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No expolies mañana lo que puedas expoliar hoy

Fuentes: Impresiones mías/Rebelión

General Motors Imagine por un momento que es usted, pongamos por caso «Gerardo Martín» (GM) y va usted a su banco «Unión de Sicarios y Atracadores» (USA), y allí se entrevista con el director, un tal «Benito Ortega» (BO). Al señor O. le cuenta usted lo mal que van las cosas en su casa, que […]

General Motors

Imagine por un momento que es usted, pongamos por caso «Gerardo Martín» (GM) y va usted a su banco «Unión de Sicarios y Atracadores» (USA), y allí se entrevista con el director, un tal «Benito Ortega» (BO). Al señor O. le cuenta usted lo mal que van las cosas en su casa, que si su mujer tiene un todoterreno que gasta 15 litros a los 100Km y solo para ir al super y a la manicura. Que si además recibe carísimas clases de una técnica oriental de concentración. Que si los alimentos que compra la familia los recibe de la más exclusiva tienda de Delicatessen de la ciudad. Que si tiene usted una mansión con 47 cuartos de baño que apenas puede mantener. Que si van a esquiar, que si tienen un avión privado, que si salen con el yate de vez en cuando. Y luego están todos esos molestos empleados que le suplican puntualmente su inmerecido salario. Y claro, con lo que gana no le alcanza para llegar a final de mes. En fin, usted, Gerardo Martín, convence al director del banco USA, el señor B.O. para que le preste algo de dinero, pongamos 37.000.000 de euros. El banquero, que es un lince de los negocios, le mira de arriba abajo y finalmente acepta, porque piensa que es usted una persona responsable y, en todo caso, porque el dinero no es del propio señor B.O., sino de los impuestos millones y millones de trabajadores, y como quiera que tocan a unos céntimos por cabeza, ninguno de ellos se tomará la molestia de protestar. Si usted, Gerardo Martín, no consigue devolver la totalidad del préstamo al banco USA, no se preocupe, el señor B.O., que también es un lince de la comunicación, ya tiene pensado el discurso que dirigirá a todos aquellos que han contribuido a rescatar su maltrecha economía.

Ahora cambie usted las siglas del ejemplo imaginario por otras más reales. Tal y como publica el diario Público, en 2.009, el gobierno estadounidense destinó 37 millones de euros de dinero público a «rescatar» a la compañía automovilística General Motors del abismo al que le había llevado una pésima gestión. A pesar de que un año después sus acciones en bolsa se han disparado tras el saneamiento realizado con fondos públicos, el gobierno estadounidense no se compromete a recuperar todo el dinero entregado a General Motors y devolvérselo a sus legítimos tributantes. Dígale usted a su banquero que no se compromete a devolverle todo el dinero que le prestó, a ver qué cara se le queda y a ver cuánto tarda en anotar su nombre en todos los listados de morosos a su alcance.

Ayuntamiento de Madrid

Dicen de Gallardón que es un buen alcalde pero un mal gestor, aunque a mí me parece que una cosa sin la otra no se sostiene. Como alcalde no tengo el gusto, pero como gestor algo trasciende fuera de Madrid. El alcalde ha visitado a Zapatero y ha pedido ayuda, tal vez creyéndose parte de un equipo que funcionara a la perfección, donde uno (él) genera el problema, y el otro (los fondos públicos) deben solucionarlo.

El agujero practicado sobre las cuentas públicas madrileñas a costa de gastos por encima de lo necesario, de presupuestos multiplicados misteriosamente y de condonación de deudas a personajes «ilustres» vinculados a la presidencia de la CEOE, es abismal, insondable, inconmensurable. Ahora, el alcalde se queja de que no podrá respetar los compromisos de pago a «pequeñas y medianas empresas» algunas de las cuales llevan ya varios meses sin cobrar. Igual que el «Gerardo Martín» del caso anterior, parece que Gallardón ha intentado vivir por encima de sus posibilidades, beneficiando de paso a manos privadas y acudiendo finalmente a manos públicas para solucionar sus problemas de solvencia. Ya digo, como alcalde no tengo el gusto, pero como gestor no parece muy bueno, no.

La única esperanza que le queda a Gallardón, Esperanza Aguirre, es hacer caso a la presidenta de la Comunidad de Madrid y vender el patrimonio municipal para obtener liquidez. Este es otro sistema muy utilizado para expoliar bienes públicos en beneficio de unas pocas manos privadas, privadas de toda sensibilidad. Afortunadamente la ministra Elena Salgado ha puesto freno al expolio.

Irlanda

Mediante las correspondientes amenazas, el FMI ha conseguido que el gobierno irlandés «necesite» un crédito de en torno a 100.000 millones de euros, al módico precio del 5% de interés, lo que hace que se parezca poco a una ayuda. Ante la opinión pública, el gobernador del banco central irlandés, Patrick Honohan, quiere hacerlo ver como una operación interesante para su país, ya que hasta ahora estaba pagando su deuda al 8%. Pero hay algo que no se entiende, ¿por qué hasta hace tan solo unas horas se negaban rotundamente a «necesitar» el crédito impuesto por el FMI si suponía una mejora de tres puntos en el tipo de interés? Lo último que necesita un hombre que se está ahogando es más peso en sus bolsillos.

Cuando el préstamo de tu vecino veas «necesitar», relaja y abarata el coste del despido, aplaza la edad de jubilación, recorta los gastos sociales, privatiza todo lo que puedas, margina a los parados, ten contentos a los empresarios y entonces el FMI no te obligará a tomar otro crédito que te hunda más aún. O tal vez ni con esas se olviden de expoliar tu país.

La vía pública

Este expolio corre por cuenta del Arzobispo de Granada, que practica apropiación indebida de 450 m2 de terreno público dentro del proyecto de construcción de una Escuela de Magisterio. La ampliación indebida del terreno a ocupar por la Escuela, además del robo en sí, causa verdaderos trastornos a los vecinos, que se ven privados de un espacio destinado en origen a jardín de las viviendas; además de que queda cortado el acceso de bomberos a las viviendas de unos cien vecinos.

Después de todo, puede que solo sean impresiones mías , pero creo que el dinero y los bienes públicos están permanentemente expuestos al expolio por parte de intereses privados. Cuando hay vacas gordas, éstos se comen las vacas, y cuando las vacas no están tan gordas, los intereses privados empiezan a mirar con ojitos golosos el asunto público, y cuando les parece más gordo que las vacas, zas!

Enlace al original: http://impresionesmias.com/2010/11/20/no-expolies-manana-lo-que-puedas-expoliar-hoy/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.