Ecuador está lleno de descontento y de protestas dispersas. Tenemos que estar claros: El problema no es Noboa, ni el descalabro de la salud y la educación, ni la inseguridad y la violencia, ni el desempleo y la migración, ni el alza de los combustibles y del costo de la canasta básica. El problema es el neoliberalismo, es decir el sistema de organización social, política y económica que rige en el país y provoca el caos, las desgracias y los muertos que padecemos. Noboa no es el causante de nuestros males, sino el medio que utiliza el sistema neoliberal para gobernar a favor de un puñado de ricos y a costa de la inmensa mayoría de los pobres.
Descontentos con el presidente Lenin Moreno, traidor del partido que lo llevó a la presidencia, hemos elegido al banquero y ladrón Guillermo Lasso. Cansados de él y de sus paraísos fiscales donde enviaba el dinero del país, hemos elegido al joven norteamericano Daniel Noboa, dueño de la mayor cartera del país, confiando en la juventud renovadora de un ‘nuevo Ecuador’, y nos damos cuenta de sus mentiras, de su desinterés por el país, de su desprecio de los pobres, de su sumisión al FMI (Fondo Monetario Internacional) y a las directivas de la embajada norteamericana…
Nos hemos dejado manipular por los grandes Medios de Comunicación en manos de los ricos y pautados por el gobierno. Nos hemos dejado envenenar por el odio y las calumnias en contra del gobierno que había sacado 2 millones de pobres de la miseria, llenado el país de carreteras de primer orden, construido decenas de hospitales y centenares de centros de educación, entregado miles de bonos a los estudiantes universitarios para formarse en las mejores universidades del planeta, llevado la economía en beneficio de los más necesitados del país, edificados una docena de represas eléctricas para suprimir los apagones, desarrollado el turismo con la visita de varios millones de personas al país, levantado la dignidad y el autoestima de los ecuatorianos reconocidos por su desarrollo en todo el mundo…
El individualismo tenaz, la indiferencia ciega, la pasividad egoísta, la falta de compasión y de valor nos han adormecido la conciencia, haciéndonos admirar los ‘cantos de sirenas’ de los 3 últimos presidentes que pintaron de encantador el neoliberalismo que nos ha llevado al abismo. Pero, los analistas nos dicen que todavía todo esto no es suficiente para abrirnos nos los ojos y despertarnos el cerebro: “¡No hemos tocado fondo todavía!”, proclaman. Miramos la sombra y nos quedamos hipnotizados en nuestras propias desgracias sin atinar con la causa principal de nuestros males. La próxima consulta popular no es más que otra maña engañosa para mayores beneficios de los ricos.
Se trata de gritar nacionalmente con una sola voz las palabras imprescindibles que salen de los que se toman la calle y las carreteras: “¡Fuera Noboa!” y ¡Fuera todos!” … porque ellos son la banda de ladrones y explotadores que usan el neoliberalismo para empobrecernos, manipularnos, trastornarnos la conciencia y hacernos creer ingenuamente que vamos hacia el ‘nuevo Ecuador’ donde todos seremos felices, pero que nos llegará nunca a ser realidad. ¡Ya basta de cambio de presidente! Lo único que necesitamos en ese momento si queremos verdaderamente un ‘nuevo Ecuador’ es sustituir el sistema, tal como lo pueden hacer Rafael Correa y Leonidas Iza, y todos los movimientos sociales que luchamos por el ecosocialismo del Bien Vivir, tal como lo demostraron y lo están demostrando.
Jesús lo advirtió en su tiempo ante la destrucción de Jerusalén y el destierro de sus habitantes: “De repente él les hizo esta advertencia: ‘Abran los ojos y cuídense tanto de la levadura de los fariseos como de la de Herodes. ¿Todavía no entienden ni se dan cuenta? ¿Están ustedes tan cerrados que teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen?’”
Pedro Pierre: Sacerdote diocesano francés, acompaña las Comunidades Eclesiales de Base (CEB ) urbanas y campesinas de Ecuador, país adonde llegó en 1976.
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