Recomiendo:
0

La meteórica beatificación del «Santo Súbito»

Fuentes: Rebelión

Este 1º de mayo, además de las tradicionales manifestaciones en defensa del vilipendiado mundo del trabajo, con quien se ceban todos los gobiernos neoliberales, incluido el nuestro, tuvo lugar otro acontecimiento mundial y su contra correspondiente. Por una parte, la rápida beatificación del llamado «santo súbito», el polaco «Karol Wojtyla«, mas conocido como el Papa […]

Este 1º de mayo, además de las tradicionales manifestaciones en defensa del vilipendiado mundo del trabajo, con quien se ceban todos los gobiernos neoliberales, incluido el nuestro, tuvo lugar otro acontecimiento mundial y su contra correspondiente. Por una parte, la rápida beatificación del llamado «santo súbito», el polaco «Karol Wojtyla«, mas conocido como el Papa Juan Pablo II , y por otra, la queja por la lentitud y bloqueo de la mas que merecida canonización del mártir Oscar Romero, bien llamado «San Romero de América«, por el pueblo creyente latinoamericano que, sin boatos ni oropeles, ya le encumbró con ese título que su Iglesia sigue boicoteando.

Benedicto XVI , el actual papa, ha argüido cierta «fama de santidad» de JPII para imponer una reducción de los plazos establecidos por el derecho canónico y de una manera meteórica ha acelerado su proceso de beatificación hasta cerrarlo en un solo sexenio. Pero Karol Wojtyla, independientemente de su vida personal, como gestor de la Iglesia , ha sido un papa mediático, que siempre se alió con el poder, que dio la espalda a los pobres y que traicionó todos principios aperturistas del Vaticano II.

Las posibles luces de su pontificado -el tercero mas largo de la historia con casi 27 años- son esas impresionantes cifras tales como los 129 países visitados, que suponen dar 30 veces la vuelta al mundo, las 139 ceremonias de beatificación y canonización en las que proclamó 1.338 beatos y 482 santos, (la mitad de los que cuenta la Iglesia Católica ), las mas de 1000 audiencias públicas, o las 14 encíclicas y los 4 libros publicados. Pero yo me pregunto, ¿todo ello, por espectacular y mediático que fuere, es motivo suficiente para elevarlo a los altares?

Porque entre las sombras, JPII nos dejo un triste haber al imponer una iglesia vertical, jerárquica y vinculada con el poder, los lobbies de presión, los mercados y la corrupción (no olvidemos que fue él quien respaldó y trató de ocultar el mayor escándalo financiero de la historia de la Iglesia : el caso Marcinkus, muy mal llamado el «banquero de Dios»).

Otros datos que también quedarán para la historia serán sus posturas reaccionarias con la nueva ética sexual, el celibato opcional, el papel de la mujer en la Iglesia , la falta de derechos y de democratización interna, sus sempiternos castigos al medio millar de teólogos aperturistas, su censura a todos los teólogos de la liberación, su desautorización de las comunidades cristianas de base, o el escamoteo de la pederastia, (como hizo al proteger al fundador de los legionarios de Cristo, Marcial Maciel).

Ni que decir pues que no comparto ni este gesto de la jerarquía eclesial católica, ni sus formas, ya que pasando de sus fieles, -ese Pueblo de Dios con el que se les llena la boca-, e incluso de sus propias normas, hacen y deshacen a su antojo, dejándonos una Iglesia autoritaria, alejada de las necesidades de la gente, y con una cultura cada vez mas sectaria y fundamentalista. Así no es de extrañar que cada día haya menos adeptos y se borre mas gente en este dilatado, y ya de por si largo, invierno eclesial.


(*) Luis Ángel Aguilar Montero, es miembro de las CCP y de Redes Cristiana. Blog del autor: http://luisangelaguilar.blogspot.com