Gabriela Rivadeneira es una activista y política ecuatoriana nacida en Quito, que desde la adolescencia tuvo un especial compromiso con causas sociales a través de las expresiones culturales. Fue fundadora de Murarte, un grupo artístico que utilizaba murales y grafitis como medio de protesta y que obtuvo el reconocimiento de la UNESCO.
Su carrera política es extensa. Fue Presidenta de la Asamblea Nacional Ecuatoriana en 2013, y del Parlamento Latinoamericano en 2016. Durante estos procesos impulsó y logró que se aprobaran numerosos proyectos de ley entre los que se destaca el feminicidio como figura penal.
Luego de haber sufrido un atentado durante las manifestaciones de 2019 en Ecuador, solicitó asilo y protección política en México, en donde actualmente reside.
Durante una entrevista concedida al programa radial “Cenizas de Babilonia. Diáspora Española”, Rivadaneira se refirió a su situación de asilada. “Soy parte de esa dirigencia de la revolución ciudadana en el Ecuador que fue proscripta, en algunos casos temporales, en otros de manera más extensa a través de la guerra judicial implementada en nuestros países. Tengo un proceso de acusación producto de los hechos de octubre de 2019 en Ecuador, cuando esa gran protesta y movilización popular en contra de las políticas neoliberales del entonces presidente, Lenin Moreno, que llevó a que haya un punto de inflexión dentro de las organizaciones sociales”.
La persecución sufrida por parte del gobierno ecuatoriano derivó en la protección diplomática que le ofreció México. “Llevo poco más de dos años y medios de ser protegida por el gobierno mexicano. A eso se debe mi condición. Y no por eso hemos dejado de estar activos, y seguimos batallando desde todos los frentes”
El lawfare o la guerra judicial que la derecha latinoamericana ha impulsado contra líderes populares es el tema que por estos días ocupa la agenda de Rivadaneira. Según su opinión, “En la guerra judicial hay un formato bien demarcado desde el Departamento de Estado de los Estados Unidos que tuvo en la mira a Lula Da Silva primero, a Rafael Correa después, y ahora a Cristina Fernández de Kirchner. Todo esto empieza siendo una manipulación mediática, es decir, empieza justamente con un mensaje y la generación de un imaginario que luego llega a justificar sentencias irrisorias. Lo que pasó con Lula, y la demostración de que todo era un montaje, logró devolverle sus derechos políticos y hoy lidera la posibilidad presidencial en Brasil. Sin embargo esta guerra judicial continúa en Ecuador y en Argentina. Y en este último caso con rostro de mujer”
Para Gabriela Rivadaneira la persecución judicial contra la vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, es doblemente violenta. “Se trata de una violencia política de género totalmente abismal en contra de Cristina, de su hija, y en contra de muchas otras dirigentes que están alrededor suyo. En este mes de septiembre se cumplen seis años del día en que, en mi calidad de presidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, otorgara la máxima condecoración a Cristina Fernández de Kirchner, en el momento en el que pasaba lo más crudo y ruin de los procesos judiciales contra su persona. Son años en los que de alguna u otra manera el pelear y el defender la verdad termina aniquilando otros derechos, y esos son los derechos a la dignidad y a la integridad”.
Lo que termina en los juzgados comienza previamente en los medios de comunicación del poder económico concentrado. La guerra judicial es el resultado de una anterior guerra mediática orquestada para estigmatizar y deslegitimar a los representantes de los movimientos progresistas de la región. “Los medios de comunicación están actuando como partidos políticos. Los medios hegemónicos corresponden a las élites económicas. Y de lo que tienen miedo es que nosotros lleguemos nuevamente a planear políticas que rompan ese sistema de privilegio”, sostuvo Rivadaneira. “Lo que buscan es la proscripción política de Cristina a un año de la definición de candidaturas presidenciales en Argentina. Escuchan la posible candidatura de Cristina y por lo tanto la sentencia es algo que aniquilaría cualquier posibilidad de candidatura, como lo hicieron en Ecuador con Rafael Correa cuando a horas de que el Consejo Electoral aceptara su candidatura, le emitieron una sentencia por ocho años de prisión por influjo psíquico, algo salido de cualquier contexto, de cualquier realidad, de cualquier verdad”.
Respecto a las actividades que desde México realiza en pos de la defensa de la vicepresidenta argentina, Rivadaneira explicó que “Nos hemos activado en defensa de la verdad y de la justicia para una gran compañera, una estadista, una gran referente de las mujeres a nivel continental, como lo es la vicepresidenta argentina. El respaldo internacional a la vicepresidenta argentina es cada vez mayor. No solamente en Latinoamérica, sino también en Europa. En México se percibe lo mismo que en la mayoría de los países. Los medios de comunicación monopólicos en vez de poner en contexto lo que está pasando en Argentina, usan titulares que lógicamente abonan a esta lógica de persecución judicial. La información con la que podemos contrarrestar es con la de los medios alternativos, plataformas digitales, con la postura que tomó el propio presidente Andrés Manuel López Obrador en una carta conjunta con Alberto Fernández, Pedro Castillo y Gustavo Petro. Hacen énfasis en la defensa de la verdad. Y también el tema de cerrar filas y de consolidad procesos de transformación como lo que está pasando en Argentina. Es decir, cerrar filas para poder defender y sostener un proceso que no ha sido fácil. Ha pasado una pandemia que ha afectado la economía, los sistemas de salud, la educación, etc. Hemos tenido que reinventar modelos económicos o planificación y políticas públicas que puedan realmente sostener a la mayoría de nuestros pueblos. El presidente de México habla de cerrar filas para consolidar, defender y sostener un gobierno progresista que está dentro de este segundo ciclo, que no es menor. Con el triunfo de Gustavo Petro y con el posible triunfo de Lula en Brasil, pues se consolida un ciclo que puede ser mucho más fuerte en acciones económicas, de cooperación regional e internacional. No vamos a lograrlo de manera individual, pero sí se puede transformar la geopolítica a través de este bloque potente de países que están bajo gobiernos progresistas”.
Ecuador se encuentra inmerso desde hace tiempo en numerosas protestas y revueltas. A este respecto Rivadaneira sostuvo que “Son ya cinco años de una misma dinámica de gobierno; es decir, tanto Lazo y muchos de sus ministros fueron parte del gobierno de Lenín Moreno. Y cuando nosotros marcamos continuidad lo hacemos por la lógica de las políticas económicas implementadas en el Ecuador en los últimos años, que no solamente han regresado al formato del FMI, y ya sabemos bien lo que eso significa; es decir, un reajuste mínimo del Estado, endeudamiento, privilegio para las elites económicas, etc. La crisis empezó antes de la pandemia y ahora se ha profundizado y se ve en los sistemas de educación, de salud, que están totalmente colapsados. Falta personal médico y medicinas. Se está faltando a los propios derechos consagrados en nuestra constitución vigente”.