La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) confirmó que el paro nacional continuará hasta obtener todas las respuestas a las 10 demandas que planteó.
El banquero presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció una reducción de los precios de combustibles, aunque en un porcentaje menor al que piden miles de indígenas y movimientos sociales que protestan desde hace 14 días, y advirtió que la policía y las fuerzas armadas seguirán actuando mediante el uso progresivo de la fuerza.
El pleno de la Asamblea Nacional retomó el domingo el debate sobre el pedido de destitución del presidente Guillermo Lasso, propuesto por la bancada de Unión Por la Esperanza (Unes), pero una segunda sesión no fue suficiente y los parlamentarios fueron citados nuevamente para el martes.
Pero ni el diálogo ni la expectativa por el debate sobre la destitución detuvo la protesta social que cumple dos semanas con miles de indígenas que se movilizaron hasta Quito para marchar al grito de “¡fuera Lasso, fuera!”, que obligaron a Lasso a dejar sin efecto el estado de excepción que se aplicaba en las provincias de Chimborazo, Tungurahua, Cotopaxi, Pichincha, Pastaza e Imbabura.
El paro obligó al gobierno la firma de decretos para controlar la especulación, declarar en emergencia la Salud Pública, condonar deudas hasta los tres mil dólares, bajar costo de la urea al 50 por ciento y de presupuesto para la Educación Intercultural, pero aún falta llevar los precios del combustible a las cifras reclamadas, además de solucionar lo referido a los créditos, la minería y el alto costo de la vida.
Mientras, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) confirmó que el paro nacional continuará hasta obtener todas las respuestas a las 10 demandas que planteó, entre ellas la reducción de los precios de los combustibles en momentos en que el Congreso reanudó el debate sobre la posible destitución de Lasso.
El fin de semana el líder de la Conaie, Leonidas Iza, se reunió con miembros del gobierno con el objetivo de establecer una mesa de diálogo, mientras el pleno del Parlamento comenzó a tratar el pedido de destitución del banquero-presidente Guillermo Lasso.
Pero analistas señalan que, además del retiro de los militares para contener las protestas, la medida anunciada por Lasso fue una jugada política para que la correísta Unión por la Esperanza (UNES) se quedara sin su prueba principal para pedir su destitución, que era la grave crisis política y conmoción interna.
Lo de “conmoción interna” constaba en el Decreto Ejecutivo 459 y también en el 455. Lasso derogó este último cuando la Asamblea intentaba revocar la medida, el lunes 20 de junio. Este sábado 25 de junio ya no hubo violencia en la movilización de la Conaie y muchas personas regresaron a sus comunidades, insiste la prensa hegemónica
En pocos meses, el gobierno de Lasso fue acumulando reclamos por desidia, medidas impopulares, corrupción y por una creciente inseguridad que tuvo entre sus casos más resonantes varias masacres carcelarias que señalaron, en un nivel de violencia inusitado, la presencia activa del narcotráfico en el país y la corrupción policial y militar.
En este contexto, estaban dadas las condiciones para que en Ecuador resurgiera la protesta activa, caracterizada ahora por tres elementos principales, mientras Lasso apenas juntaba un 20 por ciento de apoyo en la población, a un año de haber asumido.
Pero esta fuerza que tomó las calles, las rutas y las veredas, tiene por delante dos desafíos para lograr el éxito en sus demandas: trascender a la protesta indígena y campesina y plantear una propuesta política superadora más allá de los reclamos puntuales, de índole económica, social, educativa, sanitaria y sindical.
En la Casa de la Cultura, en Quito, los movimientos indígenas realizaron una asamblea popular, después de que en la jornada previa las fuerzas de seguridad reprimieron y desalojaron a los manifestantes, que reclaman la reducción de precios de combustibles y el plazo de un año para el pago de deudas de campesinos con la banca ecuatoriana, entre otras demandas.
La Alianza de Organizaciones por los Derechos Humanos registró al menos informó que existen 68 incidentes de violación de derechos humanos; cinco muertos, 166 heridos y 123 detenciones en lo que va de las protestas, mientras que las autoridades registraron más de 180 lesionados entre militares y policías.
Intelectuales y artistas de Ecuador expresaron preocupación ante las violaciones a los derechos humanos registradas en el contexto del paro nacional contra el gobierno. Entre otros, firman el manifiesto los escritores Alejandro Moreano, Raúl Pérez, Kintto Lucas, Iván Égüez, Abdón Ubidia, Sandra Araya, Luis Zúñiga, Edgar Allan García, la coreógrafa María Luisa González, el director teatral Iván Morales y los docentes de la Universidad Central del Ecuador Xavier León Borja, Cristhian Viteri, Carlos Pesantes y Mónica Ayala.
Por su parte, Iza aclaró que no se ha llegado a ningún acuerdo y que la lucha se mantiene en Quito y en los territorios, e indicó que abrirán vías como corredores humanitarios para permitir el ingreso de alimentos a Quito. Reiteró que el paro continúa: “No venimos a dejar regando la sangre de los hermanos aquí, venimos con una propuesta”, agregó, y señaló que sólo cuando hayan sido contestadas las diez demandas, concluirá el paro.