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De la Historia a la Política

La ética como estrategia de transformación de la práctica educativa

Fuentes: Rebelión

“…La vida humana que no es un concepto, una idea, ni un horizonte abstracto, sino el modo de realidad de cada ser humano concreto, condición absoluta de la ética y exigencia de liberación. no sé debe ser extraño, entonces, que esta ética sea una ética de afirmación total de la vida humana”. (Dussel, 2002)

Resumen

El presente artículo reflexiona la trasformación de la educación en clave política. Política en el sentido de proyección de futuro, eso es como transformación de la realidad y la vivencia de lo inédito desde la acogida del Otro como criterio de esa transformación. Se asume que es la educación la que tiene las condiciones de asumir esa conjunción efectiva entre ética y política para transformar el presente como experiencia efectiva de aprendizaje de la convivencia como el más importante de los saberes.

Introducción

Cuando Zemelman (2011) sostiene que pensar la historia desde un ángulo político obliga a cuestionar los parámetros convencionales del análisis histórico, esto permite comprender, básicamente, que la historia no expresa un problema del pasado sino del presente.

La reflexión está vinculada en la “responsabilidad ético existencial como estrategia de trasformación educativa”. Se menciona a la educación porque ella hace referencia al ámbito político que más que transformar la realidad la pretende mantener. ¿Cómo recuperar esa dimensión de transformación política? La presente reflexión apunta en esa dirección. Para Maturana (2020) la clave se encuentra en la recuperación de su dimensión ética. La ética juega un papel central pues ella implica recuperar una idea de educación asumida como aprendizaje en convivencia. La educación se hace el aprender mismo de la convivencia como condición de seres vivos que pretender sostener su existencia. A convivir, en consecuencia, se aprende y no se lo presupone. Esta experiencia es por tanto un constructo, una creación que implica percibir la realidad –la existencia- como algo que no se da, sino como algo que sucede Zemelman. (2011)

Este es el punto que aborda el presente texto que ahonda en la idea dusseliana de la pedagógica como categoría que permite comprender el sentido de una educación abierta –no a lo dado- sino a lo dándose y –en consecuencia- a la transformación de la realidad.

De acuerdo a Dussel, quien pone el acento en la apertura y la posición existencial del sujeto, esto significa abrirse al Otro como apertura a lo inédito que quiebra la reproducción mecánica del orden dado (es el quiebre de la Totalidad como expresión del orden de poder). Esto es lo que lleva a comprender la responsabilidad ética que nos lleva a la reflexión existencial de la otredad como sujeto necesitado en la dimensión del ser sujeto desde el principio de vida como tal.

Por último, se reflexiona sobre la pedagogía de la liberación que plantea Freire para que con Dussel hagamos énfasis en un nuevo proyecto educativo que pueda resignificar desde la realidad y la identidad cultural del otro a través de la alteridad y la exigencia de la posibilidad de un nuevo proyecto político existencial.

La posición existencial del sujeto

La idea de lo existencial tiene sentido desde el marco de la ética de liberación latinoamericana que Dussel desarrolla en su obra; para una ética de la liberación latinoamericana (1991). No debemos olvidar que esta comprensión no es únicamente teórica, sino una postura existencial, es decir, el descubrimiento de “las capacidades propias del hombre”, lo cual implica: constituir su propio ser y comprender al sujeto desde el punto de vista de nuevas posibilidades.

“…La posición real pero toda vía abstracta es el «cara -a -cara»; la posición concreta, pero con posibilidad todavía de nuevas concreciones, es le erótica (rostro de varón-ante- rostro de mujer), la pedagógica (rostro de padres-ante- rostros de niños, de maestros-ante-discípulos), la política (rostro de hermano-a ante- hermano), la arqueológica (rostros humanos-ante-el «Rostro» infinito)…” Menciona Dussel, (2009)

El ser es un horizonte, es historia que se abre desde una situación; El horizonte de su mundo es, en última instancia, su capacidad para convertirse en futuro. Acá es donde la idea de poder se resignifica para hacerse ese futuro. El futuro no se da, sino que se deja, datos en el proceso
Dice Dussel al respecto:

“…La situación cotidiana es lo que llamaremos «situación existencial»: en cuanto «situación», es facticidad o determinación; en cuanto “existencial», es un modo de trascender. Esa situación de conciencia es el tema provisional de nuestra investigación. Ser en el mundo cotidianamente, situado en dicho mundo fácticamente trascendiendo en él ante entes (p.40)

La realidad está presente; existencia o trascendencia en ad-venir; La posición existencial se pierde en el presente. La transitoriedad une toda finitud en los fenómenos. Entonces comprender será comprender al sujeto desde lo cotidiano. (p.54)

Compromiso ético por el otro

«…La ética, más allá de la visión y la certeza, designa
la estructura de la exterioridad como tal. La moral no
es una rama de la filosofía, sino la filosofía primera.»
(Emmanuel Levinas, totalité et infini)

En la actual crisis educativa, es necesario pensar en el Otro antes que en el Yo y pensar en la responsabilidad con el Otro como uno de los pilares de la nueva educación que debe ser vivida como experiencia y nunca como mero postulado retórico. Por eso, la transformación educativa puede ser vivida como apelación -llamado- al Otro. Dussel resume la idea de la siguiente manera:

Es por ello que el «Yo» debe entenderse como «tú» y no puede ser la imposición arbitraria de mi ego. Es desde esta idea que la educación exige resignificar y reinterpretar una modalidad pedagógica diferente, una forma de ser de la pedagogía, es eso que Dussel denomina como pedagógica. En otras palabras, una pedagogía basada en el aprendizaje del Otro como condición ética y crítica para la cognición. Mostraremos, pues, a juicio de Levinas, que se pueden pensar los cimientos sobre los que construye la matriz de la educación, a nuestro juicio humanizada a partir la aceptación del Otro en su infinidad. En este sentido, creemos que Levinas aboga en última instancia por una pedagogía de la aceptación responsable de los demás. Esta pedagogía de la responsabilidad exige un compromiso ético, expresado en la aceptación de la diferencia.

Según Dussel, «la ética liberal es la reestructuración total de las cuestiones éticas de acuerdo con las opiniones y necesidades de la sociedad… Responsabilidad por los pobres, por la sustitución histórica luchar en Egipto, caminar en el desierto en tiempos de cambio y construcción la tierra prometida” (1994, p. 264). La responsabilidad hacia los demás es principalmente una responsabilidad hacia los oprimidos, los excluidos, las víctimas de un sistema particular de opresión económica. Responsabilidad hacia los demás significa fuente de humanismo y compromiso radical con los demás, dignidad y liberación de los demás. Levinas cree que mientras la historia humana es la historia de las guerras, santidad en el hombre, porque el hombre puede morir por los demás.

Devolver la ética al centro del debate contemporáneo parece ser una necesidad vital de la humanidad. No es un retorno a la ética racionalista moderna, sino la implementación de otra moral que inspira nuevas luchas, nuevos caminos, nuevas personas. y mujeres que respetan la naturaleza como fuente de vida.

Una pedagogía liberadora desde lo cotidiano y la experiencia

La no criticidad del sujeto se impone como el modo cotidiano del ser en el mundo de interpelación permanente. (Enrique Dussel)

“La creación de un pueblo como pueblo tiene lugar en el proceso de su liberación…” Dussel 2009

Dice Dussel que “Pretender transformar la realidad y/o condenar el orden existente sólo tiene sentido en la medida en que se es consciente del orden global en el que se produce la necesidad de uno mismo como ser en el mundo”. Este aspecto es importante para el argumento porque la distancia a la que atrae la lectura del contexto global del orden dominante mantendrá la crítica en el mejor de los casos.

La Filosofía de la Liberación busca repensar todas las filosofías (desde lógico u ontológico, incluso estético o político) de otro, oprimido, pobre: ​​inexistente, bárbaro, sin sentido.

En este contexto, la “Filosofía de la Liberación” de Enrique Dussel sirve como una ética que abre el pensamiento latinoamericano a la realidad histórica de dominación, dependencia y aislamiento de las naciones. El nacimiento de la Filosofía de la Liberación desde el continente latinoamericano señaló el gran desafío de esta Filosofía. La filosofía «central» (europea) no cree en ningún otro logro fuera de Europa. Esto es lo que ha surgido en las últimas décadas en Estados Unidos. América Latina, una filosofía de la liberación, está emergiendo en la «periferia» del mundo.
Hacia una praxis de un proyecto político.

Es por ello que la praxis no es más que una mediación cumplida, una posibilidad realizada y por tanto una forma que se llega al poder de la existencia. Meta que la educación busca como propósito explícito de su trabajo. Se ha dicho que el nacimiento de la capacidad futura nunca es completo sino que es, siempre, un devenir. Es decir, que el niño en su proceso de formación es mientras va siendo en su existencia.

La fuerza futura surge en una de sus posibilidades, es decir, no completamente, sino solo parcialmente, a así se escabulle como un nuevo diseño sintético.

“…El proyecto libre es fundamental porque es mi ser… El pro-yecto fundamental que soy yo es un proyecto que concierne no a mis relaciones con tal o cual objeto particular del mundo, sino a mi ser-en-el-mundo en su totalidad». Se trata entonces de un proyecto sistemático o existencial, primero, que funda o ilumina todo proyecto calculado, todo plan pensado intra- mundano. Esos proyectos cotidianos no instauran el mundo, sino que son las mediaciones prácticas que se encaminan al poder-ser ad-viniente pro-yectado en su totalidad…”. (p.56)

Esto nos indica que los proyectos que puedan ser sostenidos en el tiempo, pero a partir de un proceso cotidiano en la praxis educativa como la que se está viviendo en el presente actual en Bolivia, pero uno de los desafíos es precisamente la toma de conciencia crítica del mismo.

La forma en que se pone en práctica afecta indirectamente la vida de las personas a través de la implementación de actividades ajenas a nuestra realidad. Ese es el elemento que debemos saber cuidar en cada momento.

El proyecto pedagógico de liberación es el que alienta todo el proceso nuevo en la historia y así se genera la revolución pedagógica partiendo desde nosotros mismos. De ahí que el proyecto de liberación sea siempre un proyecto de toma de consciencia real. Consciencia de nuestras necesidades y potencialidades desde instituciones inéditas. Un ejemplo de ello en Bolivia pueden ser los Proyecto Socio-comunitarios Productivos (PSP’s) que nacen desde los actores educativos del contexto. Experiencia concreta que todavía tiene muchos vacíos en su concreción específica.

En este contexto, la ética de emancipación construye la responsabilidad moral y política más allá del modelo hegemónico de todo el presente. La responsabilidad es la respuesta al otro como víctima en su concreción histórica. En este sentido, el análisis de los principios originales de la ética. Dussel (1973), permite comprender el desafío de implementar una práctica que sirva para construir la subjetividad y un proyecto ético político de humanidad. En el actual cris moral, es necesario pensar en los demás de en uno mismo pensar en la responsabilidad hacia la otredad.

Zemelman (2011) argumenta que se debe incorporar la dimensión de un horizonte histórico que tenga que ver con la realidad, porque la realidad es representada por una construcción de voluntades sociales, asimismo lo manifiesta Dussel (2009), quien dice que para producir una nueva nación más justa necesitamos otra concepción de educación para las nuevas generaciones lo significa darle otro sentido a las reivindicaciones del presente actual por lo que se exige un proyecto nuevo que responda a esas necesidades.

Este proyecto pedagógico, debe hacer inteligible el proyecto de dominación anterior. Es decir, debemos comprender por qué el proyecto anterior es de dominación. De no hacerlo el nuevo proyecto puede parecer sólo una imposición más de un nuevo grupo de poder.

Si el proyecto de educación es de liberación y tiene a la ética en su núcleo entonces éste requiere mostrarse honesta en sus pretensiones y, sobre todo, en su crítica del orden de dominación anterior.

A continuación, presenta Dussel (2009) su interpretación del proyecto de dominación y liberación:

Como se mencionó, los proyectos pedagógicos pueden ser de dominación o liberación, como se detalla en el gráfico, la distinción exige la comprensión del ser histórico concreto, es decir, la diferencia entre uno y otro no es de carácter formal sino existencial, es decir, de acogida real al otro. Al final la diferencia se la vive en la exclusión material del Otro desde la experiencia educativa que se puede tener como experiencia concreta.

Así como lo afirma Dussel (1973), “Los gobiernos populares de América Latina tienen conciencia que toda revolución debe tener muy en claro un proyecto de modelo pedagógico, teniendo en claro que la colonización empieza frecuentemente por la cultura”. Es en este sentido que el proyecto pedagógico de liberación es el que revela todo proceso inédito en la historia, para reinventar un futuro inédito con sentido crítico. Es lo que se busca desde toda revolución que es revolución cultural. Ese es el caso de Bolivia.

Conclusiones

A modo de conclusiones es posible decir que:

⦁ La pedagogía de la emancipación requiere conciencia de la realidad de la dominación de la totalidad del orden actual. Esta es una idea básica del trabajo de Freire, pero también es el horizonte en el que se mueve el Modelo Educativo boliviano, al menos esa es su pretensión.

Se asume que ignorar este punto de partida implica tener una pedagogía que no tendrá el alcance necesario, porque su crítica se quedará en el marco de examinar hechos concretos –mera descripción informativa del presente- sin leer la trascendencia de los componentes que componen su sentido crítico.

⦁ La pedagogía está bajo el amplio paraguas de la política. Política entendida en su sentido amplio implica horizonte de futuro. La educación en este paraguas pretende proyectar ese horizonte. En este sentido, toda política es ética y toda pedagogía es política.

Por lo tanto, es imposible pensar en pedagogía si separamos la ética y la necesidad de sanar la relación recíproca. La presencia del Otro es una consecuencia lógica del enfoque desde el cual se orienta la mirada pedagógica de fuga del sistema hegemónico.

⦁ La tarea de la educación se concentra en generar posibilidades en beneficio de las víctimas, asumiendo la responsabilidad más allá del procedimiento establecido. Porque solo hay conciencia y autoconciencia es posible generar sujetos en el contexto de su papel como unidades sociales de responsabilidad: claramente conscientes de su contribución específica, directa, pero elegida de forma independiente a la transformación total.

⦁ La liberación es encuentra en la ética del diálogo constante con la historia. Esta ética cree en la capacidad de construir algo nuevo. Humanismo, un nuevo modelo de hombre y una nueva forma de sociedad. Ir más allá de las ilusiones modernas impulsadas por el capital que no hay más remedio que consumir sin control, la crisis institucional, la apatía política que nos rodea, y la falta de ellos futuro, nace una utopía, no nace sólo un sueño concreto.

BIBLIOGRAFIA

  • Dussel, E. (1973). Para una ética de la liberación latinoamerica. Buenos Aires Argentina: Siglo XXI.
  • Dussel, E. (2009). La pedagógica latinoamericana. La Paz – Bolivia.
  • Maturana, H. (2020). Emociones y lenguaje en educación y politica. Santiago de Chile: Editorial planeta.
  • Zemelman, H. (2011). De la historia a la politica. La Paz _Bolivia: El grito del sujeto.

Marlene Zenteno, boliviana, doctorante en Pedagogía Descolonizadora en la Universidad Pedagógica (UP) de Bolivia. Maestra de educación alternativa y master en Educación Socio-comunitaria Productiva.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.