Democracy Now! 15 de octubre de 2009. Entrevista de Amy Goodman y Juan González. El filósofo y polemista esloveno Slavoj Zizek, con sus tics y su esplendorosa verborrea, metiendo el dedo en el ojo y planteando algunas buenas preguntas (sin aportar respuesta). Traduzco como puedo un extracto: > Steve Bell, sobre las bonificaciones que acaba […]
Democracy Now! 15 de octubre de 2009. Entrevista de Amy Goodman y Juan González.
El filósofo y polemista esloveno Slavoj Zizek, con sus tics y su esplendorosa verborrea, metiendo el dedo en el ojo y planteando algunas buenas preguntas (sin aportar respuesta). Traduzco como puedo un extracto:
<< Soy un izquierdista radical. Incluso me gusta considerarme, de una manera muy condicional, un comunista. Pero uno debería, como izquierdista, reconocer el alcance de la derrota de la izquierda en los últimos veinte años. Es la condición sine qua non de una posible revisión. De modo que sí, aparte de las cosas muy simpáticas que sugieren gente como Stiglitz, Krugman, que consisten básicamente en un retorno al Estado del bienestar keynesiano, y aparte de algunas interesantes -pero no creo que sean la solución- ideas económicas, como el ingreso básico, o renta básica en Brasil, que en sí misma es una utopía, creo, aparte de esto, a veces tengo la extraña idea paranoica de que tal vez esta crisis haya sido fabricada para que la gente viera que aún con crisis, la izquierda no tiene realmente una respuesta global.
Sobre la izquierda, me preocupan dos cosas. Primero, es cada vez más moralización legalista. Ya sabes, una especie de forma pura de protesta contra la injusticia. Entonces lo único que puedes hacer son foros legales y así. En este sentido, muchos de los ex-izquierdistas se están despolitizando. Ya no se preguntan las cuestiones realmente básicas. Incluso ahora toda la protesta era «Oh, esos banqueros aprovechados«, etc. Estoy totalmente de acuerdo con esto. Pero no crees que la verdad es un poquito más compleja, en el sentido de…-sabes mucho más de esto que yo-, pero la manera en que lo veo es que una de las raíces de la presente crisis no es sólo la avaricia. Es que después de la burbuja digital a principios de nuestro milenio la idea era cómo mantener la prosperidad, cómo mantener la economía viva. Y fue, tal y como recuerdo, incluso una decisión realmente bipartidista: hagámoslo más facil en el sector inmobiliario, y así, para mantenerlo en movimiento. Así que, ya sabes, hay un problema estructural bajo todo este tema psicológico de los banqueros avariciosos, que es cómo funciona el capitalismo, Dios mío, que es por qué incluso en relación con nuestro amado modelo -Bernard Madoff, ¿no?- no me gusta cómo se centraron en él. Espera un minuto. Él sólo fue la versión radical de a dónde te está empujando el sistema. Ahora bien, no estoy diciendo -no estoy loco- «este es el motivo por el que tenemos que nacionalizar todos los bancos e introducir inmediatamente la dictadura socialista» o qué. Lo que estoy diciendo es, no nos quitemos de encima el problema convirtiéndolo muy fácilmente en un problema psicológico. Ya sabes, puedes ser un tipo malvado pero debe haber un contexto, coordenadas precisas institucionales, económicas, que permiten que hagas lo que haces.
Segundo, tampoco me gustó el grito compartido por los populistas de izquierda y derecha de «ayuden a Main Street, no a Wall Street«. Bien, lo siento, pero como aquellos banqueros enfatizaron, en el capitalismo no hay Main Street sin Wall Street. En la industria actual, debido a la competición y a la inmensa inversión en nuevas invenciones, etc, sin una amplia accesibilidad, disponibilidad de créditos, no hay próspero Main Street. Así que esta es una falsa elección. De nuevo, con todo el respeto por la izquierda, pienso que deberíamos evitar la rápida moralización, si queremos hablar en serio.>>
Steve Bell, sobre las bonificaciones que acaba de repartir Goldman Sachs. The Guardian, 16 de octubre de 2009.