La noche de este viernes Estados Unidos lo ha vuelto a hacer: ante el estupor y la indignación de unos, y la satisfacción de otros, se ha pasado nuevamente por el arco del triunfo el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas al atacar a un país soberano. Washington ya asume que Siria se […]
La noche de este viernes Estados Unidos lo ha vuelto a hacer: ante el estupor y la indignación de unos, y la satisfacción de otros, se ha pasado nuevamente por el arco del triunfo el derecho internacional y la Carta de Naciones Unidas al atacar a un país soberano. Washington ya asume que Siria se ha convertido en su patio trasero, donde primero experimentó (con la ‘Primavera árabe’ y luego el ISIS) y ahora bombardea casi a placer.
‘Ataques químicos’ en Siria: Fabricación, engaños, bombardeos «hermosos» y muy mala memoria
La noche del 13 de abril ya forma parte de la infamia, luego de que Donald Trump y sus socios halcones Theresa May (Reino Unido) y Emmanuel Macron (Francia) hubiesen dado el ‘sí quiero’ a esta barbarie. La historia es caprichosa, y un año después, en las mismas circunstancias, un ataque químico sin pruebas, Occidente se lanza contra Damasco por encima del Consejo de Seguridad y el propio sentido común.
No recuerdan Niza, París, el Puente de Londres y Mánchester
Es triste (por no decir demencial) que el Reino Unido y Francia, además, se presten a este juego, cuando por el experimento que han llevado acabo los países occidentales lideraros por EE.UU. en Irak, Siria y Libia dieron alas a un monstruo autodenominado ‘Estado Islámico’ (ISIS o daesh), que tras conquistar bastos campos petroleros en Siria vendieron su petróleo con el cual financiaron la barbarie que luego se manifestó varias veces en el Reino Unido (Londres y Mánchester) y en Francia (Niza, París y Trèbes). No cabe en la cabeza de muchos que May y Macron apoyen el combatir al Gobierno sirio que lleva años luchando contra el ISIS y otros grupos terroristas, labor en la que cuenta con la ayuda de Rusia, Irán y máxime cuando una coalición internacional liderada por EE.UU. se supone que también se dedica a eso.
El ISIS ataca aprovechando el bombardeo
Reportes de esta pasada noche indican que a la par que el centenar de misiles volaban hacia territorio sirio, el Ejército sirio también estaba luchando contra los terroristas del ISIS, que lanzaron un ataque contra una base al sur de Damasco. Muy oportuno el ataque ordenado por Trump.
Como bien dijo la portavoz del Ministerio ruso de Asuntos Exteriores, María Zajárova, se lanza un ataque cuando el país está a punto de lograr la paz, luego de «la victoria histórica» de esta semana, cuando las tropas sirias recuperaron el control absoluto de Guta Oriental.
Washington, París y Londres con la excusa de un ataque químico que ni permitieron investigar, dado que los expertos de la OPAQ llegaban este sábado, han vuelto a levantar un avispero en Oriente Medio. Dicen Trump, Macron y May que quieren impedir que un tirano gasée a su pueblo, cuando ellos mismos lanzan misiles con los que dan aire a los terroristas que trafican con seres humanos, cortan cabezas y sacan corazones.
Se entiende que después de las armas de destrucción masiva, el levantamiento falso y manipulado (también con videos) del pueblo libio y la oxigenación exterior del conflicto sirio -que nos trajo al ISIS que primero degollaban sirios, algunos occidentales, sometían a mujeres y niñas como esclavas sexuales, provocaron un éxodo masivo y luego atentaron en Europa y Turquía-, ahora con la justificación del ataque químico del video millones de personas en el mundo digamos: «¡BASTA!».
El problema es que no se nos oye, aunque algunos lo dejan claro en donde pueden y dicen «No en nuestro nombre».
Finalmente, al igual que muchos, me pregunto para qué demonios sirven las Naciones Unidas, en cuyo seno se sanciona a Corea del Norte e Irán, que no le han hecho nada a otro país en el siglo XXI, y cuyas resoluciones se pasa por el forro Israel y es ignorada una vez más por EE.UU., el Reino Unido y Francia, miembros permanentes del Consejo de Seguridad. Deberían acabar con la ONU, por eso no me extraña que su secretario general António Guterres hable desesperanzado de otra Guerra Fría, aunque esta de fría ya no tiene nada.
Fuente: http://actualidad.rt.com/opinion/henry-pinto/268476-ataque-siria-washington-londres-paris-isis