La lengua kurda ha ganado los últimos años algunas batallas en el ámbito legislativo turco pues cada vez es aceptada en mayores ámbitos públicos. A pesar de estos logros, aun no se enseña en las escuelas y muchos denuncian que la mayor permisividad en las leyes no se traduce en la vida social y sus […]
La lengua kurda ha ganado los últimos años algunas batallas en el ámbito legislativo turco pues cada vez es aceptada en mayores ámbitos públicos. A pesar de estos logros, aun no se enseña en las escuelas y muchos denuncian que la mayor permisividad en las leyes no se traduce en la vida social y sus hablante continúan sufriendo la amenaza de ir a parar a la cárcel si la usan en actos políticos públicos y otras situaciones. Así pues, entre los resquicios que se han abierto en el Estado turco los últimos años, la lengua kurda trata ocupar cada vez más espacios públicos y hacer imposible una vuelta atrás.
Uno de los objetivos con los que acuden los nuevos diputados kurdos a la Gran Asamblea de Ankara es, precisamente, conseguir la cooficialidad de su lengua en las provincias kurdas de Turquía y que sea lengua de uso en las escuelas, desde primaria hasta la universidad. El objetivo será difícil en una República que desde su instauración tiene en la lengua turca uno de sus pilares y que ha prohibido el uso de cualquier otra lengua. No fue hasta el año 1991 que se levantó la prohibición de hablar en kurdo en la calle, y solo recientemente una ley admite que se enseñe en academias privadas y se use en la televisión.
El problema, para Enise Çager, portavoz del Instituto de la Lengua Kurda en Diyarbakir, es que «las reformas legales no se han hecho para satisfacer las demandas de la población, sino que son un maquillaje frente a las presiones de la Unión Europea». Efectivamente, la apertura legal que ha vivido Turquía y que ha favorecido la lengua kurda está relacionada con la voluntad del Gobierno de Erdogan -quién es primer ministro desde 2002 y que el pasado 22 de julio volvió a ganar las elecciones- de convertir este Estado en miembro de pleno derecho del club europeo.
Cuando Çager habla de maquillaje se refiere a que, si bien está permitido enseñar el kurdo, sólo se puede aprender en academias privadas. Si tenemos en cuenta que la mayor parte de la población kurda vive en condiciones de pobreza o precariedad, el aprendizaje de la lengua resulta demasiado costoso para la mayoría de ellos. Abdullah Demirbas, miembro del DTP (Partido de la Sociedad Democrática) quien hasta hace poco era alcalde del distrito Sur de Diyarbakir, cuenta el caso de una academia que ofreció cursos de lengua kurda pero que tuvo que cerrar porque nadie se podía permitir los 300 euros que costaban. «Queremos mandar un mensaje a Europa: esto no es honesto. Debería ser el mismo Estado quien educara en kurdo en las escuelas».
También se ha abierto un espacio para otras lenguas que no sean el turco en la televisión estatal. Demirbas denuncia que esto también es un engaño, puesto que solo se emite media hora a la semana en el tercer canal público, y a las seis de la mañana, así que casi nadie sigue este programa. Para Demirbas la verdadera apertura sería dejar que los canales privados emitieran libremente en lengua kurda.
Petición 60 años de prisión para un alcalde
Abdullah Demirbas fue alcalde del distrito Sur de Diyarbakir hasta el pasado mes de enero, cuando una orden del Ministerio del Interior turco le echó del cargo y disolvió el consistorio. La razón: había ofrecido a la población la posibilidad de dirigirse a la municipalidad a través de distintas lenguas además del turco. Demirbas conocerá la sentencia este otoño, que podría condenarle a 60 años de prisión.
Demirbas cuenta a Berria que el ayuntamiento del distrito decidió hacer un cuestionario a sus ciudadanos para mejorar los servicios y atenderles con las condiciones adecuadas. Por eso preguntó a las 8.900 familias que viven en Sur -que suman unas 60.000 personas- cuál es la lengua que hablan en casa. La realidad que mostró la encuesta: el 72% kurdo, 24% turco, 1% áraba y el 3% otras lenguas como el armenio. «Como nosotros entendemos que estamos en el cargo para servir a la gente, decidimos establecer una comunicación multilingüe con la ciudadanía. Los meses que el servicio estuvo en marcha, gracias a esta decisión, hicimos campañas para mejorar la limpieza de las calles y para erradicar la violencia contra las mujeres en las lenguas que habla la población, y el resultado fue muy satisfactorio». Pero el Estado no es del mismo parecer, y entendió que la alcaldía de Sur estaba cometiendo un delito, así que ha decidido llevarle frente a los tribunales.
Para el alcalde depuesto, no solo es vergonzoso que le juzguen por usar la lengua kurda, también lo es que la ley se aplica de distinta forma según quien haga una actuación: «Si el Gobierno central hubiera usado el kurdo nadie habría sido juzgado. Por ejemplo, la Corte de Justícia provee de un intérprete que traduce del kurdo al turco y viceversa si una persona que participa en un juicio no entiende la lengua turca».
El servicio multilingüe no es el primer caso que trae problemas a Demirtas con la Justicia turca. También les han multado por otras cuestiones, como publicar una revista para niños en cinco lenguas: truco, kurdo, árabe, inglés y asirio. En total, tienen abiertos 22 casos judiciales en contra.
Expectativas para la literatura kurda
A pesar de que persisten estos obstáculos, un síntoma de la mayor permisividad del Estado turco hacia la lengua kurda es que muchos escritores en lengua kurda en el pasado tuvieron que emigrar a Europa, pero ahora algunos de ellos están regresando. A pesar de poder regresar, continua la dificultad para ganarse la vida escribiendo en la lengua perseguida durante tantos años, así que muchos trabajan de maestros. Además, frente al temor fundado que las autoridades les abran investigaciones, muchos de ellos optan por esconder su identidad detrás de un apodo.
Otro de los problemas al que se enfrentan estos escritores es la falta de lectores. El hecho que durante tantos años haya sido una lengua perseguida y que hoy en día no se pueda enseñar en las escuelas dificulta la relación entre quienes la escriben y quienes la hablan pero son incapaces de leerla.
Relación entre todos los kurdos
Quien también ha generado amplias expectativas es el nuevo gobierno regional kurdo del norte de Iraq. Enise Çager está convencida que si este gobierno autónomo tiene poder podrá ayudar el resto de kurdos y mejorará en conjunto la situación de la lengua. La relación cultural entre los kurdos de los distintos estados que dividen esta nación ha ido en aumento los últimos años, y ello gracias a la entidad autónoma en Iraq y a la relajación de la persecución de la lengua en Turquía. «En el año 2005 celebramos una gran conferencia de la lengua kurda en Diyarbakir», destaca Çager, «donde acudieron kurdos de todos los rincones. Ahora el Gobierno del sur del Kurdistan está preparando de nuevo una gran conferencia política y cultural».
También aumentan las publicaciones de libros en unas zonas de escritores de otras áreas. La relación lingüística entre los kurdos, además de tener que esquivar la represión, se hace aun más compleja porque algunos escriben la lengua en alfabeto latín y otros en alfabeto árabe. Çager reconoce que la escritura distinta les ha separado, pero añade que «todos hemos crecido con las mismas canciones, las mismas historias y leyendas, y esto nos ha mantenido unidos como pueblo».