Aunque la Noche de los Libros está dedicada en esta edición al 106 aniversario del natalicio de Nicolás Guillén, su celebración ha coincidido con el día de la independencia de EE.UU. y en homenaje al pueblo norteamericano en tan importante fecha la literatura estadounidense tuvo su espacio en esta celebración de la cultura y el […]
Aunque la Noche de los Libros está dedicada en esta edición al 106 aniversario del natalicio de Nicolás Guillén, su celebración ha coincidido con el día de la independencia de EE.UU. y en homenaje al pueblo norteamericano en tan importante fecha la literatura estadounidense tuvo su espacio en esta celebración de la cultura y el libro con la presentación de cuatro títulos en el Café Fresa y Chocolate, en la esquina de 12 y 23. Este acercamiento a la narrativa norteamericana estuvo dirigido por un panel de reconocidos escritores cubanos, que a sala llena comentaron las obras Alguien voló sobre el nido del cucu, de Ken Kesey; La cuchilla, de Donald Westlake; La Biblia envenenada, de Barbara Kingsolver, y La edad de oro, de Gore Vidal, cuatro novelas que tienen en común una visión descarnada e incisiva de la sociedad norteamericana y la realidad de su way of life.
«Los cubanos no confundimos la demencial e irracional política del gobierno de los EE.UU. con los mejores valores de su cultura», dijo el escritor Eduardo Heras León en su introducción, y demostró su afirmación con la presentación de la obra de Gore Vidal, un escritor irreverente que «ya desde sus primeras novelas estuvo ligado a escándalos y polémicas», implacable crítico de la sociedad norteamericana que con La edad de oro concluye sus Crónicas de la historia del país.
Daniel Chavarría, popular autor de policíacos, describió el argumento de La Cuchilla, de Donald Westlake, una historia aparentemente cotidiana en la que un ingeniero altamente remunerado queda de pronto desempleado y en su enajenación recurre al crimen como solución de sus problemas. Chavarría reflexionó sobre la tiranía de las «tecnologías asesinas» que dejan obsoleto al hombre, y sobre una sociedad que lo desecha sin contemplaciones cuando ya no le es de utilidad.
Laidi Fernández de Juan presentó La biblia envenenada, cuya historia transcurre en el Congo y es contada por las cuatro mujeres de la familia Price. «Narrados los hechos sin pretensiones historiográficas, y vistos, además, bajo el prisma delicado y al mismo tiempo rebelde de una mujer, resultan conmovedores», afirma la narradora cubana de esta novela de Barbara Kingsolver, una escritora comprometida y activista política que intenta reflexionar sobre «el enorme y movedizo terreno que hay entre la justicia y lo que es justo».
Francisco López Sacha describió Alguien voló sobre el nido del cuco como «una novela de locos escrita cuerdamente», una historia de inadaptados que encuentran en el manicomio su único espacio de supervivencia. La grandeza de este libro de Kesey, una de las figuras emblemáticas del movimiento contracultural y contestatario norteamericano, reside para López Sacha en «el esfuerzo y la dinámica de un hombre que se sobrepone a sus miedos y termina venciendo a su verdugo».
El intercambio cultural entre Cuba y EE.UU. no ha cesado a pesar de bloqueos y enfrentamientos políticos y esta presentación de obras literarias es otra muestra de que es posible tender puentes entre ambos pueblos.