Murió Néstor Castagno, el guionista más antiguo de la televisión chilena. Se marchó el sábado (19 de marzo), víctima del cáncer. Sus restos se encuentran en la Recoleta Dominica, de la avenida homónima, a la espera del entierro a efectuarse el lunes a una hora todavía no definida. Falleció en su hogar, después de una […]
Murió Néstor Castagno, el guionista más antiguo de la televisión chilena. Se marchó el sábado (19 de marzo), víctima del cáncer. Sus restos se encuentran en la Recoleta Dominica, de la avenida homónima, a la espera del entierro a efectuarse el lunes a una hora todavía no definida.
Falleció en su hogar, después de una larga hospitalización en la Clínica de la Universidad Católica, donde muchos de sus amigos tuvieron la oportunidad de donarle sangre y alcanzar a despedirlo. Desde que arribó a este país desde Argentina, en 1962, su trabajo de escritor y actor se ligó a la naciente historia local del medio, cuando la novedad tecnológica emergía como TV universitaria, con un compromiso real con la cultura nacional y universal, lejos del tutelaje del mercado que hoy proyectan sus pantallas.
Castagno, de 64 años, dejó una profunda huella en el teleteatro, como autor y actor. El guionista se mantuvo activo hasta muy pocos meses antes de su muerte. Su registro más antiguo de trabajo en TV data de 1964, con «Su majestad el niño», dirigida por Alejando Michell Talento, en Canal 13, donde desempeñó el papel de padre. En 1966 comenzó a escribir la «Antología del cuento», un ciclo de teleteatros dirigidos por el brasileño Herval Rossano -un hombre de TV aventado por la dictadura de su país-, que la estación católica transmitió hasta 1968, con participación de Raúl Ruiz, María Elena Gertner y Patricio Manns.
Néstor Gaudencio Castagno Bernhardt nació en Rafaela, provincia de Santa Fe, Argentina. Ingreso a la universidad a estudiar odontología, pero después escuchó el llamado de las aulas del teatro y más tarde, de la dramaturgia. En cuanto llegó a Chile se vinculó con la recién nacida TV universitaria, cuyas primeras transmisiones experimentales se iniciaron en 1959. También se vinculó con las causas populares y la política, militó en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y conoció a su esposa, Nancy Ugarte.
Más de 40 años de trabajo
En 1965 participó como actor en el «Teleteatro Policial» de Canal 13, junto a Leonardo Perucci, Franklin Caicedo, Alonso Venegas, Aníbal Reyna, Fanny Martínez y un amplio elenco. En 1966, el mismo año en que comenzó la «Antología del Cuento», escribió la serie infantil semanal «El Halcón», de Canal 13, dirigida por el veterano Rossano, con quien estableció una duradera relación profesional. Por esos años entendió que la TV chilena necesitaba más escritores que actores.
Hacia 1967 comenzó a escribir la primera teleserie chilena de largo aliento, «Los Días Jóvenes», 93 capítulos de 35 minutos, estrenada en julio de ese año, con la intervención de actores y actrices que hoy forman parte de la historia del teatro y la TV, Mirella Latorre, Mario Rodríguez, Leonardo Perucci, Silvia Santelices, Mario Santander, Gloria Torrent, Rafael Benavente, Teruca Molinari, Pepe Guixé, Eliana Vidal, Raquel Parot, Barbara Aunátegui, Tito Noguera, Patricia Larraguibel y el mismo Castagno.
En 1968, el año del «Mayo francés», de la reforma universitaria en Chile y de la rebelión estudiantil estadounidense contra la guerra en Vietnam, abordó los temas de la juventud de esa época escribiendo «Incomunicados», otra serie de Canal 13. Ese mismo año escribió otras dos series que la estación católica mantuvo hasta 1969, «Historias de jóvenes», tres veces por semana, y «Esta mujer eres Tú», semanal, ambas dirigidas por Rossano.
En 1969 comenzó a escribir los 78 capítulos de 45 minutos de la serie «Don Camilo», emitidos tres veces por semana por Canal 9 de la Universidad de Chile, bajo la dirección de Charles Elsesser y Alberto Suárez, con un elenco integrado, entre otros, por Nelson Villagra, Alonso Venegas, Shenda Román, Marcelo Gaete, Sara Astica, Marcelo Romo y Peggy Cordero.
En 1970 escribió «El ídolo», otra teleserie juvenil de Canal 13 dirigida por Regis Bartizaghi. En ese año, en que Salvador Allende fue elegido Presidente, además escribió para Canal 9 la serie semanal «Collage… Periodistas y algo más», dirigida por Alberto Suárez, una trama de amor y periodismo. «Collage» era una revista, dirigida por una mujer, Shenda Román, que concitó el amor enceguecido del fotógrafo y del redactor principal.
Entre muchísimas otras obras, escribió además para Canal 13 la serie cultural «Al Sur del mundo», dirigida por Francisco Gedda, iniciada en 1987; y las telenovelas «Casa Grande», 1982; «Más que amigos», 2002; «Machos», 2003; y «Hippie», 2004. Para Televisión Nacional de Chile (TVN) escribió las novelas «La Torre», 1985; «La Villa», 1986; «A la sombra del ángel», 1989; «Ámame», 1993; «Rojo y Miel», 1994; y «Santo Ladrón», 2000. Entre 1995 y 2000 escribió desde su hogar en Santiago los guiones de «San Ángel», novela transmitida 6 años por Televisa de México. Gran parte de esta producción la realizó con Daniella, la única de sus tres hijos (dos mujeres y un varón) que siguió sus pasos.
Terremoto ficticio en los ’60
Néstor Castagno y Herval Rossano quisieron medir la audiencia de su serie «Los días jóvenes» y reeditaron un recurso radiofónico propio de Orson Welles (La guerra de los mundos, 1938). Un capítulo concluyó con una «noticia de último minuto», un flash leído por Pepe Abad, la imagen corporativa del noticiario estelar: un terremoto grado 7 en San José de Maipo, a escasos kilómetros de Santiago.
La pantalla se fue a negro, sin créditos ni imagen. Aunque un movimiento sísmico real, incluso de menor envergadura, habría estremecido igual al cercano Santiago, la «noticia» de ficción causó una gran conmoción, patrullajes de la policía en la zona afectada, seguidillas de flash en todo el sistema radiofónico que todavía hoy no acostumbra a confirmar las «noticias» y una gran congestión telefónica. Bernardo Leighton, entonces ministro del Interior en esa época en que gobernaba Eduardo Frei Montalva (1964-1970) se presentó en persona en el canal para regañar a Castagno y a Rossano. La estación tuvo que efectuar una transmisión especial, sólo para explicar que el «terremoto» fue un hecho imaginario, ocurrido en la teleserie. Así comprobaron que la novela tenía gran audiencia, en un tiempo en que no aún no había otros medios más científicos para medir la sintonía.
Néstor se quedó a residir en Chile para siempre, tras sentir intensamente los activos años juveniles vividos bajo el gobierno de Salvador Allende, en que un mundo mejor parecía estar al alcance de la mano. Rossano, que llegó a estas tierras aventado por el golpe militar de 1964 en el Brasil de Joao Goulart, continuó después su exitosa carrera en su país.
Enersto Carmona es periodista y escritor chileno