Son varios los autores (desde extranjeros como Miroshevski hasta peruanos como Sotomayor Pérez) que han calificado de «heterodoxo» el pensamiento marxista de J.C. Mariátegui, indicando con ello que su obra salió de «los canones» del marxismo «oficial» de la época y basando en tal afirmación el cuestionamiento de su validez. A este respecto conviene recordar […]
Son varios los autores (desde extranjeros como Miroshevski hasta peruanos como Sotomayor Pérez) que han calificado de «heterodoxo» el pensamiento marxista de J.C. Mariátegui, indicando con ello que su obra salió de «los canones» del marxismo «oficial» de la época y basando en tal afirmación el cuestionamiento de su validez.
A este respecto conviene recordar que fue el propio Marx quien deslindó con el materialismo anterior, señalando que éste solo concebía las cosas, la realidad, la sensoriedad bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de modo subjetivo, entendiendo a los hombres como modificados como producto de circunstancias distintas, olvidando que son los hombres, precisamente, los que hacen que cambien las circunstancias, precisando que la coincidencia de la modificación de las circunstancias y de la actividad humana sólo puede concebirse y entenderse racionalmente como práctica revolucionaria, y que la esencia humana no es algo abstracto inherente a cada individuo sino en realidad el conjunto de las relaciones sociales, pues la vida social es en esencia, práctica, concluyendo » *Los filósofos no han hecho mas que interpretar de diversos modos el mundo, pero de lo que se trata es de transformarlo*» («Tesis sobre Feuerbach»).
Conviene recordar asimismo que Antonio Gramsci, consideró que la Revolución Socialista de Octubre fue una » *Revolución contra «El Capital», de Carlos Marx*», precisando que éste «*era en Rusia el libro de los burgueses mas que el de los proletarios *», que era la demostración crítica de la fatal necesidad de que en Rusia se formará una burguesía, empezará una Era capitalista, se instaurase una civilización de tipo occidental, antes de que el proletariado pudiera pensar siquiera en su ofensiva, en su reivindicaciones de clase, en su revolución; señalando que » *los hechos han provocado la explosión de los esquemas críticos en cuyo marco la Historia de Rusia habría tenido que desarrollarse según los cánones del materialismo histórico *». Añadiendo luego que el pensamiento marxista vivo no sitúa nunca como factor máximo de la historia los hechos económicos en bruto, sino siempre el hombre, la sociedad de los hombres, los hombres que se reúnen, se comprenden, desarrollan a través de esos contactos (cultura) una voluntad social, colectiva, y entienden los hechos económicos, los juzgan y los adaptan a su voluntad hasta que ésta se convierte en motor de la economía, en plasmadora de la realidad objetiva, la cual vive entonces, se mueve y toma el carácter de materia telúrica en ebullición, canalizable por donde la voluntad lo desee, y como la voluntad lo desee; sentenciando *»¿Por qué había que esperar que se renovase en Rusia la Historia de Inglaterra,*»…» *y que llegara finalmente la catástrofe del mundo capitalista? *» (A. Gramsci «La Revolución contra «El Capital»), y concluyendo «*Marx no ha escrito un credillo, no es un Mesías que hubiera dejado una ristra de parábolas cargadas de imperativos categóricos, de normas indiscutibles, absolutas, fuera de las categorías del tiempo y del espacio *» (A. Gramsci «Nuestro Marx»).
En esa misma línea, Rosa Luxemburgo denunciaba que el «* socialpatriotismo*» polaco trató de «*elaborar*» una opinión de Marx sobre política corriente en un verdadero dogma, inmutable para toda la eternidad e independiente de las condiciones históricas, intocable por las dudas por la crítica simplemente porque lo dijo » *el mismo Marx*»», y refutaba «*la columna vertebral, el espíritu de toda la doctrina de Marx está constituido por el método dialéctico-materialista de investigación en las cuestiones sociales, método que no reconoce fenómenos, principios y dogmas estables o inmutables, *»…»*método para el cual cada una de las «verdades» es pasible de eternas e implacables críticas por parte del desarrollo histórico* » (Rosa Luxemburgo «Prologo a La Cuestión polaca y el movimiento socialista»).
¿Acaso no podemos escuchar el eco de las palabras de Gramsci y Rosa Luxemburgo ( dicho sea de paso otro par de «heterodoxos») en la polémica de Mariátegui con Henri de Man? (J.C. Mariategui. «El determinismo marxista», en «Defensa del Marxismo»).:
» *Otra actitud frecuente de los intelectuales que se entretienen en roer bibliografía marxista, es la de exagerar interesadamente el determinismo de Marx y su escuela con el objeto de declararlos, también desde este punto de vista, un producto de la mentalidad mecanicista del siglo XIX, incompatible con la concepción heroica, voluntarista de la vida, a que se inclina el mundo moderno, después de la guerra *», añadiendo que :
«»*El marxismo, donde se ha mostrado revolucionario -vale decir donde ha sido marxista- no ha obedecido a un determinismo pasivo y rígido. Los reformistas resistieron a la Revolución, durante la agitación revolucionaria post-bélica, con razones del mas rudimentario determinismo económico. Razones que, en el fondo se identificaban con las de la burguesía conservadora, y que denunciaban el carácter absolutamente burgués, y no socialista, de ese determinismo. A la mayoría de sus críticos, la Revolución rusa, aparece, en cambio, como una tentativa racionalista, romántica, anti-histórica, de utopistas fanáticos *», y concluye :
«*El carácter voluntarista del socialismo no es, en verdad, menos evidente, aunque si menos entendido por la crítica, que su fondo determinista. Para valorarlo, basta, sin embargo, seguir el desarrollo del movimiento proletario, desde la acción de Marx y Engels en Londres, en los orígenes de la I Internacional, hasta su actualidad dominada por el primer experimento de Estado socialista: la URSS. En ese proceso, cada palabra, cada acto del marxismo tiene un acento de fe, de voluntad, de convicción heroica y creadora, cuyo impulso sería absurdo buscar en un mediocre y pasivo sentimiento determinista *».
Asimismo añadirá mas tarde que «*El materialismo histórico no es, precisamente el materialismo metafísico o filosófico, ni es una Filosofía de la Historia, dejada atrás por el progreso científico. Marx no tenía por qué crear mas que un método de interpretación histórica de la sociedad actual *» (J.C. Mariategui. «La filosofía moderna y el marxismo», en «Defensa del Marxismo»), y que : «*El marxismo, del cual todos hablan pero que muy pocos conocen y, sobre todo, comprenden, es un método fundamentalmente dialéctico. Esto es, un método que se apoya íntegramente en la realidad, en los hechos. No es, como algunos erróneamente suponen, un cuerpo de principios de consecuencias rígidas, iguales para todos los climas históricos y todas las latitudes sociales. Marx extrajo su método de la entraña misma de la historia. El marxismo, en cada país, en cada pueblo, opera y acciona sobre el ambiente, sobre el medio, sin descuidar ninguna de sus modalidades *» ( J.C. Mariategui. «Mensaje al Congreso Obrero», Enero de 1927).
MARIATEGUI Y LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA EN UN PAIS SEMICOLONIAL Y SEMIFEUDAL
Precisamente, señala el Dr. Raimundo Prado Redondez, en la reedición de su «El marxismo de Mariátegui» (25 años después de la primera edición), la tesis de Mariátegui que mejor traduce su posición marxista-leninista y que a la vez resulta ser la más «herética» desde la perspectiva de una ortodoxia esquemática y especulativa es la de *la Revolución** Socialista** en una sociedad semicolonial y semifeudal* como el Perú, la misma que se basaba en : la imposibilidad, en los países semicoloniales, de lograr el desarrollo del capitalismo nacional, esto es un capitalismo autónomo desligado del imperialismo; la imposibilidad de repetir todas las fases de la producción capitalista como premisas de la revolución socialista en el Perú; la caducidad de la misión histórica de la burguesía nativa y, en consecuencia, la imposibilidad de una revolución burguesa que signifique la emancipación de la dominación imperialista, que, en el Perú, sólo el proletariado, en alianza con amplias masas campesinas, puede ser el agente de la revolución social; que es posible iniciar la reconstrucción socialista de la sociedad peruana sin la necesidad de pasar por largas etapas por las que han pasado otros pueblos; que la solución socialista de los rezagos de la feudalidad, ofrece mayores posibilidades históricas que la solución capitalista, por cuanto la mediocre burguesía, enfeudada a la feudalidad y al imperialismo, se siente incapaz de realizarla; y que, la única vía posible de liberación del imperialismo es la vía del anticapitalismo la vía del socialismo, la que implica, al mismo tiempo, la liberación de la explotación del hombre por el hombre.
Como fielmente ha recogido el Dr. Raimundo Prado Redondez, de los textos de Mariátegui, se trata programaticamente de una revolución que se desarrolla bajo la hegemonía del proletariado y es socialista desde sus inicios, y que presentaría dos etapas : la primera, en la cual el proletariado tiene que realizar las tares de una revolución democrático burguesa. La segunda, en la que se cumplen tareas típicamente proletarias. Se trata además, de una revolución socialista en la que se produce el encuentro con una base histórica de socialización : las comunidades indígenas, «rezagos del comunismo agrario primitivo».
¿Dudamos acaso del origen marxista-leninista de estas dos últimas tesis de Mariátegui?.
SOBRE LA REVOLUCIÓN SOCIALISTA QUE CUMPLE TAREAS DEMOCRÁTICO-BURGUESAS IRRESUELTAS
Dice Lenin respecto de la Revolución del 25 de Octubre de 1917 y las tareas democráticas :» *Pero desde abril de 1917, mucho antes de la Revolución de Octubre, de que tomásemos el poder, dijimos abiertamente y explicamos al pueblo que ahora la revolución no podía detenerse en esta etapa, pues el país había seguido adelante, el capitalismo había seguido avanzando, la ruina había alcanzado proporciones nunca vistas, lo cual habría de exigir (quiérase o no) que marchásemos hacia el socialismo, pues no cabía avanzar de otro modo, salvar de otro modo al país, agotado por la guerra, y aliviar de otro modo los sufrimientos de los trabajadores y explotados. *
*Ocurrió, en efecto, tal y como nosotros dijimos. La marcha de la revolución ha confirmado el acierto de nuestro razonamiento. Al principio, del brazo de ‘todos’ los campesinos contra la monarquía, contra los terratenientes, contra lo medieval ( *y en este sentido la revolución sigue siendo burguesa, democrático-burguesa* ). Después, del brazo de los campesinos pobres, del brazo del semiproletariado, del brazo de todos los explotados, contra el capitalismo, incluyendo a los ricachos del campo, los kulaks y los especuladores, y en este sentido, la revolución se convierte en socialista. Querer levantar una muralla china artificial entre ambas revoluciones, separar la una de la otra por algo que no sea el grado de preparación del proletariado y el grado de su unión con los campesinos pobres es la mayor tergiversaciónn del marxismo, es vulgarizarlo reemplazarlo por el liberalismo *» (V.I.Lenin. «La Revolución Proletaria y el renegado Kautsky» Obras Escogidas, Tomo III, pags.122 y 123)
Como para que no quede duda, señala que «*La propiedad privada de la tierra fue abolida en Rusia el 26 de octubre de 1917, es decir el primer día de la revolución proletaria, socialista. *
* De ese modo se ha creado una base, la mas perfecta desde el punto de vista del desarrollo del capitalismo (Kaustky no podrá negarlo sin romper con Marx), y, al mismo tiempo, el régimen agrario más flexible para el paso al socialismo *». V.I.Lenin «La revolución proletaria y el renegado Kaustky», Obras Escogidas, Tomo III, pag.134)
Por último, precisa «*Mas, a fin de consolidar para los pueblos de Rusia las conquistas de la revolución democrática burguesa, nosotros debíamos ir mas lejos y así lo hicimos. Resolvimos los problemas de la revolución democrática burguesa sobre la marcha, de paso como «producto accesorio» de nuestra labor principal y verdadera, de nuestra labor revolucionaria proletaria, socialista. Hemos dicho siempre que las reformas son un producto accesorio de la lucha revolucionaria de las clases. Las transformaciones democráticas burguesas -lo hemos dicho y lo hemos demostrado con hechos- son un producto accesorio de la revolución proletaria, es decir socialista *»., y que hay quienes «*no han sabido comprender esta correlación entre la revolución democrática burguesa y la revolución proletaria socialista. La primera se transforma en la segunda. La segunda resuelve de paso los problemas de la primera. La segunda consolida la obra de la primera. La lucha y solamente la lucha, determina hasta que punto la segunda logra rebasar a la primera *» (V.I.Lenin. «Con motivo del Cuarto Aniversario de la revolución de octubre», Obras Escogidas, Tomo III, pags. 660 y 661).
Con lo cual se estaría acreditando que la Revolución del 25 de Octubre de 1917 fue una Revolución Socialista que cumplió las tareas democrático-burguesas irresueltas, que no cumplió la burguesía en el Poder.
Creo no obstante que es preciso hacer una diferenciación que quizás las traducciones del ruso al castellano no dejan muy claro. En «Dos tácticas de la socialdemocracia en la Revolución Democrática», y textos semejantes, Lenin habla del paso ininterrumpido de la revolución burguesa a la revolución socialista, consistente en el inicio de una nueva lucha -una vez alcanzados los objetivos de la revolución burguesa que impulsarán el desarrollo del capitalismo- mediante una nueva revolución : la revolución socialista. En los textos de 1917, la etapa burguesa se inserta dentro de la Revolución Socialista. Las tareas democrático-burguesas y las nuevas tareas que es necesario desarrollar para enfrentar la crítica situación económica nacional, que impulsará la Revolución Socialista, no van a impulsar el desarrollo ampliado del capitalismo sino que van a ir creando las condiciones para el futuro desarrollo, a nivel de toda la sociedad, de la relaciones de producción socialistas.
SOBRE EL PAPEL DE LAS COMUNIDADES AGRARIAS COMO FACTOR IMPORTANTE PARA LA SOCIALIZACIÓN MODERNA
Respondiendo las inquietudes de de los revolucionarios «populistas» rusos, «Narodnaia Volia» (Voluntad del Pueblo), Marx, respondió, a través de una carta al director del «Otiechsviennie zapiski», a fines de 1877, «* si Rusia sigue por el camino que ha seguido desde 1861, perderá la mejor oportunidad que le haya ofrecido jamás la historia a una nación, y sufrirá todas las fatales vicisitudes del régimen capitalista*». Obviamente, aprovecharía dicha Carta para defender su obra, precisando que el capítulo de «El Capital» sobre la acumulación primitiva, no pretendía más que trazar el camino por el cual surgió el orden económico capitalista, en Europa Occidental, del seno del régimen económico feudal, y que sus críticos, habían convertido esbozo histórico de la génesis del capitalismo en el Occidente europeo en una » *teoría histórico-filosófica de la marcha general que el destino le impone a todo pueblo, cualesquiera sean las circunstancias históricas en que se encuentre *», a fin de que «*pudiese terminar por llegar a la forma de la economía que le asegure, junto con la mayor expansión de las potencias productivas del trabajo social, el desarrollo más completo del hombre *», una suerte de «*teoría histórico-filosófica general cuya suprema virtud consistiría en ser suprahistórica*».
En igual sentido respondería una Carta a *Vera Sazulich* (cuando ésta aún era «populista») en que ella, en su nombre y en el de sus compañeros, le solicitaba que expusiera su opinión sobre los destinos posibles de la comunidad rural rusa, y sobre la teoría, que algunos le atribuían a Marx, según la cual todos los países del mundo deben, por una ley histórica inevitable, atravesar todas las fases de la producción capitalista; precisando, que la fatalidad histórica señalada en «El Capital», estaba » *expresamente restringida a los países de Europa Occidental*», donde el movimiento era la transformación de la propiedad privada personal a la propiedad privada capitalista, siendo que el caso de Rusia sería el de la transformación de la propiedad común en propiedad privada, caso al cual él no se había referido, y añadiendo el estudio especial que había hecho sobre ella, lo había convencido que *»esta comuna es el punto de apoyo de la regeneración social en Rusia; pero a fin de que ella pueda funcionar como tal habrá que eliminar primeramente las influencias deletéreas que la sacuden de todos lados y luego asegurarle las condiciones normales de un desarrollo espontáneo *» (Carta de Marx a Vera Sazulich, del 08 de Marzo de 1881).
No obstante, un mas rico indicador de la preocupación especial de Marx, sobre el tema es la existencia de los esbozos previos a esta Carta, que éste hiciese, y en los cuales hace una valoración de las posibilidades de evolución de la comuna rural rusa, señalando que ésta disponía de una posición única, sin precedentes en la historia, porque en toda Europa era la única que tenía todavía una estructura orgánica, que predominaba en la vida rural del inmenso imperio ruso; y que además, la propiedad comunal de la tierra le ofrecía una base natural para la apropiación colectiva, y la existencia contemporánea de la producción capitalista, le proporcionaría ya elaboradas las condiciones materiales del trabajo cooperativo, organizado en gran escala, y que, en consecuencia » *La comuna puede, entonces, adoptar los resultados positivos del sistema capitalista sin tener que sufrir sus penurias*» y que, …», * puede convertirse en el punto de origen directo del sistema económico hacia el que evoluciona la sociedad moderna y cambiar de piel sin tener que suicidarse*», añadiendo: «* Si la revolución llega a tiempo, si la «intelligentzia» concentra todas las fuerzas «vivas del país» para asegurar el libre desarrollo de la comuna rural ésta será pronto el elemento regenerador de la sociedad rusa y el factor de su superioridad sobre los países esclavizados por el capitalismo *» (publicados en «Marx-Engels Archiv», Frankfurt, 1926.).
Por último, en el Prefacio a la Edición rusa de 1882, del «Manifiesto Comunista», Marx volvería a responder nuevamente a la inquietud de los rusos sobre la vía no occidental del desarrollo socialista, señalando: *»¿podría la comunidad rural rusa -forma por cierto ya muy desnaturalizada de la primitiva propiedad común de la tierra- pasar directamente a la forma superior de la propiedad colectiva, a la forma comunista, o, por el contrario, deberá pasar primero por el mismo proceso de disolución que constituye el desarrollo histórico de Occidente?. La única respuesta que se puede dar hoy a esta cuestión es la siguiente: si la revolución rusa da la señal para una revolución proletaria en Occidente, de modo que ambas se completen, la actual propiedad común de la tierra en Rusia podrá servir de punto de partida a una evolución comunista *».
25 años después de su primera Edición, «*El Marxismo de Mariátegui *» del Dr. Raimundo Prado Redondez, maestro de varias generaciones, principalmente de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, vuelve «a poner en pie» las tesis socialistas originales de Mariátegui frente a las deformaciones de Abimael Guzmán y de Sotomayor Pérez, entre otros, para su conocimiento y desarrollo por las nuevas generaciones.