Parece que ha sonado la hora de Alfonso Sastre. Y esto, para quienes consideramos al autor madrileño como el más grande del siglo XX español, en paridad con el genio esperpéntico de Valle-Inclán, es motivo de júbilo; supone una especie de justicia poética largamente aplazada. Una sociedad que prescinde del teatro de Alfonso Sastre no […]
Parece que ha sonado la hora de Alfonso Sastre. Y esto, para quienes consideramos al autor madrileño como el más grande del siglo XX español, en paridad con el genio esperpéntico de Valle-Inclán, es motivo de júbilo; supone una especie de justicia poética largamente aplazada. Una sociedad que prescinde del teatro de Alfonso Sastre no es una sociedad normalizada.
De momento, los augures del reino han visto en el vuelo de las aves y las vísceras de los corderos signos favorables a Alfonso Sastre. Y, lo que es más importante: los ven también organismos públicos, privados y mediopensionistas. Otros momentos favorables ha habido también en la peripecia escénica de Sastre que no tuvieron continuidad. Verbigratia, el proyecto de Pérez de la Fuente de llevarlo al María Guerrero hace cuatro años; hace unos cuantos más La taberna fantástica fue el éxito de la temporada; y el aterrizaje en el Centro Cultural de la Villa de El viaje infinito de Sancho Panza, a primeros de los 90, lo dirigió Gustavo Pérez Puig y lo destrozó el gran humorista Pedro Ruiz.
Pérez Puig, en 1954, puso en escena una de las obras míticas de Sastre, Escuadra hacia la muerte. Pese al éxito clamoroso de los tres días que duró en cartel, fue prohibida; con esa prohibición empezaron sus desventuras en el teatro español.
La historia, pues, viene de lejos; de hace medio siglo, más o menos. En este tiempo, Alfonso Sastre ha compuesto medio centenar de obras determinantes de una nueva dramaturgia y ha escrito poesía de cárcel y novelas de terror, casi desconocidas. Ha pasado del drama, matizadamente realista, a la tragedia compleja y ha elaborado una monumental obra ensayística con títulos como Drama y sociedad, Anatomía del realismo, La revolución y la crítica de la cultura, Prolegómenos a un teatro del Porvenir, Crítica de la Imaginación… Sobre Sastre hay docenas de estudios y exégesis. Puede que sea el autor más estudiado y el menos representado.
Ahora se preparan varios eventos que podrían reparar esa marginación que dura medio siglo. Pérez de la Fuente prepara para el Albéniz Dónde estás Ulalume, donde estás, sombría y genial epopeya de las últimas alcoholizadas horas de Allan Poe, arrastrando su delirium tremens por las calles de Baltimore.
Si las cosas siguen tan claras como las tenía Cristina Santolaria, cuando era director general Javier Casal, Pérez de la Fuente y Ulalume vendrán al Albéniz antes de que lo dinamiten. Preocupada Santolaria porque los cascotes del desguace del Albéniz no caigan sobre la cabeza de la Comunidad, la ayuda al proyecto Sastre es una buena causa. Cumplirá así el ex director del Centro Dramático Nacional, gracias a la Comunidad de Madrid, el sueño de completar su antología de autores españoles (Max Aub, Arrabal, Nieva, Buero y Sastre) que no le dio tiempo a cerrar en el María Guerrero.
De otro lado, Justo Alonso, un histórico del teatro de Sastre y siempre atento, se afana en llevar a buen puerto Han matado a Prokopius y otros andan dándole vueltas al teatro infantil del autor madrileño. Mario Gas, en el Español, ha encargado a Angel Facio la lectura de las obras completas de Sastre, supongo que como algo más que un ejercicio meramente intelectual; pero los proyectos del gran Mario Gas para el Español son inciertos y a larguísimo plazo. Tan largo que nunca se sabe si se van a cumplir o no. ¿Para cuándo el prometido Mahagoney?
Por otra parte, la Asociación de Autores de Teatro que preside Jesús Campos publicará en septiembre dos tomos con una selección de 15 obras cada cual con un ilustre prologuista. Y, por último, lo que puede ser el gran acontecimiento en enero de 2007: el Círculo de Bellas Artes y la Comunidad de Madrid, con la Asociación de Autores de Teatro, la Asociación de Directores de Escena y alguna entidad más que no tardará en unirse al proyecto, tienen ultimadas unas jornadas sobre teatro, ensayo, narrativa y poesía de Sastre. En ellas participarán una veintena de especialistas que analizarán su ingente obra.