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Juez procesó a dos coroneles retirados de la Fuerza Aérea por torturas, pero no entró al fondo del deceso

Los militares asesinaron a José Tohá, vicepresidente de la República de la Unidad Popular, en marzo de 1974

Fuentes: La Nación

El ministro Jorge Zepeda encausó a los coroneles (R) FACH Ramón Cáceres Jorquera y Sergio Contreras Mejías como autores de las torturas del ex ministro José Tohá. Pero el juez no resolvió aún si a Tohá lo mataron o se suicidó. Sin embargo, el médico criminalista Domingo Alfonso Chelén, que en 1974 examinó el cadáver, afirma que fue «estrangulado»

El largo tormento al que fue sometido, un expediente desaparecido a manos del Ejército, un peritaje criminalístico falseado por la Policía de Investigaciones, el desaparecimiento de un informe planimétrico de Investigaciones, la desaparición de fotos del cuello del cadáver y una gran cantidad de evidencias que desmienten que se haya tratado de un suicidio, constituyen los principales antecedentes del documento por medio del cual se dictó el primer procesamiento en contra de oficiales (R) de las Fuerzas Armadas por la muerte en cautiverio del ex ministro de Interior y Defensa del Presidente Salvador Allende, José Tohá González.

Este fue resuelto por el ministro de fuero Jorge Zepeda en contra de los coroneles (R) de la FACH, Ramón Cáceres Jorquera y Sergio Contreras Mejías, que se encuentran detenidos en la Base Aérea El Bosque. Ambos fueron encausados como autores de torturas contra Tohá.

No obstante, el juez no entró al fondo de la cuestión y no adoptó una posición, como se esperaba, para dilucidar la verdadera causa de muerte de Tohá: suicidio u homicidio.

ANTECEDENTES

Esto, a pesar de que en su resolución existen antecedentes que avalan el asesinato, como la declaración del médico-perito criminalista de Investigaciones Domingo Chelén Araya. Este afirmó al juez que fue expulsado de esa policía, después de negarse a firmar un informe pericial que alteró lo que él vio respecto del cadáver de José Tohá, pasado el mediodía del 15 de marzo de 1974 en la habitación 303 del cuarto piso del Hospital Militar. Chelén declaró al juez que «al cuerpo le faltaban unos sesenta u ochenta centímetros para que hubiera estado separado del suelo. No he visto antes suicidios de esas características (…) Tenía los pies flectados en el piso y su cuello unido por su propio cinturón a una cañería que pasaba por dentro del maletero de un closet».

Explicó el médico al juez que el surco que dejó el cinturón en el cuello de Tohá «era completo, lo que está en contradicción con un ahorcamiento voluntario (…) La ruptura de un quiste sebáceo que tenía el señor Tohá (en la región cervical) corrobora la tesis que hubo obra de terceros en el estrangulamiento».

Transformado ese día Chelén en la principal opinión científica en el sitio del suceso (por ello afirma que lo llamaron especialmente desde la dirección de Investigaciones), éste declaró al juez que pidió que se tomaran varias fotos «del surco» del cuello de Tohá, el que es imposible que se hubiese marcado «completo» alrededor cuando alguien se cuelga. Pero sostuvo que estas fotos «jamás se presentaron en el informe pericial, el que concluyó que la muerte fue por ahorcamiento de tipo suicida».

Chelén señaló que él concluyó, sin embargo, que «esa muerte no fue suicida, sino obra de terceros, por estrangulamiento, con simulación de suicidio (…) Por ello no quise firmar el informe, que no redacté ni sé quién lo hizo».

Dos meses después, a Chelén lo echaron de Investigaciones, «por falta de confianza de la Junta por su labor profesional», afirmó el juez Zepeda en su escrito.

Pero hay más: el perito dibujante y planimetrista forense de Investigaciones Sergio Labarca Maturana, requerido entonces para fijar el lugar del cuerpo, declaró ahora al juez que su trabajo final no quedó guardado donde correspondía en la institución, sino que sus jefes, Pedro Méndez Valenzuela y Luis Cavada Ebel, le dijeron que ese informe «es secreto y no se guardará en el kardex» que correspondía.

En su resolución, el juez Zepeda dio cuenta de que la Segunda Fiscalía de Ejército, que instruyó el proceso por la muerte de Tohá, nunca le entregó el expediente; «sin embargo, está acreditado que ese expediente estuvo a cargo del fiscal Rolando Melo Silva».

TORMENTOS

El tormento que vivió Tohá desde que fue detenido el día del golpe militar quedó reflejado en el dictamen del juez. Desde Isla Dawson fue traído a la Academia de Guerra Aérea (AGA) en enero de 1974. Allí fue torturado y vejado reiteradamente. Por su estado de salud, luego fue llevado al Hospital Militar, donde siguió siendo interrogado, tanto allí mismo como sacado en la AGA, a donde era llevado por las noches.

Los procesados lograron ser identificados, entre otros elementos, por unos papeles hallados en el velador de la pieza donde estuvo Tohá en el Hospital Militar, en los que había preguntas manuscritas de sus interrogadores de la FACH, a pesar de que él estaba en un recinto del Ejército.

LA VOZ DE SU HIJA CAROLINA

Tras conocer el fallo que inculpa a dos oficiales en retiro de la FACH por la muerte del ex ministro Jaime Tohá, su hija, la diputada PPD Carolina Tohá, dijo que la investigación todavía no está terminada, pues falta esclarecer las razones por las cuales falleció su padre. La parlamentaria recordó que hubo alguien «que cumplió un rol heroico, un médico criminalista de Investigaciones, que se negó a firmar el acta de defunción que establecía suicidio y por eso fue despedido de su trabajo y perseguido. Fue el primer testigo que mi familia pudo presentar para demostrar que la muerte de mi padre había acaecido en condiciones irregulares».

Además, la diputada por Santiago destacó que «el proceso evidencia que mi padre estuvo detenido, incomunicado y llegó a pesar 45 kilos cuando era un hombre de 1,95 y estando hospitalizado fue sacado en reiteradas ocasiones para ser interrogado y sometido a tormentos». Recordó que lo que su padre vivió «fue extremo e inhumano. No solo ocurrió fuera de toda norma de legalidad, sino fuera de toda norma. Lo primero que este proceso está demostrando es que él, cuando se encontraba en el máximo punto de vulnerabilidad, cuando estaba enfermo, fue torturado de manera cruel. Falta que el proceso llegue a esclarecer las condiciones de su muerte, que puede ser una resolución que se tome más adelante», dijo.

La parlamentaria comentó que para ella y su familia es un momento muy especial y que en Chile «por muchos años perdimos la esperanza y en estos momentos, cuando dos personas que torturaron a mi padre, han sido detenidas, finalmente vemos que los tribunales cumplen su rol».

Allendista

JOSÉ TOHÁ González fue uno de los más cercanos colaboradores del Presidente Salvador Allende; de hecho, en la colectividad no se inscribía en las grandes tendencias, sino que se definía entre los allendistas ‘puros’, razón por la que fue el primer ministro del Interior de la UP. Su hija Carolina es hoy diputada del PPD y su hermano Jaime es intendente de la Octava Región y durante la UP fue ministro de Agricultura.