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La vida no es así

Fuentes: Impresiones Mías

«La vida es así» es una de las frases más repetidas en tiempos de crisis. Cuando la pronuncia un pobre está llena de impotencia, de determinismo social que asume lo irremediable de su condición de pobre. Cuando la pronuncia un rico resulta una de las frases más crueles y corrosivas que puede escuchar un desheredado, […]

«La vida es así» es una de las frases más repetidas en tiempos de crisis. Cuando la pronuncia un pobre está llena de impotencia, de determinismo social que asume lo irremediable de su condición de pobre. Cuando la pronuncia un rico resulta una de las frases más crueles y corrosivas que puede escuchar un desheredado, un desahuciado de todo derecho y privilegio. Cuando la pronuncia un rico se convierte en generadora de desesperanzas en aquel a quien va dirigida, confirmadora de realidades en aquellos que la escuchan y reafirmadora de intenciones para quien la pronuncia.

Es una frase que se aprende colectiva e inconscientemente, pero que se reproduce individual y conscientemente. Quien la suele pronunciar no suele desear oírla de boca de otros. Y tal vez no falte quien se la repita a los demás por lo que de reconfortante tenga el saber, y que los demás sepan, que hay alguien a quien le va peor aún que a quien la pronuncia: el destinatario de la frase. Diría incluso que no falta quien mide su propio éxito por la cantidad de veces que es capaz de espetarle la frase a sus congéneres.

Nadie desea oír estas palabras. Viene a ser como el certificado de notoriedad de un fracaso social. Suelen ser víctima de ella, las personas que han perdido, o nunca tuvieron, un determinado estatus de vida acomodada. Como si uno, por nacer pobre, tuviera que morirse pobre.  Como si para uno, por nacer pobre, la vida tuviera que ser así. Lo único verificable, aunque hay algunas llamativas excepciones, es que quien vive pobre, vive honrado; y quien muere pobre, muere honrado. Incluso diría que la exposición causa-efecto viceversa también es abrumadora mayoría, siendo que: quien vive honrado, vive pobre; y quien muere honrado, muere pobre.

Por el contrario, quien hace de esta frase seña de identidad del éxito propio para decirle a los demás que «tener es ser, y yo soy más que tú porque tengo más», vive en el error permanente y no es capaz de acertar a ver que ser y tener son verbos que solo se alimentan de otro: dar.

Tal vez solo sean impresiones mías, pero creo que la vida no es así.

Fuente: http://impresionesmias.com/2010/12/28/la-vida-no-es-asi/