NEKO was here. NEKO estuvo aquí. NEKO ha estado en todas partes: empezó en las paredes del Madrid de los 90 y ha acabado en Toronto, París, Nueva York; en las páginas de Dazed&Confused o Vice. Fachadas de hoteles vacíos, escaparates, libros, furgonetas. Nada se salva de sus intervenciones ni sus rociadas de spray ácido, […]
NEKO was here. NEKO estuvo aquí. NEKO ha estado en todas partes: empezó en las paredes del Madrid de los 90 y ha acabado en Toronto, París, Nueva York; en las páginas de Dazed&Confused o Vice. Fachadas de hoteles vacíos, escaparates, libros, furgonetas. Nada se salva de sus intervenciones ni sus rociadas de spray ácido, ni las paredes de ARCO ni las marquesinas ni los muros del metro. Su próxima parada: la Galería Fernando Herencia, donde se encontrará con todo el que se atreva a una experiencia única, radical y provocadora. Una experiencia NEKO.
Empezaste a hacer graffiti a finales de los 90. ¿Podrías hacernos una corta biografía o «grafitografía» de estos quince años? ¿En qué y cómo has evolucionado?
Cuando cuento que empecé a pintar con 13 años, no pretendo decir que mi trabajo a esa edad formaba parte de la escena. Todo lo que me relacionaba con el graffiti era absolutamente intuitivo, misterioso e infantil. Por aquella época no había mucha más información que la que provenía de las paredes. Y eso me enamoró.
Considero que es en 2007 cuando empiezo a reflexionar seriamente sobre lo que estoy haciendo. A partir de ese momento, cada acción pretende ser un pequeño diario conformado por pequeños diálogos anónimos con el viandante. A veces en forma de graffiti, y otras en forma de intervención. Afortunadamente… No todos los días estoy del mismo humor.
Me interesa lo que tiene de público y de privado el graffiti, a veces es difícil saber si se busca un soporte en concreto por lo que tiene de visible o por lo que tiene de inaccesible. ¿Has realizado algún graffiti en sitios que sólo sabes tú o por lo complejo de su acceso? ¿Hay algún «NEKO was here» en algún lugar que nadie ve? ¿Crees que el «vandalismo» puede ser algo también privado?
En mi opinión, un graffiti es una apropiación sin permiso de un soporte privado. Eduardo Lamparero escribió en mi anterior exposición «One Name Army» el año pasado; «¿Dónde existen las obras de Arte Urbano? Las obras no existen, coexisten. Nunca en las paredes blancas, sino en los espacios que se apropian». No puedo estar más de acuerdo con esa afirmación.
Pinto mas en la calle que en el taller por lo interesante del proceso. A veces busco visibilidad y otras sorprender. Está claro que una parte del graffiti consiste en dejarse ver, pero eso es solo la punta del iceberg. Hace ya mucho tiempo que quedó atrás.
¿Tus graffiti cambian según el lugar? ¿Te adaptas a Nueva York o a Madrid o a Barcelona?
Por supuesto. No se trata de solo de pintar, sino de intervenir. Si no he desarrollado un vínculo con el lugar en el que me encuentro, probablemente no trabaje en absoluto. Nueva York y París son un marco estupendo para mis intervenciones con luz en marquesinas. No es que en Madrid no funcionen, pero estamos hablando de las cunas de la luz y la publicidad. Allí adquieren una magia especial. En Barcelona, el plan es siempre relajado y sin pretensiones. Disfrutar pintando en el centro y alguna exposición o concierto entre amigos. En Madrid, mi graffiti se adapta no solo a mobiliario y superficies, sino a barrios y vecinos.
¿El anonimato en tu caso es un lujo o una necesidad?
Entiendo la fascinación que ejerce pero la fama es algo que no me mueve en absoluto. Tengo muy claro que esta es una consecuencia de mi trabajo y no un objetivo. No comprendo porqué cada vez mas gente quiere hacerse famosa a toda costa. Si con cercanía, las cosas se disfrutan mejor.
El anonimato comenzó siendo un juego de identidades. Me gusta contribuir al caos y distorsionar mi imagen. NEKO se ha mostrado en medios de multitud de maneras. Os invito a que busquéis por ahí y os echéis unas risas. Pues prefiero disfrazarme y sorprenderme a cumplir con el estereotipo de artista.
Has utilizado logotipos de marcas muy reconocibles: Chanel, Coca-cola, Starbucks. Ahora que las marcas no sólo representan un objeto de consumo y ahora que tú mismo eres popular y reconocible, ¿qué dirías que representa la marca NEKO?
NEKO es una marca que no vende nada.
Un graffiti tiene algo de la inmediatez y fugacidad de un anuncio. ¿Te influye en algún sentido la publicidad?
Desafortunadamente, la publicidad se basa más en la persuasión que en la información. Y eso es algo que me produce rechazo antes que admiración. Por muy interesante que sea una gráfica o una campaña, al final el mensaje queda reducido a: ¡consume!
En Madrid, el espacio público está a disposición exclusiva del interés privado y eso ha marcado profundamente mi vida y por lo tanto mi trabajo. Lo sorprendente es ver cómo, con los años, el diálogo se ha invertido y ahora es la publicidad la que bebe del graffiti y del arte urbano, desgraciadamente sin consideraciones que vayan más allá de las estrictamente comerciales.
Tienes la impresora 3D. ¿Piensas utilizarla para algún tipo de intervención? ¿Te adaptas tú al soporte o buscas uno nuevo según lo que vayas a realizar?
No soy ni mucho menos un experto, pero gracias a los chicos de «Buenos Días» me mantengo al tanto de los avances tecnológicos más punteros. La impresión 3D me tiene atrapado. Las posibilidades a las que ahora tenemos acceso son impresionantes y van en aumento. Creo firmemente que es una herramienta que representa un avance gigantesco y que puede ayudarnos a construir un futuro mejor.
De momento no puedo adelantarte mucho de mis proyectos, pero en breve tendréis noticias al respecto.
En tu próxima exposición vas a intervenir billetes reales, de curso legal, para que luego los espectadores decidan si quieren conservarlos o utilizarlos como moneda corriente. ¿Con esto pretendes devaluar o revalorizar el billete en concreto? ¿Por qué esto?
Capital Ilegal mantiene el espíritu de NEKO en la calle. Pintar cuadros no tiene absolutamente nada que ver con el graffiti. Sin embargo, pintar en billetes es ilegal y por lo tanto, cuando la casa de la Moneda los detecta, sucede exactamente lo mismo que con mi graffiti en la calle: desaparece.
En la galería, los billetes de 5€, 10€ y 20€ se cambiaran in situ por billetes intervenidos de idéntica cuantía. Los de 50€, 100€, 200€ y 500€ se expondrán para su venta.
Las piezas pretenden entablar un dialogo abierto con todos aquellos que os paséis a visitarlas. Como en la calle, las opiniones, espero, serán dispares. Algunos «revalorizarán» los billetes intervenidos adquiriéndolos comercialmente, quizá otros se hagan con ellos de manera gratuita intercambiándolos, otros tantos se limitarán a adquirir el billete para luego «reinvertirlo» y finalmente algunos no participarán. Nada esta prohibido, todo está permitido.
¿Tú qué miras?
Olvídalo.
Capital ilegal de NEKO, Galería Fernando Herencia. C/ Ruiz de Alarcón, 27. Hasta el 3 de agosto.