En un reciente encuentro en la capital de Cuba trascendió la necesidad de visibilizar más la violencia hacia las mujeres en la labores de cuidados.
Mirar a los cuidados y profundizar sobre cómo impactan en la vida de las mujeres, permitió un encuentro organizado por la Red de Estudios sobre Cuidados, con participación de especialistas, activistas, organizaciones y estudiantes universitarios.
Magela Romero, coordinadora de la red, señaló que la actividad se pensó en el marco de las jornadas para la prevención y atención a la violencia de género, “que buscan visibilizar una problemática universal y que también en nuestro país tiene una incidencia importante”.
Según dijo, esa violencia está “asociada con esta división sexual del trabajo, que impone mecanismos violentos, que expropian a las mujeres de tiempo, que expropian a las mujeres de muchísimas posibilidades de realización y de bienestar”.
“Sin los cuidados no puede haber modelo de desarrollo, sin los cuidados no hay vida ni sostenibilidad”, enfatizó Romero.
A su vez, destacó: “Los cuidados son un derecho y un deber ciudadano y, en ese sentido, cada persona, sin distinción de su sexo, de edad, de procedencia social, territorio, color de la piel, religión, tiene el derecho de ser cuidada, de cuidar la vida y de su propio autocuidado”.
Junto a la red, el Proyecto Palomas, casa productora de audiovisuales para el activismo social, y la Fundación Friedrich Ebert convocaron al encuentro “Los cuidados en la agenda de las ciencias sociales y el activismo feminista en Cuba”, realizado el 7 de diciembre pasado, en La Habana.
Palomas, argumentos para el análisis
El programa del evento incluyó la proyección del documental Ellas… sus cuidados y cuidadoras, dirigido por Lizette Vila, fundadora y directora de Palomas, que se acerca a las realidades de siete mujeres y un hombre desde la interseccionalidad: color de la piel, origen y situación de discapacidad.
Romero remarcó a estudiantes cómo desde los documentales se puede hacer incidencia política y cómo su presentación, “en algunos ministerios y a algunas personas decisoras, ha movido también sensibilidades y ha conectado con el diseño de programas y proyectos que van en beneficio de personas cuidadoras”.
Explicó Vila que era un deber “denunciar situaciones que estaban pasando, específicamente, las mujeres. Las mujeres estamos más en la labores de cuidados, los hombres cada vez se alistan más, pero todavía son menos”.
El documental, dijo, como toda la obra de Palomas, se basa en historias de vida, “que son las que hacen las historias de una nación y por eso, están esas mujeres detrás de los cuidados”.
Según la realizadora y activista, “las mujeres siguen siendo invisibles, independientemente de la labor que están haciendo desde la red, desde las instituciones, de los ministerios, todavía queda mucho camino”.
En el intercambio sobre el audiovisual, Maira Mena, de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), refirió el fuerte impacto del documental en diferentes espacios, incluido, ese, entre estudiantes de una carrera tan importante como la sociología.
Mena destacó que existen avances, uno de ellos es que ya se piensa en un sistema integral para el cuidado de la vida y existe un Programa para el Adelanto de las Mujeres “y lo que resta es seguir haciendo”, apuntó.
Por su parte, Danay Díaz, profesora de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), destacó que muchas veces las tesis quedan engavetadas, sin embargo, un audiovisual como Ellas… “nos llega a la fibra, antes que leer 10 investigaciones”.
A su juicio, Palomas tiene esa sensibilidad que trata de introducir en el proceso formativo y de sensibilización con audiovisuales, una canción o un videoclip porque “el arte también hace llegar de muchas maneras esos resultados científicos”.
Cuidados para todas las personas
En la charla, se enfatizó también en que el cuidado no es solamente para personas de la tercera edad, ni con discapacidad, pues en ocasiones estudiantes tienen que abandonar sus carreras por cuidar a sus madres, aun jóvenes, o ser madres solteras o porque sufren un accidente.
En tal sentido, participantes en el encuentro insistieron en seguir estudiando esas realidades.
El profesor Jesús Menéndez señaló cómo, “en situaciones de severas restricciones económicas, los cuidados se han quedado rezagados y la academia va delante de la política o de la normativa, por lo que se está visibilizando el problema de los cuidados y los cuidadores”.
Especialistas del Centro de Estudios de la Mujer reconocieron a la red, por su labor “tan importante desde el punto de vista teórico y por introducir nuevas prácticas en los procesos de sensibilización a personas cuidadoras y decisoras”, en un acompañamiento mutuo en función de lograr visibilizar el tema de los cuidados.
En el taller participaron representantes de los ministerios de Comercio Exterior y de Trabajo y Seguridad Social –y su proyecto de trabajo no remunerado–, especialistas de los centros de investigaciones psicológicas y sociológicas, de educación sexual, de estudios de la mujer, profesores de la Universidad de La Habana y proyectos comunitarios, entre otros.