Título: Lenin reactivado. Hacia una política de la verdad. Autores Introducción: Sebastian Budgen. Stathis Konvelakis. Slavoj Zizek (eds).Traductor: José Amoroto Salido.Traductora: Iria Álvarez Moreno. Editorial Akal
Si desde la Introducción de cualquier libro se debe mostrar al lector el horizonte que se alcanza a ver con su lectura, en éste «Lenin reactivado» se expone una buena seria de preguntas y reflexiones que conllevan nuevas preguntas sobre la obra del gran revolucionario y el momento en que vivimos: ¿cómo fue desarrollándose bajo el principio del «análisis concreto de la realidad concreta» y qué se puede extraer de su obra para que el compromiso práctico y la pasión revolucionaria de quienes hoy se esfuerzan por cambiar el mundo sean efectivos y asuman en toda su dimensión la responsabilidad de sus actos.
Desde el «¿Qué hacer?» del dirigente revolucionario, en el que se observa su afán por combatir el oportunismo y adoptar un hacer que cambie lo establecido, Lenin toma posición ante la realidad que debe combatir con la verdad de la situación concreta y el partidismo como herramienta. Los autores que en éste «Lenin reactivado» intervienen indican cómo Lenin debió «reinventar» el marxismo ante su propia realidad a transformar, y la inutilidad de tomar la obra de Lenin como si se fuese de visita, cuando el calco es imposible y lo que se declara en todo él es que el tiempo de la expansión global del capitalismo pide una acción convincente como la que él puso en práctica para alcanzar el poder.
Alain Badiou, el primer autor en el libro, plantea la diferencia entre la política reformista y la política revolucionaria, entre lo declarado por Kautsky y la respuesta que Lenin le da en «La revolución proletaria y el renegado Kautsky», sobre la participación de los revolucionarios en los procesos electorales burgueses.
Alex Callinicos comienza su ensayo sobre la responsabilidad política en Lenin y Weber con la frase de Bertolt Brecht: «Incesantemente, el hombre que piensa honra al camarada Lenin», para luego entrar en la circunstancia actual y su reconocimiento, así como su diferencia, la del autor, con lo aportado hoy por Zizek entorno a la importancia de Lenin en la Historia y su actitud responsable ante la realidad capitalista.
Slavoj Zizek recorre a Lenin para señalar los resortes contra el populismo actual, el racismo y la organización «de pura protesta sin programa global de cambio». Se pregunta o nos preguntamos ¿Qué significa para nosotros ser europeos? Y plantea la «escisión» de Europa como forma de mantener «el legado europeo renovado», teniendo bien claro desde ahora que «Nada debía aceptarse como intocable en ésta nueva puesta de cimientos,…» para luego hacer referencia a una propuesta de Lenin por medio de la que buscó la participación en la revolución de un sector religioso con ideario humanista.
Sylvain Lazarus trata en su ensayo el eje central de la política leninista, el partido, concebido en «¿Qué hacer?», su evolución como instrumento revolucionario y su función en los diferentes momentos históricos. Las aportaciones de Marx, su visión del movimiento obrero y sus organizaciones, en contraste con la «reinvención» que lleva a cabo Lenin de las teorías marxistas, que en su desarrollo dieron lugar a la concepción del partido, y cómo llegado 1917 su función cambia.
Antonio Negri encabeza su ensayo con una frase de Mario Tranti en «Lenin en Inglaterra»: «El eslabón débil en la cadena imperialista está donde la clase obrera es más fuerte». Antonio Negri se plantea el problema de la toma del poder subrayando que «Hablar de Lenin es hablar de la conquista del poder», para declarar a continuación que la toma del poder lleva implícita por parte de los leninistas la desaparición del Estado, y cómo a partir de un determinado momento ese propósito fracasó. Todo esto sin perder de vista la situación actual y la función del Partido en todo momento histórico como es «la producción de subjetividad subversiva», añadiendo a eso la articulación de las organizaciones de masas de carácter global y cómo todo ello, empujado por un proyecto de liberación «requiere una determinación espacial y temporal».
Éstos son algunos de los autores que intervienen en el libro, tratándose las aportaciones de Lenin en función a las preocupaciones de los revolucionarios de hoy, aunque, en ocasiones, con el empleo de un lenguaje y un desarrollo expositivo que no alcanza el propósito de Lenin de llegar con claridad a la razón de quien lee; a pesar de lo cual queda por encima el carácter del libro, preguntar y reflexionar muy acertadamente para que el lector reinvente, recargue a Lenin.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», editado por Fundación Domingo Malagón y Asociación Foro por la Memoria (asociacion.foroporlamemoria@
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