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El Tiburón y los Ispis

«¡Ni un año más, libertad para los cinco ya!»

Fuentes: Rebelión

El domingo 12 de septiembre se han cumplido 12 años de ilegal e inmoral detención de cinco ciudadanos cubanos en Estados Unidos. Cientos de actos de solidaridad con Gerardo Hernández, Ramón Labadiño, Antonio Guerrero, Fernando González y René González han convocado, en varios países del mundo, a redoblar esfuerzos para que el presidente estadounidense, Barak […]

El domingo 12 de septiembre se han cumplido 12 años de ilegal e inmoral detención de cinco ciudadanos cubanos en Estados Unidos. Cientos de actos de solidaridad con Gerardo Hernández, Ramón Labadiño, Antonio Guerrero, Fernando González y René González han convocado, en varios países del mundo, a redoblar esfuerzos para que el presidente estadounidense, Barak Obama, dicte un indulto.

Palabras más o menos, en esta campaña mundial uno de los elementos centrales, que ha unido a todos, sean de izquierda o no, es que si hay algo de vergüenza en la actual administración de la Casa Blanca, la orden de dejar en libertad a los cinco cubanos no debería pasar de este año. «!Ni un año más, libertad para los cinco ya!», es quizá la consigna que sintetiza la batalla que por este caso se ha de librar en los siguientes meses.

Las iniciativas legales están agotadas luego que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, por instrucción de la administración Obama, hiciera conocer en el primer semestre de 2009 su negativa a revisar la sentencia de la cual han sido objeto los patriotas cubanos, demandada por la defensa y activistas de derechos humanos estadounidenses por los claros indicios de haberse vulnerado sus derechos fundamentales y el debido proceso. La negativa a revisar el caso se produjo 24 horas después de que la neoyorkina Sonia Sotomayor, del equipo del presidente estadounidense, visitara a Mel Martínez, un senador muy amigo del Cuban Liberty Council, el grupo que reúne a ex directivos de la Fundación Nacional Cubano Americana, con el objetivo de contar con apoyo para su designación como presidente del máximo órgano de justicia de ese país.

Liquidado el espacio de la justicia, lo que se impone como tarea estratégica, para los gobiernos y pueblos de «Nuestra América», es presionar, con los mecanismos de la diplomacia y la política, para que el presidente Obama disponga el indulto para quienes dieron su prueba más grande de amor por la paz, sacrificio por su patria y compromiso con los destinos de esta parte del continente. A doce años de esa ilegal e inmoral detención, hay cantidad de razones para asumir, como energía y compromiso, la consigna de «!Ni un año más, libertad para los cinco ya!».

Primero, porque como incluso lo ha reconocido Obama en la V Cumbre de las Américas, en abril de 2009, Cuba -que parte de la premisa de compartir con los que se pueda lo poco que tiene- es el único país que lleva médicos a los lugares más recónditos y alejados del continente y el planeta a cambio de nada. También se le debe la erradicación del analfabetismo y otras cosas más.

Segundo, porque mientras instancias de la justicia estadounidense controladas por la mafia cubano-americana han endurecido su posición frente a los cinco, violando incluso la normatividad legal establecida al no haber probado nunca el delito de espionaje o conspiración, jueces estadounidenses hacen de oídos sordos a la solicitud de extradición de Luís Posada Carriles, el más grande terrorista que camina impunemente por las calles de Estados Unidos y cuyo cómplice, Francisco Chávez Abarca, ha sido detenido en julio pasado en Venezuela en un comprobado intento de activar un plan de desestabilización de las elecciones legislativas que se producirán en ese país el domingo 26 de septiembre.

La lucha por la libertad de Gerardo, Ramón, René, Antonio y Fernando, detenidos injustamente en septiembre de 1998 en Estados Unidos por el FBI, ha dejado de ser solo una responsabilidad del gobierno y el pueblo cubanos, para convertirse en una responsabilidad moral de todos. Nunca será suficiente lo que se está haciendo para construir «Nuestra América», como diría el Che, con soberanía política e independencia económica, si cesa o disminuye nuestro grito de clamar justicia para quienes, en irrenunciable compromiso con su patria, denunciaron al servicio de inteligencia estadounidense, el 16 y 17 de junio de 1998, la existencia de planes de una cadena de atentados concebidos por bandas de terroristas en los Estados Unidos y que serían ejecutados contra objetivos civiles y gubernamentales en Cuba.

Muchas resoluciones de apoyo se han aprobado en Parlamentos de América Latina y el mundo, así como el ALBA ha hecho escuchar su voz. Es importante que Bolivia lleve la iniciativa en UNASUR y a todo foro internacional. Y los movimientos sociales también deben aunar esfuerzos y hacer suya la consigna de «!Ni un año más, libertad para los cinco ya!».

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.