Cantaba Gato Pérez: «Si hubiera sido de día, habría pasado de largo, pero señores era de noche y todos los gatos son pardos.» Especialmente los Gattopardos. Burgueses, nos quedan dos meses: de la madre que el amontillado dejó en el fondo de la cuba, sólo puede salir vino rancio. Que por mayo, era por mayo, […]
Cantaba Gato Pérez: «Si hubiera sido de día, habría pasado de largo, pero señores era de noche y todos los gatos son pardos.» Especialmente los Gattopardos.
Burgueses, nos quedan dos meses: de la madre que el amontillado dejó en el fondo de la cuba, sólo puede salir vino rancio. Que por mayo, era por mayo, cuando hace la calor, les contaba yo a todos ustedes que la farsa iría a peor. Y bien, en esas estamos: la mal llamada LISI -otrora LSSI- anda del todo lisiada, y todo apunta a que se va a quedar en el fondo de la barrica, sin mosto con que aliñarla.
Del caldo añejo pasamos a un aguado Clos Clamor. Asumió la ponencia una experta en supervivencia, Lourdes Muñoz Santamaría, a la cual debe reconocerse que maneja a la perfección las nuevas tecnologías, especialmente cuando se trata de intoxicar a periodistas afines: su outlook debe echar humo. Pizpireta ella, en un pis-pas consiguió que la culpa de todos los males causados por la LSSI tenga su origen en el Partido Popular, y se sacó de la manga una maligna Agencia Spectra cuyas presuntas competencias censoras no aparecen por ningún sitio. Como si el PSOE no tuviese responsabilidad en la sostenella y no enmendalla de una ley indigna y censora de cabo a rabo, que prometieron derogar desde la oposición y no hacen sino empeorar desde el Gobierno…
Lugar común de las malas comedias, en el fondo de lo cómico existe un componente trágico, e incluso sádico. Y de entre todas las malas historias, la de España es la más triste: los histriones que sucesivamente han ido subiendo a candilejas nunca han estado a la altura de su público. Y así, de farsa a tragedia y de tragedia a farsa, va girando la historia de este gran país, que quizás sólo tenga solución cuando deje de serlo para hermanarse en una unidad superior.
No se puede jugar con la Constitución ni con el Reglamento de las Cámaras. La nueva LSSI no ha llegado ni a Dictamen de la Ponencia. Aún debe ser aprobada en Comisión, pasar por el Pleno del Congreso, ser enviada al Senado, aprobada allí, y si es modificada, de vuelta al Congreso para su votación final. Si las elecciones son en marzo, es harto probable que los Diputados se tiren tres meses comiendo turrón. ¿Van a aprobar una ley lisiada por el procedimiento de urgencia?
El patio de butacas está hasta los mismísimos. No les cuento ya como están las barricadas, porque mientras los señoritos juegan al mus y los trepas mediáticos hacen su agosto, en la calle de verdad se siguen repartiendo hostias. Y uno empieza a desear que cambien la función de una puñetera vez. A lo mejor hasta resulta divertido ver a un nuevo y gallardo galanzote en el papel estelar de Ministro de Cultura.