El pasado 16 de abril se cumpli eron 88 años de la partida de José Carlos Mariátegui, el primer marxista de América, y la figura más consistente que ha legado el Perú al pensamiento de nuestro continente. Miguel Diaz-Canel, al nuevo Presidente de Cuba, acaba de confirmarlo. Fue el único no nacido en su país, […]
El pasado 16 de abril se cumpli eron 88 años de la partida de José Carlos Mariátegui, el primer marxista de América, y la figura más consistente que ha legado el Perú al pensamiento de nuestro continente.
Miguel Diaz-Canel, al nuevo Presidente de Cuba, acaba de confirmarlo. Fue el único no nacido en su país, al que citó como referencia en su discurso del 19 de abril, al tomar el mando del Primer Estado Socialista de América. Lo hizo, al minuto 25.43 de su conceptuosa exposición en la que ratificó el carácter de la Revolución Cubana, y proclamó la continuidad del proceso iniciado por Fidel y Raúl hace 59 años en la Patria de Martí.
La alocusión del nuevo Mandatario Cubano, constituye una pieza maestra de la literatura revolucionaria de nuestro tiempo. Un macizo recuento del la tarea cumplida por la gesta del Moncada, un saludo sincero y si cortapisas a la «Generación histórica» que hoy delega mandos, un reconocimiento justo y legítimo a Raúl Castro por su valioso papel en la defensa de los principios que inspiraron la gesta de la Sierra Maestra, y un compromiso por transitar los nuevos escenarios con las mismas banderas de lucha de sus predecesores. En suma, un homenaje a un proceso creador y socialista, inédito en nuestro continente, y una bofetada en el rostro del Imperio.
El reconocimiento histórico al legado de Fidel y el saludo al pueblo de Cuba, protagonista principal de la más bella jornada histórica de América; sirvió sin duda para enaltecer el mensaje de nuestro Amauta, que sigue siendo un símbolo en la lucha de los pueblos.
Casi en paralelo, y bajo el auspicio de Casa de las Américas y de la embajada del Perú en La Habana, tuvo lugar un importante Simposio destinado a recordar el 90 aniversario de los «7 Ensayos…», la obra cumbre del Amauta, que marcó una época en el proceso intelectual peruano en el siglo pasado.
Destacados Mariateguistas -Ricardo Portocarrero, Nelson Manrique, José Ignacio López Soria y Vicente Otta- entregaron valiosas reflexiones y adquirieron nuevas experiencias; en un evento al que concurrieron acompañados por excelentes músicos peruanos, liderados por Piero Bustos. Ellos, se sumaron a esa fiesta, y ofrecieron conciertos de primer nivel al público cubano.
Si recordamos que Mariátegui escribió también «Defensa del Marxismo», en polémica abierta con el filósofo belga Henry De Mann; tendremos en claro el hecho que, al cumplirse este año el Bi Centenario del nacimiento del autor de «El Capital», su mensaje está latente en la voz y en la conciencia de los revolucionarios de nuestro tiempo. De Marx a Mariátegui, el mundo ha caminado por una amplia avenida de acciones y de ideas, en las que el ejemplo de Cuba está más vivo que nunca.
Pero a Mariátegui se le recordó también en Lima, en el marco de la Cumbre de los Pueblos, escenario que, en paralelo al evento oficial pomposamente denominado «la Cumbre de las Américas», abrigó un mensaje de luz y de esperanza, afincado en la marcha del Proceso Liberador de nuestro continente.
Nutridas delegaciones hermanas de Cuba, Venezuela y Bolivia, sumadas a representaciones calificadas de Ecuador, Chile, Paraguay, Brasil, Colombia y otros países, rindieron también testimonio del aprecio creciente que despierta el mensaje del Amauta en todo el continente. La participación del canciller de Cuba, Bruno Rodríguez en la clausura del evento, en la explanada del Rectorado de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos el pasado 14 de abril, marcó un hito en la relaciones entre nuestros pueblos.
Cuando el lunes 19, en el Cementerio Presbítero Maestro, donde yacen los restos del descollante escritor peruano; y en compañía de Fanny Palacios -Presidenta de la Asociación Amigos de Mariátegui- evocamos su memoria resaltando los elementos cardinales de su pensamiento; no hicimos sino recoger una luz que hoy alumbra la conciencia de los trabajadores.
Vivimos tiempos duros. En el mundo, el Imperio redobla su ofensiva guerrerista y pone al borde del acantilado la soberanía y la independencia de naciones enteras y hasta la paz en el planeta. En América arrecia la campaña contra Cuba Socialista y la Venezuela Bolivariana, pero también contra otros pueblos hermanos. Lo sucedido con Lula y los ataques sistemáticos contra Evo Morales así como lo que ya se gesta contra la Nicaragua Sandinista; son apenas expresiones del miedo de la clase dominante; en un escenario en el cual los pueblos afirman su destino.
En nuestro país se exacerba también el cúmulo de ataques al legado del Amauta, en las más variadas formas. La Mafia Apro-fujimorista y la derecha más conservadora no se quedan en pequeño cuando de destilar odio de trata, agraviando sobre todo la verdad histórica.
Pretenden vanamente confundir a las fuerza progresistas con el terrorismo que ellos mismos alentaron precisamente para asustar e intimidar a los pueblos e imponer su «modelo» neo liberal a s sangre y fuego Y buscan, sobre todo, dividir al movimiento popular y a las fuerzas democráticas, porque saben que la unidad las haría imbatibles.
En los próximos días en el Perú, celebraremos también el Bi Centenario del Nacimiento de Karl Marx en un evento al que denominamos precisamente «José Carlos Mariátegui y el pensamiento de Marx», como una forma de sellar un mensaje destinado a todos los oídos: Hablar de Marx y de Mariátegui, es hablar de las más altas banderas de los pueblos.
Por Gustavo Espinoza M. Colectivo de dirección de Nuestra Bandera.
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