Presentación en el Panel titulado “La estructura del sistema del Estado cubano para un socialismo próspero y sostenible”, organizado por el Consejo Científico de la Sociedad Económica de Amigos del País el 8 de septiembre de 2023.
No es nada nuevo expresar que una sociedad y un gobierno son sistemas y dentro de estos son “sistemas complejos”, abiertos en interacción con el entorno.
Por lo tanto al ser sistemas de este tipo ambos es necesario apuntar que no es posible hacer cambios en algún componente sin analizar y ver los impactos y efectos en el resto de los componentes del sistema.
Todo sistema de gobierno tiene estructura, alguna estrategia, sistemas de trabajo como el contable, financiero, bancario, informático, comercial, social, tecnológico, educativo, científico y otros más también hay métodos, procedimientos, formas de actuación y estilos, recursos humanos, habilidades y capacidades institucionales y de personas también de valores tanto públicos como ocultos además conocimientos y experiencias debiendo todos ellos actuar de forma sinérgica en qué el todo de ese gobierno es más que la suma de sus partes y de la forma en que estos se desarrollan para crean “valor público” para ciudadanos y actores para los que ese sistema actúa.
Muchas veces la urgencia de resolver o cambiar algún subsistema y sin el debido análisis del impacto y riesgo en los demás hacen inoperante al sistema en su conjunto. Se pierde la sinergia y la calidad de gobierno que es la llamada Gobernanza.
No puedes hacer cambios estructurales sin ver transversalmente los impactos en todo el sistema. Hay mucha teoría y experiencias escritas sobre eso y muchos cuadros y directivos que han recibido cursos al respecto sin embargo; eso nos ocurre con frecuencia. A veces por tratar de resolver algunas de las debilidades con que se implantó el ordenamiento se crearon otras, ahora por la urgencia de dar solución a la escasez de dinero cubano en los bancos, tomamos una medida evidentemente aislada del contexto y sin tener presente que el gobierno de una nación es un sistema complejo.
Es gobierno es una red de redes en red en la que el azar y la incertidumbre están presentes. Ese sistema que es el gobierno está compuesto a su vez por diversos sistemas ramales, sectoriales, territoriales y de funciones que determinan una red con interacciones, reacciones, impactos y consecuencias.
En el caso de los gobiernos el obviar estás realidades de gestión de un sistema generan costos políticos y crece la desconfianzas de los ciudadanos y actores de la sociedad en las instituciones y organizaciones de la administración pública y en los funcionarios.
La inestabilidad de los Sistemas complejos requiere una rápida retroalimentación de sus acciones y decisiones al igual que una respuesta correctiva que ajuste sus resultados.
Lo que queremos subrayar es que las decisiones de gobierno sean políticas públicas, programas o medidas deben tener un análisis transdisciplinario y multi e inter institucional en qué participen los implicados tanto en la ejecución como en el cumplimiento y control de estas decisiones.
La Gobernanza trata de una definición y concepto que caracteriza la calidad de gestión de un gobierno y una de las bases fundamentales de la buena gobernanza es la participación de los implicados en los resultados y efectos de ese sistema de gestión de la sociedad.
Existen diferentes enfoques pero todos orientados hacia la calidad de la gestión pública del desarrollo sostenible de la sociedad.
El Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y diversos autores e instituciones han elaborado indicadores para medir el nivel de la Gobernanza.
En Cuba, aunque diversos autores han hablado de este tema no conocemos que se haya realizado ninguna investigación que nos permita en nuestro contexto definir nuestro enfoque conceptual y encontrar indicadores.
En todos los enfoques revisados aparece como factor predominante la participación de los ciudadanos y actores diversos ya que está genera compromiso e inspira el sentido de pertenencia factores representativos de la democracia de una sociedad.
La confianza en las instituciones del gobierno también está influenciada por la participación. La Confianza de los ciudadanos y actores sociales es el principal activo de un gobierno y de cualquier institución de la administración pública. La participación debe ser real para lo cual es necesario crear espacio para escuchar y debatir opiniones y reflexiones sobre cualquier política pública, proyecto o decisión y buscar consensos sobre cada tema. La participación debe ser sentida por los involucrados y deben conocer que se ha valorado, aceptado y rechazado de sus opiniones, sin retroalimentación a los participantes no habrá un real participación.
Los investigadores cubanos que se adentren en nuestro enfoque de la Gobernanza habrán de encontrar las vías de atenuar diversas debilidades que reducen la confianza de los Ciudadanos entre otras están:
La organización de la propia participación y como se logra en espacios reconocidos por los ciudadanos y actores en qué a título personal u como miembros de organizaciones puedan acceder con sus opiniones y propuestas a los órganos de decisión.
La estructura del Gobierno. En qué tenemos una elevada cantidad de ministerios con solapamientos en sus propósitos y sin la debida integración y complementación de sus objetivos y con un elevado costo presupuestario.
Crear valor público en la gestión integral del gobierno y sus instituciones que impacten la calidad de vida de los ciudadanos, eleven el desarrollo económico y garanticen la seguridad ciudadana.
Será necesario transformar determinados trámites sus diseños y procedimientos en qué con frecuencia es necesario acudir a diversas instancias e instituciones públicas sin una análisis de las capacidades respectivas de atención y respuesta de las diversas instancias, lo que genera cuellos de botella obligando al ciudadano a convertirse en mensajero del gobierno y tener que enfrentar largas colas y pérdida de tiempo.
La accesibilidad de las instituciones públicas tanto físicamente como por vía telefónica o digital no siempre es eficiente y llegan a probar al ciudadano del contacto directo (que muchas personas desean) con el servidor público para aclaraciones o dudas.
Algunos trámites generados ante urgencias por políticas sectoriales o ramales de instituciones públicas se toman sin haber realizado una apreciación de los posibles impactos en los otros sectores o en instituciones y dependencias del propio sector.
La indolencia, corrupción e incompetencia de servidores públicos que han asumido los cargos sin una previa preparación y muy mala selección, cuyas conductas y comportamientos en nada tienen que ver con la responsabilidad de atender a la ciudadanía.
La comunicación y su objetividad es un factor generador de la confianza en las instituciones, tiene que ser lógica y racional en el contexto y para los ciudadanos. Los medios nacionales con frecuencia ponderan excesivamente logros y resultados institucionales que no se corresponden a la valoración de la mayoría de los ciudadanos. También los funcionarios comunican no solo con sus palabras y en esto hay que educar.
Un último factor que no por ser el último que apuntamos es menos importante es la profundización y ampliación de las diferencias sociales generadas por transformaciones estructurales incompletas o parciales que no siempre tienen en cuenta el contexto de justicia social y equidad en qué nuestra sociedad y generaciones aún actuantes han vivido durante décadas.
Ya son visibles deterioros de los indicadores generales de desigualdad y de desarrollo humano factor este que ha reducido esperanzas en la sociedad y resultan un factor de impulso a la emigración.
Silvio Calves Hernández (La Habana, 1946). Doctor en Ciencias Técnicas; Profesor Titular; Miembro de Número y Miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Económica de Amigos del País.
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