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Mujer, fuerza arrolladora y germen de revolución

Fuentes: Rebelión

“Las mujeres son la mitad del cielo”, y esta frase es tan certera como directa en afirmar que, si la clase trabajadora junto al pueblo quiere acabar con la dominación, explotación y opresión, es decir, conquistar el cielo para construir una sociedad nueva, se requieren a las mujeres indefectiblemente.

Desata tu furia contra las cadenas que te hacen esclava y súmate a la construcción comunista de emancipación

Marzo inicia con la conmemoración del día internacional de la mujer, una fecha que rememora a las mujeres trabajadoras a lo largo y ancho del planeta que han dado la lucha por sus reivindicaciones de género y clase. Fueron las mujeres socialistas y revolucionarias quienes instauran este día, en particular, la compañera militante comunista Clara Zetkin quien, en el año 1910 en la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, propone el día 8 de marzo como fecha para la instalación de las demandas económicas y políticas de las mujeres obreras, socialistas y comunistas de aquel entonces. Muchas décadas más tarde, en 1977, el organismo imperialista de la Asamblea de Naciones Unidas toma esa fecha y la institucionaliza.

Para las y los comunistas revolucionarios esta fecha es importante ya que viene a recordarnos la importancia de organizar, educar y generar las condiciones para que las masas de mujeres se sumen a la lucha. Es la mujer organizada, quien al calor del combate va elevando sus niveles de conciencia de clase y decide sumarse a las filas de la revolución, con el objetivo de barrer con la explotación y todo tipo de opresión generada por el imperialismo y las relaciones de opresión patriarcal fundidas con las relaciones de explotación capitalista.

En la actualidad, el movimiento femenino popular no se encuentra al margen de las consecuencias del escenario de reflujo coyuntural del campo popular en general. Son las mujeres las que principalmente abandonan las organizaciones en contexto de crisis, abocándose a las tareas domésticas y de cuidado. Esto significa una importante pérdida de la potencial fuerza revolucionaria.

En ese sentido, resulta imperioso insistir en la organización de las mujeres trabajadoras y populares en la lucha por sus reivindicaciones particulares, junto con sumar a las mujeres a las filas de la militancia política comunista y revolucionaria.

Tenemos grandes desafíos y tareas urgentes en ambos planos. Debemos combatir los obstáculos materiales y subjetivos que impiden ampliar la participación pública, social y política de la mujer, impulsando la lucha por las reivindicaciones femeninas, que permita generar las condiciones para la protesta popular y la combatividad. A la vez, construir organización en el seno del pueblo que vaya avanzando de forma concreta en respuestas y salidas colectivas a estos obstáculos, siendo necesario construir distintos instrumentos organizativos, como organizaciones de base, frentes de mujeres y articulaciones con otros sectores del pueblo en lucha, en perspectiva del poder popular, el desarrollo de la autodefensa de masas y la socialización del trabajo doméstico.

Asimismo, debemos fomentar la formación política femenina y abrir la lucha de ideas contra las concepciones posmodernas y liberales del feminismo burgués y oportunista que alejan a las mujeres de sus intereses de clase, dividiendo y, con ello, perpetuando la dominación de este bestial sistema de explotación y dominación.

Saludamos las diferentes iniciativas que distintas organizaciones populares y políticas realizan para fomentar la participación y la lucha de la mujer de nuestra clase. Con alegría vemos como muchas se suman a la lucha Mapuche por la tierra y la autodeterminación y la exigencia de la libertad de las y los presos, como centenares de mujeres exigen casa y barrios dignos a través de los comités de vivienda y las tomas de terreno, como en los sindicatos más compañeras lideran sus directivas, en los liceos las compañeras luchan por sus derechos, entre otras.  Cada uno de esos esfuerzos son valiosos para alcanzar la anhelada y necesaria transformación que requiere el bestial sistema capitalista. Tenemos plena confianza en el potencial creador de la mujer proletaria y de las grandes masas femeninas, que junto a ellas vamos en el camino hacia la revolución y el comunismo.

“Las mujeres son la mitad del cielo”, y esta frase es tan certera como directa en afirmar que, si la clase trabajadora junto al pueblo quiere acabar con la dominación, explotación y opresión, es decir, conquistar el cielo para construir una sociedad nueva, se requieren a las mujeres indefectiblemente. Desde allí que tenemos una gran tarea: que las mujeres proletarias se transformen en un actor protagónico de la necesaria construcción del partido comunista para la revolución, y luchen codo a codo con los varones y disidencias de su clase para barrer, en todos los niveles organizativos (social, político y revolucionario) con las contradicciones en el seno del pueblo y a la vez, construir el nuevo poder que enfrentará al enemigo de clase, conquistando el poder y el socialismo.

Con la mujer proletaria triunfará la revolución y el comunismo

La Rebelión se Justifica

Organización Comunista Revolucionaria

Chile, marzo, 2024