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Nota sobre la Elección en la Sociedad de Escritores de Chile

Fuentes: Rebelión

La elección del directorio de la Sociedad de Escritores de Chile (SECh) 2012, a realizarse el 28 de abril, ha convocado el interés de 29 candidatos que, según la lista entregada por la institución, son: César Millahueique, Luis E. Aguilera, Edmundo Herrera, Alfredo Lavergne, Gregorio Angelcos, Víctor Sáez, Carlos Mellado, Eduardo Gutiérrez, Omar Cid, Carmen […]

La elección del directorio de la Sociedad de Escritores de Chile (SECh) 2012, a realizarse el 28 de abril, ha convocado el interés de 29 candidatos que, según la lista entregada por la institución, son: César Millahueique, Luis E. Aguilera, Edmundo Herrera, Alfredo Lavergne, Gregorio Angelcos, Víctor Sáez, Carlos Mellado, Eduardo Gutiérrez, Omar Cid, Carmen Berenguer, Roberto Rivera, Hernán Miranda, Christián Aedo, David Bustos, Astrid Fugellie, Rosa Alcayaga, Ximena Troncoso, Horacio Eloy, Sergio Bueno, Álvaro Ricoe, Ángela Montero, Eduardo Robledo, Marcelo Lira, Rolando Rojo, Poli Délano, Héctor Herrera, Yuri Pérez, Carlos Flores, César Contreras S. El orden de inscripción es el que entregó el Tricel. En negritas los directores-candidatos.

 

En la red ya se pueden leer algunos encabezados de campaña, coincidiendo todos ellos en que se debe trabajar «por una nueva SECh». Este concepto, salvo la lista denominada «Por una SECh con zapatillas», encabezada por David Bustos, Christián Aedo y Carmen Berenguer, no es definido claramente por los candidatos. Porque, por ejemplo, qué sería una «nueva Sech» para los directores que van a la reelección, sería acaso ¿Una SECh descentralizada? ¿Una SECh que aclare su contabilidad con una auditoría externa? ¿Una SECh donde ellos mismos asuman, por fin, su falta de rigor para sancionar las irregularidades ocurridas el año 2007 y siguientes? Y aludo esto porque los oficios 001647 del 22 de abril del 2010 y el 001482 del 25 de enero del 2012, emitidos por la Contraloría General de la República, confirman que sí hubo irregularidades contables. Los oficios están a disposición de los interesados. De hecho me consta que los candidatos Omar Cid, Marcelo Lira, Ángela Montero, Alfredo Lavergne y Gregorio Angelcos tiene copias en su poder, por lo que imagino que habrán pedido las explicaciones pertinentes a los responsables, además de exigir sanciones correspondientes.

 

Me parece que para que realmente se dé paso a una «nueva SECh», sería conveniente que los actuales directores, que van a la reelección, declinaran su postulación, dejando que asuman otros escritores que sí darían bríos al quehacer de SECh, entre ellos David Bustos, Christián Aedo, Carmen Berenguer, César Millahueique y Rosa Alcayaga. No es posible que algunos socios sigan aferrados al poder (formando parte del directorio) durante años, más aún si el balance de su gestión arroja un saldo negativo.

 

En la SECh se puede ejercer el cargo de director o presidente de dos maneras, la primera es trabajando colectivamente por el bien común -de todos los escritores- en temas gremiales, literarios y educacionales, y manteniendo relaciones fluidas con los socios, las filiales y la comunidad literaria. La segunda manera es aprovechándose del cargo para ratificarse, en lo personal, como Escritor o Poeta, y además ser jurado en distintos concursos o ser evaluador del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, actividades remuneradas, obviamente. O encontrando facilidades, que no tienen otros escritores (con merecimientos demostrados), para participar en ferias de libro a lo largo del país, e incluso en el extranjero. Pues bien, lo segundo es lo que ha venido ocurriendo en SECh -reiteradamente- en los últimos seis años.

 

Recordemos que SECh nombra jurados en concursos como el Premio Municipal de Santiago y el de la Fundación Pablo Neruda, entre muchos otros. También nombra evaluadores para los fondos concursables del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, esto gracias a los dos consejeros que mantiene en dicho organismo. Durante el año 2011 los cargos destinados a SECh, dentro del Consejo del Libro, los ocuparon los directores-candidatos Gregorio Angelcos y Víctor Sáenz. Sería interesante verificar cuántos directores han sido jurados o evaluadores de manera casi omnímoda. Jamás el directorio ha convocado públicamente a una postulación abierta -a todos los socios- para aspirar a ocupar estos cargos, respaldándose cada postulante con un currículum sólido y comprobable. No es posible que sean jurados o evaluadores personas neófitas en materias literarias y que ocupen puestos de manera vitalicia tan sólo por ser directores o cercanos al directorio. Las listas de evaluadores -y a quiénes evaluaron- pueden ser solicitadas al Consejo del Libro por ley de transparencia. Entre ellos se encuentran varios candidatos, hay cosas que «caen de maduro» ¿no creen?

 

Una «nueva SECh» no puede ser posible sin cambios de fondo, y éstos pasan, fundamentalmente, porque cualquiera que sea el directorio elegido, éste realice una auditoría contable y administrativa; y, junto con eso, modifique los estatutos arcaicos que posee la institución. No se puede seguir avalando la impunidad ni las mentiras. El directorio saliente jamás ha podido refutar las acusaciones de irregularidades, porque efectivamente las hubo, y están documentadas. Entonces, el único argumento al que han echado mano, es el argumento de la descalificación de quienes denuncian, mediante la fabulación, la calumnia y la generación de apócrifos. Asunto que, en todo caso, los desnudó en su ruindad y los ha puesto en ridículo ante la comunidad literaria seria y responsable con el oficio de escritor. Lo que ninguno ha dicho es donde están los dineros que se rindieron con facturas y documentos que la Contraloría, después de investigar, declaró fuera de lugar e inadmisibles. Así que, por enésima vez, vuelvo a preguntar, señores directores-candidatos: ¿Dónde están los dineros rendidos en falso?

 

PD: No olvidemos que fue este mismo directorio el que ofrendó, el año 2009, un agasajo al ex agente de la DINA, y hoy alcalde de Providencia, Cristián Labbé.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.