandatario y demócratacristiano, Eduardo Frei Ruiz Tagle. Mientras Piñera recorre el sur de Chile limando la unidad política de los partidos Unión Demócrata Independiente (UDI) y Renovación Nacional (RN); coqueteando con Adolfo Zaldívar (candidato presidencial del Partido Regionalista Independiente (PRI), desprendimiento hacia la derecha de la Democracia Cristiana); y procurando evitar las cámaras ante las acusaciones sobre el ejercicio monopólico de una de sus principales empresas, la aerolínea LAN; 3 de los 4 partidos de la Concertación (PS, PPD y DC) acorralan al pre candidato presidencial del Partido Radical, José Gómez, para que decline su postulación y se eviten las primarias, en cualquiera de sus formatos, de la componenda en el gobierno.

Asimismo, auque todavía debe ser refrendado por la dirección de la DC próximamente, el llamado «pacto instrumental» entre la izquierda tradicional y la DC avanza sobre una fórmula de pre acuerdo fundada en las posibilidades del «doblaje» contra la derecha histórica en 14 a 8 distritos parlamentarios que se juegan hacia fines de 2009, junto a las elecciones presidenciales. Naturalmente, una de las condiciones sustantivas del pre acuerdo es el llamado de la izquierda tradicional a votar por Eduardo Frei (el mismo que profundizó las privatizaciones, renegoció la deuda externa para dicha del FMI, e inauguró los tratados de libre comercio asimétricos) durante una eventual segunda vuelta en las presidenciales. Tras el discurso de la «alianza-pragmático-táctica» se distingue la política histórica de una izquierda hegemonizada por el Partido Comunista basada en la construcción de frentes populares antifascistas y de colaboración de clases proveniente de la década de los 30 del siglo pasado, en e marco, entonces, de la guerra fría y articulada por el polo soviético. Siempre por arriba, la izquierda tradicional, descalcificada de fortalezas sociales significativas, elegirá en una convención al candidato presidencial del sector, de modo que su nombre ya sea público para la movilización nacional del 16 de abril convocada por la Central Unitaria de Trabajadores.

Al respecto, la CUT (extensión nítida de las políticas laborales de la Concertación) ha presentado un conjunto de posibles candidatos parlamentarios salidos del sindicalismo oficialista, «emparaguados» por una supuesta representación de los trabajadores, más que de militantes de partidos de gobierno. En este sentido, lo real es que, por ejemplo, Arturo Martínez (presidente de la CUT) es uno de los vice presidentes del Partido Socialista, y la dirigente María Rozas, es parte del directorio de la DC. ¿Es posible imaginar que prevalecerán los intereses genuinos de los trabajadores por sobre las agendas y fracciones de la clase dominante que representan ambos partidos en los cuales militan los dirigentes sindicales aludidos? No, no es posible imaginarlo, considerando el curso añoso de los acontecimientos que en la práctica, han demostrado todo lo contrario.

En otro ámbito, la dirección de la DC presentó en La Moneda un documento referido a la manera que considera que es preciso enfrentar los efectos de la crisis capitalista en Chile. El presidente de la DC, Juan Carlos Latorre, busca que el Ejecutivo patrocine la tramitación legislativa de un proyecto que permita la intervención del Estado en algunas empresas quebradas. La idea considera la creación de un fondo de riesgo de recursos fiscales para inyectar capital a las compañías a trueque de entrar a su propiedad bajo determinadas condiciones. La medida contempla la recompra de los capitales estatales por parte de los dueños originales de la empresa quebrada, de manera que la presencia fiscal sea transitoria.

He aquí la lógica pragmática de una fracción del capital en orden a utilizar recursos producidos por el conjunto de los trabajadores para salvar al empresariado en crisis, y secundaria y teóricamente, paliar el desempleo. La DC -partido que interpreta y condensa los intereses y políticas imperialistas del gobierno norteamericano en el país- plantea estatizaciones parciales bajo control del capital, como amparo ante el temporal escenificado por la depresión mundial. Esos son los límites de sus «políticas reguladoras»; esa es la fantasía populista que hace la diferencia con el candidato Piñera. Hasta el momento, no es imposible que el líder de la derecha histórica postule iniciativas todavía más «audaces», teniendo a la vista que el contenido de clase del Estado es burgués y antipopular.

10. Por abajo, ofrece trancos acelerados la organización de la Asamblea Unitaria de los empeños anticapitalistas existentes en Chile que se darán cita los próximos 4 y 5 de abril. Mientras se multiplican las organizaciones convocantes, lo más importante es procurar la participación más amplia del movimiento real de los trabajadores y el pueblo. Esto quiere decir que el futuro instrumento político federativo, concretamente y en potencia, debe ser el continente de los polos de asalariados e iniciativas populares cuyo movimiento dinámico y en lucha, efectivamente, constituya las fuerzas en ciernes contra la hegemonía del capital. El movimiento adquirirá las formas que dicte la propia lucha de clases, pero está sentenciado históricamente a crecer desde abajo, abundarse de trabajadores, de jóvenes y mujeres, de iniciativas volcánicas medioambientales contra el desarrollismo de la ganancia; de intelectuales que «hayan salido del prólogo» y generosamente se pongan a disposición del movimiento concreto de los desheredados. La unidad, la poliética, la confianza, la voluntad, la inteligencia y la pasión combinadas son su materia profunda.

Ese entrañable Daniel Viglietti sintetiza inmejorablemente al tipo de mujer y hombre que demanda el actual período y los intereses de los trabajadores y el pueblo: «cabeza combate, cabeza alegría, cabeza que piensa, nunca está vencida / que piensa de noche, que piensa de día / cabeza atrevida / cabeza que busca a los compañeros / busca a los compañeros.»