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Elecciones municipales 2012

Ningún partido o coalición puede declararse triunfador

Fuentes: Rebelión

Los grandes ganadores lamentablemente son el 60% de los chilenos que decidieron no ir a votar este 28 de octubre y abstenerse de participar de un sistema electoral que cada vez tiene menos credibilidad y que a su vez refleja el desprestigio de los partidos y de las instituciones del Estado chileno, en general la […]

Los grandes ganadores lamentablemente son el 60% de los chilenos que decidieron no ir a votar este 28 de octubre y abstenerse de participar de un sistema electoral que cada vez tiene menos credibilidad y que a su vez refleja el desprestigio de los partidos y de las instituciones del Estado chileno, en general la gente ya no cree en nada ni en nadie y no ve que existan diferencias entre las propuestas que le están presentando en las elecciones, por parte de los dos grandes oligopolios políticos de derecha, Alianza y Concertación.

Ninguna coalición o partido puede cantar victoria, dado que solo se están repartiendo los desechos de un sistema que no da para más.

En esta elección se ha dado un paso más hacia la casi nula representatividad de las instituciones de este país, los futuros alcaldes con suerte contaran con el apoyo de dos de cada diez vecinos de las comunas que dicen representar «democráticamente», pero igual las dos principales coaliciones de derecha no paran de celebrar sus «triunfos», demostrando realmente cuanto creen en una democracia supuestamente «representativa», a pesar de que ya casi no representan a nadie.

Nadie se puede arrogar la abstención.

Nadie se puede arrogar el abstencionismo, dado que es muy aventurado afirmar que el 60% de los que no fueron a votar lo hicieron como resultado de la campaña de un pequeño grupo de estudiantes que llamaron a no votar a través de la campaña de YO NO PRESTO EL VOTO. Por otro lado también hubo varios empresarios que fomentaron la abstención, presionando a los trabajadores para que no lo hicieran, amenazándolos directamente para que llegaran temprano a trabajar y en otros casos ofreciendo incentivos económicos para trabajar y no ir a votar, a lo anterior también debemos sumar que hay sectores despolitizados a los cuales les da mismo una u otra opción o que no se sienten para nada comprometidos con lo que esta sucediendo en el país.

El problema de la abstención es que da para todo tipo de explicaciones, los sectores más afines al sistema, declaran con su cara dura de siempre, que la gente no va votar dado que ellos sienten que las cosas están bien y están conformes con la marcha del país ¿Entonces para que cambiarlas? Pero es evidente que el alto abstencionismo tiene raíces más profundas y tiene que ver con la bronca y el malestar que tiene un alto porcentaje de la población, pero que por ahora no se ve reflejado en organización y lucha para cambiar las cosas, la baja sindicalización, la baja participación en las organizaciones vecinales de su barrio o población u organizaciones sociales en general, el abstencionismo viene a ser su simil de lo que sucede en el país en las elecciones, pero no marca claramente una alternativa de cambios profundos de nuestra sociedad, afirmar lo contrario es puro voluntarismo. El abstencionismo no representa una propuesta concreta de cambio, solo representa un alto porcentaje de rechazo a lo existente.

La derrota de alcaldes emblemáticos relacionados con la dictadura.

La derrota de algunos alcaldes emblemáticos de la derecha dura que estaban relacionados con la dictadura es lo que finalmente salvo el día, si esto no hubiera ocurrido no tendrían nada que mostrar, ¿quien no estaba contento con la derrota de Cristián Labbe en la Comuna de Providencia?, un ex-coronel del ejercito chileno que participo en los servicios represivos de la dictadura, los mismos que se dedicaron a torturar y asesinar a miles de chilenos, algo que en ninguna democracia del mundo seria aceptable. Además debemos agregar la derrota a su vez de los alcaldes más emblemáticos en la represión al movimiento estudiantil, durante el año 2011, como Pedro Sabat en la comuna de Ñuñoa y Pablo Zalaquet en la comuna de Santiago, que terminaron dándole una gran satisfacción a millones de jóvenes chilenos y sus familias que le tenían un odio parido a todos estos personajes funestos de la derecha más reaccionaria.

¿Gano la derecha o gano la Concertación?

Lo que se puede afirmar sin lugar a dudas es que las votaciones del 28 de octubre representan un rechazo profundo a los dos grupos que se han repartido el poder los últimos 23 años, dado que la gente se da cuenta que estas dos coaliciones de derecha solo sirven a sus intereses y los de empresarios que los financian. Ambas coaliciones tuvieron una disminución en sus votaciones, un poco más alta en la Alianza y un poco menor en la Concertación, pero igual de relevantes para ambas coaliciones, pero como dicen los analistas, la elecciones no se ganan se explican, por eso ahora todos son ganadores, mucha gente ve en las celebraciones de estos «triunfadores» una provocación hacia ellos, generando todavía más rechazo.

En Santiago, la comuna más emblemática del país, donde gano la candidata de la Concertación, Carolina Toa, esta saco menos votos que los que obtuvo el candidato de la concertación en la elección anterior, con los que perdieron frente al candidato de la Alianza que acaba de ser derrotado ahora, esto lo dice todo con respecto al «gran apoyo» que tienen. Finalmente ambos conglomerados hacen todo tipo de esfuerzos comunicacionales para tratar de minimizar la derrota que sufrieron en estas elecciones, no siendo tan exitosos finalmente dado que la debacle es generalizada para ambas coaliciones.

El Partido Comunista y su Pacto por Omisión con la Concertación.

El PC en estas elecciones realizo abiertamente un Pacto por Omisión con la Concertación e hizo su ingreso formal al sistema y por supuesto también saca cuentas alegres, pasaron de cuatro a seis alcaldes (de un universo de 345 alcaldías) y lograron elegir un poco más de cien concejales a nivel nacional, esto ni remotamente significa un aumento en el caudal de votos hacia el PC, dado que también fue beneficiado de la alta abstención. Una de las comunas emblemáticas que lograron ganar fue Recoleta, donde sacaron 41% de los votos, pero la abstención en Recoleta fue de un 64%, por lo tanto el apoyo real que tienen es de un 13% del universo total de electores, o sea, representan a 1,3 de cada 10 habitantes de la comuna, pero hay que recordar que estos resultados los lograron con el apoyo de la Concertación, la situación no es mucho mejor en las otras cinco comunas donde eligieron alcaldes.

Pero donde la cosa se le podria complicar más al PC tiene que ver, en el subpacto que tenia con el PPD y Radicales al interior de la Concertación, dado que ellos sacaron menos votos que el otro subpacto que tenia la DC con el PS, esto tiene relevancia porque los deja en mal pie para la futura negociación por los cupos de candidatos a parlamentarios que se realizaran el próximo año, dado que se suponía que el PC sumaria un caudal de votos que aseguraría una mayor votación a la Concertación, algo que aparentemente no se cumplió.

El Partido Igualdad y el peso de la legalidad chilena.

Esta claro que aparecer relacionado con la Concertación y sus partidos es cada vez más impresentable y no aparece como la mejor alternativa que se puede tomar para construir una alternativa de izquierda, todo lo contrario es necesario alejarse lo más posible de una coalición concertacionista que cada día que pasa esta más desprestigiada de cara a un alto porcentaje de la población.

Tomando en cuenta que las elecciones son el peor escenario para levantar una alternativa, unido al enorme desprestigio de toda la institucionalidad chilena y que tienes que competir en un medio donde el factor fundamental sigue siendo el dinero, bajo el actual sistema los empresarios con su apoyo económico son los que deciden las elecciones, esto empieza desde la inscripción de un nuevo Partido o candidatos independientes, siempre la primera barrera que tienes que salvar es el enorme monto que se necesita para legalizarlos y poder competir. Agreguemos a eso el control que tienen los empresarios de los medios de comunicación y finalmente el cohecho descarado, desde cajas con comida y varios otros incentivos económicos para conseguir clientes-votantes, métodos empleados por igual por la Alianza y la Concertación.

El Partido Igualdad que surge desde los sectores populares, con poco recursos tuvo que hacer un gran despliegue y desgaste de energías antes de las elecciones, no solo para juntar las firmas para lograr la legalidad, sino también para sacar los recursos que se necesitaban, proceso que culmino pocos días antes de que empezara el proceso electoral mismo, esto fue algo que corrió en contra de los candidatos de IGUALDAD y su despliegue en las comunas, pero a pesar de todos estos inconvenientes igual se saco un número importante de votos y se logro posicionar al Partido y ganar una buena experiencia en estas elecciones, que servirá para las futuras batallas que se tendrán que dar en este campo.

La necesidad de construir una alternativa de Izquierda.

La Izquierda Popular, conformada por el Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez, Socialismo Revolucionario y dirigentes sociales de izquierda, llevamos candidatos en un acuerdo electoral con los compañeros del naciente Partido Igualdad. Nuestra campaña apunto a no quedarnos dentro del estrecho marco de la legalidad heredada de la dictadura o incluso del margen propiamente municipal, para ello levantamos una propuesta de 11 puntos que apuntaban más allá de lo estrictamente municipal, que apuntaba a una nueva institucionalidad para la comuna y el país, nacionalización de las riquezas básicas, por un nuevo código laboral, llamando a terminar con el sistema de AFP, entre otros puntos relevantes para los cambios que requiere este país.

Todo esto apunta a empezar a reconstruir la izquierda chilena, a construir una alternativa de los trabajadores, de los jóvenes, de los pobladores, de todos los que hoy están luchando contra el capitalismo y levantar la propuesta de un nuevo tipo de sociedad, una sociedad socialista democrática, que termine con todas las lacras actuales, que termine con la desigualdad, los abusos patronales y la miseria de tantos, lucha que por supuesto no pasa solo por lo electoral, sino por organizar a nuestros vecinos, a los trabajadores y jóvenes que hoy están luchando en las calles.

Celso Calfullan/ Socialismo Revolucionario