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Los cambios históricos no piden permiso

Fuentes: Rebelión

La alternativa a la sociedad de mercado comienza a madurar, una mayoría nacional proclama la justeza de las demandas que recorren las calles y plazas de Chile exigiendo la necesidad de poner término al comercio en la educación y que sea de calidad para todos. Estudiantes y jóvenes encapuchados, hijos de la democracia burlada, portadores […]

La alternativa a la sociedad de mercado comienza a madurar, una mayoría nacional proclama la justeza de las demandas que recorren las calles y plazas de Chile exigiendo la necesidad de poner término al comercio en la educación y que sea de calidad para todos.

Estudiantes y jóvenes encapuchados, hijos de la democracia burlada, portadores de la dignidad de muchos, identificados con los más de 2 millones que no sufragan porque consideran que da lo mismo con una élite política corrupta, un sistema binominal de elecciones que permite una sobre representación de la derecha, la exclusión de la izquierda, y leyes que exigen cuatro quintos para cambiar la institucionalidad, pero que si decidiesen votar se podría iniciar un proceso que daría termino, drásticamente, a la situación de injusticia dominante.

Aunque el pueblo tiene la razón y es mayoría, luchar por una sociedad donde prime el bienestar social por sobre el individual no será un paseo en coche por la costanera. Los intereses en juego son cuantiosos. Abra que vencer maniobras, fieras resistencias, oportunismos y provocaciones. Alcanzar tal propósito es posible, el tiempo y profundidad de los cambios está sujeto a la acumulación y organización de las fuerzas sociales y políticas que batallen obligando entren en razón a quienes se oponen a la justicia social. Las movilizaciones de estudiantes y profesores, su creatividad e ingenio son la punta del arado que está abriendo el surco social donde germinan las contradicciones y la voluntad que harán posible las transformaciones en la medida en que se estructure un Frente Unido, se elaboren plataformas comunales y un programa nacional alternativo.

En tal escenario el desafío es contribuir a la unidad, desarrollo y consolidación de las fuerzas sociales y políticas de avanzada que den continuidad a la marcha que han iniciado las multitudinarias movilizaciones exigiendo eliminar el lucro en la educación; la acumulación de riqueza, principal incentivo de la actividad humana en el sistema capitalista. ¿Tal demanda se puede resolver mediante reformas? ¿O estamos en el inicio de un proceso de cambios estructurales; de una situación que lleva a pensar en una revolución que los haga posible?

El cuestionamiento al lucro cuenta con las simpatías del 70% de la población. Situación en la que ha comenzado a surgir el nuevo sujeto popular de los cambios, en la que los trabajadores están llamados a realizar los mayores esfuerzos por alcanzar la unidad y situarse en el lugar de vanguardia que les corresponde en el cumplimiento del rol histórico que les cabe en las inevitables transformaciones de la sociedad.

El exitoso paro de agosto convocado por la Central Unitaria de Trabajadores y organizaciones sociales, fortalece al movimiento emergente, proceso que es fundamental fortificar exigiendo, junto a las demandas estudiantiles, la Reforma Tributaria, Renacionalización del Cobre, nueva Legislación Laboral y Previsional, Protección del Medio Ambiente, Autonomía Alimentaria Básica, Desprivatizar el agua. El respeto de los derechos de los pueblos originarios, Impulsar una cultura solidaria, Asamblea Constituyente, en suma una nueva Constitución Política.

Con el triunfo del NO en 1988, se puso termino a 17 años del terrorismo de la dictadura militar que significó la vida de miles de los mejores hijos del pueblo, el dolor de millones de chilenos y el quiebre de la sociedad. Pero nuestra «transición en la medida de lo posible» ha significado que 20 años después, hayan llegado al gobierno los hijos de Pinochet, y que exista en nuestro país un puñado de empresarios nacionales que en el primer semestre de 2011, obtuvieron utilidades por más de 5.000 millones de dólares, y que al mismo tiempo el Banco Central registre perdidas por más de 3.000 millones de la misma moneda. En nuestro país el ingreso per capita anual supera los 14 mil dólares pero el 75% de los trabajadores tiene un sueldo promedio de 500 dólares, y la mayoría adeuda tres o cuatros veces su ingreso, el trabajo informal es predominante, los servicios básicos tienen el costo más alto del continente, el cobre, principal riqueza del país, que fuera nacionalizado en 1972, esté ahora en un 70% en manos privadas que obtienen utilidades por más de 20 mil millones de dólares anuales. La educación y la salud gratuitas hasta 1973, ahora en creciente proceso de privatización tiene endeudados a centenares de miles, en circunstancias que los dueños de las AFP, colegios y universidades han obtenido utilidades escandalosas. Las AFP, entidades privadas que administran los fondos de pensiones de los trabajadores, especulan en las bolsas, e incluso en estos últimos días, se ha informado, que han perdido 7 mil millones de dólares.

Las actuales movilizaciones contra el lucro en la educación se desarrollan en medio de un marco político distinto de la llamada «revolución pingüina» del 2006. A nivel nacional, con un gobierno de derecha, y en el concierto continental: en Bolivia el presidente Morales, Correa en Ecuador, Humala en Perú, Mujica en Uruguay, y en paralelo una grave crisis del capitalismo. Esta vez no son los países periféricos los que están en crisis, sino el centro del sistema. Prueba de ello es que en EE.UU., se decidió aumentar el monto de la deuda pública, a 14,2 billones, para «salir» del atolladero, En Europa varias son las economías que atraviesan importantes crisis: Italia, España, Irlanda, y países que han rozado la quiebra como Grecia y Portugal.

Mientras que en los países árabes los movimientos sociales en desarrollo están cambiando la situación de esta zona geográfica e influyendo en el cuadro político plnetario.

La lucha estudiantil cargada de ingenio, estoicismo, honestidad, alejada de todo calculo mezquino, exige igual virtud. Han logrado establecer un paradigma de construcción ética que comienzan a influir en el nuevo sujeto de los cambios, sustento de la democracia participativa que ha comenzado a transitar los laberintos del mundo capitalista en crisis, escenario que exige un concepto y una práctica de democracia superior, participativa. Donde hombres y mujeres «viejos» están llamados ha ser nuevos en las nuevas circunstancias.

Es primordial que este nuevo paradigma es construcción encuentre su repercusión en Sindicatos, Juntas de Vecinos, Organizaciones Culturales, Ambientalistas, de Derechos Humanos…, en cada población, barrio, ciudad, pueblo y comuna. Para esto necesitamos transformar en organización la voluntad de cambios de los centenares de miles, de las millones de personas que simpatizan con los cambios, creando instancias de coordinación de las organizaciones populares, las que deben jugar un rol preponderante en dar estructura, proyección y continuidad transformadora al movimiento en desarrollo.

Se ha llegado al punto en que el gobierno no puede resolver las demandas sin afectar la esencia de los interese económicos y políticos que representa. Demandas que exigen cambiar un modelo educacional doblemente perverso, puesto que mientras sus partidarios acumulan riquezas vendiendo educación, igualmente reproduce la desigualdad social, puesto que la diferencia cualitativa así como la carencia de contenidos democráticos y la ausencia de una visión de país la han convertido en un instrumento de dominación cultural que permite perpetuar el estado de injusticias.

La violencia no la ha iniciado el pueblo. El pueblo se defiende, se organiza, aísla, busca neutralizar a los enemigos de la democracia, y atraer a quienes vistiendo uniforme, en su mayoría hijos del pueblo la mayoría, lo reprimen: la consigna: «carabineros… la lucha estudiantil también es por tus hijos», de la Brigada Chacón, muestra una interesante línea de acercamiento hacia las Fuerzas Armadas.

Las amenazas de muerte proferidas a Camila Vallejo y a otros dirigentes, como las formuladas por Carlos Larrain (presidente de Renovación Nacional) y Pablo Zalaquett, (UDI) Alcalde de Santiago, respecto al despliegue de las Fuerzas Armadas para ejercer la represión en las calles, como las del ministro del interior, Hinzpeter concernientes a la aplicación de la ley de Seguridad Interior del Estado, son peligrosas, puesto que estas van creando un escenario propicio para la represión y el amedrentamiento. Los allanamientos realizados en la casa de la alcaldesa Claudina Núñez (PC), las agresiones a estudiantes y pobladores, el asesinato del joven Manuel Gutiérrez, los ataques a locales del Partido Comunista, las descalificaciones de dirigentes sociales y políticos que apoyan al movimiento, se inscriben plenamente en esta lógica.  

La batalla será menos dura si acumulamos más fuerzas organizadas que el enemigo. En algunos muros de nuestra capital, han aparecido carteles señalando que el pueblo avanza sin partidos. La praxis nos ha enseñado que todo movimiento que se proponga transformaciones sociales y políticas, para hacer frente a las elites, siempre dispuestas a usar todos los medios por mantener sus privilegios, improbablemente tendrá éxito, sin una teoría y una practica organizada, sin una estructura política centralizada, sin un proyecto de país, donde las organizaciones políticas tengan presencia. Se puede discrepar sobre la forma cómo los partidos políticos de izquierda han hecho o están haciendo las cosas, pero otra cosa es creer que se puede consolidar un movimiento social descalificando, desprestigiando a los partidos, a sus dirigentes y militantes, sintiéndose iluminados infalibles, que aparte de ser una falta de modestia peligrosa, es actuar en contra cuando el desafío exige la mayor unidad. El problema, según parece, no resulta de la existencia de los partidos políticos, sino de la ausencia de órganos de control social popular sobre la institucionalidad administrativa, las instancias de representación social y política, que equilibren las relaciones de entre los partidos políticos y del Estado con el Pueblo. En una sociedad sin clases la situación puede ser distinta.

Ciertas odiosidades pueden llevar a niveles inauditos. Durante la Unidad Popular el crimen político de Edmundo Pérez Zujovic, 8 junio 1971, lo ejecutaron quienes se consideraban revolucionarios, instigados por agentes de la CIA. Y luego se atacó la Dirección General de Investigaciones matando a varios funcionarios. Acciones que provocaron acontecimientos políticos que debilitaron al gobierno de Salvador Allende, facilitando el golpe de Estado.

El concepto y práctica de democracia en el siglo XXI exige una presencia activa del pueblo, de la comunidad, no sólo en el ámbito de las decisiones administrativas, sino respecto a establecer control social popular sobre las instancias de representación de la democracia representativa: Consejos Comunales, Parlamento, el Poder Ejecutivo, y desde allí sobre los otros poderes, mediante referéndum, órganos de control social y el principio de la revocabilidad del cargo.

Es urgente iniciar, impulsar foros, diálogos, conversaciones, en barrios, poblaciones, comunas y pueblos, en Lota, recientemente, se realizó una asamblea constituyente. Estas iniciativas dinamizan la discusión política, contribuyen a generar correlaciones de fuerzas sociales y políticas que potencian la iniciativa democratizadora. Y así enfrentar las próximas elecciones municipales, que tendrán gran incidencia sobre las presidenciales, instalando la practica en que comunidad y fuerzas políticas, de conjunto, elaboren plataformas comunales con visión de país, para luego elegir a los candidatos a alcaldes y concejales que trabajen por su cumplimiento con la participación y control social popular.

 

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.