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La voz de Pablo Neruda narra la salvación de 2.500 exiliados españoles

Fuentes: Heraldo de Aragón

La actriz catalana Monserrat Julió es uno de los personajes de la obra dramatizada «La travesía», que estrenó RNE (Radio 1) para conmemorar el centenario de Pablo Neruda. Esta pieza, escrita por el autor chileno Jorge Díaz, recrea la hazaña vivida por los integrantes de un barco con exiliados republicanos españoles que el poeta, por […]

La actriz catalana Monserrat Julió es uno de los personajes de la obra dramatizada «La travesía», que estrenó RNE (Radio 1) para conmemorar el centenario de Pablo Neruda. Esta pieza, escrita por el autor chileno Jorge Díaz, recrea la hazaña vivida por los integrantes de un barco con exiliados republicanos españoles que el poeta, por aquel entonces diplomático, mandó fletar para recoger a los huidos. Nada tendría de particular esta veterana artista de 75 años, que en la obra interpreta el papel de Gabriela Mistral, si no fuera porque ella era una de las niñas pasajeras de aquel buque.

La voz de Neruda, interpretada por el actor chileno Pablo Krög, narra aquel hecho histórico. El poeta promovió la peripecia del Winnipeg, un barco de carga que zarpó del puerto francés de Trompeloup, el 4 de agosto de 1939. A bordo, 2.500 exiliados españoles que se habían refugiado en Francia, donde no tardaría en estallar la II Guerra Mundial.

Montserrat Julió es hija de un tornero miembro del PSUC en tiempos republicanos. Tenía 9 años cuando salió junto a sus padres de su Mataró natal, en enero de 1939, con rumbo a Francia. Fue un duro trayecto, como para el resto de los millares de exiliados españoles que huían ante la inminente victoria de los nacionales. Las tropas nazis estaban a punto de bombardear Francia y en el puerto de Trompeloup ya habían pintado las argollas de azul, para eludir el fuego, cuando la familia estaba a punto de embarcar en el Winnipeg.

«Francia se vio desbordada por la cantidad de personas que llegaban de España y nos ayudó el Servicio de evacuación de los refugiados españoles», recuerda Montserrat Julió. «Al llegar al puerto, mi madre y yo no estábamos en la lista, pero Pablo Neruda lo arregló todo y le aseguró a mi padre que «ese barco no se va sin su familia».

Recibidos «como héroes»

«Íbamos muy hacinados. Pero la alegría de ir a América era tremenda. En la travesía murió un niño, aunque yo apenas me daba cuenta porque era muy pequeña y estaba todo el día saltando a la comba con una amiga», relata.

«La llegada a Chile fue apoteósica. Nos recibieron como héroes. No parecía que fuéramos los vencidos. Conocí a Pablo Neruda allí, pero yo era muy tímida, muy niña. Recuerdo que hubo un presidente, González Videla, a quien Neruda ayudó a subir al poder, y que luego éste le traicionó al prohibir el Partido Comunista, momento en que Neruda tuvo que exiliarse».

Al cabo de un tiempo, la familia Julió volvió a España, donde se asentó en 1960. Montserrat había hecho una carrera brillante como actriz en Chile, después de estudiar en la universidad. En España no fue tan sobresaliente, pero sí consiguió varios papeles como en la película de Isasi Isasmendi «Tierra de todos», de la que fue prácticamente protagonista.

La emigración que llega ahora a España es bien distinta a las circunstancias que esta mujer vivió. «Aquí vienen porque pasan hambre en sus países. No sé si Europa hace todo lo que puede. El problema ahora es mucho más grande, universal. Algún día la situación estallará de una manera brutal. Cuando veo las imágenes de las pateras, con esos niños que llegan muertos de hambre, me acuerdo de que nosotros nos fuimos por motivos políticos. Además, llegamos a un país que necesitaba gente para trabajar. Fuimos creativos, y casi unos privilegiados».

Montserrat Julió ha escrito y publicado su «travesía» en una edición en catalán que, próximamente, será editada en castellano.