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La salsa del salsero Chirino

Fuentes: Rebelión

La ultra derecha cubanoamericana de Miami se cree que ellos forman parte de una república independiente de los Estados Unidos. El condado de Miami Dade, controlado políticamente por estos elementos, en una ocasión declaró persona non grata al presidente de Sudáfrica Nelson Mandela. Los candidatos políticos aquí son elegidos de acuerdo a cuál tiene la […]

La ultra derecha cubanoamericana de Miami se cree que ellos forman parte de una república independiente de los Estados Unidos. El condado de Miami Dade, controlado políticamente por estos elementos, en una ocasión declaró persona non grata al presidente de Sudáfrica Nelson Mandela. Los candidatos políticos aquí son elegidos de acuerdo a cuál tiene la posición más dura frente al gobierno de Cuba. Ellos consideran que los intercambios culturales entre Estados Unidos y Cuba no se deben realizar, porque los artistas cubanos que aquí residen no pueden ir a cantar a Cuba. Por supuesto, ellos no dicen que, para que un artista cubanoamericano vaya a Cuba a actuar, solo lo podría hacer, si el gobierno de Cuba le permite, que antes de que suene la clave para empezar la rumba el artista tiene que echar un discurso político virulentamente anticastrista. Todos sabemos que, si no hacen eso, los fríen en Miami como croqueta en manteca caliente.

Willy Chirino, un salsero cubanoamericano localmente muy conocido, acaba de hacer unas declaraciones sobre la visita del canta autor cubano, internacionalmente conocido, Pablo Milanés. Chirino afirma que algunos artistas cubanos le han dicho que por qué no va a Cuba a lo que, según dice, dijo que de la única manera que iba era, si en vez de que le pusieran a él condiciones, el pondría las suyas. ¿Y saben Uds. cuáles son estas? Bueno, que le pongan vallas por el Malecón habanero anunciando el concierto, que éste sea promovido por las emisoras de radio y televisión de la isla, que el concierto sea en la Plaza de la Revolución y que lo inviten al programa de La Mesa Redonda de la televisión cubana para él poderle hablar al pueblo cubano. Vaya, estas declaraciones del salsero cubano mueven a risa. El hombre no quiere ir a Cuba a cantar, sino a hablar mal del gobierno. Chirino, que lleva cincuenta años viviendo en Miami, conoce muy bien lo que significaría ir a Cuba, solo a desarrollar su arte, como los artistas cubanos vienen a Miami. Los Van Van, Carlos Varela, Buena Fe, etc., etc. han venido a este lado del Estrecho de la Florida y no se les ha ocurrido declarar que ellos solo vendrían aquí, si los dejaran, antes de empezar a actuar, echar discursos antiamericanos y desprestigiar al gobierno de este país. Chirino conoce muy bien las reglas del juego de la ultraderecha local, a él mismo se las han aplicado. Hace unos años atrás se le ocurrió regalarle un instrumento musical a uno de los Van Van en Panamá y después tuvo que venir a físicamente llorar en las estaciones de radios de esta ciudad, pidiendo perdón y haciendo actos de fe al llamado Exilio Cubano.

Ana Margarita Martínez Casado, una actriz cubana muy bien conocida entre los cubanos que aquí residimos, en una ocasión fue con una compañía teatral de New York a actuar en La Habana y cuando regresó, se encontró que, aparte de haber sido nombrada con los peores epítetos, fue eliminada de todos los comerciales que tenía en la radio y televisión local. Pero estos casos de cacerías de bruja no solo han sido contra los artistas de origen cubano, eso le ha pasado a artistas españoles y latinoamericanos, los cuales, para poder volver a actuar aquí, tuvieron que hacer declaraciones humillantes contra ellos mismos. Oscar de León, Julio Iglesia, Los españolísimos, etc., etc., han sido víctimas de la propaganda difamatoria de estos trogloditas, herederos de Trucutú y del macartismo de la década de los cuarenta y cincuenta del siglo pasado.

Chirino, en su entrevista declaró que la Nueva Trova marco época en la música cubana y que Pablo Milanés es un gran exponente de la misma, para después casi crucificarlo por ser este un simpatizante del «régimen criminal de Cuba». Para Willy, no importa que Pablo haga declaraciones criticando al gobierno revolucionario, él sabe que los vociferantes de la ultraderecha han lanzado la consigna de que hay que atacarlo y por lo tanto, el podrá mucho alabar su música, pero al mensajero de la misma hay que colgarlo en la cruz. El salsero, como decimos los cubanos, sabe muy bien cuadrar la caja con la caverna miamense

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.