Tras los días de tregua en la Franja de Gaza, el genocidio contra el pueblo palestino continúa realizándose por parte del sionismo israelí. Las bombas resuenan en la tierra disputada entre el derecho palestino y la avaricia imperialista del Gobierno de Israel, y aunque en las páginas de los grandes medios esta noticia comienza a ocupar planas interiores, dejando las portadas a otras noticias de ocasión. Lo cierto es que en el mundo la indignación frente a este crimen de Lesa Humanidad se ha incrementando y extendiendo a lo largo del orbe con expresiones de protesta y repudio en las grandes ciudades y muchos rincones de las naciones.
Ya desde el recrudecimiento del genocidio (no olvidemos que se trata de un sistemático exterminio por parte del sionismo contra el pueblo palestino, y no una “reacción” desde el 7 de octubre pasado) las voces de los pueblos del mundo se unieron para repudiar esta violencia sinrazón contra una población acorralada por un apartheid establecido con el apoyo del imperialismo estadounidense y las potencias europeas. Esas voces a favor del pueblo palestino, que se alzan por la libertad y la justicia, se han congregado en propio interior de los Estados Unidos y otras ciudades pertenecientes a las potencias que apoyan el genocidio, siendo que en países como México también ha quedado manifiesto el rechazo a este crimen inhumano, incluso, en la ciudad de Mérida, desde hace varias semanas, un importante grupo de ciudadanos se congregan para alzar la voz por el derecho de Palestina a existir y vivir en libertad.
En este sentido, días atrás, Azima, una organización surgida el pasado 20 de octubre, en el contexto del recrudecimiento del genocidio contra Palestina, e integrada por ciudadanos mexicanos, ha dado a conocer su primer Manifiesto, donde se expresa que: “A lo largo de 75 años, el pueblo palestino ha sido objeto de las más variadas vulneraciones a sus derechos humanos, por parte del estado ilegítimo de Israel. Los derechos básicos como el de la vida, la libertad, el libre tránsito, la protección de la salud, la propiedad, la seguridad, entre otros, han sido transgredidos de manera reiterada. Los hechos ocurridos el 7 de octubre del año 2023, no son más que una consecuencia de las tensiones políticas, sociales, culturales y humanitarias que padece Palestina desde 1948”.
La agrupación se suma a las miles de voces en el mundo que colman las calles de las ciudades más importantes de Occidente y más allá, y expresa los siguientes objetivos: la urgencia de realizar manifestaciones pacificas a favor de Palestina; combatir la desinformación divulgada por el sionismo y el imperialismo; la vinculación internacional con organizaciones y ciudadanos que luchen a favor de Palestina, así como denunciar el peligro que representa el sionismo para la humanidad; al igual que fomentar la educación ciudadana que confronte el racismo y la islamofobia, así como cualquier otra concepción peyorativa de las poblaciones árabes del mundo.
Azima, en su primer Manifiesto, deja muy en claro los tiempos que vivimos al indicar que: “Este tiempo es de acción, de lo contrario nos convertimos en cómplices de los crímenes de guerra, genocidio, limpieza étnica y el apartheid perpetuado por el sionismo; en virtud de lo anterior, invitamos a la comunidad en general a unirse a la acción global para exigir un alto a la ocupación de Palestina histórica”. La invitación ya está hecha, toca el turno a la consciencia.
¡Palestina no está sola; Palestina existe y resistirá!
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