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Indiferencia, represión y ... condena judicial

Mapuches en Temuco: El diálogo de Ricardo Celis

Fuentes: Azkintuwe Noticias

Estuvieron toda la semana manifestando, pacíficamente, su derecho a ser escuchados por las autoridades de gobierno. Y lo hicieron en pleno centro de Temuco, frente a las oficinas del Intendente Regional, como para dejar en claro a quien iban dirigidas sus demandas. Los miembros y dirigentes de las comunidades mapuche Ranquilco, Limpeo y Antonio Panitrur […]

Estuvieron toda la semana manifestando, pacíficamente, su derecho a ser escuchados por las autoridades de gobierno. Y lo hicieron en pleno centro de Temuco, frente a las oficinas del Intendente Regional, como para dejar en claro a quien iban dirigidas sus demandas. Los miembros y dirigentes de las comunidades mapuche Ranquilco, Limpeo y Antonio Panitrur de Collipulli; Reñico Grande y Reñico Chico de Lumaco; Chupilco, Catrinao, Pelantaro, Toro Melin, Curaco, Huilcaleo y Antonio Peñaipil de Galvarino, entre otras, buscaban la formación de una mesa de trabajo con las autoridades que diera curso a sus necesidades de tierras o, cuando menos, permitiera agilizar los trámites para recuperar aquellos fundos que reclaman desde hace años sin respuesta.

En promedio, todas estas comunidades sumaban en la burocracia indigenista más de 5 años de espera, negociando con la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) la compra de tierras que reclaman como usurpadas y que corresponden en la actualidad a fundos forestales propiedad de empresas como Mininco S.A., Volterra, Bosques Arauco, Millalemu, Volterra y otros latifundistas particulares. Todas las comunidades, por lo demás, habían seguido en sus reivindicaciones los debidos y publicitados conductos regulares, estableciendo conversaciones con las autoridades y firmando acuerdos con los encargados del Fondo de Tierras de la CONADI. Compromisos de compra que, tras cinco años de espera, no les habían arrojado ningún resultado.

La respuesta de Celis

Fue el pasado 21 de abril la fecha elegida por las comunidades para manifestar el descontento acumulado. Y lo hicieron a la antigua, ocupando con familias enteras algunos de los emblemáticos fundos que reclaman ante las autoridades. Fundos como El Retiro, Santa Elisa y Santa Rosa de propiedad de Forestal Mininco, fueron algunos de los que resultaron ocupados tras una coordinación que abarcó varias comunas de la IX Región y que contó con el decidido respaldo de la organización mapuche Consejo de Todas las Tierras. Rodrigo Curipán, uno de los voceros de las comunidades, recalcó ante la prensa que las movilizaciones obedecían a la «nula disposición» de las instituciones públicas por solucionar los graves problemas de tierra que los afectaban.

Las declaraciones las realizó Curipán el mismo día 21 de abril en Temuco, en las afueras de la Intendencia regional y tras entregar una carta al Intendente Ricardo Celis (PPD), exigiendo a la máxima autoridad tomar cartas en el asunto. «Son 21 las comunidades que hemos decidido comenzar a movilizarnos por nuestros derechos y para que las autoridades entiendan que ya no podemos seguir esperando. Estamos pidiendo una mesa de trabajo con la ministra de Mideplan, Yasna Provoste. Queremos que nuestras demandas sean escuchadas», señaló el werken, mientras en forma paralela, en el sector San Andrés y a unos 35 kilómetros del centro de Temuco, medio centenar de comuneros hacia ingreso al Fundo Huichahue de unas 400 hectáreas cerca de la localidad de Quepe.

Tal como esperaba Curipan, la respuesta de la Intendencia no se hizo esperar. Sin embargo, no sería precisamente la esperada por los mapuches. Fiel a su práctica de bajar el perfil de las movilizaciones mapuche en la región, Celis restó importancia a los anuncios de los comuneros, señalando que se trataría de simplemente de «tomas simbólicas». Más tarde y apremiado por los acontecimientos y los anuncios de nuevas y reiteradas ocupaciones, ordenó el envio de fuertes contingentes de Fuerzas Especiales de Carabineros a cada uno de los puntos en conflicto, a fin de «verificar» en terreno lo real de las acciones. Indiferencia y represión, el ying y el yang de la política indigenista de Ricardo Celis, tal como quedaría en evidencia pocos días más tarde, en la propia sede del gobierno regional.

«Lamentamos que ayer jueves 21 en la comunidad Ranquilco la máxima autoridad provincial en vez de darle una viabilidad real a nuestra petición, envió un fuerte contingente policial, juntamente con el Fiscal de Collipulli, demostrando de esta manera que el gobierno se niega a dar soluciones concretas, amedrentando y criminalizando nuestras legítimas demandas de tierras», señalaron las comunidades movilizadas de Collipulli, anunciando a su vez una alianza con las comunidades Alboyanco, Requen Pillán, Requen Lemún y Aguas Buenas de la comuna de Ercilla, para incrementar las movilizaciones y exigir la inmediata intervención del Ministerio de Hacienda y de Planificación, con atribuciones suficientes como para darles soluciones concretas a sus demandas.

Mapuches en Temuco

Transcurrida casi una semana del inicio de las movilizaciones, la estrategia del intendente Celis, basada en el desgaste de las comunidades y en el aislamiento comunicacional de sus acciones, amenazó con desarticular las movilizaciones. Sin embargo, alertas ante este escenario, los dirigentes mapuche decidieron trasladar el epicentro del conflicto hasta las calles de Temuco. Más específicamente, a la esquina de calle Bulnes con Claro Solar, en las afueras de la sede del gobierno regional y a escasos metros de la oficina del propio Ricardo Celis. Allí, de manera pacífica pero decidida, medio centenar de comuneros se instaló con trutrukas y kullkules, con pancartas y lienzos alusivos a la lucha por sus tierras la mañana del lunes 26. Repitieron la acción el martes 27 y lo mismo hicieron el miércoles 28, religiosamente.

El miércoles, tras su tercer día de marcha y permanencia en el frontis de la Intendencia, los dirigentes lograron doblar la mano de Celis y consensuar una reunión con la ministra de Mideplan, Yasna Provoste, la cual se concretaría en teoría el 24 de mayo. Según indicaron los dirigentes, el acuerdo se logró tras permanecer más de 5 horas en las puertas del edificio gubernativo y luego que durante la mañana se produjeran forcejeos con efectivos de Carabineros apostados en el área, resguardando el orden público en la antesala del acto cívico con el cual se conmemoraría el aniversario número 78 de Carabineros de Chile. Dicho forcejeo, que no llegó a mayores, motivó la presencia del intendente Ricardo Celis y el seremi de Gobierno, Jorge Ravanal, quienes debieron mediar en la pacificación de las acciones, asi como también en el logro de la audiencia ministerial exigida por los manifestantes.

«Las movilizaciones se depondrán, ya que hemos llegado a un compromiso con el Gobierno Regional, que se comprometió a ser garante de la reunión», señalaron satisfechos los dirigentes aquel día miercoles. Más aun, en dicha reunión no solo se vería el tema de las tierras usurpadas, sino que además se aprovecharía para discutir con la ministra Provoste la ratificación del convenio 169 de la OIT que entrega el reconocimiento a los pueblos indígenas. Ante este escenario, el retiro definitivo de las comunidades desde el frontis de la Intendencia era cuestión de tiempo. Este se concretó definitivamente durante la tarde, en completa normalidad, aunque bajo la ferrea supervisión de fuerzas especiales de Carabineros prestas a entrar en acción. Veinticuatro horas más tarde, los mismos dirigentes harían abandono nuevamente de la Intendencia, pero esta vez golpeados y detenidos.

Tolerancia Cero

Una agenda de trabajo. Los dirigentes, tras lograr el acuerdo el día anterior, volvieron el jueves a la Intendencia para afinar detalles de la agenda de trabajo con la ministra Yasna Provoste. No fueron recibidos por nadie y exigieron hablar con el Intendente. Subieron hasta el segundo piso del edificio gubernativo y allí se quedaron. Celis no los recibió, precisando que como ya se había establecido un acuerdo, no había ninguna posibilidad de retomar el tema. Y como los mapuches, no conformes con su respuesta, seguían allí, el Intendente dio instrucciones a su jefe de Gabinete, Enrique Besnier, para que efectivos de Fuerzas Especiales desalojarán del edificio y detuvieran a aquella veintena de mapuches, hombres y mujeres, entre ellas una mujer embarazada, por «ocupación ilegal de un recinto público».

Siendo las 14 horas, personal de Fuerzas Especiales ingresó al recinto para desalojar y detener a las 16 personas que ocuparon el hall de la Intendencia, mientras que afuera medio centenar de efectivos antimotines fuertemente armados, apoyados de carros lanzaagua, procedió a despejar a un grupo de manifestantes mapuches, lo que provocó fuertes enfrentamientos. En los incidentes, un ventanal de la oficina de informaciones de Sernatur fue destruido, pero lo más grave fue la contusión que afectó a una comerciante quien resultó inconsciente tras recibir el impacto de un chorro de agua de la policia uniformada, incidente que dio cuenta del violento e indiscriminado actuar represivo de Carabineros en contra de la multitud allí reunida en solidaridad con los dirigentes.

Producto de la acción represiva, 25 comuneros, 16 hombres y 9 mujeres, fueron aprehendidos y trasladados a la Segunda Comisaría de Carabineros, para ser presentados luego ante el Tribunal de Garantía de Temuco. Según el Intendente Ricardo Celis, la prolongada permanencia de los mapuches en el edificio de la Intendencia, habria constituido una acción de violencia inaceptable. «Aquí hubo una ruptura de los compromisos» fue la sentencia de Celis tras el violento desalojo, dejando en claro que el acuerdo de una mesa de diálogo con la ministra de Mideplan quedaba suspendido «indefinidamente», agregando que las demandas de las comunidades mapuches protagonistas de las movilizaciones no sería prioridad para el gobierno a futuro. Además, cualquier nueva manifestación en el centro de la ciudad sería duramente reprimida, advirtió.

La respuesta a su repentino cambio de actitud con las comunidades provendría del werkén del Consejo de Todas Las Tierras, Aucán Huilcamán, quien señaló a pocas horas de producirse el desalojo que «el Intendente Celis es una persona que ha desechado el diálogo. Además, está faltando a la verdad… lo que había no era un acuerdo sino que una propuesta de fecha de reunión y él estaba plenamente informado de que hoy se debía dar la respuesta definitiva sobre eso a los dirigentes de las comunidades», indicó el werken, iniciando de esta forma un intercambio de mutuas acusaciones que se prolongaría durante todo el fin de semana.

Veredicto, culpables

Un total de 25 comuneros mapuches, entre hombre y mujeres, todos ellos miembros de comunidades rurales, fueron detenidos en la violenta jornada represiva del día jueves. Y todos ellos fueron presentados en el control de detención efectuado la mañana del día viernes 29 y donde el Fiscal Jefe de la Fiscalía Local de Temuco, Jaime Pino, requirió en procedimiento monitorio, la imposición de la pena de una multa contra los comuneros, petición que fue acogida por la Magistrado Maria Teresa Villagran, siendo todos condenados al pago de una multa consistente en una Unidad Tributaria Mensual, 20 de ellos por supuesto «desacato a la autoridad» y cinco por su participación en «desórdenes públicos», que es como la Fiscalía llama a la legitima defensa de los manifestantes frente a la brutalidad de Carabineros.

Sin embargo, la defensa de los comuneros solicitó, en razón de su condición de campesinos pobres y la inexistencia en ellos de antecedentes penales anteriores, les fuera suspendida la aplicación de la pena, petición que fue acogida por la Juez de Garantía, suspendiendo el pago de la multa por seis meses, tiempo que en que deberán evitar volver a tener problemas con la justicia, pues en caso contrario, se les haría efectivo el pago de la pena impuesta, que en caso de no ser pagada, incluso podría ser conmutada por 5 días de cárcel. «Hemos venido a reclamar nuestros legítimos derechos y nos han tratado como a simples delincuentes», señaló a su salida del Tribunal el dirigente Fernando Perez, uno de los condenados, a los medios de comunicación allí reunidos, resumiendo en pocas palabras los tristes resultados de una larga semana de movilización.

El golpe de Celis

¿Qué originó el cambio radical de actitud del Intendente frente a las comunidades? Una incógnita, como gran parte de sus anteriores y zigzagueantes actuaciones en el marco del denominado conflicto mapuche. Sin embargo, bien pudo haber sido el arribo a Temuco el día viernes del Subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, la razón para tan repentino «golpe de autoridad» y «de efecto». Correa Sutil, máximo encargado de temas de seguridad a nivel de gobierno, arribó a la capìtal regional para participar de la reunión periódica de seguridad y orden público en la Octava, Novena y Décima regiones, instancia en la cual estuvo presente, además del intendente Ricardo Celis, los gobernadores y los generales de Carabineros de las tres zonas antes mencionadas.

En dicha reunión, desarrollada el día viernes en la Sala de Sesiones de la Intendencia Regional, Correa Sutil realizaría un especial rayado de cancha respecto de la posición del gobierno frente a las demandas mapuches: Tolerancia Cero. Asi al menos se desprende de las conclusiones de dicha reunión, entre las cuales se destaca que en la región «no hay mayores situaciones de intranquilidad», reiterándose el ya desgastado discurso de que el Gobierno no discutirá con comunidades que entren en un «afán confrontacional», según señaló el propio Correa Sutil en referencia a las movilizaciones desarrolladas durante la semana. La situación también fue abordada en la reunión por la gobernadora de Malleco, Tamara Carvajal, quien precisó que en esa provincia no existían a la fecha movilizaciones u ocupaciones, salvo amenazas en la toma de predios y de carreteras.

‘Las ocupaciones no existen. Sólo hay tomas virtuales y en ese sentido, hasta este jueves, había cinco en Malleco y tres en Cautín», señaló Celis tras la reunión, quién vio como al menos parte de su gestión de gobierno, duramente criticada en otros ámbitos por parlamentarios de la región y representantes del CORE, era respaldada por el enviado de La Moneda en el caso mapuche. Y haciendo gala de sus nuevos quince minutos de fama, Celis precisó que «la manifestación pacífica, aunque ruidosa, nos parece que está dentro de una situación particular que es tolerable. Lo que no vamos a soportar es que la gente sobrepase ampliamente la voluntad de una manifestación de esta naturaleza y sean ocupadas oficinas públicas. Toda oficina pública que sea tomada va a ser desalojada, como un principio básico», indicó.

De paso y haciendose eco de lo señalado por el propio Subsecretario del Interior, Jorge Correa Sutil, el Intendente minimizó inclusive las demandas territoriales de las comunidades, responsabilizando a la pre candidatura presidencial de Aucán Huilcamán por las continuas manifestaciones mapuches, así como de la ocupación y desalojo con detenidos registrados en el edificio de calle Bulnes el día jueves. «Probablemente, van a manifestarse todo el 2005, porque es un año electoral. Pienso que parte de esta manifestación tiene que ver con la campaña de Aucán Huilcamán», teorizó Ricardo Celis, reconvertido tras la reunión de seguridad del viernes 29 en un experto analista electoral.

«Intentar vincular las movilizaciones de las comunidades mapuche con mi candidatura a la presidencia, es sencillamente desconocer la historia reciente de las dos últimas décadas del Pueblo Mapuche… Esta situación confirma que las autoridades desconocen absolutamente los hechos relevantes sobre el Pueblo Mapuche… Las declaraciones del señor Intendente no tan solo desconoce las recomendaciones de la comunidad internacional, sino también ignoran las recomendaciones de la Comisión de Verdad y Nuevo Trato, que con casos ejemplares da cuenta de la usurpación de las tierras. Dicho informe tampoco es mi invención, ni ha sido preparado para una elección presidencial», fue la categoríca respuesta del werken.