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Los judíos cuestionan el relato del Holocausto

Fuentes: Rebelión.

Traducido del inglés por Marwan Perez para Rebelión

¿Fue el Holocausto un dispositivo de marketing al servicio de la agenda sionista? Solamente los judíos pueden investigar esta cuestión, ya que los gentiles están demasiado intimidados y con el cerebro lavado para investigar.

En los países europeos es peligroso investigar las reivindicaciones del Holocausto, porque cualquier cosa que no sea regurgita el relato oficial conlleva una pena de prisión.  Una persona podría pensar que, si la historia oficial fuera cierta, los sionistas querrían que se investigara.  Sería una gran victoria para los sionistas si el Holocausto fuera investigado por eruditos y objetivos gentiles y se descubriera que es cierto.  En cambio, hay una Cortina de Hierro de censura que impide cualquier investigación de las afirmaciones.

En consecuencia, las únicas personas que pueden investigar el Holocausto son los judíos.  Norman Finkelstein llama al Holocausto una «industria».  Ron Unz, cita a muchos disidentes judíos de la historia y él mismo llega a conclusiones notables.

¿Por qué es importante la pregunta?  Cada país tiene sus mitos nacionales, así que ¿por qué no debería hacerlo el Israel sionista?

El problema con los mitos nacionales, o algunos de ellos, es que las representaciones falsas de la historia pueden obligar a la gente a vivir una realidad falsa.  Consideremos, por ejemplo, el «excepcionalismo americano» (nota del traductor, es la creencia de que EE. UU. es un país único en la historia de la humanidad, en términos de positivos y distintivos), una creación de los intervencionistas liberales estadounidenses.  Los neoconservadores transformaron este concepto por en la hegemonía de Washington sobre los ciudadanos americanos y el mundo.  Se ha convertido en una ideología peligrosa que nos acerca a un conflicto nuclear con Rusia y China.

El Holocausto tiene una implicación similar.  Si el Holocausto justifica todas y cada una de las acciones israelíes, e ignoran las restricciones normales ante el estallido de la guerra, las consecuencias, como vemos en Gaza, pueden ser terribles.

Los países necesitan una buena opinión de sí mismos, aunque no la merezcan.  Pero cuando la arrogancia y el desprecio hacia los demás se asocian con la autojustificación, deben ser completamente suspendidas y reemplazadas por una visión realista.  Los problemas entre las personas y los países se deben a que una o ambas partes tienen puntos de vista poco realistas sobre su responsabilidad en el conflicto.  En un mundo en el que las armas tienen la capacidad de acabar con toda la vida, debemos dar prioridad al realismo.

Y tenemos muy poco.  El relato oficial de la llamada «guerra civil estadounidense» es falso. El relato oficial de la Primera Guerra Mundial es falso. El relato oficial de la Segunda Guerra Mundial es falso. Las versiones oficiales del asesinato del presidente John F. Kennedy y el de su hermano son falsas.  El relato oficial de la masacre de Waco es falso. El relato oficial del 11-S es falso. El relato oficial de la «pandemia de covid» es falso.  Y así sucesivamente.  Cada país tiene sus propias relatos falsos.

La acumulación de narrativas falsas crea una falsa comprensión, y la consecuencia es que las personas terminan viviendo en una realidad históricamente falsa.  Si no se puede percibir la realidad, no se puede comprender ni afrontar sus exigencias.  Esta es la situación en la que nos encontramos hoy.

Con falsas representaciones de la realidad a nuestro alrededor, es posible que el Holocausto sea una más.  Pero solo los judíos pueden examinar la cuestión como lo hace Ron Unz  aquí https://www.unz.com/runz/american-pravda-israel-and-the-holocaust-hoax/ y aquí https://www.unz.com/runz/american-pravda-jews-and-nazis/.

Entre el gran número de anomalías en el relato del Holocausto está el hecho establecido de que el mariscal de campo Erhard Milch, el comandante número dos de Goering en la Luftwaffe, era judío, al igual que un gran número de oficiales de alto rango y 150.000 soldados alemanes:

“Otro elemento extraño, minuciosamente documentado, pero bastante difícil de cuadrar con el relato tradicional del Holocausto, es que un gran cantidad de alemanes parcialmente judíos sirvieron lealmente en los ejércitos de Hitler, y algunos de ellos tenían rangos militares muy altos.”

Consideremos el interesante caso del mariscal de campo Erhard Milch, el muy poderoso número dos de Hermann Goering en la Luftwaffe alemana. Su padre era ciertamente judío y, según los investigadores Robert Wistrich y Louis Snyder, hay pruebas de archivo de que su madre también era judía. Ahora bien, no es imposible que un Tercer Reich supuestamente dedicado con un fanatismo sombrío al exterminio de todos y cada uno de los judíos pudiera haber pasado toda la guerra con un judío completo o medio judío cerca de la cima absoluta de su jerarquía militar, pero seguramente esa desconcertante anomalía justificaría una explicación cuidadosa, y el aparente origen judío de Milch era ciertamente conocido durante los Juicios de Nuremberg.

De hecho, el fascinante y muy elogiado libro de 2002 “Hitler’s Jewish Soldiers” (Los soldados judíos de Hitler), de Bryan Mark Rigg, señala que, además de Milch, el ejército de Hitler tenía más de una docena de generales y almirantes medio judíos, y otra docena de cuartos de judíos de ese mismo alto rango, además de unos 150.000 soldados adicionales medios o cuartos judíos, y una gran parte de ellos eran oficiales. Todos estos individuos habrían tenido padres o abuelos completamente judíos, lo que parece decididamente un comportamiento extraño para un régimen supuestamente tan centrado en la erradicación total de la raza judía.

«Debatí sobre estos temas y muchos otros en mi larguísimo artículo de 2018, así como en otro artículo publicado al año siguiente https://www.unz.com/runz/american-pravda-israel-and-the-holocaust-hoax/».

Fuente: https://www.paulcraigroberts.org/2024/01/09/jews-question-the-holocaust-narrative/