«¿Quieres tener éxito, ser rico y famoso, y que todo el mundo te invite a festivales de cine, o quieres hacer películas preciosas y bellas, que revelen humanidad en cierto modo, y que sean útiles? Son dos maneras distintas de hacer las cosas». Fue una de las ideas que Francis Ford Coppola lanzó a los […]
«¿Quieres tener éxito, ser rico y famoso, y que todo el mundo te invite a festivales de cine, o quieres hacer películas preciosas y bellas, que revelen humanidad en cierto modo, y que sean útiles? Son dos maneras distintas de hacer las cosas». Fue una de las ideas que Francis Ford Coppola lanzó a los asistentes de la charla que pronunció el pasado martes en el Festival Internacional de Cine de Marrakech.
Anunciada como una clase magistral del cineasta, éste se negó a que le otorgaran la etiqueta de maestro, ya que él se considera todavía un estudiante: «En todo caso un estudiante de último año», afirmó entre las carcajadas de un público mayoritariamente joven. El director de ‘El Padrino’ quiso además dejar claro que aprender a ser un buen cineasta es también aprender a ser una buena persona, algo que descubrió cuando intentó enseñar a sus propios hijos normas y lecciones sobre hacer películas.
«Ya soy rico, ya soy famoso, ya tengo unos hijos maravillosos que están siguiendo mis pasos, tengo todo. ¿Qué no tengo? ¿Qué me hace seguir avanzando? Quiero aprender sobre el mundo, quiero aprender sobre la gente, quiero aprender, sobre todo, sobre mí mismo. Así que para mí, el cine es aprender«, confesó Coppola antes de explicar que muchos artistas tienen a la vez otro trabajo, ya que no ganas necesariamente dinero con el arte. «Ahora hago películas personales en las que nadie me dice qué tengo que hacer, pero el dinero lo gano en la industria del vino». «Como entramos en una nueva era, quizás el arte sea gratis, quizás los estudiantes tienen razón y deberían tener derecho a descargarse películas y música. Me van a matar por decir esto, pero quién ha dicho que el arte tiene que costar dinero y por lo tanto quién dice que los artistas tienen que ganar dinero».
Coppola también recordó cómo empezó a trabajar con los actores de ‘El Padrino’: «Por supuesto estábamos todos nerviosos por Marlon Brando, porque le veíamos como el más grande, especialmente los estudiantes de teatro de los años cincuenta. Todos los actores admiraban a Marlon, él era el Padrino, así que decidió utilizar este hecho». «Les cité en una cena, pidiéndoles que llegaran hambrientos. A Marlon le senté presidiendo la mesa y a su derecha puse a Al Pacino, a su izquierda a Jimmy Caan y a Bobby Duvall y a Johny Cazale, y tenía a mi hermana sirviendo la comida. Así que cenaron e improvisaron juntos, y después de un rato todo el mundo se relacionaba con Marlon como el padre y Jimmy Caan intentaba impresionarle con chistes, y Al Pacino trataba de haberlo siendo intenso y tranquilo». Sin saberlo, después de esa cena se habían convertido en sus personajes.
El cineasta dio varios consejos más, como el tomar notas con todas las ideas que uno tenga apuntando fecha y lugar, saber trabajar en equipo y escuchar a los demás: «no como cuando yo era joven», confesó. Otras sugerencias fueron anotar todo lo que sientas cuando lees por primera vez un libro que pretendes adaptar al cine, o resumir cada película en una o dos palabras, lo que Elia Kazan definía como el núcleo: «En ‘El Padrino’ la palabra seria sucesión, y en ‘Apocalypse Now’ moralidad».
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/12/10/cultura/1291991504.html