Recomiendo:
0

El dirigente del MIR fue asesinado el 4 de septiembre de 1989

Libertad para los asesinos de Jecar Neghme, el legado de la Concertación

Fuentes: Rebelión

La Corte Suprema chilena en fallo unánime decidió otorgar la libertad es decir condenar a penas remitidas este miércoles a los asesinos confesos del entonces máximo líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Jecar Neghme, crimen cometido el 4 de septiembre de 1989, en una resolución desconcertante pero coherente con las últimas decisiones del máximo […]

La Corte Suprema chilena en fallo unánime decidió otorgar la libertad es decir condenar a penas remitidas este miércoles a los asesinos confesos del entonces máximo líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) Jecar Neghme, crimen cometido el 4 de septiembre de 1989, en una resolución desconcertante pero coherente con las últimas decisiones del máximo tribunal en la materia.

Resulta difícil digerir una resolución de este tipo que ilustra el compromiso de la coalición oficialista con la justicia en materia de derechos humanos.

La mayoría de los jueces que han aparecido en las últimas resoluciones han sido nombrados por mandatarios de la Concertación, de hecho dos de ellos, Nibaldo Segura y Rubén Ballesteros los más consistentes en dejar en libertad a todo tipo de asesinos bajo la «atenuante» de su pertenencia a las Fuerzas Armadas, fueron nombrados por el socialista Ricardo Lagos. Otro de los legados del presidente que dejó la peor distribución del ingreso en la historia del país.

Pero después de todo resulta un engaño llamarse a sorpresa. Fue precisamente la no derogación de la Ley de Amnistía, como estaba estipulado en el programa del primer gobierno de la Concertación, el primer indicador del apego al libreto de la impunidad de la coalición de centroizquierda.

Que exista un grupo de oficiales de ejército cumpliendo algunas condenas en prisión o al menos en una suerte de asilo militar, es simple efecto de la presión internacional fruto de la detención del fallecido ex dictador Augusto Pinochet en Londres.

El arresto del ex dictador, resultado del trabajo incansable de las agrupaciones de derechos humanos en Chile y el exterior, fue otra de las pruebas del apego a la impunidad del gobierno chileno que con Eduardo Frei, José Miguel Insulza y Ricardo Lagos a la cabeza hicieron un denodado esfuerzo por traer al monstruo a casa.

El clima de impunidad es tan notorio en el país que afecta incluso a quienes están el poder o lo estuvieron. De hecho una de las «anécdotas» de la presidenta Michelle Bachelet fue descubrir que su vecino de departamento hace unos años era Marcelo Moren Brito, el asesino documentado de centenares de disidentes, a quien encontraba regularmente en el ascensor y a quien recordaba cuando estuvo secuestrada en el campo de exterminio de Villa Grimaldi junto a su madre. Bachelet dijo entonces que optó por la indiferencia, una reacción sintomática.

Otro de los damnificados es el senador y ex mandatario Eduardo Frei (1994-2000), a quien en el poder le correspondió homenajear al ex dictador cuando dejó el Ejército, precisamente a quien hoy sindica como el asesino de su padre el también presidente Eduardo Frei Montalva en 1982.

El perturbador desinterés de ambos por la justicia marca sus mandatos, de hecho en una decisión insólita el año pasado Bachelet proponía nombrar como juez supremo al magistrado Alfredo Pfiffer, un declarado simpatizante nazi, que no llegó al máximo tribunal simplemente por que el estómago de muchos senadores oficialistas no resistió.

En una noticia que apenas recibió cobertura, el ex integrante del MIR y hoy ministro chileno de Defensa José Goñi anunció el lunes que visitará la Escuela para las Américas (hoy con otro nombre), una institución militar estadounidense donde se educaron la gran mayoría de los represores latinoamericano y chilenos, una escuela desde donde en la actualidad la mayoría de los gobiernos sudamericanos han retirado a sus militares, una noticia que se vuelve aún más grotesca ante el fallo de impunidad para los asesinos de Neghme.

La deuda con verdad y la justicia con los crímenes contra la humanidad perpetrados por la dictadura militar es otro de los resultados de los gobiernos de la Concertación Por la Democracia en Chile, algo que los ciudadanos chilenos harían bien en recordar este año de elecciones.