En la agencia de noticias Sputnik, el periodista Pascual Serrano ha publicado dos trabajos sobre las vacunas contra la Covid-19: uno nos descubre quiénes son los dueños y quiénes se enriquecen con ellas a nivel global (1); el otro aborda una experiencia –en este sentido- alternativa, la de Cuba (2).
Serrano nos cuenta que «las vacunas no son una buena cosa para el capitalismo», y que «ha sido debido al dinero aportado por los estados por lo que los laboratorios privados han entrado a su desarrollo», ya que estos no ven negocio en las vacunas sino, principalmente, en los medicamentos para las enfermedades crónicas.
Por contra, países como Cuba -también China y Rusia- han apostado por el desarrollo de vacunas, básicamente desde el sector público y con un objetivo esencial de salud, no de rentabilidad.
Serrano repasa también la manipulación mediática en torno a las vacunas cubanas que, además de una apuesta conceptual e ideológica de la Isla, han sido una necesidad en el marco de las dificultades económicas y el bloqueo que sufre.
Preguntamos también al periodista y escritor si cree que, desde Europa, se podrían sacar lecciones de lo que Cuba está haciendo en esta pandemia, tanto en la gestión sanitaria, como en el asunto de las vacunas o en la cooperación médica.
Notas: