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Entrevista con Héctor Kol, activista central contra la privatización del mar chileno

«La lucha por la naturaleza es una lucha estratégica»

Fuentes: Rebelión

Héctor Kol es encargado del Programa Salmonicultura de la AGO-Pescadores Artesanales de Aysén, desde febrero del 2008. Fue responsable del Programa Salmonicultura de la Confederación Nacional de Pesqueros Artesanales en 2007, durante la presidencia de Cosme Caracciolo. Sin militancia política, pero profundamente anticapitalista, es «un convencido de que el capitalismo es incompatible con la vida […]

Héctor Kol es encargado del Programa Salmonicultura de la AGO-Pescadores Artesanales de Aysén, desde febrero del 2008. Fue responsable del Programa Salmonicultura de la Confederación Nacional de Pesqueros Artesanales en 2007, durante la presidencia de Cosme Caracciolo. Sin militancia política, pero profundamente anticapitalista, es «un convencido de que el capitalismo es incompatible con la vida y el principal problema a resolver desde todos los ámbitos».

¿Por qué se habla de la privatización del mar?

«Porque estamos en un proceso de reformas a la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA) que introduce cambios en el régimen de las concesiones acuícolas, permitiendo que estas sean objeto de empeño o hipotecas por parte de las empresas que las operan. En este caso, se trata de reformar la ley para que las empresas salmoneras puedan ser hipotecadas ante la banca privada, con la que mantienen deudas por unos US$ 4.000 millones, una deuda equivalente a dos años de exportaciones salmoneras en su mejor momento. Es decir, ante la nula posibilidad de que esta industria tóxica se recupere, los bancos se van a quedar con el mar chileno austral.
Estas reformas fueron introducidas por la Presidenta Bachelet en enero de 2009, en el marco de un plan de salvataje a la arruinada industria salmonera y el 20 de mayo de 2009 pasó su primer trámite legislativo, cuando la Cámara de Diputados, por 92 votos contra 1, aprobó ese paquete de reformas. Sólo votó en contra el diputado René Alinco de Aysén.

El 19 de Enero del 2010, el Senado aprobó esta Ley «progresista» de Privatización del Mar y se dio por resuelto el asunto. Pero 24 horas más tarde la Cámara de Diputados paralizó el proceso….lo que habían votado 92 a 1 en mayo de 2009, ahora fue votando en contra por 46 votos a 43…Un «milagro» marítimo.»

LA INDUSTRIA TÓXICA

¿Cuáles son las características centrales de la explotación salmonera en Chile?

«Una especie de minería acuática. Destrucción localizada de la naturaleza y traslado a zonas aún por destruir. En Chile, la empresa noruega MARINE HARVEST llegó a ocupar hasta 36.600 veces más antibióticos que los que usaba Noruega. Por eso hablamos de una «industria tóxica», por el peligro que representa su operación en el territorio marítimo donde trabaja la pesca artesanal que cubre el 70% de la demanda de productos del mar en el mercado chileno.

En lo laboral, sobre explotación de sus trabajadores hasta niveles que rayan con la esclavitud y bajo una campaña de alienación constante y de violación de los mínimos derechos laborales que contiene la normativa vigente. Además de ser inviable en lo social y en lo ambiental, la salmonicultura chilena es inviable en lo económico: depende exclusivamente de los subsidios estatales para sobrevivir. Esta farra de 20 años que duró este mito chilote, la pagamos todos los chilenos…y la seguimos pagando.»

¿A cuánto asciende en kilómetros, el litoral involucrado?

«El proceso de privatización del mar que inició el gobierno de la Concertación involucra a las tres regiones australes del país, unos 2.500 kilómetros lineales de territorio marítimo chileno y más del 90% del borde costero nacional. Es un asalto al patrimonio natural de todos los chilenos y a la soberanía nacional. La industria salmonera está dominada por capitales noruegos, españoles y japoneses. Ellos son los que se quedarán con nuestro mar para finalmente entregárselo a los bancos Santander (español) y Rabobank (holandés), entre otros.»

¿Qué responsabilidad le cabe a la Concertación en esta situación?

«La industria salmonera es como la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) que liquidaron los «pingüinos». Es una industria creada por Pinochet, pero operada exclusivamente por la Concertación. Ella le facilitó todo, le regaló miles de millones de pesos de todos los chilenos, le promulgó normas ambientales absurdas para reducirles los costos y además desfinanció a los servicios públicos con competencia fiscalizadora para que, más encima, nadie pudiera fiscalizar esas insuficientes normas. SERNAPESCA, por ejemplo, no tiene una sola lancha para salir a inspeccionar. Deben llamar a las empresas para que les faciliten una lancha…y con 24 horas de anticipación. Ahora, para salvar a su «industria estrella», llena de piojos y de enfermedades, la Concertación le quiere pasar el mar para que los «exitosos» lo empeñen como si fuera un refrigerador o una plancha. La industria salmonera fue el niño símbolo de esta «teletón» para beneficio de los empresarios que levantó la Concertación durante los 20 años que gobernó.»

Hasta ahora, ¿Cómo se ha manifestado la resistencia de la sociedad frente a la privatización?

«Lo primero fue romper el círculo de la desinformación que encubre a la industria salmonera. Desde El Mercurio hasta la Estrella de Chiloé no se ha hecho más que repetir las mentiras que genera la agencia publicitaria Salmón-Chile. Eso lo hicimos pedazos en las regiones intervenidas por la industria tóxica y en la comunidad internacional. Ahora aspiramos a transformar esta pelea en algo nacional, para sacudirnos del último resabio de la incapacidad de la Concertación.

Hemos salido a la calle a juntar firmas y volantear con dípticos que muestran una realidad que la Bancada Salmonera que dirige el «patriota» Senador Horvath en el Congreso, quiere ocultar. Hemos publicado videos en Youtube; yo mismo he dado más de 100 conferencias y charlas en los últimos 3 años. Creo que he publicado unos 50 artículos sobre Salmonicultura y Pesca Artesanal, que rebotan en los medios de comunicación de contra-información y expanden no sólo la realidad de la salmonicultura chilena, sino la realidad de lo que es el «Progresismo» en Chile.

Creo que hemos contribuido a esclarecer que la imagen-país que proyecta Chile no es distinta a las mayores farsas que se han sostenido sobre la Tierra. Chile era tan «progresista» y «democrático» como plana era la Tierra. Esa es la razón del montaje que el Gobierno agónico y la industria salmonera (igualmente agónica) han armado en mi contra para sacarme de esta lucha.»

¿Cuáles son las medidas movilizadoras urgentes para encarar desde los trabajadores y el pueblo el flagelo privatizador?

«Salir a la calle a informar a la gente y a comprometer su voluntad contra este asalto al Patrimonio Natural de los chilenos y de toda la Humanidad, como es la privatización del 91% del borde costero nacional Ese compromiso de oponerse al asalto debe expresarse inmediatamente mediante su firma en las planillas contra la Privatización del Mar. Tenemos sólo 6 semanas para informar y aumentar la recaudación de firmas, ambas cosas simultáneamente, pues en marzo volverán al ataque los Parlamentarios Salmoneros, incluidos Escalona y Frei.

Hay que transformar esta lucha en una lucha política potente frente al nuevo gobierno: si usted señor Piñera pretende hacer lo mismo, en 4 años más tendrá que salir a buscar pega en otra cosa, tal como los «progresistas». Pero también hay que hacer entender a la gente que esta situación no es sino un síntoma más del capitalismo que profundizó la Concertación en sus 20 años de gobiernos desastrosos. Y hay que hacer entender a los partidos y movimientos anti-capitalistas, de una vez por todas, que la lucha por la Naturaleza es una lucha estratégica, que no se puede sólo tener la voluntad de alcanzar el poder, sino que debe haber un Planeta vivo donde ejercer ese Poder alcanzado.»