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La represión en la guerra político-cultural

Fuentes: Rebelión
  1. PRESENTACIÓN
  2. REPRESIÓN Y VIOLENCIAS CONTRA LAS MUJERES.
  3. TRENTO COMO PARADIGMA REPRESIVO.
  4. MARX, INFILTRADO EN SU PROPIA CASA.
  5. LO QUE NOS ENSEÑA VICTOR SERGE.
  6. INFILTRACIONES IMPERIALISTAS.
  7. CONCIENCIA, ORGANIZACIÓN Y LUCHA.

«A fuego lento se construye el concepto de enemigo interno. Los sectores más vulnerados pagan las consecuencias. […] La construcción del enemigo no es espontánea ni de un día para el otro. Hay un lenguaje, hay eslóganes, hay prácticas que se van modelando en el tiempo. Hasta encontrar momentos propicios para avanzar en la destrucción de ese otro.»1.

1.- PRESENTACIÓN

La improvisación no suele ser un hábito en la guerra político-cultural imperialista. No suele ser un error frecuente y reiterado, aunque sí puede darse en algunos momentos. Estudiar los cambios en el ‘enemigo interno’ del capital, el proletariado, es una necesidad ciega para la burguesía sobre todo en medio de las crisis genético-estructurales como la actual, especialmente aguda en EEUU2 y en el imperialismo, crisis de un alcance tal que pone en cuestión su futuro: «Las principales economías están mostrando signos de estanflación. Eso significa que las tasas de interés podrían mantenerse altas, mientras que el crecimiento económico falla. Esa es la receta para un eventual colapso en los mercados financieros.»3. En previsión, el imperialismo refuerza medidas represivas de toda índole para impedir o aplastar las movilizaciones contra una guerra que ya ha empezado y que exige gastos inconcebibles hace poco tiempo, como el de 8,7 billones de yenes, como mínimo, aprobados por el militarismo nipón4.

Antes de seguir, nos es necesario recordar estas palabras de M. Lazzarato: «El marxismo fue el descubrimiento de que la violencia no puede ser ignorada, que el capitalismo es violencia de las relaciones sociales de producción, reproducción y vida, violencia del sometimiento de los trabajadores, de los esclavos, de las mujeres, violencia de la acción del Estado, de las constituciones, de la gubernamentalidad. Este gran tema ha sido abandonado como si hubiéramos entrado en una sociedad y en una época pacificadas. Es quizás en este abandono donde debemos buscar la persistente negación dentro de los movimientos de la realidad de la guerra y de la guerra civil, incluso cuando, como es en este momento, al volverse solo vemos la desolación que han producido»5

Las grandes crisis como la actual, provocan cambios en la dialéctica de la lucha de clases, en las formas internas de las clases y por lo tanto en los procesos de liberación antiimperialista. La burguesía, sobre todo la que oprime a otro pueblo, necesita estudiar esos cambios cuanto antes: descubrir qué y cómo han surgido facciones nuevas del proletariado, cuales se han debilitado y hasta desaparecido; también le obliga a estudiar los nuevos colectivos militantes, sus reivindicaciones y formas de organización: es decir, crear propagandísticamente para criminalizar el nuevo «enemigo interno» surgido de la crisis y crear las formas de combatirlo desde fuera y desde dentro. El espionaje y la infiltración son claves en esta tarea que, empero, tiene un largo pasado de desarrollo pero también de derrotas.

La inmensa mayoría de artículos y textos sobre «guerra cultural» a secas, dejan de lado o apenas tocan la dialéctica entre cultura y política según las definen y practican las clases dueñas de las fuerzas productivas, huyendo como de la peste cuando en esa política aparecen las represiones, las violencias y el terror, con sus correspondientes formas culturales que las legitiman6.

La «guerra cultural» queda así reducida a la pugna entre «culturas» dominantes y dominadas. Pero la cultura no se entiende sin la política y ésta sin la propiedad privada, más concretamente sin la ley del valor y la consiguiente tensión entre valor de uso y valor de cambio. Extendámonos un poco sobre esto.

2.- REPRESIÓN Y VIOLENCIAS CONTRA LAS MUJERES

Según S. Amin: «La cultura es el modo como se organiza la utilización de los valores de uso […] el capitalismo es el momento de la negación del valor de uso, por lo tanto negación de la cultura, negación de la diversidad»7. Negar el valor de uso implica la alienación generalizada y exige la permanente intervención del Estado para garantizar que la ley del valor vaya arrasando la diversidad imponiendo la uniformidad del valor de cambio, de la mercancía en la que terminamos deshumanizados. La mundialización de la ley del valor fue destruyendo muy violentamente las formas de propiedad comunal y de las culturas colectivas basadas en la administración de los valores de uso. La lucha de la mujer fue decisiva en este sentido: las «hermandades de resistencia» creadas por las mujeres no solo en las naciones indígenas de América8 sino en prácticamente todas las culturas9 y en el presente10, se enfrentaron de mil modos a las violencias de los Estados burgueses.

La acumulación originaria exigió la destrucción de las relaciones sexo-afectivas y reproductivas preburguesas y el desarrollo del sistema patriarco-capitalista en el que la mujer trabajadora carga con el grueso de la valoración del capital, expropiándoles y privatizando sus saberes colectivos11. La sobreexplotación invisibilizada de cientos de millones de mujeres12 que se realiza a diario fuera de la contabilidad capitalista nos da una idea muy aproximada de las violencias múltiples patriarco-burguesas sin las cuales no se sostendría por mucho tiempo semejante sobreexplotación inherente a la ley del valor y a la mercantilización de la mujer trabajadora.

Si a esa realidad objetiva que la «ciencia social» burguesa se niega a estudiar, le sumamos las atrocidades que sufren las mujeres de los pueblos oprimidos en las cárceles del Estado invasor, ocupante, comprendemos mucho mejor qué es la guerra político-cultural en su crudeza diaria. Más aún, entendemos más realmente el papel de la cultura de la rebelión como elemento necesario en la política de resistencia nacional frente al imperialismo. Las mujeres saharauis nos dan una lección humana sobrecogedora:

« La resistencia saharaui se compone de mujeres insumisas como ellas, que pese a las fuerzas que intentan acallarles, siguen en pie siendo altavoz de una lucha, pero también de la violencia que han vivido. Son aquellas mujeres que se quedan en casa criando mientras sus maridos van al frente o marchan al extranjero a trabajar. Son las que representan a sus pueblos y se organizan para tener agua, electricidad y comida tras casi 50 años en el desierto, en territorio argelino. Son las que resisten también en los territorios ocupados del Sahara Occidental y que se niegan a marcharse, aunque quedarse suponga poner en peligro su vida y la de su familia. Son las que recorren el mundo para que se escuche su voz y que jamás deje de sonar.»13.

Otro tanto hacen las mujeres palestinas sometidas a la extrema dureza de las cárceles sionazis nos iluminan con sus prácticas culturales realizadas pese a todas las restricciones y castigos carcelarios:

« En los últimos diez años ha surgido una nueva generación de activistas que desempeña un papel clave en la transmisión de los conocimientos y las habilidades adquiridos en las luchas de sus predecesores. […] Gracias a los esfuerzos de todas estas generaciones de presas, la educación ya no es solo un medio para adquirir conocimientos y habilidades, sino que se ha convertido en un arma fundamental. Su solidaridad ha roto el aislamiento impuesto por el encarcelamiento. La prisión se ha convertido en un espacio de encuentro entre activistas de diferentes partidos políticos, entre mujeres de campos de refugiados, ciudades y pueblos, y entre mujeres palestinas de Gaza, Cisjordania y los 48 territorios. El movimiento de las presas palestinas es, sin duda, una extensión de su lucha revolucionaria.»14.

La ley del valor necesita uniformarlo todo, acabar con las diversidades para encontrar el valor medio de la mercancía para, mediante la explotación social, maximizar en lo posible la tasa de ganancia. La tergiversación mecanicista y antidialéctica de la ley del valor hace que no se pueda ver el papel del Estado y de sus violencias para contrarrestar la ley tendencial de la caída de la tasa de ganancia: el colonialismo y el imperialismo no son sino exigencias ciegas que tiene el capital para revertir esa ley tendencial. El contenido político-opresor de la cultura burguesa es inherente a las tareas de su Estado, por tanto siempre que hablamos de cultura en abstracto debemos llenarla de contenido de lucha de clases, de lucha de liberación nacional y de emancipación de la mujer trabajadora.

3.- TRENTO COMO PARADIGMA REPRESIVO

Desde que se tienen datos fiables, el espionaje y la infiltración, la propaganda y la guerra político-cultural han ido unidas15 mediante la estrategia centralizadora del Estado de la clase dominante. Las burocracias del Estado, que es «una máquina de la obediencia»16, tienen precisamente esa función: fortalecer la obediencia de los y las explotadas para que su pasividad permita un aumento de la propiedad privada. Como veremos luego, cuando V. Serge hablaba en 1925 de una «internacional de la policía» no hacía sino seguir la larguísima experiencia represiva que dio un paso centralizador cualitativo en la Grecia de -338 cuando la Liga de Corinto dirigida por Filipo de Macedonia asumió la prioridad de acabar con la subversión y la revuelta de los pobres contra los ricos que aumentaban desde -371, siendo el primer tratado entre griegos con esta cláusula represiva17 y posiblemente el primer plan de coordinación interestatal de las represiones.

Los departamentos de información y espionaje, otra forma de llamar a los infiltrados, estuvieron especialmente activos a partir de comienzos del capitalismo cuando la Iglesia tenía unas densa red dc curas, frailes y laicos que penetraba en todas partes, cuyas «posibilidades de obtener información eran casi ilimitadas»18. La guerra político-cultural dirigida por la Iglesia dio un salto prodigioso en el Concilio de Trento de la mitad del siglo XVI, una verdadera contrarrevolución que desarrolló nuevas formas de seducción de masas y propaganda; avanzó en la educación católica sistemática para cortar el paso al protestantismo; creó grupos sociales de presión que llegaban a toda la sociedad e impuso la confesión obligatoria para saberlo casi todo y la Inquisición para aterrorizar a casi todas las personas19.

Salvando las distancias, lo esencial de las estrategias actuales de control, vigilancia y represión ya estaba en el núcleo de la contrarreforma tridentina. La Compañía de Jesús suplió entonces las tareas de los servicios secretos, de las policías y de los grupos de extermino del presente, como se vio en su terrorífica masacre de los movimientos protestantes en Baviera, sobre todo contra los radicales anabaptistas20 que adelantaban ideas del comunismo utópico. Las acciones estrictamente políticas y militares de los jesuitas, incluidas las acciones secretas, no podían estar aisladas de su acción cultural contra el protestantismo y las herejías. La dialéctica entre cultura y política se sostenía en el interior de la Compañía mediante la estricta disciplina cuasi militar:

«En el siglo XVI la Compañía de Jesús proporciona un estilo de obediencia insólito hasta entonces en comunidad alguna, porque exige nada menos que el asentimiento del intelecto a cuanto a uno se le ordena hacer. Los miembros de la orden han de convertirse, mediante una violenta y costosa ascésis, en autómatas; las Constituciones de la Compañía equiparan literalmente a los jesuitas a muertos que caminan bajo la voz del superior, o a bastones en manos del anciano que hace con ellos lo que quiere. Nace así una obediencia que suprime la conciencia personal del bien y del mal ya que la salvación depende del ciego cumplimiento de las órdenes del Superior: el que obedece a éste jamás de equivoca, por cuanto sirve a la voluntad de Cristo encarnado en él»21.

La defensa y propagación de la actualización cultura católica elaborada en Trento era realizada por los jesuitas desde y para esa obediencia cuasi militar, lo que marcó una impronta indeleble de autoritarismo y obediencia ciega seguida luego por otros grupos católicos altamente reaccionarios -Opus Dei, Legionarios de Cristo, Sodalicio…– muy incrustados en la industria educativa y cultural, además de su enorme poder económico. La secta Opus Dei es un verdadero poder en la sombra que vertebra buena parte del nacional-catolicismo imperialista español. Tres universidades, 90 colegios y muchas escuelas infantiles en el Estado, mal-educan a diario a miles de jóvenes en una visión autoritaria e imperialista española:

« Un pequeño imperio que factura cerca de mil millones al año en conjunto –la mayor parte a través de la Universidad de Navarra– y que abarca todo el periplo educativo, desde el que la Obra trata de expandir su influencia social y su manera de entender el mundo, explican sociólogos que han estudiado a la institución que fundó José María Escrivá de Balaguer. Ni siquiera hace falta ser un experto en estos centros, toda la información está recogida en las webs de las cuatro principales empresas que alimentan la red educativa del Opus: Fomento de Centros de Enseñanza, Attendis, COAS y la Institució Familiar d’Educación.»22.

El Opus, como las otras sectas empresariales católicas, son especialmente mimadas por la burguesía que sigue la máxima de Napoleón: «Con mis prefectos, mis gendarmes y mis sacerdotes, haré todo lo que quiera»23, porque era consciente de las limitaciones de todo poder basado únicamente en el ejército, al insistir en que con las bayonetas se puede hacer de todo menos sentarse sobre ellas. Ahora bien, siempre termina reapareciendo en la cotidianeidad política la lucha de clases y entonces la bayoneta y el soldado vuelven a ser imprescindibles al menos hasta volver al orden de la propiedad capitalista. No creamos que el grueso del protestantismo era y es democrático-radical, al contrario. Lutero justificó las matanzas de campesinos insurgentes que querían acabar con los privilegios de la Iglesia, de la nobleza y de la ascendente burguesía24 haciendo realidad el Paraíso en la Tierra. La esencia reaccionaria del luteranismo volvió a hacerse patente cuando «En la década de 1920 algunos luteranos derechistas habían formado la Federación por una Iglesia Alemana, que apuntaba a eliminar el antecedente judío del cristianismo y a crear una religión nacional basada en la tradición alemana. Destacaban exageradamente los enunciados antisemitas de Lutero y su odio a la democracia»25.

Saltándonos por un momento la secuencia histórica que seguimos y centrándonos en la síntesis lógica y teórica del proceso militarista impulsado desde Trento por la Compañía de Jesús, debemos referirnos brevemente al papel actual del cristianismo en EEUU: «Los nacionalistas cristianos defienden la idea de que el país debe ser una «nación cristiana» o, al menos, estar liderado por cristianos. Esta propuesta refleja la creación de un modelo teocrático que percibe a Estados Unidos como un elemento único y especial en los «planes de dios» para la humanidad. […] Esto explica que la insurrección y toma del Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 no fuera un hecho aislado, sino una manifestación visible y violenta de un movimiento político que había estado cocinándose en las sombras durante años, siendo una de las corrientes más antiguas y poderosas de la política estadounidense.»26, una de cuyas consignas sería aplaudida en el Concilio de Trento si este se celebrara hoy: «Dios, armas y Trump»27.

4.- MARX, INFILTRADO EN SU PROPIA CASA

En el ínterin de la segunda mitad del siglo XVI a comienzos del siglo XIX, la burguesía fue mejorando y ampliando la dialéctica de la guerra político-cultural. Las cuatro revoluciones burguesas –Holanda, Inglaterra, EEUU y Estado francés– mostraron que el verdadero enemigo a batir no era el feudalismo ni la Iglesia, sino por un lado el campesinado y el proletariado, y por el otro lo pueblos que se resistían al colonialismo, algunos de los cuales sufrieron «el terrible terror ingles»28. De este modo, la guerra político-cultural va adquiriendo cada vez un contenido anti-socialista que será definitivo entre 1830-1848 y otro contenido de defensa de los bienes comunales, ya empezada por esa época por Marx reivindicando el derecho consuetudinario precapitalisa. La crisis de 1857 hizo que se crearan las condiciones objetivas para un ascenso revolucionario pero las condiciones subjetivas estaban muy retrasadas por varias razones entre las que destacamos la efectividad de la guerra político-cultural burguesa:

«Si bien la crisis mundial de 1857-1858 confirmó la teoría del desarrollo de la producción capitalista de Marx y Engels y su alternancia en ciclos de prosperidad y crisis –independientemente de su ocurrencia cada cinco, siete o diez años-, no se materializó la expectativa de que se desencadenara una ola revolucionaria inmediata. Los años de contrarrevolución burguesa y de prosperidad económica tuvieron un peso en la formación de la conciencia y en la organización obrera. Había una situación objetiva de crisis, pero la ausencia de condiciones subjetivas bloqueó cualquier tipo de ola revolucionaria»29.

Faltaban 13 años para la Comuna de París de 1871, años en los que la infiltración y el espionaje en las izquierdas revolucionarias no hicieron sino crecer. Los rumores, las provocaciones y las mentiras policiales pudrían las relaciones entre exiliados en Londres, impidiendo su unión y enfrentándolos unos contra otros. Son conocidos los informes que la policía secreta prusiana en Londres pasaba a Berlín sobre cómo era la podre vivienda de la familia Marx: las sillas viejas y estropeadas, la alfombra gastada, los ceniceros llenos de colillas, las tazas de café… y la biblioteca y la masa enorme de manuscritos.

En 1860 Marx tuvo que defenderse públicamente de las acusaciones realizadas por Karl Vogt, agente a sueldo de Francia y posiblemente de Prusia, que le acusaba de ser espía policial. Nos hacemos una idea de la crítica de Marx al aparato burgués de provocaciones que realizaban sus agentes infiltrados, leyendo esto: « Por medio de secretas cañerías artificiales, todos los retretes de Londres vierten su inmundo contenido en el Támesis. Del mismo modo la metrópoli mundial descarga a través de un organizado sistema de plumas de ganso, todos sus desperdicios sociales en una grande y papirácea cloaca central: el Daily Telegraph30. La prensa es, así, el medio que centraliza, selecciona y elige los detritos sociales difundidos luego masivamente según criterios políticos. Las tecnologías actuales permiten a la «cloaca central» organizar mejor el trabajo de los periodistas, de las «plumas de ganso».

Si crear enfrentamientos políticos, escisiones y enemistades eternas entre los exiliados era uno de los objetivos de las policías en aquellos años, otro era la lucha teórica frontal contra el socialismo en su mismo núcleo, infiltrando agentes cultos y hasta artistas, para que propagasen el pacifismo y el rechazo de la teoría revolucionaria: el reconocido pintor H. Eichle31, agente infiltrado, organizaba reuniones de militantes en 1863, prometía que el Estado burgués impulsaría cooperativas de producción e instauraría el sufragio universal, reivindicaciones centrales en aquél tiempo. Otras veces, no se trataba del debate teórico sino de la represión pura y dura del sindicalismo revolucionario. La agencia Pinkerton había servido muy bien al Norte durante la Guerra de Secesión espiando al Sur y desmantelando sus redes32, pero luego se dedicó a espiar al sindicalismo para la patronal y a destrozar a golpes sus luchas.

Medio siglo después, «La CIA tuvo éxito en crear un cisma en la comunista CGT, separando a la moderada Force Ouvriere, a la que en los primeros años 50 financió con más de un millón de dólares al año. La operación secreta disminuyó notablemente la fuerza del PCF […] “las operaciones política, paramilitares y psicológicas” debían ser empleadas de acuerdo con la directiva para poder “reducir la fuerza del Partido Comunista de Italia” y también “para reducir la fuerza del Partido Comunista de Francia” […] su influencia en los gobiernos italiano y francés y especialmente en los sindicatos” especificaba el documento secreto del Pentágono”»33. G. Maletti, general italiano y ex jefe de contra-inteligencia, declaró en 2001 en el juicio contra los autores de la matanza de Piazza Fontana en la que fueron asesinadas 16 personas, que: «La CIA, siguiendo las directrices de su gobierno, quería crear un nacionalismo italiano capaz de detener lo que veía como un deslizamiento a la izquierda y, para ese propósito, podría haber hecho uso de un terrorismo de extrema derecha»34.

La CIA estaba quedando desbordada por el aumento de los frentes en los que tenía que actuar, en 1961 Washington creó la USAID y en 1983 la NED que fueron estrechando sus acciones hasta llegar a una complementación muy estrecha como la que ha sufrido Cuba durante años para intentar vencerla mediante la guerra político-cultural, propagando rumores y falsas noticias internas, infiltraciones reaccionarias en todos los aspectos, provocación de actos contrarrevolucionarios disfrazados muchos de ellos de «movilizaciones democráticas», y un largo etcétera: « Otro programa actual promovido por la NED a la concesionaria “Centro de la No Violencia” estuvo dirigido a identificar y capacitar a supuestos “líderes emergentes de grupos de interés nacientes y sectores marginados de la sociedad”35.

5.- LO QUE NOS ENSEÑA VÍCTOR SERGE

Lo expuesto hasta aquí es sólo una gota en el océano histórico de las formas de guerra político-cultural implementadas por las clases dominantes. El Estado, forma político-militar del capital y centralizador estratégico del poder, dispone de sofisticadas burocracias militares y políticas, además de culturales, educativas, científico-técnicas36, etc., dedicadas a actualizar las tácticas y estrategias de explotación, dominación y opresión. La guerra político-cultural en sus muchas formas, recorre cada una de ellas y va mejorando sus medios y penetrando en los intersticios de la sociedad burguesa en la medida en que, pese a todo, no logra derrotar definitivamente a la clase obrera. La guerra político-cultural es, además, uno de los medios más idóneos para ir creando «el enemigo interno» para criminalizarlo mediante el control político-cultural, señalamiento previo a su destrucción.

El grupo de crítica político-cultural GeopolitcsArtis ha publicado un largo artículo de obligada lectura sobre cómo el capital crea «ingenieros» en el control cultural de las clases explotadas, control antiguo pero mejorado permanentemente porque, como veremos, pese a su excelencia no logra aplastar definitivamente las luchas populares:

«Las plataformas de redes sociales ahora son capaces de predecir y modificar el comportamiento en tiempo real, mientras que los servicios de streaming de forma automática y continua curan nuestro consumo cultural, y los sistemas de pago digital rastrean cada transacción.

«Lo que comenzó como una simple manipulación emocional se ha convertido en un control integral de la conciencia. Este poder para moldear la percepción humana no surgió de la noche a la mañana. Los mecanismos de control cultural que vemos hoy se construyeron a lo largo de más de un siglo, evolucionando de los monopolios físicos de Edison a las cadenas digitales invisibles de hoy. Para entender cómo llegamos a este punto de control algorítmico de la conciencia –y lo que es más importante, cómo resistirlo– primero debemos rastrear los fundamentos históricos de estos sistemas y la arquitectura deliberada de control que los moldeó.

[…] Nuestra liberación comienza con el reconocimiento: estos sistemas de control, aunque poderosos, no son inevitables. Fueron construidos, y pueden ser desmantelados. Al abrazar la creatividad, fomentar la conexión auténtica y restaurar nuestra soberanía, no solo nos resistimos a la matriz de control, sino que reclamamos nuestro derecho fundamental a crear nuestro propio destino. El futuro pertenece a aquellos lo suficientemente conscientes como para ver el sistema, lo suficientemente valientes como para rechazarlo, y lo suficientemente creativos como para construir algo mejor.»37

Uno de los peligros mortales a los que se enfrenta el capital es que el proletariado, tras una derrota, reinicie una nueva fase de lucha, a la vez que supere la matriz de control vigente y también empiece a crear su nuevo destino. En ese momento, las policías han de intentar infiltrarse en las nuevas luchas, en sus organizaciones, para identificar a su militancia, sus objetivos y sus métodos para desprestigiarlos, provocar escisiones que faciliten la represión ulterior necesaria para «prevenir la delincuencia»38 supuestamente consustancial a los movimientos sociales. En el contexto de crisis profunda y de tendencia a la agudización de la lucha de clases, la burguesía entiende por «delincuencia» la defensa de libertades y derechos que ella va matando «silenciosamente»: «Mirando hacia atrás y pensando en aquellos tiempos, es sorprendente lo ingenuos que éramos.»39.

La ingenuidad de buena parte del pueblo catalán sobre la «democracia» de la Unión Europea que garantizaría su camino pacífico a la autodeterminación, es palpable desde octubre de 2003 hasta, al menos, octubre de 201740, mes en el que desencadenó la dura represión española. Aunque como hemos visto en la cronología arriba ofrecida, el independentismo volvió a demostrar su fuerza electoral de masas en 2019, luego empezó a retroceder. Pero una cosa son los resultados electorales en un marco de desorientación y represión, y otra es la tendencia a la recuperación de la lucha de clases y de las organizaciones que la impulsan. La infiltración policial venía desde siempre pero en 2021 se había activado tanto que para 2022 las izquierdas ya habían decidido pasar a la denuncia pública mediante una rigurosa investigación hecha pública en 202441, que tenía tres objetivos prioritarios: transmitir los descubrimientos hechos; «aumentar la cultura de la seguridad entre las organizaciones y colectivos» y demostrar que se puede descubrir a la policía infiltrada y derrotarla.

De los tres objetivos, el más importante para nuestro artículo –guerra político-cultural—es el segundo: la «cultura de la seguridad». Una forma directa de entender qué es la «cultura de la seguridad» para los y las revolucionarias, nos la ofrece V. Serge en su celebérrimo y siempre necesario libro Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión publicado en 1925.Serge estudio con detalle los archivos de la Ojrana, la policía secreta zarista, que cayeron intactos en poder de la revolución, sintetizando lo fundamental en dicho libro de libre acceso en internet:

Hay que saber que ««la vigilancia, la soplonería y la provocación»42 son métodos permanentes en toda represión capitalista, que intenta sobornar, chantajear e intimidar a quien hiciera falta para obtener la información necesaria gracias a la gran generosidad de medios económicos disponibles invertidos por el Estado43. Los gabinetes negros también actúan en el extranjero, incluso infiltrados en los medios de prensa del país anfitrión44, y con estrecha colaboración con las policías locales45. Además, «La colaboración estrecha es casi la regla entre las policías de los Estados capitalistas, de manera que en cierto sentido se podría hablar de una policía internacional»46 porque esa colaboración es necesaria para que «estudio científico del movimiento revolucionario»47 que es en sí mismo internacional.

Al final del libro, en el último capítulo, el onceavo, sobre «Conciencia del riesgo y conciencia del fin», Serge pone el dedo en la llaga al recordarnos que en los momentos cruciales de la toma del poder y de la guerra civil Lenin insistió una veintena de veces en la desaparición del Estado y de la violencia en la sociedad comunista. La conciencia del fin está clara: la simultánea desaparición de la violencia y del Estado en el comunismo. La conciencia del riesgo, es decir de la inevitabilidad de una represión creciente hasta llegar al terror bélico fascista, es un componente interno de la conciencia del fin. El riesgo en general se presenta en forma de tantos riesgos concretos como luchas y movilizaciones concretas hay en el capitalismo, por tanto una de las tareas de la «cultura de la seguridad» es la de desarrollar tanto una teoría de la revolución y dentro de ella de la organización, como a la vez desarrollar una ética de la praxis comunista «para que el miedo no venza» porque:

« “Hay un intento muy fuerte de acobardarnos, en un momento que como pueblo sentimos que necesitamos estar en las calles. […] Así como hay una fuerte voluntad de construcción de generar miedo y pánico, todo esto también tiene que ver con algo que aprendimos del feminismo, que es cuidarnos para estar en la calle […] En el movimiento feminista hemos aprendido de autodefensa, de criminalización y represión; la masividad y la voluntad de lucha del feminismo ha tenido una respuesta fuertemente represiva, y desde ahí construimos mucho de lo que aparece en el trabajo. […] El otro cambio de dinámica más manifiesto se vincula con las detenciones masivas, con la voluntad de avanzar en criminalizaciones más complejas y con el hecho de mantener detenides a compañeres y compañeros durante tantos días o semanas. […] Precisamos tensionar este miedo, poder saber que construimos nuestra seguridad, nuestros derechos y nuestros avances juntes y en la calle, y que nunca sacarnos de lo colectivo va a ser una solución. »48.

6.- INFILTRACIONES IMPERIALISTAS

El colectivo que ha escrito estas palabras ha publicado un libro editado por La Ciega en Argentina. Un libro antirrepresivo elaborado por militantes desde la praxis jurídica. Esperamos que dentro de poco esté por fin en acceso libre en las redes. Los extractos que hemos ofrecido nos sirven perfectamente para comprender la profundidad de la denuncia de las infiltraciones policiales realizada el pasado 25 de febrero de 2025, por un colectivo de personas afectadas por el espionaje policial:

«Llevamos dos años y medio denunciando infiltraciones en movimientos sociales, dos años donde hemos visto cómo el Estado no teme saltarse ninguna línea roja. Movimientos por el derecho a la vivienda, asambleas libertarias, vecinales, luchas por el territorio, feministas, antirracistas, ecologistas, independentistas, sindicatos y un largo desfilar de gente que intenta luchar por un mundo un poco más digno en el que vivir  han sido objetivo de un plan de Estado para investigar las disidencias. No han dudado en meter gente en nuestras asambleas, pero tampoco en hacerlo en nuestras casas, nuestras familias, nuestras camas y nuestras vidas. Y mientras las personas afectadas pedimos respuestas se estrena una película que vanagloria el papel del policía infiltrado, dando a esta figura una importancia que la eleva a héroe.»49.

¿Por qué las autoras de este texto conectan las infiltraciones policiales con la «guerra cultural», mejor decir con la guerra político-cultural? Para comprender el alcance de la respuesta debemos saber que el Gobierno español ha subvencionado una película sobre una policía infiltrada en la extinta organización ETA en un contexto de recuperación de luchas en el que se descubre y se denuncian provocaciones e infiltraciones policiales. Leamos la respuesta que nos dan las autoras del artículo citado:

«La productora explica, en varias entrevistas, que este proyecto no es nuevo, que llevaba más de diez años intentando encontrar financiación. ¿Casualidad que la encuentre en septiembre de 2023? Justo después de que se revele que Marc, Dani, Ramón, Mavi, María, Sergio, Lucía, Carlos y Marian se habían pasado años infiltrados en nuestras vidas. De repente ese proyecto aparcado viene de lujo como arma de guerra cultural. Es entonces cuando acabará siendo financiada por el ICAA, organismo adscrito a la Secretaría de Estado de Cultura, que le concedió una ayuda de 1.200.000 millones de euros en septiembre de 2023. También contó con la participación de CREA SGR, entidad financiera privada supervisada por el Banco de España, creando un nuevo relato para ensalzar la figura policial en un momento de horas bajas y cuestionamiento público.»50.

La película sobre la policía infiltrada en ETA no encontraba financiación durante una década –¿tendrá algo que ver en ello la baja calidad de su guion?– hasta que empezó otra fase de luchas y con ellas la denuncia de la impunidad represiva del Estado, represión en la que el espionaje policial es clave, y entonces el dinero para la película llegó a espuertas. La guerra político-cultural está activa siempre y el Estado la amplía según sus necesidades aplicando métodos mercantiles y neoliberales ya empleados por el cine yanqui51 en los que el beneficio económico es una ley. La industria cultural busca el beneficio económico, y la industria político-cultural también el beneficio político. Tenemos el caso de la descarada intervención del Pentágono en la producción de películas taquilleras: «Desde Goldfinger (1964) hasta Captain Marvel (2019), el Pentágono ha colaborado en la realización de más de 2.500 películas y series de televisión con temática de guerra y sigue contribuyendo a un promedio de siete proyectos de largometrajes y más de 90 proyectos de cine y televisión más pequeños cada año.»52.

Por un lado, a finales de 2023 la rentabilidad económica del imperialismo lingüístico-cultural español alcanzaba la gigantesca cifra de alrededor del 10% del PIB mundial53, aunque otras investigaciones reducen un poco esta cifra. Pese a estas diferencias es innegable que estamos ante una masa de capital que el Estado español quiere aumentar por todos los medios. Por otro lado, las películas buscan reforzar la dominación española para centralizar efectivamente el poder del Estado con el fin de aumentar la productividad del trabajo, que sigue estancada54. El capital español cree que exacerbando su nacionalismo cada vez más racista podrá explotar mejor a las clases y pueblos que oprime para, por fin, aumentar la competitividad de sus productos gracias a la plusvalía relativa y a la tecnificación, dejando atrás la dependencia de la plusvalía absoluta y del atraso tecnocientífico, intentando salir del agujero negro del turismo y de la vivienda55.

A finales de 2024 el presidente Sánchez pidió reforzar la «unidad territorial»56 del Estado para asegurar la «certidumbre» social ante los retos cada día más graves a los que se enfrenta el bloque de clases dominante. El premio a La Infiltrada se inscribe en este esfuerzo permanente del nacionalismo español, reforzado desde 2016, cuando Donostia fue «capital cultural» de la UE montaje que reforzó el nacionalismo cultural español hasta el grado actual de retroceso a Trento. De 2016 a ahora, se la exacerbado la finalidad política españolista del premio, a la vez que refuerza los cerrojos que impiden a la investigación crítica y democrática llegar a los hornos estatales donde se da forma a las represiones consustanciales al nacionalismo español: «La cosa –la investigación objetiva– está peor que hace 20 años»57.

Mientras se refuerza la censura sobre la historia, sigue vigente la ley Mordaza, etc., la industria político-cultura miente sobre el pasado y el presente. En su mapa de las fundamentales batallas culturales que forman parte de la guerra cognitiva, Buen Abad presta especial atención a tres de ellas: la batalla cultural por el control del cerebro de las personas, por el control de los espacios de cotidianeidad y por el control de los símbolos de prestigio. Los cerebros, la cotidianeidad y el prestigio de la militancia revolucionaria son especial objetivo de la represión imperialista que debe ganar estas tres batallas de la forma actual de la guerra cultural. ¿Pero qué es la batalla y qué es la guerra cultural?

Buen Abad sostiene que « La batalla cultural es, también, una batalla de significados, y en ella los pueblos tienen el derecho y la responsabilidad de descolonizar sus mentes. […] Desde nuestra perspectiva, la cultura no es un fenómeno aislado, sino una construcción social determinada por la praxis humana y eso incluye tanto la producción material como la simbólica. Es un terreno de confrontación entre las clases sociales, ahí se disputa la hegemonía del sentido. Refleja los intereses de las clases dominantes contra la cultura de las bases que expresa las aspiraciones de los oprimidos. “La cultura no es un simple reflejo pasivo de la realidad social; es también un espacio de lucha en el que los oprimidos pueden transformar esa realidad.” (Las ideas estéticas de Marx, 1965). »58

Estas reflexiones nos adentran en la razón que tiene Maité Campillo, directora de teatro y actriz, cuando dice que:

«El que La Infiltrada reciba el premio ‘Goya’ a mejor película no deja de ser sospechoso. La alfombra de los Goya, en realidad no es roja, es un felpudo USA de esparto, […] No he visto ‘La infiltrada’ esa película que pareciera producida por los servicios secretos o asesorada por estos. Una de tantas que se ofrecen en cines y televisión del mismo modo que hace la CIA en Hollywood: sus listas negras se resisten a desaparecer mientras los premios al “cine americano” florece en el mundo […] El policía que el segundo protagonista de la película interpreta el actor Tosar… ¿Era o no, el comisario Sainz Merino? El mismo que estuvo en Catalunya torturando revolucionarios independentistas con un listado de jovencísimos luchadores asesinados. Y luego pasa a Gipuzkoa, por y para lo mismo como comisario jefe a seguir masacrando, con más de 100 denuncias contra el demente ¿Es por eso, por su fama de matón, qué nos quiere transmitir la productora Mª Luisa Gutiérrez, tan orgullosa ella de su “obra de arte” dedicando el premio a las fuerzas represivas del Estado? <<Que arriesgan su vida por el bien común y, sobre todo, por defender los principios de la democracia, que se basa en la libertad de expresión>> (¿?). Por cierto, el actor Luis Tosar, el tan progresista, dulcificado, blanqueando un torturador… ¡Hay que ver cómo están los cauces del río de la interpretación, y no digamos, de la ideología, ñooo como tira el dinero y la fama que carda rebaños de ovejas!!!»59.

Para justificar o silenciar la tortura hay que recurrir a los más despreciables métodos de manipulación de masas, métodos que la industria del cine eleva casi a la perfección. Todo vale en la criminalización de las libertades y de los derechos concretos, básicos, y para la legitimación reaccionaria de lo contrario, de la brutalidad inhumana de la tortura, sobre todo si es «secreta»60 y si se esconde debajo de la ética de la propiedad privada61. Todo vale con tal de imponer un clima social de sumisión y de colaboración activa o pasiva con la ley del capital. Glenn Diesen explicando la propaganda anti-rusa, dice: «La propaganda es una ciencia de la persuasión que suele eludir las consideraciones racionales del individuo apelando en su lugar a la psicología inconsciente del grupo. La mente consciente tiende a ser racional, pero el comportamiento y las acciones humanas están moldeados en gran medida por el inconsciente, los instintos primordiales y las emociones.»62.

Los efectos liberticidas de esta provocación de la irracionalidad los han sufrido en Iruña los organizadores del Ciclo del Cine Ruso al ser amenazados por ucronazis reunidos en la capital vasca: «Es inquietante cómo la manipulación histórica y la censura se han vuelto herramientas comunes para reescribir el pasado. Ahora se glorifica a colaboracionistas nazis como héroes nacionales, se destruyen monumentos dedicados a quienes liberaron Europa del nazismo y se prohíben obras literarias y cinematográficas que denuncian los horrores de aquel régimen. Esta reescritura histórica no solo resulta peligrosa, sino que es un insulto a la memoria de quienes lucharon y sufrieron para erradicar esta aberración. No debemos olvidar que el nazismo no es una opinión ni una postura política más, es una lacra que debe ser combatida.»63.

7.- CONCIENCIA, ORGANIZACIÓN Y LUCHA

Si nos fijamos, todos los colectivos objetos de espionaje e infiltración citados en la denuncia de la prepotencia policial así como en las referencias que estamos presentando, se caracterizan por impulsar la autoorganización de la clase trabajadora en su misma lucha cotidiana contra las múltiples formas de explotación: todas esas prácticas sirven para enriquecer la teoría y la cultura revolucionaria a partir de varias bases previas de las que aprender como la praxis acumulada, la memoria liberadora que pervive mal que bien y con sus contradicciones en la cultura popular y obrera, los debates entre las izquierdas revolucionarias, por citar algunas.

Un minucioso estudio realizado por un colectivo catalán sobre los sistemas de control, vigilancia y represión de cuatro ciudades importantes en el capitalismo como son París, Los Ángeles, Barcelona y Al-Quds (Jerusalén)64, muestra las interacciones entre las densas redes de video-vigilancia, presencia policial en todas sus formas y controles múltiples con la militarización capitalista al alza y con la criminalización de los movimientos y grupos militantes. Las ciudades son un espacio de lucha de clases cada vez más peligroso para las burguesías porque juegan «un papel estratégico»65 en todos los sentidos: desde el control y criminalización del proletariado hasta nudos neurálgicos en las redes logísticas militares del imperialismo.

La criminalización adquiere un contenido especial en el medio urbano. H. Lefebvre explica las funciones diferentes del espacio capitalista: medio de producción, objeto de consumo, instrumento político, intervención en la lucha de clases, destrucción de lo común por la propiedad privada, espacio de reproducción capitalista, exterminio de las diferencias, explotación generalizada del espacio… Lefebvre argumenta que frente al espacio capitalista centrado en el valor de cambio, en la mercantilización de todo, la izquierda revolucionaria debe luchar por el espacio socialista que debe reinstaurar el valor de uso del espacio, destruyendo la propiedad privada del suelo y de la tierra66.

En este punto es necesario reivindicar la vigencia de las aportaciones de Engels: «La ciudad es por tanto no sólo el escenario, sino sobre todo el motor de la lucha por la vida, por todo, una guerra social abierta de todos contra todos, una vez liberados los siervos del viejo feudalismo (Engels, 1845). Aunque de la descripción realizada se ha desprendido muchas veces una cierta posición antiurbana, que hiciera hegemónica el marxismo ortodoxo de la primera mitad del siglo XX, Engels otorga a la ciudad, sin lugar a dudas, todo el potencial transformador. Las grandes ciudades son el espacio de lucha en el que el proletariado puede tomar conciencia de sí mismo, donde, por tanto, se engendra y crece el movimiento obrero, y donde finalmente el desorden puede desbordar el orden de clase que las ha originado.»67.

Ahora no podemos analizar las relaciones entre el proletariado urbano y el campesinado revolucionario, pero sí debemos decir que el famoso «problema campesino» también es otra constante en la praxis marxista que se muestra de muchas formas, como la muy necesaria interrelación global entre el campo y la ciudad, según se plantea ya en los puntos 8º y punto 9º del decálogo de propuestas que debe implantar un gobierno obrero: 8º: «Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos industriales, principalmente en el campo.». Y 9º: «Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales; tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y la ciudad.»68. Según las luchas anticoloniales y antiimperialistas se extendían por el planeta, siguiendo la lógica ya vislumbrada por Marx y Engels a comienzos de la década de 1870, la interacción entre campo y ciudad en todos los sentidos ha sido y es una característica del marxismo, muy especialmente en las guerras de liberación nacional de clase.

Las grandes ciudades terminan produciendo un desorden caótico: el 61% del espacio de las calles madrileñas está ocupado por los coches, quedándose los peatones en con el 39% restante69. Al desorden caótico se le suma la indiferencia burguesa hacia lo más elemental de la salud básica, la limpieza urbana: una calle del barrio rico de Chamberí se barre varias veces al día, una del barrio empobrecido de Carabanchel, tres veces a la semana70. No tenemos espacio para desgranar la destrucción intencionada de la vivienda, transporte, salud, educación, cultura, ocio popular, seguridad y drogadicción, etc., en los barrios trabajadores –verdaderos guetos urbano para la fuerza de trabajo–, pero sí debemos denunciar la muerte de casi 7.300 ancianos en Madrid durante la pandemia de Covid, provocada por la lógica capitalista71 que los trata como máquinas obsoletas, improductivas y rotas, arrojándolas a la trituradora de los desechos.

Dejar morir a casi 7.300 ancianos enfermos es una de las muestras más salvajes de lo que es la ciudad-mercancía, que sólo valora la vida obrera en la medida en que produce plusvalía y ganancia al capital:

« La ciudad como mercancía produce el espacio como valor de cambio, impidiendo su realización como valor de uso e imposibilitando, de esta manera, la satisfacción de las necesidades de sus habitantes […] Si los ciudadanos queremos volver a ser vecinos y habitantes de la ciudad sólo nos queda conquistar el derecho a la ciudad por nuestros propios medios. […] La ciudad-mercancía está marcada por el determinismo de la técnica. En las ciudades se aplica la técnica en su máximo desarrollo, es un campo de pruebas para la investigación y aplicación de las tecnologías, sobre todo las de control y vigilancia. […] una ciudad vigilada, tan controlada como llena de temores, donde el miedo es el mensaje. Una ciudad polarizada y marcada por la opresión y el encierro, la precariedad, la presión económica y policial. Controlar y prevenir pasa a ser objetivo prioritario de la ciudad-mercancía. Para poder aumentar el control ha de circular un peligro contra el que pedir seguridad así el Estado pasa a ser un Estado policial. También la prevención se convierte en una petición de seguridad: hacer la guerra por si acaso nos atacan… la policía de barrio…»72.

La «lucha por la vida», por la desmercantilización de la ciudad burguesa y su transformación en ciudad socialista como valor de uso y disfrute de la libertad conquistada por la praxis revolucionaria que reduzca el tiempo de trabajo necesario al mínimo posible, que acabe que el trabajo asalariado y que generalice el trabajo como creatividad del potencial omnilateral y pluridimensional de la especie humana genérica. Marx dijo en uno de sus primeros escritos que: «La unidad de los hombres consigo mismos, fundada sobre la diferencia real entre los hombres; el concepto de género humano, traído desde el cielo de la abstracción a la tierra real, qué otra cosa es sino el concepto de sociedad.»73. Pues bien, para el marxismo la ciudad-mercancía es lo antagónico e inconciliable con la sociedad, en cursivas en Marx, y con las potencialidades emancipadoras del género humano.

La lucha por el desarrollo armónico e integral de las potencialidades humanas reprimidas por la propiedad privada, esta lucha por el comunismo, es el objeto de las represiones, del espionaje de las policías y sus infiltrados. Un ejemplo la capacidad proletaria consciente de sí y para sí, de conocer la esencia de la explotación que sufre y sus formas concretas, lo tenemos en la impresionante Huelga General griega en protesta de la desidia e indiferencia de la burguesía y de su gobierno con respecto al terrible accidente de tren de 2023. Bajo la consigna de «sus ganancias o nuestras vidas […] Los beneficios de los capitalistas provocan una “asfixia” a las necesidades del pueblo. Nuestro “oxígeno” es la lucha por nuestra causa justa, por derrocar este sistema.»74.

La clase obrera consciente griega sabe que el terrible accidente ferroviario fue debido a la política de privatizaciones y destrucción de los servicios sociales, de libertad absoluta al negocio privado para que redujera al máximo posible todo gasto en mantenimiento y seguridad, sobrecargando de tareas la jornada laboral de modo que se multiplicaron los accidentes menores hasta que sobrevino la gran catástrofe que podría haber sido evitada. Sabe que fue y es un botón de muestra más en la guerra social contra los pueblos trabajadores. La traición de Syriza en 2015 fue un mazazo, pero el pueblo aprende de sus errores y en esta Huelga General va al nudo: el oxígeno socialista. En Italia, las cuatro Huelgas Generales exigen a gritos un estudio autocrítico75 de los errores pero también un estudio objetivo de los aciertos. Casi por todas partes sucede lo mismo: hay que evaluar lo realizado hasta ahora.

Pero, como venimos insistiendo aquí, muchas organizaciones y personas olvidan que nuestra capacidad de análisis objetivo no sólo está alterada por las presiones de la guerra político-cultural y por el terrible efecto del fetichismo de la mercancía, sino también y en determinados momentos sobre todo, por las presiones añadidas por las violencias, por las represiones, por el espionajes y la infiltración policial que siembra desconcierto, duda y desconfianza entre camaradas. Más todavía cuando la militarización76 es impulsada por el capital con todos sus recursos. ¿O necesitamos hablar de Milei, de Trump, de Meloni o de Macrón y su propuesta de inundar Europa bajo sus armas nucleares para «defender la libertad»?

Para terminar, la presencia de las represiones culturales, simbólicas y de la violencia militar en la guerra político-cultural es incuestionable y debemos actuar en consecuencia. En plena revolución husita del siglo XV, en la que se jugaba la posibilidad de un gigantesco salto del terror medieval a las incipientes libertades burguesas, incluida la liberación nacional checa, la propaganda vaticana demonizaba las ideas progresistas de las masas explotadas como «veneno bohemio»77. La criminalización del “enemigo interno”, el pueblo en armas, construido por el poder medieval, permitió dividirlo y aplastar al campesinado que exigía la comunidad de bienes. La derrota sangrienta retrasó durante mucho tiempo otra fase de guerras sociales.

Lo que nos interesa saber ahora es que la sangría exterminadora tras la derrota, esa venganza, fue facilitada por los informes del espionaje vaticano y de la nobleza, por sus infiltrados en el pueblo, por las delaciones de supuestos aliados. La misma indiferencia ante el poder represivo había ocurrido antes, ocurrió después, y ocurre ahora. Sin que tenga que terminarse en masacres, detenciones o juicios burgueses, la indiferencia ante las infiltraciones permite que la policía acceda a mucha información que será utilizada contra el pueblo con mentiras, manipulaciones y promesas que nunca se cumplirán y siempre causarán desconcierto y desánimo.

Nota: Ponencia para Topaketa Antiimperialistak (Karmelan, Bilbo) del 15 al 16 de marzo, organizadas por Askapena.

EUSKAL HERRIA, 11 de marzo de 2025.

Notas:

1 Claudia Rafael: «La brutal construcción del enemigo interno». 14 de febrero de 2025. https://contrahegemoniaweb.com.ar/2025/02/14/la-brutal-construccion-del-enemigo-interno/

2 MPR21: «Crisis, burbuja y recesión económica en Estados Unidos». 24 de febrero de 2025. https://mpr21.info/crisis-burbuja-y-recesion-economica-en-estados-unidos/

3 Michael Roberts: «Un olor a estanflación». 18 de febrero de 2025. https://www.sinpermiso.info/textos/un-olor-a-estanflacion

4 Ben McGrath: «El gabinete japonés asigna un record de 8,7 billones de yenes para la guerra». 7 de enero de 2025. https://www.wsws.org/es/articles/2025/01/07/c681-j07.html

5 Maurizio Lazzarato: ¿Hacia una nueva guerra civil mundial? Traficantes de sueños. Madrid 20024, p. 171.

6 Para una mejor comprensión de lo que sigue, léase del autor: Vencer en la guerra cognitiva. 22 de marzo de 2023. https://boltxe.eus/2023/03/vencer-en-la-guerra-cognitiva/

7 Samir Amin: Elogio del socialismo. Anagrama. Barcelona 1978, pp. 5 y 31.

8 Francesca Gargallo Celentani, Feminismos desde Abya Yal. Edic. Desde Abajo, Bogotá 2012. Pp. 102-104.

9 Bai Shouyi y otros: Breve historia de China desde la antigüedad hasta 1919. Ediciones en Lenguas Extranjeras, Beijing. R. P. China, 1984. P. 326.

10 Vijay Prashad, «La Conferencia Afro-Asiática de Mujeres de 1961», Las Naciones Oscuras. Península, Barcelona, 2012, pp. 101-116.

11 Renán Vega Cantor: Capitalismo y despojo. Impresol Ediciones, Bogotá 2013. Pp. 48-50.

12 Sergio Ferrari: «700 millones de mujeres fuera del mercado laboral, marginadas por servir siempre a todos». 15 de diciembre de 2024. https://www.resumenlatinoamericano.org/2024/12/15/feminismos-700-millones-de-mujeres-fuera-del-mercado-laboral-marginadas

13 Maialen Ferreira: «La lucha de las mujeres insumisas para liberar al pueblo saharaui: “Nos han torturado y violado, pero resistiremos”». 3 de mayo de 2024. https://rebelion.org/la-lucha-de-las-mujeres-insumisas-para-liberar-el-pueblo-saharaui-nos-han-torturado-y-violado-pero-resistiremos/

14 RNN-prisoners: «Movimiento de mujeres prisioneras palestinas. Una extensión de la lucha revolucionaria». 7 de marzo de 2025. https://boltxe.eus/2025/03/movimiento-de-mujeres-prisioneras-palestinas-una-extension-de-la-lucha-revolucionaria/

15 Eulalio Ferrer Rodríguez: De la lucha de clases a la lucha de frases. Taurus, México 1995. Pp. 19-57.

16 P. P. Portinaro: Estado. Claves. Buenos Aires. 2003. p. 87.

17 M. Austin-P. Vidal-Naquet: Economía y sociedad en la Antigua Grecia, Paidós. Barcelona 1986, p. 135.

18 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta. Edit. Arte y Literatura. La Habana 1979, Tomo 1, p. 73.

19 Miguel Avilés: «La Contrarreforma». GHI. CIL. Madrid 1986, Tomo 15, pp. 92-97.

20 Edmond Paris: La historia secreta de los jesuitas. Chick Publivations. Ontario. USA, 2007, p. 37.

21 Antonio Castro Zafra: Los círculos del poder. Editorial Popular, Madrid 1987, p. 335.

22 Daniel Sánchez Caballero/Jesús Bastante: «Escuelas infantiles, 90 colegios y tres universidades: el millonario imperio educativo del Opus en España», 1 de noviembre de 2024. https://www.religiondigital.org/educacion/Escuelas-infantiles-universidades-Opus-Espana-escriva-preceptuacion-segregacion

23 André Maurois: Napoleón. Planeta de Agostini. Barcelona 1995, p. 102.

24 Albert Greiner: Lutero. SARPE, Madrid 1985, p. 145.

25 Paul Johnson: La historia del cristianismo. Vergara Editor. Buenos Aires 1989, pp. 542-544.

26 Antonella Marty: «Dios, patria y poder: El nacionalismo cristiano que busca conquistar Estados Unidos». 6 de marzo de 2025. https://www.sinpermiso.info/textos/dios-patria-y-poder-el-nacionalismo-cristiano-que-busca-conquistar-estados-unidos

27 Bobby Ross Jr. y Hamil R. Jarris: «Banderas, fe y furia». 13 de enero de 2021. https://christianchronicle.org/christian-nationalism-on-display-in-u-s-capitol-riot/

28 B. Alden Cox: Los indios del Canadá, Mapfre, Madrid, 1992, p. 50.

29 P. Barsotti: «Marx y Engels: crisis económica y revolución social (1844-1857)», Marx Ahora, La Habana, No. 33/2012, p. 72.

30 Marx: Herr Vogt. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1860/herr-vogt.pdf

31 Jacques Droz: «Los orígenes de la socialdemocracia alemana». Historia General del Socialismo. Destino. Barcelona 1976. Tomo 1, p. 481.

32 E. Cherniak: Cinco siglos de guerra secreta. Edit. Arte y Literatura. La Habana 1979, Tomo 2, pp. 289-295.

33 Daniele Ganser: Los ejércitos secretos de la OTAN. El Viejo Topo. Barcelona, 2010, PP. 137-141.

34 Daniele Ganser: Los ejércitos secretos de la OTAN. El Viejo Topo. Barcelona, 2010, P. 176.

35 Pedro Etcheberry Vázquez: «Impactos de los programas subversivos de la USAID y de la NED: Sus vínculos con los servicios de inteligencia norteamericanos (Parte I y II)», 7 de marzo de 2025. https://www.resumenlatinoamericano.org/2025/03/07/cuba-impactos-de-los-programas-subversivos-de-la-usaid-y-la-ned-sus-vinculos-con-l

36 T. I.: «Empresas de armas, cuerpos militares y organismos de carácter militar o de defensa participan en la mayoría de los proyectos europeos de I+D…». 17 de enero de 2025. https://www.tercerainformacion.es/articulo/actualidad/17/01/2025/empresas-de-armas-cuerpos-policiales-y-organismos-de-caracter-militar-o-de-defe

37 GeopoliticsArtis: «La ingeniería de la realidad. Un siglo de control cultural». 17 de enero de 2025. https://elsudamericano.wordpress.com/2025/01/17/la-ingenieria-de-la-realidad-un-siglo-de-control-cultural-desde-los-monopolios

38 Publico: «Interior defiende la infiltración de policías en movimientos sociales para “prevenir la delincuencia”». 20 de junio de 2024. https://www.publico.es/politica/interior-defiende-infiltracion-policias-movimientos-sociales-prevenir-delincuencia.html

39 MPR21: «Las libertades públicas están muriendo silenciosamente en Europa». 29 de agosto de 2024. https://mpr21.info/las-libertades-publicas-estan-muriendo-silenciosamente-en-europa/

40 ANC: «Cronología del proceso de autodeterminación de Catalunya». https://int.assemblea.cat/es/cronologia-del-proceso-de-autodeterminacion-de-catalunya/

41 Dos Cuadrados: «Manual para destapar a un policía infiltrado». Febrero de 2025. https://kaosenlared.net/manual-para-destapar-a-un-policia-infiltrado/

42 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, Boltxe Liburuak, Bilbo 2013, p. 7

43 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, OPS. CIT. p .10.

44 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, OPS. CIT. p .34

45 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, OPS. CIT. p .36.

46 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, OPS. CIT. p .36.

47 V. Serge: Lo que todo revolucionario debe saber sobre la represión, OPS.CIT. pp. 44-46.

48 Roxana Sandá: «Para que el miedo no venza». 29 de noviembre de 2024. https://www.pagina12.com.ar/786425-para-que-el-miedo-no-venza

49 Debates: «La Infiltrada, premios, falsas casualidades y guerra cultural». 25 de febrero d 2025. https://kaosenlared.net/la-infiltrada-premios-falsas-casualidades-y-guerra-cultural/

50 Ídem

51 Luca Celada: «Globos de Oro, S.A.: De cómo un premio de Hollywood se sumó al orden neoliberal», 31 de diciembre de 2023. https://www.sinpermiso.info/textos/globos-de-oro-sa-de-como-un-premio-de-hollywood-se-sumo-al-orden-neoliberal

52 Ashley Gate: «Y el Oscar es para… ¡el Pentágono!». 2 de marzo de 2025. https://www.elcohetealaluna.com/y-el-oscar-es-para-el-pentagono/

53 María Fernández: «¿Cuánto vale la lengua? Casi un 10% del PIB mundial descansa en el español.»18 de septiembre de 2023 https://elpais.com/economia/negocios/2023-09-16/cuanto-vale-la-lengua-casi-un-10-del-pib-mundial-descansa-en-el-espanol.html

54 Romaric Godin: «Los límites del modelo de crecimiento español». 11 de febrero de 2025. https://www.lahaine.org/est_espanol.php/los-limites-del-modelo-de

55 Albino Prada: «Crecimiento económico español: turismo y vivienda». 21 de enero de 2025. https://www.sinpermiso.info/textos/crecimiento-economico-espanol-turismo-y-vivienda

56 José Enrique Monroi: «Sánchez reivindica la “unidad territorial” de España en la Conferencia de Presidentes». 13 de diciembre de 2024. https://www.eldiario.es/politica/ultima-hora-actualidad-politica-directo_6_11898219_1111480.html

57 Víctor López: «Los archivos de la represión franquista, un muro de secretismo: “La cosa está peor que hace 20 años”». 1 de febrero de 2025. https://www.publico.es/politica/memoria-publica/archivos-represion-franquista-muro-secretismo-cosa-peor-20-anos.html

58 Fernando Buen Abad: «Hacia un Mapa de la “Batalla Cultural” (el otro nombre de la guerra cognitiva)». 3 de enero de 2025. https://www.almaplus.tv/articulos/10765/hacia-un-mapa-de-la–batalla-cultural—el-otro-nombre.

59 Maité Campillo: «La Infiltrada y El Finlandón». 28 de febrero de 2025. https://kaosenlared.net/la-infiltrada-y-el-filandon/

60 Xabier Makazaga: «La tortura secreta». 18 de agosto de 2024. https://boltxe.eus/2024/08/tortura-secreta/

61 Véase del autor: «La tortura como ética de la propiedad». 17 de febrero de 2025 https://boltxe.eus/2025/02/la-tortura-como-etica-de-la-propiedad/

62 Glenn Diesen: «La ciencia de la propaganda anti-rusa». 5 de enero de 2025 https://diario-octubre.com/2025/01/05/la-ciencia-de-la-propaganda-anti-rusa/

63 Miguel Suárez del Cerro: «Resistencia cultural frente a la censura en Pamplona». 18 de enero de 2025. https://rebelion.org/resistencia-cultural-frente-a-la-censura-en-pamplona/

64 Enric Llopis: «Militarización, criminalización y vigilancias: la ciudad al servicio de las élites». 16 de diciembre de 2024. https://rebelion.org/militarizacion-criminalizacion-y-vigilancias-la-ciudad-al-servicio-de-las-elites/

65 Mats Lucía Bayer: «El papel estratégico de las ciudades para el capital». 4 de octubre de 2022. https://www.cadtm.org/El-papel-estrategico-de-las-ciudades-para-el-capital

66 Henri Lefebvre: «El espacio, producto social y valor de uso». 27 de abril de 2017. https://marxismocritico.com/2017/04/27/el-espacio-producto-social-y-valor-de-uso/

67 Carles Carreras Verdaguer, Alejandro Morcuende González: «Marxismo y Ciudad. Una cuestión esencial no suficientemente destacada». 27 de octubre de 2018. https://www.sinpermiso.info/textos/marxismo-y-ciudad-una-cuestion-esencial-no-suficientemente-destacada

68 Marx y Engels: Manifiesto del Partido Comunista. 1848. https://www.marxists.org/espanol/m-e/1840s/48-manif.htm

69 Diego Casado: «Madrid dedica a los coches el 61% del espacio disponible en sus calles». 15 de junio de 2024. https://www.eldiario.es/madrid/somos/madrid-dedica-coches-61-espacio-disponible-calles_1_11419048.html#:~:text=E

70 Jacobo García: «El Madrid rico se barre más que el pobre: una calle de Chamberí, varias veces al día, otra de Carabanchel, tres a la semana». 13 de junio de 2024. https://elpais.com/espana/madrid/2024-06-13/el-madrid-rico-se-barre-mas-que-el-pobre-una-calle-de-chamberi-varias-v

71 Elías Lavín: «“Se morían igual”. Ayuso reconoce que dejó morir a 7.291 ancianos en las residencias». 16 de febrero de 2024. https://www.izquierdadiario.es/Se-morian-igual-Ayuso-reconoce-que-dejo-morir-a-7-291-ancianos-en-las-residencias

72 CS: Ciudad Mercancía. ETCÉTERA. Correspondencia de la guerra social. Nº 57. Junio 2017, La Cera, 1 bis, 08001, Barcelona, pp. 4-9. Disponible en la red.

73 Marx: «”El género humano”. Carta de Carlos Marx a Ludwig Feuerbach. (Agosto de 1844)». 26 de febrero de 2025. https://elsudamericano.wordpress.com/2025/02/26/el-genero-humano-carta-de-carlos-marx-a-ludwig-feuerbach-agosto-de-1844/

74 KKE: «Grecia. Huelga General y repudio a las autoridades en el aniversario del accidente ferroviario». https://insurgente.org/gracia-huelga-general-y-repudio-a-las-autoridades-en-el-aniversario-del-accidente-ferroviario/

75 Toby Abse: «Cuatro Huelgas generales en cuatro años. Hace falta un balance». 15 de diciembre de 2024. https://www.sinpermiso.info/textos/italia-cuatro-huelgas-generales-en-cuatro-anos-hace-falta-un-balance

76 MPR21: «Alemania crea una base de datos para militarizar la sociedad». 8 de noviembre de 2024. https://mpr21.info/alemania-crea-una-base-de-datos-para-militarizar-a-la-sociedad/

77 E. A. Kosminsky: Historia de la Edad Media. Ayuso Madrid 1976. pp. 157-158.

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