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Elecciones

¡No al neoliberalismo!

Fuentes: Rebelión

La decisión del presidente Lasso de disolver la Asamblea Legislativa fue un manotazo de ahogado que, según parece, la mayoría de las asambleístas y funcionarios del Estado no esperaban. Por presión de la opinión pública que Lasso no logró cambiar, los asambleístas iban a votar por su destitución. Se añade el descalabro de las instituciones estatales, en particular de la fiscal Diana Zalazar, que refleja un país en ruinas: oficialmente el desempleo y subempleo llega al 65%, la miseria y la pobreza al 60%, los asesinatos han quintuplicado en estos últimos años, las obras nacionales en siete años son nulas, el déficit fiscal llega a más de 7’000 millones de dólares, la inversión extranjera es bajas por un “riesgo país” altísimo… Eso es el resultado de las orientaciones del FMI (Fondo Monetario Internacional) con la imposición del neoliberalismo solicitado por los presidentes Moreno y Lasso. Sabiendo las causas de este desastre nacional, hay que decir, mediante las próximas elecciones, “¡No al neoliberalismo!”, afín de no hundirnos más y encontrar un modo de volver a salir a flote.

            Ya en las últimas elecciones presidenciales se marcó una tendencia contra el neoliberalismo. Los resultados señalan un camino alternativo al morenismo traidor de su proyecto de campaña y de la votación nacional de 2021. Los partidos que salieron favorecidos en estas elecciones fueron los de la Revolución Ciudadana y de Pachakutik. Tras ellos vinieron CREO (Creando Oportunidades) del presidente Lasso y el PSC (Partido Social Cristiano) de Nebot. Los demás quedaron en lo ridículo. Personalmente pienso que Lasso ganó la presidencia por fraude como muchos analistas lo afirman.

            Ahora, grande es el desgaste de todos los partidos políticos, menos del de la Revolución Ciudadana, cuyos asambleístas se mantuvieron fieles a las opciones partidistas. El odio, las mentiras y las persecuciones no lograron hacer bajar la base firme de apoyo nacional que supera el 30%… porque dicen “¡No al neoliberalismo!” La CONAIE paga caro sus divisiones internas, frutos de los numerosos dirigentes que se subieron a ‘la camioneta’ del neoliberalismo, olvidando de donde venían y vendiéndose a los gobiernos de turno, olvidando su solidaridad de pueblo indígena. Por eso se los califica de ‘ponchos dorados’: después de 500 años de luchas contra el colonialismo español y criollo sucumbieron a los encantos del poder, del dinero y del prestigio neoliberales. Así tenemos a Yaku, Santi y Vanegas con Lasso y los gringos, ¡que dudan si el petróleo del Yasuní se puede o no explotar! En cuanto al PSC, la gestión municipal de Cynthia Viteri en Guayaquil se revela vergonzosa a todos los niveles.

            Curiosamente acabo de escuchar dos encuestas de opinión que señalan, la una, que más del 70% de los ecuatorianos ha decidido por qué partidos va a votar, y, la otra, que el 80% de sus fuentes de información provienen de las redes sociales. Se nota también que los organizaciones sociales son cada vez más presentes, activas, propositivas, informativas y creativas en estas redes virtuales. Eso significa que la batalla electoral se va a dar en estas ‘redes’ que nos llegan con un montón de mentiras, parecidas al “diablo que se presenta como un santo ángel de luz” ¡A ver si no nos dejamos sorprender!

            ¿Cómo discernir dónde está la verdad y dónde la mentira? Primero la gran verdad de estas elecciones es “¡No al neoliberalismo!” Este discernimiento lo debemos hacer en grupos de amistades, asociaciones de interés común, comités de distinta índole, clubes de reflexión, comunidades de compromiso desde la fe cristiana… que sean las más anchas posibles, es decir, que vayan más allá de una secta de pocos miembros cerrados en sus ilusiones descabelladas.

            Debemos también preguntarnos cuáles son las organizaciones sociales y populares que apoyan los partidos en esa contienda electoral… porque la democracia parte de la base organizada de la sociedad. Los partidos deberían ser los brazos políticos de las organizaciones sociales y populares, como está pasando (aunque bastante mal) entre los Indígenas). La inmensa mayoría de los ecuatorianos debería integrar estas agrupaciones, organizaciones, comités, clubes y comunidades… Por falta de eso, muchos han caídos en las garras del neoliberalismo disfrazado de ‘mansa ovejita’, ‘ángel de luz’ o supermán salvador universal. Como consecuencias, el individualismo tenaz, la indiferencia ciega, la pasividad tonta y el borreguismo feliz son campantes entre nosotros… cada uno con la certeza que tiene la razón absoluta: Siempre “la ignorancia es atrevida” … porque, para ellos, les gusta aplaudir a aquel que repite lo que piensan y desean, sin darse cuenta que “una mentira repetida mil veces pasa a ser una verdad luminosa!”

            El papa Francisco no se cansa de repetir que el neoliberalismo es un sistema perverso. Él aboga por «un cambio de rumbo, un decisivo cambio del modelo actual de consumo y producción, marcado por la cultura de la indiferencia y el despilfarro, es urgente e inaplazable” … siendo las organizaciones populares “los principales agentes” de nuevas y mejores maneras de vivir en sociedad. ¡Avancemos por estos caminos a fin de nos dispersarnos, confundirnos y estrellarnos nuevamente! Digamos definitivamente “¡No al neoliberalismo!”

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.