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Marcha autogestionada inauguró las convocatorias masivas por los 50 años del golpe de Estado

Fuentes: Rebelión

“Memoria y Resistencia Junto a lxs 119” logró una importancia política considerable; desde la autogestión y la autonomía se logró convocar a diferentes organizaciones y resultó en una masividad que no se lograba desde la Revuelta del 2019.

En las actividades de conmemoración a lxs Detenidxs Desaparecidxs de la Operación Colombo (1975), lograron convocarse miles de personas para mantener vivas las memorias de resistencias que alimentan las luchas en el presente.

Uno de los ejes de la actividad fue denunciar la articulación de los poderes del Estado y los Medios de Comunicación en los diversos montajes con los cuales se ha criminalizado a luchadores sociales en nuestra historia reciente.

La Operación Colombo fue uno de los montajes más brutales de la dictadura cívico-militar, que buscó encubrir las desapariciones forzadas por medio de noticias falsas, tanto en medios de comunicación chilenos como extranjeros.

Las actividades en el marco de los 50 años del golpe de Estado cívico militar han ido tomando forma desde la organización y autogestión de diversas colectividades, las cuales han asumido el desafío de continuar las luchas históricas del movimiento popular contra este sistema de muerte, haciéndose presentes en el espacio callejero. Siempre la calle, como arteria de la resistencia, el espacio público sin posesión ni límites, el horizonte permanente, para quienes van de frente. Nuevas generaciones se encuentran constantemente con aquellas que antecedieron al horror, le resistieron y se mantienen vivas gracias a las voluntades y convicciones de todas aquellas personas y colectividades capaces de mirar hacia adelante con la memoria presente y activa. Recuperando las confianzas y validando las palabras que activan las luchas contenidas en la constante opresión de los olvidos obligados.

Cerca de 100 organizaciones fueron capaces de coordinar 2 días de movilización político-cultural, jornadas que estuvieron atravesadas por el reencuentro familiar, de compañerxs y colectivos, donde emergieron y volvieron a circular las memorias de cada unx de lxs 119 por las calles de Santiago. La marcha pasacalle estuvo envuelta por una lluvia que limpió lágrimas y reflejó alegrías, acompañadas por bandas, comparsas y performances que no titubearon en exponer cuerpos y vestuarios para recorrer los lugares que siguen siendo simbólicos en las memorias de resistencia hoy, de la mano de 119 figuras que, como en 2005, nos vuelven a demostrar que nada ni nadie está en el olvido toda vez que decidimos con arrojo encontrarnos y organizarnos.

“Memoria y Resistencia Junto a lxs 119” logró una importancia política considerable; desde la autogestión y la autonomía se logró convocar a diferentes organizaciones y resultó en una masividad que no se lograba desde la Revuelta del 2019. A través de diversas expresiones artísticas del mundo popular, la actividad recogió las memorias y reivindicaciones que se alejan de los discursos de victimización y reconciliación que ha impuesto la institucionalidad estos últimos 30 años, creando espacios de discusión que disputan y se alejan de la memoria e historia oficial, el revisionismo y el negacionismo aún presentes. La gran convocatoria de la marcha pasacalle durante un día especialmente lluvioso, la capacidad de levantar al día siguiente una segunda jornada con olla común, feria de oficios y editoriales independientes, foro-panel, intervenciones artísticas y el lanzamiento del boletín “El Enemigo Interno” (investigación sobre los montajes comunicacionales de la historia reciente), son sólo una muestra de todo lo que evidentemente incomoda a la institucionalidad y especialmente a la clase política chilena. En un contexto donde el gobierno progresista del “Frente Amplio” ha profundizado leyes represivas que favorecen la impunidad, la memoria adquiere una potencia transformadora cuando vuelven a pasar por nuestros corazones aquellas experiencias de vida arrebatadas por la Dictadura.

Estas dos jornadas se realizaron pese al hostigamiento de Carabineros durante ambos días y el abandono de las responsabilidades atingentes por parte del municipio de Santiago. Nada de eso fue novedoso para las voluntades autoconvocadas, posicionadas y situadas por la memoria, la justicia, y la relevancia de los procesos reivindicatorios, aún vivos y en marcha, el ejercicio y la práctica de la resistencia, como la activación constante y permanente de un vínculo consistente y siempre presente, de no soltarse, ni permitir el olvido, a causa de la impunidad formal. La valentía no es porfía, es flama viva, energía popular y colectiva. Se hicieron parte activa del extraordinario desarrollo de las acciones programadas, y el entorpecimiento institucional pareció más bien la confirmación de que desde el Estado y los espacios de poder no hay real compromiso con relevar la memoria y derechos humanos más allá de pequeños guiños y discursos, mientras se enfrascan en el debate inerte del revisionismo histórico más absurdo y relativista que cualquiera pudiera imaginar 50 años después de un golpe de Estado cívico militar financiado, ordenado y ejecutado por EEUU y la oligarquía chilena desde aún antes de las elecciones que llevarían a la Unidad Popular y Salvador Allende al poder.

Como bien debiéramos saber después de décadas de evidencia, la prensa nacional fue parte activa de estos montajes, y lo ha seguido siendo hasta hoy. Poca o nula cobertura tuvo esta manifestación masiva que les interpela, y era de esperarse en virtud de su participación histórica en la persecución política, encubrimiento de crímenes de lesa humanidad, criminalización de la movilización social y terrorismo mediático. Aquellos medios tradicionales que se refirieron a las acciones realizadas, titularon la participación de “decenas” de manifestantes, o se refirieron a los montajes de prensa como algo que les fuera ajeno, siendo parte activa tanto de la misma Operación Colombo, como de montajes periodísticos recientes, que demuestran la impunidad histórica de estos crímenes y la vigencia de las proclamas que decidieron ignorar… o tal vez fue la lluvia, prefirieron no mojarse. A pesar de ello, estas jornadas de “Memoria y Resistencia junto a lxs 119” no fueron invisibilizadas, destacamos el compromiso y la importancia del trabajo de los medios de comunicación independientes y populares que se hicieron presentes para cubrir la actividad, llegando su difusión más allá de nuestras fronteras.

En uno de los tantos gestos significativos que la conjunción de voces es capaz de crear, la colectividad publica en sus redes sociales un detalle de transparencia financiera en lo referente a los tres meses de organización previa, realización y cumplimiento de cada ítem relativo a la gestión de ambos días de encuentro, en su instagram @119.resistiendo.memoria. Esta actitud de rendir cada peso que generosa e incondicionalmente muchas compañeras y compañeros aportaron, como ya se hizo con la cena de Año Nuevo que se brindó a las y los combatientes de la Primera Línea el 31 de diciembre de 2019, a la cual se denominó “La Zena Zero”, forma parte de una impronta que caracteriza y obliga a todo quehacer revolucionario y que se distingue de la voracidad de una institucionalidad corrupta que se quiere y debe derrotar. La invitación queda, por tanto, abierta al Museo Nacional de Bellas Artes para que exhiba igualmente un gesto de esta índole respecto a los fondos destinados en el contexto del proyecto Acontecer 50 años.

Ante posibles intentos de apropiación, manipulación o tergiversación de esta histórica jornada popular, profundamente radical y al margen de la institucionalidad neoliberal y de sus funcionarios y burócratas a sueldo, se hace necesario señalar categóricamente que cualquier información, evaluación o llamamiento que se haga en relación a las jornadas del 22 y 23 de julio, solo serán realizados desde el Colectivo Memoria y Resistencia junto a lxs 119. Habrá una vigilancia estricta y se denunciará cualquier intento de aprovechamiento o de pretender utilizar esta acción para fines ajenos a su espíritu de lucha, resistencia y contra el actual sistema opresivo, en las cuales tantas compañeras y compañeros pusieron todo su amor incondicional.

Memoria y Resistencia junto a lxs 119 finalizó estas jornadas con una invitación abierta y comprometida, a través de un manifiesto que confirma el posicionamiento popular respecto a su lugar en la Historia y los procesos que le alimentan. Y es que el juicio, cárcel y castigo a genocidas y violadores de derechos humanos en Chile ha sido mal interpretado como una consigna de quienes porfiadamente no querrían cerrar el duelo, como proponen autoproclamados amarillos. Contrario al hecho material que exige a toda sociedad de tomar acción y posición sin miramientos ni privilegios cuando se trata de crímenes contra la humanidad, las libertades y la autodeterminación de los pueblos.

Somos aquellas historias que han querido desaparecer; somos las experiencias de luchas que siempre han criminalizado; somos los territorios despojados, colonizados y secados por el extractivismo; somos las corporalidades que han torturado, fusilado, mutilado y violentado sexualmente; somos la antigua y la nueva generación combatiente, germinada por semillas de rebeldía; somos los nuevos brotes del bosque nativo; somos los cauces de los ríos libres; somos los pueblos que seguimos resistiendo, luchando y creando nuestra propia autonomía… Somos el enemigo interno, en una región que ha institucionalizado los montajes y la impunidad.

RESISTENCIA EN MARCHA
Enemigxs Internxs Autoconvocadxs