En los momentos en que se incrementa la labor solidaria hacia los Cinco Héroes por todo el mundo y la misma se levanta como un caudal indetenible, incluso en el propio Miami, movido por el respeto a la Revolución Cubana y la denuncia sobre el terrorismo, varios grupúsculos miamenses se empeñan en distorsionar el papel […]
En los momentos en que se incrementa la labor solidaria hacia los Cinco Héroes por todo el mundo y la misma se levanta como un caudal indetenible, incluso en el propio Miami, movido por el respeto a la Revolución Cubana y la denuncia sobre el terrorismo, varios grupúsculos miamenses se empeñan en distorsionar el papel heroico que ellos desempeñaron en defensa de su patria.
La intolerancia demostrada por grupos vinculados al terrorismo y a la guerra mediática con respecto a las iniciativas a favor de la Causa de los Cinco, son clara expresión de que nunca debieron ser juzgados en una ciudad donde prevalecen el odio demencial hacia la Revolución y la intolerancia falaz y enfermiza.
Hace tres días, el 1 de febrero, un reducido grupo de mujeres vestidas de negro, trataron de denigrar a los Cinco, particularmente a Gerardo, sobre la base de las mentiras sobre supuestas declaraciones hechas por él sobre su caso. Hoy se conoce la verdad: El Nuevo Herald mintió, como siempre lo ha hecho, en todo lo relacionado con este amañado proceso. Nunca Gerardo reconoció que los pilotos de Hermanos al Rescate fueron atacados en aguas internacionales. Esa patraña, dirigida a confundir, fue hecha pedazos por Saúl Landau y Danny Glover, quienes recientemente le visitaron y dieron a conocer las verdades de nuestro compatriota, injustamente detenido en una cárcel norteamericana, como sucede también con Ramón, Antonio, Fernando y René.
Unos días antes, el 27 de enero, otro grupo de mafiosos intolerantes montó otro show frente a las oficinas de El Nuevo Herald y The Miami Herald, con motivo de la publicación de un anuncio pagado por la Alianza Martiana, a favor de la liberación de Cinco. Allí, destilando el odio visceral hacia Cuba, se concentraron varios miembros de la Asociación de Ex Confinados de las Unidades Militares de Ayuda a la Producción (UMAP), Vigilia Mambisa y la Junta Patriótica Cubana.
Como era de esperarse, el libelo de la mafia se disculpó por la aparición del anuncio, argumentando una negligencia de procedimiento en la supervisión legal y de contenido del mismo. El propio David Landsberg, presidente y editor de Miami Herald Media Company, se excusó por el error: «Hemos hecho una investigación interna y determinamos que este aviso no se hubiera aceptado de haberse seguido el proceso normal de revisión, (…). «Es provocativo e insultante para esta comunidad, que ha perdido a sus héroes en el derribo de los aviones de Hermanos al Rescate». Por supuesto, sobran los comentarios.
Otro de los directivos de El Nuevo Herald, Manny García, se justificó lacayunamente ante las protestas de quienes dominan y difunden la percepción distorsionada de la realidad cubana, al declarar apresuradamente:«Nos hemos reunido con miembros de la comunidad hoy para oír sus quejas y les hemos explicado que este anuncio no está a la altura de nuestros estándares» (…) «La ironía en este caso es que nuestros periodistas cubren el tema cubano intensamente, hasta el punto de que el gobierno de Cuba se niega a concedernos la visa periodística para ir a cubrir los sobresaltos económicos y políticos que vive la isla en este momento».
Otro precedente ocurrió hace unos días al ser instalada una valla con el mismo anuncio en un lugar aledaño al Miami City Casino, ubicado en la intersección entre la 37 avenida y la calle 4 del North West, en Miami. Allí levantó un barullo sin parangón la gente de Vigilia Mambisa, capitaneada por el irracional Miguel Saavedra.
Toda esta algarabía desenfrenada demuestra, como ya señalé, la existencia de un ambiente viciado y nocivo, que contribuyó al bochornoso juicio montado en Miami contra los Cinco y a que los mismos recibieran sanciones legalmente injustificadas. Nunca se les vio, ni se les podría ver, como lo que realmente eran, defensores de su Patria contra los terroristas que deambulan y alardean con total impunidad en esa ciudad floridana.
A pesar del barullo, del sometimiento de la prensa y de los medios ante los mafiosos anticubanos y la ultraderecha norteamericana, a pesar del esfuerzo por acallar la verdad, la batalla por la total liberación de los Cinco crece cada día más. Es ya una oleada a favor de la justicia y la verdad.
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