«Es la primera vez que una propuesta legislativa se enfoca exclusivamente en las relaciones con Ecuador y reconoce al país como un socio democrático y estratégico clave en América Latina para EE.UU.», señaló un comunicado de la Cancillería ecuatoriana.
La Comisión de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense aprobó, por unanimidad, el proyecto de Ley de Asociación Estratégica Ecuador-EE.UU. 2022, presentado por el demócrata Bob Menendez, presidente del Comité, tema que ya habían negociado el presidente Guillermo Lasso y el secretario de Estado Tony Blinken durante la vista de éste a Quito.
Desde Ecuador, el gobierno del neoliberal Lasso expresó su satisfacción por la aprobación de la iniciativa legislativa, con lo cual ahora el proyecto pasará al pleno del Senado y, de ser aprobado en esa instancia, el mandatario estadounidense, Joe Biden, podría promulgarlo como ley y “legalizar” su injerencia en los asuntos internos del país sudamericano.
Mientras. la Asamblea Nacional de Ecuador votó el jueves en contra de la Ley de Atracción de Inversiones, Fortalecimiento del Mercado de Valores y Transformación Digital propuesta por Lasso, fue rechazado con los votos de 87 asambleístas de partidos
Lasso esperaba atraer alrededor de 30 mil millones de dólares en inversiones y con ello generar dos millones de puestos de trabajo para revitalizar la economía del país, pero el proyecto de ley encontró un fuerte rechazo y desconfianza de la oposición, movimientos sociales, organizaciones indígenas y sindicatos, que temían que de aprobarse fomentaría la privatización de empresas públicas y favorecería sólo al sector privado.
La influencia extranjera maligna
El Comité del Senado estadounidense confirmó que la iniciativa también busca ampliar las capacidades para confrontar la «influencia extranjera maligna» Señala que la asociación presenta una oportunidad para «promover los intereses fundamentales de seguridad nacional de EEUU» y «trabajar con otros socios democráticos para mantener un Hemisferio Occidental próspero, políticamente estable y democrático que sea resistente a la influencia extranjera maligna», reportó RT.
Estados Unidos profundizó sus esfuerzos para combatir «la influencia extranjera maligna», originalmente concentrada solo en Rusia, para incluir a China, Irán y otros países, señaló el director del FBI, Christopher Wray ante el Comité Judicial del Senado.
El FITF (Grupo de Trabajo de Influencia Extranjera) se estableció en 2017 para identificar y contrarrestar las operaciones de influencia extranjera maligna, incluida la interferencia electoral. Está dirigido por la División de Contrainteligencia del FBI y compuesto por agentes y analistas de las Divisiones de Contrainteligencia, Cibernética, Contraterrorismo e Investigación Criminal.
Las acciones para el combate a esa «influencia extranjera negativa» están junto a las de la lucha contra las economías ilícitas y la corrupción. El proyecto plantea «brindar asistencia técnica y apoyo» a unidades especializadas dentro de la Fiscalía General de Ecuador, así como a jueces y defensores del pueblo; fortalecer la asistencia bilateral y el apoyo complementario a través de mecanismos anticorrupción multilaterales.
Asimismo, proporcionar asistencia técnica y apoyo material (incluidos, según corresponda, radares, embarcaciones y equipos de comunicaciones) a unidades de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas ecuatorianas, y brindar asistencia técnica para abordar los desafíos relacionados con el sistema penitenciario y correccional de Ecuador, actualmente en crisis.
A esto se suma mejorar la capacidad institucional y las capacidades técnicas de las instituciones de defensa y seguridad de Ecuador «para llevar a cabo misiones de seguridad nacional o regional”, incluso a través de la cooperación bilateral y multilateral regular, el financiamiento militar extranjero, la educación militar internacional y los programas de capacitación, de conformidad con las leyes y regulaciones ecuatorianas aplicables.
La tutoría de Washington
«Es la primera vez que una propuesta legislativa (del Senado de EEUU) se enfoca exclusivamente en las relaciones con Ecuador y reconoce al país como un socio democrático y estratégico clave en América Latina para EEUU», señaló un comunicado de la Cancillería ecuatoriana.
Añadió que este proyecto de ley traza una estrategia para la cooperación entre ambos países en temas como «el fortalecimiento de las instituciones democráticas, la promoción del crecimiento económico inclusivo, iniciativas de conservación del medio ambiente» y permitirá expandir «las capacidades para enfrentar la corrupción, el crimen y la inseguridad”.
En el documento se plantean algunas acciones para lograr esos objetivos. Por ejemplo, en relación con facilitar los vínculos económicos y comerciales, el proyecto propone, entre otras cosas, apoyar los esfuerzos del gobierno de Ecuador para «promover un entorno empresarial más abierto, transparente y competitivo».
En cuanto a promover el desarrollo económico inclusivo, proponen «facilitar un mayor acceso a financiamiento público y privado, inversiones de capital, subvenciones y análisis de mercado para pequeñas y medianas empresas»; y también brindar asistencia técnica a los gobiernos locales para formular y promulgar planes de desarrollo local que inviertan en las comunidades indígenas y afroecuatorianas.
Sobre el eje de la gobernanza democrática, la cooperación llegaría a través del apoyo a «los esfuerzos de las organizaciones de la sociedad civil y los medios independientes», así como las medidas para mejorar la capacidad de las instituciones gubernamentales.
El ultraconservador “demócrata” Bob Menendez, habitual portavoz de las arremetidas contra los gobiernos progresistas latinoamericanos, dijo estar «orgulloso» de que el comité que dirige «hable con una sola voz» en apoyo al camino que se han trazado para el futuro de la asociación entre EEUU y Ecuador.
Consideró que «en los últimos cinco años», cuando el gobierno de Ecuador dio un giro a la derecha, el país «ha emergido como un modelo en América Latina y el Caribe”, y afirmó que esta legislación contribuirá en gran medida a «garantizar que EUU fortalezca su compromiso diplomático con Ecuador en función de esa nueva realidad«.
El mes pasado, Menendez, estuvo junto al presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, en una conferencia de prensa virtual en la que hablaron de este proyecto de ley. Entonces, el mandatario ecuatoriano dijo: «Nos motiva mucho que el país vuelva a ser visto como un socio confiable y responsable” y pidió un mayor apoyo por parte de Washington. para garantizar el éxito en la lucha que lleva adelante «de forma frontal e indeclinable» su gobierno contra el crimen organizado transnacional.
* Analista e investigador ecuatoriano, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)