Recomiendo:
0

Entrevista a Eduardo Lucita de Economistas de Izquierda (EDI)

«La Ruta de la Seda es una muestra de que la globalización no ha muerto»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Has estado produciendo algunos artículos referidos al tema de China. Se me ocurre preguntarte si el viaje de Mauricio Macri a la China nos incorpora a la nueva Ruta de la Seda E.L.: Me estoy dedicando un poco a China porque si bien vivimos con mucha intensidad desde América Latina lo que está pasando […]

M.H.: Has estado produciendo algunos artículos referidos al tema de China. Se me ocurre preguntarte si el viaje de Mauricio Macri a la China nos incorpora a la nueva Ruta de la Seda

E.L.: Me estoy dedicando un poco a China porque si bien vivimos con mucha intensidad desde América Latina lo que está pasando en Venezuela y también en Brasil, porque ambos afectan a nuestro país y sobre todo a los movimientos populares y la izquierda en general, la cuestión china me parece el tema central a analizar en cuanto a temas internacionales. No solo porque China aparece como la segunda potencia económica mundial, o si se la mide por poder de compra ya es la primera, además de ser la principal fuente de acumulación de capitales internacionales desde hace años. Aunque obviamente no tiene capacidad militar ni geopolítica para disputar hegemonía, aunque sí en perspectiva estratégica.

El nuevo papel de China, como el ascenso de Donald Trump y el Brexit, hay que inscribirlos en que se está gestando en el mundo un nuevo orden internacional, que suplantará al que surgiera en la postguerra, después de la Segunda Guerra Mundial, y que ya está prácticamente agotado, muchas de sus instituciones están obsoletas, etc. Por eso me estoy dedicando a China.

La Ruta de la Seda no llega, por ahora, a nuestra región, trata de cubrir un gran espacio en Asia Central llegando hasta Europa, pero no en vano había algunos presidentes latinoamericanos como Bachelet, el presidente del Perú, etc. El cuanto a la presencia de Macri, estaba prevista una visita de Estado para reanudar el diálogo China-Argentina, que iba a hacerse dos o tres días después de ese evento de la Ruta de la Seda, por eso Macri adelantó su viaje un par de días para poder asistir a ese Foro. Pero los acuerdos que firmó con China se resolvieron en el marco del diálogo China-Argentina.

M.H.: Mucho se ha hablado de esos acuerdos, he escuchado declaraciones de la Canciller Malcorra, del propio Mauricio Macri y la Vicepresidenta, sin embargo, muchos de esos acuerdos no hacen otra cosa que ratificar los ya firmados por el anterior gobierno.

E.L.: Sí. Ya en el 2013 CFK había firmado unos acuerdos; el protocolo y toda la discusión previa fue llevada adelante por el ex ministro De Vido y su par chino. Hay que decir que el actual Presidente y Secretario General del Partido Comunista Chino asumió en 2012 y ya en 2013 había lanzado toda esta idea de un nuevo relacionamiento de China con el resto de los países y en ese mismo año firmó los acuerdos con CFK. Lo cual no quiere decir que en estas discusiones actuales no se hayan hecho ajustes, sacando algunos temas y poniendo otros, eso no lo conozco, pero en líneas generales es lo mismo.

M.H.: Algunos analistas internacionales, refiriéndose a la Ruta de la Seda, han hablado de un Plan Marshall optimizado. Los alcances que tiene este proyecto ¿se pueden comparar en algún punto a lo que fue el plan de reconstrucción de Europa después de la II Guerra Mundial?

E.L.: No, yo creo que hay exageraciones periodísticas y cierto impresionismo en algunos dirigentes políticos. Por ejemplo, cuando ascendió Trump, el Vicepresidente de Bolivia, García Linera, que es un intelectual de fuste, publicó un artículo que se tituló «La globalización ha muerto». Yo creo que justamente la Ruta de la Seda es una muestra de que la globalización no ha muerto, sino que tal vez estemos en una nueva fase de la globalización, esta vez liderada por China. Lo puso de manifiesto en el último Foro de Davos cuando asumió el liderazgo de la globalización y del libre comercio.

No comparto que este sea un nuevo Plan Marshall, porque aquello se trató de una cantidad de dinero volcada en Europa para la reconstrucción de la misma, acá no hay ninguna reconstrucción de nada, no hubo ninguna guerra, ningún derrumbe, los países involucrados tienen las mismas carencias que hace años por otras razones. China se ha dado cuenta que ya no puede continuar creciendo como lo hacía hasta ahora, en base a la exportación primero, las inversiones luego y finalmente el mercado interno. Necesita pegar un salto en calidad y cantidad y pasar a otra escala de exportaciones. Su economía que venía creciendo al 10/12% está ahora en 6/7% anual, no es poco para la economía mundial pero sí para los chinos.

El proyecto de la Ruta es un entramado de rutas, ferrocarriles, gasoductos, usinas, mejoras en los puertos para facilitar la conectividad y los intercambios. Es otro tipo de plan con el que China busca primero posicionarse bien globalmente, segundo colocar excedentes financieros que le causan desequilibrios internos y tercero colocar productos terminados. Además con las rutas se garantiza el abastecimiento por terceros países de las materias primas que necesita. Es un plan global.

M.H.: La reunión entre el presidente Xi Jinping y el presidente Trump ¿arrojó algún cambio sustancial en la relación entre estos dos países?

E.L.: Yo creo que China y EE. UU. en el largo plazo son rivales estratégicos pero en el corto plazo no. Buena parte del ordenamiento mundial depende de la relación EE. UU-China/China-EE. UU. Lo que logró Trump fue decirle que quiere relaciones bilaterales, que no quiere negociar al interior de la OMC. Esto se debe a que EE. UU. tiene un déficit comercial del orden de 4/5 puntos de su producto y el núcleo del déficit es con China. Comercian alrededor de 500/600 mil millones de dólares al año, pero el déficit de EE. UU. es de 330.000 millones, más de la mitad del comercio total con China. Entonces, su primer objetivo es tratar de mejorar las relaciones comerciales con China.

Los acuerdos que han hecho son acuerdos de complementación, China le va a abrir mercados a EE. UU. que hasta ahora estaban vetados al capital extranjero. Los chinos son muy liberales, muy libre comercio, pero al interior tienen muchísimas restricciones que impone el Estado como no las tiene otro país. Una de las concesiones que le hace a EE. UU. es abrirle parte de ese mercado hasta ahora vedado.

M.H.: Algo leí sobre importación de carne y gas, porque tenía una restricción la carne norteamericana para entrar en China.

E.L.: Sí, es probable. A su vez EE. UU. le abre las puertas para invertir a China, con la idea de que los productos que China ya vende en USA lo siga haciendo, pero los produzca allí. Hay otra serie de acuerdos internacionales también. Por supuesto que esto está atravesado por los intereses geopolíticos, las bases norteamericanas en el sur de China, el problema de Corea del Norte y Corea del Sur, el despliegue del abanico misilístico de EE. UU. que a China no le gustó nada, las relaciones con Rusia… en fin, son roces de todo tipo entre grandes potencias, pero la vía comercial y financiera por ahora no se ve afectada.

La otra cuestión importante que han acordado es que China va a invertir financieramente en el plan de obras públicas norteamericano, dicen que hasta un 20% de un plan que es enorme. Esto da una idea que la OMC que ya estaba estancada ahora lo está más que nunca.

M.H.: Ahora que la vamos a presidir Argentina a partir de diciembre, eso puede modificarse (sic).

E.L.: La OMC viene empeorando año a año, que la hagan acá no quiere decir que mejore mucho, además no sé qué de positivo hay en que mejore. La OMC fue la institución internacional que emergió del período fuerte de la globalización en los ´90, que regulaba todo el sistema, hoy, frente a las nuevas exigencias de la crisis capitalista, hay acuerdos que se hacen país a país con condiciones que superan ampliamente a favor del gran capital las que pone la OMC. Acabo de leer la respuesta de un ex ministro de Brasil al que le preguntan por todo esto y contesta que la OMC era una porquería pero al menos tenia reglas, lo que se está intentando hacer ahora es un libre comercio total sin reglas de ningún tipo. Es la etapa superior de la globalización lo que quiere EE. UU., hay que ver si lo logra porque ahí pesan discusiones de todo tipo, pero en la línea que va, el acuerdo con México y Canadá, lo que hizo con China, el levantar el TPP, todo es por fuera de la OMC.

En Brasil llama la atención que no aparezca la demanda de una Asamblea Constituyente

M.H.: Mencionaste al pasar a Brasil y no quiero dejar de abordar la crisis política pero también económica que vive nuestro principal socio comercial.

E.L.: Es una crisis de muy larga duración y que día a día se profundiza. Empezó con el Petrolao, las coimas de Petrobrás a las constructoras, después el Lava Jato, las coimas a los políticos para financiar las campañas, a principios de año fue el escándalo de la Carne Débil, en mal estado, que vendía la JSB que es la principal corporación del mundo en carnes procesadas y ahora el escándalo Temer, el propio presidente de la Nación negociando una «comisión» para el Presidente de la Cámara de Diputados que ahora está preso. Todos los días hay una cosa nueva que profundiza la crisis e impacta en la economía, que se esperaba repuntara en este primer trimestre, ahora va para abajo, lo cual afecta a la Argentina también.

El problema es que se barajan distintas salidas pero no se llega a nada, una opción sería la renuncia de Temer que sería una cuestión muy rápida para intentar contener la crisis, eso es lo que plantean los sectores más lúcidos, pero Temer, al menos por ahora, dice que no va a renunciar. Está el impeachment o juicio político, pero eso lleva entre 8 y 12 meses y el año que viene hay elecciones, entonces eso tampoco sirve. Algunos piden la intervención del Tribunal Supremo de Justicia, pero también tiene un trámite largo, aquí la sucesión la resuelve el Congreso. Finalmente está la opción que algunos proponen que es la anulación del mandato por abuso de poder. Anularían el mandato porque la fórmula Roussef-Temer estaría acusada de abuso de poder, por el financiamiento ilegal de las campañas por parte de Odebretch.

En última instancia lo que se discute es si elecciones directas ya, que es lo que pide el PT y otros sectores, o elecciones indirectas en las que elije el Congreso. Para esta última el problema es que la mayoría de los candidatos en la línea sucesoria, el titular de Diputados, el titular del Senado, etc., todos están con problemas de papeles, enjuiciados, etc. Es difícil encontrar un personaje público o funcionario en actividad capaz de asumir como Presidente. Por eso se está volviendo a hablar de Fernando Enrique Cardozo, porque si hay directas ya, lo más probable es que gane Lula.

Ayer hubo una reunión muy importante, por primera vez se sentaron los tres presidentes constitucionales, Cardozo, Lula y Dilma y a la salida de esa reunión, Cardozo dijo que al PT no se lo puede ignorar, cualquier acuerdo de consenso que tengan tiene que estar incluido el PT sino no hay gobernabilidad alguna.

Hay muchos sectores, entre ellos el PT y la izquierda que piden directas ya, ahora Joao Pedro Stedile del MST acaba de decir que quieren directas ya pero también un plan de reconstrucción popular de la economía, porque si van a directas sin un plan pueden seguir con la misma política de ajuste que había empezado Dilma Roussef y que está profundizando tremendamente Temer. Para serte honesto, yo no conozco mucho la situación de Brasil, leo y recibo material de allá, lo que me llama la atención es que ante una crisis de liderazgo como ésta, ante una descomposición de esta naturaleza, no aparezca con claridad la demanda de una Asamblea Constituyente para reformar el país.

De todas maneras yo pienso que esto solo se resuelve positivamente en las calles, porque lo que en realidad está en juego es si las clases dominantes impondrán las reformas laborales y previsionales que estaba tratando el Parlamento. Precisamente, creo que mañana (24/5) hay convocada por los sindicatos, movimientos sociales y la izquierda, una concentración en Brasilia para rechazar estas reformas reaccionarias. Hoy corría el rumor que Temer sacaría el Ejército a la calle, si así fuera sería un precedente muy malo, porque quedaría en el aire la posibilidad de un golpe.

De todas maneras lo que muestra nítidamente Brasil, que aparece en todos los países pero que allí se ve claramente, es la complicidad del Estado con las grandes corporaciones.

M.H.: Y los grandes medios periodísticos.

E.L.: También. Esto lo que muestra, una conclusión general que no es de ahora, está dicho hace muchísimo tiempo atrás, y es que el capitalismo no es otra cosa que el crimen organizado, definiendo crimen como un delito general. El capitalismo es el mejor organizador de delitos desde que existe y acá se demuestra claramente.

M.H.: Planteás cierto desconocimiento de la situación brasileña, pero sí conoces en profundidad la economía argentina, ¿cómo nos afecta la situación de Brasil?

E.L.: Nos afecta por varios lados. Ya nos viene afectando por el lado del comercio internacional. Buena parte de nuestras exportaciones van a Brasil y la mayoría son industriales y del rubro automotriz que, por otra parte, es deficitario en dólares, pero de todas maneras es la principal fuente de exportación y abre caminos para otras exportaciones, entonces de ese lado ya nos viene afectando.

Ahora el real se devaluó, también se devaluó un poco nuestro peso, porque el dólar pegó un pequeño salto pero, de todas maneras, la devaluación en Brasil es mayor que la de acá, o sea que se encarecen más nuestros productos y se abaratan los de ellos. Además, las previsiones del gobierno Macri contemplaban que Brasil creciera un 1% este año y 2% el que viene y empezara a traccionar a la economía argentina y esto no se cumplirá.

La otra vía de afectación es la financiera, Brasil está muy endeudado y la cifra que paga de intereses es altísima. Esta crisis ha hecho que la tasa de interés en Brasil comenzara a subir, o sea, el endeudamiento le sale más caro, si esta crisis permanece un tiempo más nos va a afectar a nosotros también por este lado. Nosotros tenemos un porcentual de deuda menor que Brasil, aunque el gobierno Macri la está aumentando rápidamente, pero tenemos una deuda interna por las Lebac, que ya es un 20/30% superior al capital circulante, por lo tanto, los bancos cada vez cobran más caro y el Banco Central para controlar la inflación subió la tasa a 26,25%. La gente sale del dólar para poner plata en las Lebac, pero ahora el dólar subió, entonces se vuelven al dólar.

Todo esto es un círculo vicioso que se muerde la cola, porque a pesar de la política de contracción monetaria que está haciendo el Banco Central con las tasas de interés, resulta que la inflación no cede, el mes pasado fue 2,6 y están estimando que este mes va a estar en el 2, con lo cual en el primer trimestre ya tenemos una inflación del 9,1 sumale 2 y vamos a estar en más de 11% en cinco meses, cuando la meta establecida por el Banco Central es el 17% para todo el año y ahora el gobierno fijó una meta del 20% extraoficialmente, aunque la mayoría de los consultores, incluso del sistema, piensan que va a estar entre el 22 y el 25%. Para completarla el déficit fiscal sigue creciendo.

Por último, está también la corrupción vía coimas de Odebrecht, que según han dicho sus funcionarios alcanzó los 35 millones de dólares; parece muy poco. Hay que ver cómo se procesa esto entre nosotros ya que Odebrecht está involucrada en varias obras.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.