Introducción
Las luchas por la justicia y la libertad han sido pilares fundamentales en la historia del Ecuador. Desde los levantamientos de los esclavizados transformados en cimarrones hasta los movimientos de independencia y las revoluciones sociales, la resistencia contra la opresión y la búsqueda de un mundo más justo han sido constantes. Este ensayo explora estas luchas a través de figuras emblemáticas como Alonzo X, procesos históricos como la independencia de Haití, la abolición de la esclavitud en Ecuador, la lucha heroica de la clase obrera del 15 de noviembre de 1922 y eventos revolucionarios que definieron el curso de la historia en la región. Estos eventos no solo marcan hitos históricos, sino que también reflejan el espíritu indomable de aquellos que se opusieron a la opresión y soñaron con una sociedad equitativa.
Alonzo X: Un símbolo de resistencia y libertad
La figura de Alonzo X emerge como un símbolo de resistencia y libertad en un contexto marcado por la opresión y la lucha por la emancipación. Su identidad y su espíritu cargado de libertad, representados por la «X», evocan la negación de un nombre impuesto y la afirmación de una individualidad libre y soñadora. Alonzo X, un constructor de mentideros donde se forjaban nuevos modelos de sociedades, encarna la capacidad de trascender las limitaciones impuestas por la pertenencia a otro, buscando su verdadera herencia entre el sonido de tambores y la esencia de la marimba. Su lucha y ejemplo transmitido a millones se centra en la concepción de nuevas sociedades, en palenkes con «K» y en la Katanga del Congo, expandiendo la ecuación de su identidad en el tiempo, donde la «X» se vuelve infinita, resonando en cada tabla de la marimba, cuyo origen en las selvas de Esmeraldas simboliza la libertad y la resistencia.
La búsqueda de la libertad se entrelaza con la resistencia de los oprimidos, quienes se niegan a resignarse y acomodarse a los despojos del amo, buscando en los palenkes modelos de sociedades donde la verdadera libertad humana sea posible. Los abuelos cimarrones, en su anhelo de libertad, buscaron la frescura del monte, superando dificultades y transformando su andar en un testimonio de libertad. El encuentro con los indígenas, inicialmente conflictivo, culminó en la unidad de dos pueblos en la construcción del palenque más grande de América, el único espacio libre en el Abya Yala. Esta alianza intercultural triunfó sobre la perversa esclavitud, forjando durante más de 70 años el germen de la libertad. Así, las huellas de los cimarrones guían la lucha diaria por la sociedad soñada, donde la resistencia y la libertad se entrelazan.
Haití: La Primera República Libre
Haití, la primera nación independiente de América Latina, ha desempeñado un papel fundamental en la lucha por la libertad y la independencia en la región. La independencia de Haití, lograda el 1 de enero de 1804, marcó un hito en la historia de la resistencia contra la opresión colonial. Durante el período de la revolución haitiana, figuras como Toussaint Louverture y Jean-Jacques Dessalines lideraron la lucha contra la esclavitud y el colonialismo francés. Los esclavos africanos y afrodescendientes de Haití se levantaron en resistencia, logrando su independencia y la abolición de la esclavitud. Este acto de resistencia exitoso contra la opresión colonial dejó un legado importante en la historia de la región y se convirtió en un ejemplo inspirador para otros movimientos de independencia en América Latina.
La lucha por la libertad en Haití también resalta la importancia de la reparación histórica del daño que significó la dispersión de la sangre africana por América. Esta dispersión, que tuvo lugar cientos de años antes de la formación de los Estados que ahora nos gobiernan, es un recordatorio de que lo que ahora somos como pueblo no depende solamente de nuestra voluntad de ser. Ahora somos lo que las leyes de los Estados nos ordenan y nos mandan que seamos.
Además, Haití ha influido en la cultura de América Latina. La música haitiana, por ejemplo, se ha desarrollado a partir de una mezcla única de culturas, influenciada por la presencia colonial francesa y la cultura y el patrimonio traído al país por los esclavizados africanos.
En resumen, Haití ha contribuido significativamente a la lucha por la libertad en América Latina. Su resistencia contra la opresión colonial, su lucha por la abolición de la esclavitud y su influencia cultural han dejado un legado duradero en la región.
Abolición de la esclavitud en Ecuador
La lucha por la abolición de la esclavitud en Ecuador es otro capítulo crucial en la búsqueda de la libertad. En 1851, el General José María Urbina, en la Casa de Gobierno de Guayaquil, firmó la carta de manumisión de la esclavitud, comenzando un proceso que culminaría en 1859 cuando se expidió la Ley de Abolición, que marcó un paso importante hacia la liberación de los esclavizados en Ecuador. Esta ley declaró la abolición de la esclavitud en su totalidad y otorgó la libertad a todos los esclavizados que aún estaban en servidumbre.
Sin embargo, la libertad no llegó de inmediato para todos, y muchos afroecuatorianos continuaron viviendo en condiciones de servidumbre y explotación. La historia de marginalidad del pueblo afroecuatoriano no terminó con la abolición legal de la esclavitud, sino que persiste hasta nuestros días, como lo demuestra el caso de esclavitud moderna revelado en 2019, que afecta al menos a 450 obreros afroecuatorianos y sus familias, a quienes no se les reconoce sus derechos laborales y viven en condiciones deplorables en plantaciones bajo la propiedad de Furukawa, una empresa de capital japonés.
A pesar de la independencia de Ecuador de España en 1830, las condiciones de servidumbre continuaron. Recién en el año de 1851 se marcó el comienzo de un proceso de manumisión de la esclavitud. Sin embargo, la abolición de la esclavitud en Ecuador se realizó de manera gradual, lo que significaba que no todos los esclavizados fueron liberados de inmediato, sino a lo largo de varios años.
La disputa por la libertad y la abolición de la esclavitud en Ecuador es un testimonio de la resistencia y la lucha comprometida del pueblo afroecuatoriano. La libertad nunca es resultado de la dádiva generosa del esclavizador, sino una consecuencia de las luchas comprometidas y ordenadas de los pueblos.
El camino hacia la justicia social
La pelea por la justicia social en Ecuador ha sido un camino largo y arduo, marcado por conflictos, revoluciones y reformas. Uno de los eventos más significativos en este proceso fue la Revolución Liberal de 1895, liderada por el General Eloy Alfaro. Esta revolución buscó transformar el país mediante la implementación de reformas liberales que favorecieran a los más desfavorecidos. Sin embargo, la lucha por la justicia no terminó con la revolución. El asesinato de Eloy Alfaro en 1912 y la subsecuente Guerra de Concha (1913-1916) reflejan la resistencia de los sectores dominantes a los cambios propuestos por los liberales.
La Revolución Liberal también puso en marcha una serie de cambios significativos en la estructura social y económica del país. La abolición del concertaje en 1918 fue un paso importante hacia la eliminación de formas de servidumbre modernas. Sin embargo, eventos como la caída del precio del cacao en 1905 y el poder hegemónico del Banco Comercial y Agrícola de Guayaquil en 1914, que controlaba tanto la economía como la política, mostraron la complejidad de la lucha por la justicia económica y social.
El 15 de noviembre de 1922: Un punto de inflexión
La masacre de 1922 no solo fue una tragedia humana sino también un punto de inflexión en la historia de la lucha por la justicia social en Ecuador. La movilización que reunió a miles de personas y la propia hegemonía liberal fue quien reprimió a sangre y fuego el recordado 15 de noviembre de 1922. Los medios oficiales dijeron que fue una acción justa para defender a la ciudad de una horda de delincuentes y desadaptados. Pero la verdad fue una matanza de trabajadores que exigían sus justos derechos. El Ejército del Ecuador y la incipiente policía ejecutaron la orden. Como una respuesta a la huelga general, dicha orden fue autorizada por el entonces presidente, José Luis Tamayo. La masacre tuvo lugar luego de que los trabajadores iniciaran una marcha multitudinaria para exigir la liberación de compañeros detenidos.
La brutal represión no logró apagar el espíritu de lucha de los trabajadores, y la memoria de los mártires de 1922 se convirtió en un símbolo de resistencia y una llamada continua a la justicia. Este evento marcó la necesidad de reformas más profundas y justas en la estructura laboral del país, que eventualmente llevaron a la Revolución Juliana de 1925 y la aprobación del Código del Trabajo en 1935.
Los retos del siglo XX y la lucha continua
El siglo XX estuvo marcado por múltiples conflictos y avances hacia la justicia social en Ecuador. La Revolución Juliana de 1925 fue un intento significativo de reformar la economía y la política del país, llevando a la creación del Banco Central del Ecuador. La lucha por los derechos laborales continuó con la aprobación del Código del Trabajo en 1935, que estableció las bases para la protección de los trabajadores y la creación del seguro social.
Eventos como la masacre de manifestantes en 1959 y la masacre de los estudiantes en 1969 reflejan la constante represión que enfrentaron los movimientos sociales. La dictadura militar de Jarrín Cahueña en 1977 y la masacre de los zafreros de Astra son ejemplos de cómo el estado utilizó la violencia para silenciar las demandas de justicia.
Jaime Hurtado González: Un mártir de la lucha por la justicia
El asesinato de Jaime Hurtado González el 17 de febrero de 1999 representa uno de los episodios más crueles y dolorosos en la historia reciente de Ecuador. Hurtado, un militante de la izquierda revolucionaria y el primer diputado afroecuatoriano, fue una voz incansable en la defensa de los derechos de los oprimidos. Su asesinato, perpetrado después de una sesión del Congreso Nacional donde se le negó la palabra, subraya la continua represión y violencia contra aquellos que luchan por la justicia y la igualdad.
Hurtado González fue un defensor apasionado de los derechos de los trabajadores y las comunidades marginalizadas, y su muerte es un recordatorio del costo que a menudo acompaña a la lucha por la justicia. Su legado sigue vivo en las luchas contemporáneas por la igualdad y los derechos humanos en Ecuador y en toda América Latina.
Conclusión
Las luchas históricas por la justicia y la libertad en América Latina nos enseñan que estos valores no son alcanzados sin esfuerzo y sacrificio. Desde los cimarrones como Alonzo X hasta los revolucionarios liberales, pasando por los movimientos de independencia y las protestas obreras, cada generación ha contribuido a la construcción de una sociedad más justa. La historia de estas luchas debe servirnos de inspiración y recordatorio de que la libertad y la justicia requieren una vigilancia constante y un compromiso inquebrantable con los ideales de igualdad y dignidad para todos.
Bibliografía
- Coronel, Valeria. La última guerra del Siglo de las Luces. Revolución Liberal y republicanismo popular en Ecuador. FLACSO Ecuador, octubre de 2022.
- Toscano Vizcaíno, Silvio. 15 DE NOVIEMBRE DE 1922: RECUERDO VIVO.
- García, Juan, y Walsh, Catherine. “Derechos ancestrales y justicia social: La lucha continua de los afroecuatorianos”.
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