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Un Marx desconocido

La Deutsche Ideologie (IV)

Fuentes: Rebelión

«Hay que interpretar a Karl Marx sin partituras» (Louis Althusser, 1980) Si existe un libro maldito en el pensamiento occidental, tanto en su aventura editorial como en su malograda recepción y difusión, una tortuosa vicenda singular y misteriosa, esa obra es Die deutsche Ideologie escrita por Engels y Marx a lo largo de 1845. Ya […]

«Hay que interpretar a Karl Marx sin partituras»

(Louis Althusser, 1980)


Si existe un libro maldito en el pensamiento occidental, tanto en su aventura editorial como en su malograda recepción y difusión, una tortuosa vicenda singular y misteriosa, esa obra es Die deutsche Ideologie escrita por Engels y Marx a lo largo de 1845. Ya desde su mismo incipit: su título es falso, desconocido para los dos autores, atribuido azarosamente por necesidades editoriales para su primera edición completa póstuma en 1932 en la URSS. No hay en ninguna parte del manuscrito original tal magno título. La ideología alemana hacia referimiento, no sabemos si fue una idea del notable editor y marxólogo de Marx, David «Riazanov» Goldenbach, a una definición polémica realizada por Marx en su polémica contra el socialista verdadero Karl Grün en 1847 a propósito de su libro anti-Proudhon: «La recensión constituye un apéndice del trabajo escrito conjuntamente por F. Engels y yo, sobre la ‘ideología alemana’ (crítica de la moderna Filosofía alemana en sus representantes: Feuerbach, B. Bauer y Stirner, y del Socialismo alemán en sus distintos profetas).» 1 En el mismo texto, Marx explicaba otra versión de la causa que el Manuskripte no hubiera sido publicado: «las circunstancias, que han obstaculizado e impedido la publicación de este manuscrito, incluso tal vez contribuyan a la descripción del ‘estado actual de la prensa en Alemania’, como le explico a la audiencia en otro lugar» y denomina a DI como el grueso libro «que duerme el sueño de los justos». También es sintomático que Marx declare que el libro nonato, sin embargo, no puede reducirse a una mera descripción de la «literatura insulsa e insípida del Socialismo alemán.»Incluso en un año tan tardío como 1847 Engels y Marx intentaban encontrar un editor para el grueso Manuskripte, lo que significaba que su contenido era plenamente actual y operativo para la polémica contra el dogmatismo en el campo de la izquierda alemana. Porque, y este es un dato muchas veces olvidado por una exégesis «geocéntrica», más religiosa que marxista, la idea comunista en Engels y Marx se desarrolló, como precisamente puede comprobarse en las obras de los años 1843-1847 y en especial en Die deutsche Ideologie, en completa oposición y confrontación impiadosa con la gran mayoría de los socialistas y comunistas de su época. La idea comunista de Engels y Marx no se identificaba, de ninguna manera vis-a-vis, con el espacio ideológico de la «izquierda» de mitad del 1800’s.2 Tanto la expresión deutsche Sozialismus como la de deutsche Ideologie, muy comunes en esos años, tienen en Engels y Marx una clara valencia negativa y anti-idealista, de momento negativo frente a la formación de la idea comunista. Este aspecto, la polémica interna al campo de la izquierda, incluso siendo secundario, le daría relevancia a la obra. Es obvio que el texto maldito tiene una vital y decisiva importancia en el Denkweg marxiano, a pesar de las declaraciones a posteriori de Marx en su famoso «Vorwort» de 1859 a su Zur Kritik der politischen Ökonomie, donde mencionando el Manuskripte de 1845, afirmaba que se trataba de un ajuste de cuentas con su anterior consciencia filosófica (philosophischen Gewissen) bajo la forma de una crítica de la filosofía posterior a Hegel, y que debido a problemas combinados de censura y carencia de un editor confiable, finalmente entregaron el libro a der nagenden Kritik der Mäuse, a la crítica roedora de los ratones. Las razones para la no publicación de DI y su olvido, tanto en 1847 como en 1859, siguen siendo circunstanciales, misteriosas, ¿tácticas? y vagas, aunque se puede deducir una acumulación de causas múltiples, internas y externas: políticas (obstáculos de la censura prusiana), editoriales (carencia de una casa editorial confiable) e ideológicas (la polémica había quedado desfasada y obsoleta). Si la función esencial de DI era la famosa Selbstverständigung, es decir: la autocomprensión crítica de ambos, y con ella, la superación dialéctica de la anterior conciencia filosófica (tanto la joven hegeliana como la socialista verdadera); a partir de ese punto de inflexión se afianzaba un nivel wissenschaftlich, más científico y materialista, fundamentado en la Kritik de la economía política y la maduración de la idea comunista, es decir: la tarea de Die deutsche Ideologie estaba cumplida. El libro DI habría sido el pars destruens en el inicio del proyecto comunista y un componente acumulativo para la Kritik a la anatomía de la sociedad burguesa. Pero no nos adelantemos y sigamos con las vicisitudes editoriales, un tortuoso camino de autocensura, mutilaciones y olvidos.

Hemos analizado anteriormente la penosa y mezquina política editorial del partido socialdemócrata alemán, y no solo en relación con Die deutsche Ideologie. Es obvio, luego se repetirá el mismo problema cuando en la URSS se estabilice el sistema político stalinista, ya que el Nachlass de Marx cuando empezó a ser descubierto y a ser publicado generó enormes y desagradables sorpresas para los interpretes y la ortodoxia establecida en razón de partido y estado. El padre del Revisioniusmus, Eduard Bernstein, secretario personal de Engels, al que el «General» entregó en posesión de gran parte del legado de los dos autores, tiene una responsabilidad en la tortuosa aventura editorial de DI. Ya analizamos su miserable control, censura y escasa difusión de la parte del Nachlass heredado: en 1899 se limitó a reeditar en Die neue Zeit la invectiva contra Grün que Marx ya había publicado en 1847. Sólo más tarde, en los años 1903-1904, se decidió a publicar en la revista por él dirigida –Dokumente des Sozialismus-, de circulación académica y restringida, la parte inédita concerniente a la polémica contra Max Stirner y su anarquismo individualista. Sin embargo, la introducción que la acompañaba no constaba de una presentación del estado del original del Manuskriptye, ni siquiera un breve comentario al lector.

La Primera Guerra Mundial de 1914-1918 -sumada a la revolución triunfante en Rusia entre febrero-octubre de 1917- provocó un paréntesis forzoso y prolongado en la inicial difusión, aunque lenta, mezquina, manipulada y tímida del Marx secreto. Pero ya en el trabajo editorial realizado por el SPD se comenzó a ver, de forma a veces grosera, la manipulación y tergiversación que podían sufrir los manuscritos marxianos cuando sus contenidos se cruzaran con los estrechos intereses de la «razón de partido», el Parteiinteresse. Y cómo en la alquimia final perdía, no sólo el mismo pensamiento crítico de Marx, sino sus potenciales lectores y militantes, en última instancia, el movimiento práctico. Lo cierto es que hacia 1910 en el ámbito cultural del Austromarxismus se había empezado a discutir el proyecto de unas obras completas de M&E (los socialdemócratas austriacos ya habían empezado a publicar una revista de marxología de enorme importancia, la primera en la Historia, la Marx-Studien, aparecida entre 1904 y 1923 en Viena).3 Max Adler, Otto Bauer, Adolf Braun, Rudolf Hilferding y Karl Renner, las luminarias marxistas del Austromarxismo, se reúnen en Viena durante la famosa Konferenz de enero de 1911 con un tal David Riazanov, socialdemócrata ruso, entonces colaborando con el archivo de Berlín del SPD, que era el albacea testamentario de los Marxischen Schriften, el Nachlass de Engels y Marx. La carta-intención del ambicioso plan editorial aparece firmada en Viena, el 1º de enero de 1911 por Adler, Bauer, Braun, Hilferding, Renner, todos austromarxistas y N. Rjasanoff (Riazanov), es decir: representantes de los dos partidos más importantes de la socialdemocracia mundial.4 Allí se establecen por primera vez las primitivas líneas editoriales de una edición científica de Marx, incluyendo Die deutsche Ideologie, reclamándose unos presupuestos de edición mínimos y científicos (wissenschaftlichen Anforderungen), tanto sobre la obra publicada como con relación al Nachlass, presupuestos que consistirían en lograr una situación hermeneútica adecuada: 1) registros completos de las variantes literarias e introducciones histórico-críticas a sus escritos; 2) un aparato biográfico adecuado sobre Engels y Marx y su desarrollo político-intelectual; 3) un aparato biográfico de las personalidades intelectuales y políticas, y de sus obras, que aparecen a lo largo de sus textos; 4) además de la edición científica, planificar ediciones populares para comprensión de los trabajadores que permanezcan vinculadas en la colección científica-sistemática, sobre secciones o puntos clave de Das Kapital (como la teoría materialista de la Historia, sobre la lucha de clases y la revolución en el siglo XIX, sobre teoría económica, filosofía política, sobre la situación social, etc.). En el ambicioso Editionsplan de 1911 también surgen entre líneas los primeros interrogantes: ¿quién financiará semejante empresa científico- editorial? Ni el SPD o el SPÖ estaban muy interesados en dar a conocer el Marx desconocido, en absoluto. Muchos de sus gesto eran puramente decorativos, para legitimar el grupo dirigente frente a la base. En el horizonte aparecía la necesidad técnico-financiera de ediciones populares, al estilo de la futura Werke. Los preparativos fueron interrumpidos por el estallido de la Gran Guerra. Pero se comenzaba a percibir cierta sensibilidad nacida de la necesidad de tener una edición completa y confiable de los escritos de Marx.

Recién muchos años después, en 1919, y de la mano del primer y mejor biógrafo de Engels -el socialdemócrata Gustav Mayer fue elaborada por primera vez una descripción válida del Manuskripte,5 que denomina «obra eminentemente colectiva», puesto que durante la fase de documentación de su biografía maestra había logrado convencer a Bernstein de permitirle consultar Die deutsche Ideologie. Mayer es el primero en la Marxología en dedicarle un entero capítulo al Manuskripte maldito, rescatarlo de la crítica roedora de los roedores y de la Realpolitik editorial socialdemócrata, comentándolo en detalle e incluso publicar una fotocopia original de un folio escrito por Engels y Marx. Mayer reconoce con gravedad el estado lamentable de DI: «mucho más de la mitad del manuscrito que ha llegado a nosotros, una parte como borrador y otra puesta en limpio, aparece escrita de puño y letra de Engels, con correcciones e intercalaciones de Marx. Una parte del capítulo, muy extenso, en que se polemiza contra Stirner, fue puesta en limpio por un exoficial de artillería prusiano, llamado Weydemeyer, residente también en Bruselas, y que había sellado con Engels y Marx una amistad llamada a perdurar.» Aún con este sesgo positivo en su calificación de DI, raro en el ambiente marxólogo de la época, Mayer vuelve a subrayara el carácter de obra de pasaje, secundaria, escrita «más para divertirse ellos mismos que pensando en los lectores», y que la arquitectura en la composición de esta «especie de cantera de materiales» es «bastante descuidada y da la impresión de que la prolija polémica… se sale del marco originariamente trazado.» Tal fue efectivamente el «uso» que hizo de ella los intelectuales orgánicos del SPD y Bernstein: un filón, exótico al fin, del cual podrían extraerse y publicarse fragmentos aleatorios o párrafos en contextos polémicos o para remitirse al argumento ad autoritas en discusiones ideológicas de partido. A continuación, Mayer describía capítulo a capítulo la estructura interna y temática de la DI, comentando en una amplia glosa los puntos cardinales de los dos tomos originales de la obra.6 Un punto para destacar en la exégesis de Mayer, es que dedica amplios comentarios al problema de la idea comunista, una de los ejes modulares de DI, nivel político-filosófico obviado por los marxólogos incluso en la actualidad, tarea que describe como «lucha teórica por esclarecer los problemas» que permitía a Engels y Marx, «materialistas prácticos», remontarse, en una Aufhebung crítica que delineaba una clara línea de demarcación, a concepciones superiores acerca de las necesidades del movimiento práctico. Mayer no tiene dudas: en 1845 el lenguaje indica que Marx se manifestaba, por primera vez, como un integrante consciente del nuevo «partido comunista» de la época. La idea comunista dejaba de ser el vano trabajo de «exprimir» la Phantasie de un ideal de sociedad lo más perfecto posible, para transformarse en un Methode (inverso al de Hegel) crítico para comprender el carácter, las condiciones, los presupuestos y, como consecuencia de ello, los objetivos generales (allgemeinen Ziele) de la lucha que lleva a acabo el proletariado. La deutsche Ideologie sería entonces el pars destruens del nuevo kritischen Kommunismus, del Comunismo crítico. El Engels tardío paradójicamente coincidirá con Mayer en este paralelismo, entre el desarrollo de la crítica en Die deutsche Ideologie y la configuración/maduración de la idea comunista, que denomina como neuen Theorie, que fija con precisión en la primavera de 1845.7

La Die deutsche Ideologie no corrió mejor suerte en el llamado «Socialismo realmente existente». Luego del triunfo y consolidación de la revolución bolchevique, la suerte de los escritos de Marx parecería que sería tocada, por primera vez, por la diosa Fortuna. Todo el potencial de un estado se identifica con su obra y pone a disposición de su difusión todos los recursos a su alcance. ¿Habría de poner el nuevo estado un punto final al derrotero caprichoso de los manuscritos de Marx y publicar su obra póstuma en una edición completa, científica, objetiva, histórico-crítica y con precios populares? Debemos volver detenernos en esta desigual publicación del Marx inédito en una figura fundamental en la difusión del auténtico Marx y del libro maldito Die deutsche Ideologie: David Zimkhe Zelman Berov Goldenbach, alias «Riazanov», a quién definieron adecuadamente como aquella persona que «por una duda en una coma en un manuscrito de Marx era capaz de viajar toda la noche en un tren de cuarta clase sin calefacción desde Viena a Londres.»8 Riazanov adquiere la merecida reputación de ser una de las más autorizadas voces sobre Marx, Engels y la historia del Marxismo en toda Europa. Sus principales trabajos de esta época son sobre Marx y la Rusia zarista, Marx y el trabajo periodístico, Engels y la cuestión polaca, la mayoría publicados en alemán y luego en ruso en el diario teórico de Lenin Prosveshchenie o en el diario del ala izquierda no-leninista Sovremennii Mir. Desde 1908, gracias a las recomendaciones de uno de los fundadores de la socialdemocracia alemana, August Bebel, y además a su amistad con Kautsky y su mujer, le permiten el libre acceso al archivo partidario, a la vasta biblioteca y al depósito de los Nachlass de Marx y Engels en posesión del SPD. Su cercanía con una de las hijas de Marx, Laura Lafargue, le da la posibilidad de investigar los archivos familiares y la correspondencia más íntima. Por ejemplo, en 1911 mientras ordenaba este archivo familiar encontró varios borradores de cartas in-octavo inéditas: eran las respuestas polémicas de Marx a la populista Vera Zasúlich (las pudo publicar recién en 1923 en una recopilación de materiales sobre la historia del movimiento revolucionario ruso).9 El SPD lo urge a continuar el irregular trabajo de divulgación de Bernstein y Mehring de trabajos olvidados, inhallables o inéditos. Hacia el filo de 1917 Riazanov pudo publicar dos volúmenes escritos de la década de 1850 de Marx y Engels, incluyendo alrededor de 250 artículos desconocidos para el gran público de diarios en los que colaboraba Marx, aunque aparecían sin su firma, como The New York Tribune, The People’s Paper y Neue Oder Zeitung.10 Entre los años 1908-1917, Riazanov publicó más de un centenar de folletos, artículos, libros, ensayos, reseñas de libros, presentaciones, notas y otros textos originales de o sobre Marx.11 Además , Riazanov es responsable de la mejor edición científica de escritos de Engels y Marx editada hasta ese momento, publicada en 1917 en Alemania, Gesammelte Schriften von Karl Marx und Friedrich Engels, 1852 bis 1862.12

Después de finalizada la etapa del Comunismo de Guerra (1921), Riazanov es nombrado director de los servicios de archivo de la joven república denominada URSS. Estará trabajando con destreza y enorme energía entre 1918 y 1920. Rescatando bibliotecas, documentos y materiales de los archivos de los diferentes estados y administraciones se gana el respeto y la lealtad de muchísimos especialistas y académicos no-bolcheviques, en especial en la Universidad de Moscú. A fines de 1920 el Comité Central promueve la idea de fundar el primer «Museo del Marxismo» del Mundo, idea que Riazanov transforma en otra cosa: un instituto científico, un laboratorio en el cual historiadores y militantes puedan estudiar, en las más favorables condiciones, el nacimiento, desarrollo y maduración de la teoría y la práctica del comunismo crítico y que, al mismo tiempo, se transformara en un centro de difusión («propaganda científica», en palabras de Riazanov) de las ideas de Engels y Marx. El C.C. aprueba en enero de 1921 la fundación del legendario Instituto Marx-Engels (IME), que funcionará desde diciembre de 1921 en el palacio expropiado un año antes a los príncipes Dolgorukov, situado en el barrio Znamenka de Moscú. Riazanov creía que el Marxismo (si es que existe algo así) no podía ser entendido aislado del contexto histórico; por esa razón el IME pretenderá estudiar a los clásicos relacionándolos con la amplia historia del anarquismo, socialismo y del movimiento obrero europeo. En seguida lanzó su plan de obras completas de Marx y Engels (incluso de autores premarxistas) y reclutó entre 1923 y 1925 especialistas en lenguas extranjeras (francés, inglés, alemán) sin considerar sus viejas alineaciones pre-1917. Desde 1922 se lanza con un extraordinario ímpetu a la búsqueda y salvataje de todos los materiales documentales para apoyar el lanzamiento del primer MEGA (siglas de «Marx-Engels Gesammtausgabe»). Su sueño era una edición científica exhaustiva en ruso y alemán como la que se había esbozado en el Editionsplan de 1911. Los más importantes descubrimientos fueron realizados en dos archivos: los celosos archivos del partido socialdemócrata en Berlín, coo ya dijimos, y los archivos personales de la hija de Marx, Laura Lafargue. En 1923 Riazanov viajó a Berlín, para firmar un convenio de colaboración con el archivo del partido y de coedición con el SPD, y a su regreso a la Unión Soviética presentó en la Academia Socialista de Moscú un comunicado sobre el legado literario de Marx y Engels, donde se nos presenta el estado en ese momento del Nachlass como las desventuras del libro maldito, Die deutsche Ideologie.13 Riazanov narra como el Manuskripte había sido entregado en mano por Engels a su secretario, Eduard «Ede» Bernstein (lo nombró testamentario de sus documentos junto a Karl Kautsky), y las infructuosas tratativas de Mehring porque se le permitiera acceder al texto y poder publicarlo completo; las negativas y excusas de Bernstein. Finalmente sólo le entregó un pequeño fragmento del Manuskripte: la polémica contra Bruno Bauer y el Concilio de Leipzig (Erster Band, f, o sea: el quinto inciso del primer libro). Riazanov recuerda de qué manera Mehring, con sólo leer este extracto parcial, decidió precipitadamente que Die deutsche Ideologie no tenía mucho valor para un lector contemporáneo, tanto por su contenido como por su extensión en folios. Las culpas y las lagunas científicas de Bernstein mostraron ser múltiples. Se descubrió, de hecho, que había publicado menos de la mitad de la crítica contra Max Stirner, atribuyendo falsamente a la «roedora crítica de los ratones» aquellos cortes que, en realidad, habían sido practicados arbitrariamente por él, censurando párrafos enteros del Manuskripte; ¡además, se pudo constatar que había creído sin razón que las partes sobre Feuerbach (Erster Band; b. «I. Feuerbach») y Bauer pertenecían a un único capítulo que, por considerarlo irrelevante y oscuro, había decidido no publicar! Utilizando su extraordinaria erudición, que le permitía remontarse a cualquier parte del original, y con su gran habilidad diplomática, Riazanov logró obtener de Bernstein, con enorme fatiga pero en sólo cuatro semanas, todas las partes del Manuskripte. Sólo después de fotografiarlo exhaustivamente, volvió a Moscú. En noviembre de 1924 finalmente el SPD autoriza oficialmente al IME a fotocopiar su archivo partidario in extenso, permiso que incluía el Nachlass de Engels y Marx, parte importante de su correspondencia y sus bibliotecas privadas (muy maltratadas y deperdigadas por la burocracia); además desde el 24 de julio de 1924, el IME fue reconocido como el único en el territorio nacional de la URSS de ser «el repositorio de todos los documentos originales relacionados con la obra de Marx y Engels, y de publicar sus obras», así como también se le otorgó el derecho «de retirar documentos originales en todas las instituciones públicas de las repúblicas de la URSS.»14

Notas:

1 Marx, Karl; «Erklärung gegen Karl Grün», originalmente publicado en la Deutsche-Brüsseler-Zeitung, Nr. 28 vom 8. April 1847; ahora en: Marx, Karl/ Engels, Friedrich; Werke, Band 4, Dietz Verlag, Berlin/DDR 1972, pp. 37-39; El párrafo de Marx dice: «Die Rezension bildet ein Anhängsel zu der von Fr[iedrich] Engels und mir gemeinschaftlich verfaßten Schrift über ‘Die deutsche Ideologie’ (Kritik der neuesten deutschen Philosophie in ihren Repräsentanten, Feuerbach, B[runo] Bauer und Stirner, und des deutschen Sozialismus in seinen verschiedenen Propheten).»; sobre el papel del diario de los emigrantes alemanes en Bruselas, véase: Ros, Guido; «Marx, Engels und die ‘Deutsche-Brüsseler Zeitung’. Betrachtungen zum Reprint einer deutschen Emigrantenzeitung des Vormärz», en: Archiv für Sozialgeschichte, Bd. XXIII, Verlag Neue Gesellschaft, Bonn, 1983, p. 574-589; y su trabajo exhaustivo sobre el fundador del diario: Adalbert von Bornstedt und seine ‘Deutsche Brüsseler Zeitung’. Ein Beitrag zur Geschichte der deutschen Emigrantenpublizistik im Vormärz; Dortmunder Beiträge zur Zeitungsforschung Band 51, Saur, München, 1993; sobre la prensa revolucionaria de la emigración y su papel de difusión y formación, véase el trabajo más general de Jacques Grandjonc: «La Presse de l’emigration allemande en France (1795-1848) et en Europa (1830-1848)»; en: Archiv für Sozialgeschichte, Bd. X, Verlag Neue Gesellschaft, Bonn, 1970, pp. 95-152.

2 Sobre la idea comunista de Engels y Marx, remitimos al lector a nuestro trabajo en progreso: «Engels y Marx: la idea comunista», on-line: 1) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=143504

2) http://www.rebelion.org/noticia.php?id=144333

3 Marx-Studien: Blätter zur Theorie und Politik des wissenschaftlichen Sozialismus., inspirada en la famosa Kant-Studien, su periodicidad era bastante irregular y su pathos editorial un raro híbrido entre el Neokantismo y Socialismo evolucionista; existe una edición facsímilar publicada en 1971 por la editorial Detlev Auvermann.

4 El plan de intención de la publicación de unas obras completas y críticas de Marx y Engels, Editionsplan, puede leerse en: «Ein Wiener Editionsplan aus dem Jahr 1911», en: Volker Külow y André Jaroslawski: David Rjasanow: Marx-Engels-Forscher, Humanist, Dissident, Dietz Verlag, Berlin, 1993, p. 40 y ss.; véase además el artículo de Götz Langkau: «Marx-Gesamtausgabe – dringendes Parteiinteresse oder dekorativer Zweck?: ein Wiener editionsplan zum 30. Todestag, Briefe und Briefauszüge», en: International Review of Social History , Vol. 28, Amsterdam, 1983, pp. 105-142.

5 Mayer, Gustav; Friedrich Engels. Una biografía, FCE, México, 1978, capítulo IX «La ideología alemana», p. 221.y ss. La obra es original de 1919. Sobre la figura del historiador y militante socialdemócrata Mayer, véase: Gustav Mayer: als deutsch-jüdischer Historiker in Krieg und Revolution, 1914-1920. Tagebücher, Aufzeichnungen, Briefe; Hrg. Gottfried Niedhart, Oldenbourg Wissenschaftsverlag, München, 2009.

6 Mayer, Gustav; ibidem, p. 231 y ss.; como dato curioso, al comentar la mordaz crítica de Marx al libro de Stirner, El Único y su propiedad, «Erster Band, III. Sankt Max» de la DI, Mayer reconoce que el sondeo espiritual que hace Marx del personaje criticado haría las delicias de Friedrich Nietzsche, a quién inmediatamente reconoce como la auténtica «antípoda» del propio Marx. Sobre la subestimada relación entre Nietzsche y el pensamiento de Marx, remitimos al lector a nuestro libro: Nieztsche contra la Democracia. El pensamiento político de Friedrich Nietzsche 1862-1872, Montesinos, Mataró, 2010.

7 Engels, Friedrich; «Zur Geschichte des Bundes der Kommunisten»; primera ublicación: Sozialdemokrat, Nr. 46, 47 und 48 vom 12. 19. und 29. November 1885; segunda publicación: en un Broschüre: Marx, Karl; Enthüllungen über den Kommunisten-Prozeß zu Köln, Neuer Abdruck mit Einleitung von Friedrich Engels und Dokumenten, Hottingen-Zürich 1885; ahora en: Marx, Karl/ Engels, Friedrich; Werke; Band 21, Dietz Verlag, Berlin/DDR, 1975, pp. 206-224.

8 Descripción en las memorias de Fritz Brupbacher: Ich log so wenig als möglich. 60 Jahre Ketzer. Selbstbiographie, Limmat Verlag Genossenschaft, Zürich 1973, p. 183.

9 Véase: Marx, Karl/ Engels, Friedrich; Escritos sobre Rusia. II. El porvenir de la comuna rural rusa, Pasado y Presente, México, 1980, incluye las cartas, el prólogo de Riazanov y una nota del biógrafo de Marx Boris Nicolaievski. Una aguda reflexión sobre la importancia de las cartas de Zasúlich del filósofo marxista Manuel Sacristán en: Escritos sobre ‘El Capital'(y textos afines)», Editorial El Viejo Topo, Barcelona, 2004, p. 356 y ss.

10 Entre otros: «Marx und seine russischen Bekannten in den vierziger Jahren, en: Die Neue Zeit, 31 (1913), pp. 715-721, pp. 754-766; «Karl Marx und die Wiener ‘Presse'», en: Der Kampf, 6 (1913), pp. 249-257; «Friedrich Engels Jugendarbeiten», en: Der Kampf, 7 (1914), pp. 158-162; «Karl Marx und Fr. Engels über die Polenfrage», en: Archiv für die Geschichte des Sozialismus und der Arbeiterbewegung, (1916), pp. 176-221; «Karl Marx und die ‘New-Yorker Tribune’ 1851 bis 1856», en: Gesammelte Schriften, Bd. 1, Stuttgart 1917, pp. XVII-L.

11 Según el índice bibliográfico de los documentos en la base de datos sobre Riazanov y la literaturasecundaria, recopilados por Jakir G. Rokitjanski: «El académico D. B. Riazanov»; en: Anuario Arqueografico, Moscú, 1995, pp. 3-10 (en ruso).

12 Marx, Karl/ Engels, Friedrich; Gesammelte Schriften von Karl Marx und Friedrich Engels, 1852 bis 1862 , Hrsg. von N. Rjasanoff. Die Übersetzungen aus dem Englischen von Luise Kautsky; Dietz Verlag, Stuttgart, 1917.

13 Original en ruso; en alemán: Rjasanoff, David; «Neueste Mitteilungen über den literarischen Nachlaß von Karl Marx und Friedrich Engels»; en: Archiv für die Geschichte des Sozialismus und der Arbeiterbewegung ; Band XI, Hirschfeld, Leipzig, 1925, pp. 385-400.

14 Véase el artículo de Jakir G. Rokitjanski: «Sobre la biografía del académico D. B. Riazanov: la derrota del Instituto de Marx y Engels (marzo 1931)»; en: Archivos domésticos, № 4, Moscú, 2008, pp. 10-23 (en ruso). Rokitjanski se ha transformado, junto con otra investigadora rusa Valentina Smirnova, en los biógrafos e investigadores que están rescatando la figura de Riazanov del olvido stalinista.

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