Me decía un ciudadano norteamericano simpatizante de la revolución cubana de visita en La Habana que él tenía la impresión de que los cubanos estaban engañando al mundo fingiendo, con algunas de las reformas que se estaban adoptando, un giro hacia el capitalismo cuando en verdad lo que se proponen es seguir avanzando hacia el […]
Me decía un ciudadano norteamericano simpatizante de la revolución cubana de visita en La Habana que él tenía la impresión de que los cubanos estaban engañando al mundo fingiendo, con algunas de las reformas que se estaban adoptando, un giro hacia el capitalismo cuando en verdad lo que se proponen es seguir avanzando hacia el socialismo. Le aclaré que el Presidente cubano Raúl Castro ha declarado reiteradamente que «todo cuanto hacemos va dirigido a la preservación y desarrollo en Cuba de una sociedad socialista sustentable y próspera». Las campañas contra Cuba que promueve Washington son las que utilizan el sofisma de que la Isla gira al capitalismo para sustentar su reclamo de que el socialismo ha fracasado. Es obvio que las profundas transformaciones están teniendo lugar en Cuba en forma de reajuste del sistema económico que se ha construido desde 1959, se orientan, en mayor o menor medida, a aprovechar ciertos estímulos propios del mercado.
Si se examinan los importantes cambios que han tenido lugar en Cuba durante el año que recién despedimos -resultantes todos de la ejecución del programa de actualización del modelo económico del presidente Raúl Castro- puede apreciarse la gran trascendencia de éstos que la gran prensa corporativa global esconde o manipula. Basta pasar revista a las transformaciones que han tenido lugar en el año que recién despedimos -resultantes de la ejecución del programa de actualización del modelo económico del presidente Raúl Castro- para apreciar que el carácter de los cambios es consecuente con las declaraciones públicas de los dirigentes cubanos y bien distante de las especulaciones de un inadmisible retroceso al capitalismo.
En enero de 2012 se efectuó la Conferencia del Partido Comunista de Cuba convocada en abril del año anterior por el VI Congreso del PCC en la que se aprobaron los lineamientos generales de acción para guiar las reformas económicas y sociales que lleva a cabo el país. En ese mismo mes se amplió la posibilidad de arriendo de locales estatales a trabajadores privados, según se ha estado experimentado en pequeñas barberías y peluquerías. También se flexibilizaron las regulaciones para ejercer los oficios susceptibles de desempeño por cuenta propia. En julio, la Asamblea Nacional aprobó una nueva Ley Tributaria en virtud de la cual sistema tributario ahora incluye impuestos sobre la renta, las ventas y los servicios, la contratación de fuerza de trabajo y la contribución obligatoria a la seguridad social. En septiembre, se aprobaron importantes medidas que amplían la autonomía de gestión y control a las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (UBPC) dejando a las empresas estatales a las que están vinculadas únicamente la fiscalización de las normas técnicas en la producción contratada.
En octubre se aprobó un Decreto Ley que fijó las reglas para la entrega en usufructo de tierras estatales ociosas a campesinos privados y autorizó la construcción en esas fincas de viviendas familiares y otras obras útiles para la adecuada atención y protección de los animales y las plantaciones.
El nuevo decreto amplía significativamente el área concedida a usufructuarios particulares, así como el término de tiempo aplicable a este acto jurídico. Más de 170 mil personas se han beneficiado con estas entregas de tierra.
También en octubre, se anunciaron nuevas regulaciones migratorias que suprimieron restricciones y simplificaron trámites, lo que está llamado a contribuir a que Cuba pueda seguir practicando una política favorable a una emigración legal, ordenada y segura no obstante la hostilidad del vecino poderoso.
Otra decisión de gran alcance ha sido la apertura a la inversión extranjera de la industria azucarera, privilegiando aquellas que aporten al país capital, tecnología y mercado para las producciones que se realicen.
En el último mes del año se inició, experimentalmente, el traspaso de pequeñas cafeterías y restaurantes estatales donde laboran hasta cinco personas a un nuevo modelo de gestión que incluye el arrendamiento de esos locales a sus trabajadores que los administran.
Se aprobó igualmente la creación gradual de cooperativas en los sectores del transporte, la gastronomía, la pesca, los servicios personales y domésticos, la recuperación de materias primas, la construcción y la producción de materiales constructivos.
De la misma manera que las economías capitalistas acuden al Estado ante dificultades que el mercado no puede resolver, una economía centralizada como la de Cuba debe acudir sin temores a tomar prestados mecanismos de mercado que le sean útiles para consolidar su rumbo.
Las que Cuba viene haciendo son transformaciones notables que, sin embargo, nada tienen que ver con un cambio de brújula y, mucho menos con el regreso a un sistema injusto, ya sufrido y repudiado. Enero de 2013.