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No existe el socialismo pobre

Fuentes: La Joven Cuba

Error teórico de la izquierda: asumir que la comodidad de clase media es ser burgués

El término burguesía ha adquirido contenido peyorativo, desgraciadamente. Por eso es necesario delimitar lo que se considera burgués y su papel en la sociedad. Evitaremos el recuento de cuándo fue una clase revolucionaria, no viene al caso. Como la burguesía explota a la clase obrera, el término adquirió ese tono ofensivo, desde entonces la izquierda ha condenado el adjetivo y todo cuanto sea burgués. Serlo se convirtió en condición de negatividad, distorsionando el concepto.

Cuando se lee a los clásicos, todos los que calificaban de burgueses (o pequeño-burgueses) han sido condenados luego por las fuerzas progresistas. No niego antagonismos, pero debe mirarse con detenimiento y no con el dogmatismo que hace de todo lo burgués un enemigo per se. Hay que delimitar sus tipos. Como mismo Engels lo era, no todo lo burgués es malo, incluso por su papel en la estructura social.

Marx acusaba a Proudhon, no por querer ser un burgués sino porque su teoría era anti-progreso y no aportaba mucho a la liberación de los obreros. Este comportamiento infantil de Proudhon que señalara Marx, ha provocado una confusión que tal parece se refería a su estilo de vida y confort. Ese es otro error teórico de la izquierda: asumir que la comodidad de clase media es ser burgués.

Si tal condición es denigrante: ¿para ser bueno hay que pasar trabajo? Yo quedaría entre los «buenos», pero no estoy de acuerdo con pensar así. Quienes contratan fuerza de trabajo, incluso de poca significación y peso en la economía, no escapan de esta palabra ofensiva.

No solo le han llamado así a los dueños de capital o con vida confortable, sino también a los pensadores que de una forma u otra tributaban a esos intereses. Así Adam Smith y David Ricardo, por ejemplo, se consideran burgueses en la tradición marxista, «enemigos de los obreros». En realidad, estos señores no eran dueños de capital o contrataban fuerza de trabajo, sobre todo Smith. Este incluso condenaba la polarización de la riqueza en el capitalismo.

Con este panorama, la verdadera burguesía (poseedora de capital y que contrata fuerza de trabajo) ha sabido aprovechar el significado amplio que le han dado los obreros a esa palabra. Mientras sectores extremistas acusan de burgués a todo el que vive relativamente bien (ciertos intelectuales, dueños de negocios e incluso pequeños capitalistas), la maquinaria propagandística del capitalismo y la gran burguesía los acogen en su seno, perdiendo así la clase obrera un aliado.

Los grandes burgueses son los que controlan a la sociedad, pero Marx llamó burgueses a muchos, no por capitalistas sino porque no aportaban a la liberación de los obreros y su sistema de ideas no iba más allá del capitalismo. A pesar de poseer la misma distinción, existe una diferencia visible entre estos tipos de burguesía. Entonces la izquierda no debería considerar igual a todas las formas de burguesía, sobre todo, porque no han jugado el mismo papel en la construcción del capitalismo ni asumen la misma posición respecto a la construcción de una sociedad mejor.

Fuente: http://jovencuba.com/2018/07/27/no-existe-el-socialismo-pobre/