Visto el panorama social de las sociedades modélicas, si no se las procura entretenimiento permanente, las masas tienden a aburrirse, por lo que es obligación de los gobernantes promover el espectáculo continuado con la finalidad de vender el producto político o el simple material comercial. Lo fundamental es que se trata de distraerlas para evitar […]
Visto el panorama social de las sociedades modélicas, si no se las procura entretenimiento permanente, las masas tienden a aburrirse, por lo que es obligación de los gobernantes promover el espectáculo continuado con la finalidad de vender el producto político o el simple material comercial. Lo fundamental es que se trata de distraerlas para evitar que los individuos piensen, porque esto de pensar pudiera ser que llevara a reflexiones racionales, más allá de las habituales para procurarse el sustento de cada uno, y se produjeran desequilibrios sociales que afectarán al negocio basado en la democracia representativa y el consumismo. Esto tendría graves efectos para el sistema, porque de no ser por la democracia representativa, los políticos no tendrían empleo y, por otra parte, las empresas verían reducidos sensiblemente los beneficios si las masas no siguieran el mandato del consumismo -eso de consumir sin control- y se entretuvieran en razonar.
Punto de referencia para entretener a la audiencia suele ser la noticia visual , a menudo privatizada para ser económicamente explotada. Su importancia parece estar clara, ya que si no salen noticias nuevas a la palestra la cosa no marcha bien. M anejadas por los especialistas dedicados a la fabricación de acontecimientos, partiendo de hechos que se convierten en relevantes atendiendo al dictado de algún grupo de poder social o al simple olfato de los productores, han pasado a ser la vida misma para millares de personas. Pero conviene tener en cuenta que a menudo no están dirigidas a la simple difusión de los hechos que acontecen, es decir, a informar de cuanto sucede, sino a entretener a unos, la mayoría, y aumentar la recaudación empresarial para asegurar los salarios de sus empleados. En puridad, la información en sí misma es lo de menos, en realidad se trata de informar desinformando , aprovechando cualquier ocasión para vender la mercancía. Más allá del negocio comercial, la actividad en este punto está dirigida, en primer término, a tratar de que la audiencia asuma la verdad oficial con exclusión de cualquier otra y quede bien grabada en las mentes de la masa a los efectos deseados. Por otro lado, se trata de que la noticia, con el oportuno adorno de los profesionales, sirva para promover un entretenimiento controlado o algo que no se salga del contexto oficialmente establecido para que nadie camine por libre.
Por lo general, aunque quepan excepciones -que las hay-, en el tema de las noticias el asunto está claro. Como los hechos que se producen de forma natural suelen ser limitados y generalmente rutinarios, ya no llaman la atención ni dan para satisfacer la demanda de entretenimiento colectivo, por eso hay que fabricar noticias en masa con cualquier pretexto para atender a la demanda del mismo signo. Si aquellas no existen se diseñan artificialmente o si no es posible se inventan. De manera que, a falta de algo mejor, en días laborables y para tener ocupación, un hecho banal puede convertirse en noticia relevante, que se infla o desinfla a conveniencia del grupo interesado en el proyecto. En esta tarea gozan de monopolio exclusivo los declarados oficialmente productores de noticias en general. Debidamente organizados laboralmente, con sus fichajes, sus sueldos y complementos, sujetos a jornada laboral incompleta, liberados de carga los festivos, la información se reserva a la jornada prevista en el convenio laboral, salvo sorpresas de rabiosa actualidad que rompen el esquema. Se trata de un gremio profesional que opera en ese coto cerrado en el que solamente pueden cazar pieza los titulares de la licencia administrativa. Donde la noticia oficializada es jaleada de acá para allá con la finalidad de procurar el entretenimiento de las masas, glorificar a los amiguetes, vilipendiar a los enemigos declarados, defender los intereses gremiales y procurar dividendos al medio titular de la difusión y a sus productores. Todo ello siguiendo la línea oficialmente marcada por el dogma oficial del momento, en un ambiente de libertad informativa , aunque siempre bajo la supervisión del grupo de tapados que dirige el medio de difusión y paga la nómina de los obreros.
No hay que olvidar que el manejo de la noticia por los especialistas hay que plantearlo en términos de poder social, basado en su capacidad de influencia sobre las gentes. En su virtud, se ha establecido la creencia basada en la función educadora de las noticias prefabricadas para ilustrar a las masas dentro de los términos fijados por la doctrina del momento, al aire de lo que solamente es pura publicidad asistida por la propaganda, y dispuesto el producto para alcanzar plena credibilidad entre las almas ingenuas . De ahí que haya productos dirigidos a la muchedumbre y, de otro lado, material para ofrecer a los selectos, ya que en sus manos está la llave que permite abrir la información privilegiada -esa que permite jugar con ventaja-, servida por los jefes del tinglado, los confidentes y amigos o enemigos de los otros. Por lo que el gremio es el nuevo oráculo dispuesto para crear el exclusivo mundo de verdades , generalmente con el aval del poder oficial.
Actualmente, pese a este panorama de monopolio informativo en un mundo repleto de libertades , algo de lo noticiable se escapa de los controladores del sistema reclamando un poco de competencia, se trata de esas noticias que circulan a su aire por las redes de internet. Si estas son complacientes con el que manda, no pasa nada. Cuando son inconvenientes para la línea oficial, simplemente se desautorizan con una lógica de circunstancias. En este caso, la operación consiste en proclamar a los cuatro vientos que todo aquello al margen de la verdad establecida por los que ejercen el poder es noticia falsa , simples bulos o mentiras difundidas para incordiar a quien dirige el cotarro. Mas, en ocasiones, conviene tener en cuenta que no por ello algunas de esas fake news llegan a ser más falsas que la verdad oficial, sobre todo cuando esta última se sitúa frente a la realidad social y acaba siendo desmontada.
Algunos anuncios virtuales llamados noticias, ya sean propagandísticos o simplemente publicitarios, manejados con tecnología experta, que infecta a las masas con la idea del producto como expectativa de satisfacción, han sido diseñados para que arraigue esa nueva forma de entender la cultura. Las imágenes prefabricadas, que han pasado a ser la vía para imponer esa otra cultura, son también el método para aliviar la tarea de pensar por uno mismo. Con lo que permite dirigir el pensamiento hacia lo que quiere el fabricante que se piense e imponer la doctrina dispuesta para construir una forma de vida única que entra por los ojos a una considerable mayoría. Hay que uniformar la pluralidad, porque así es menos trabajoso vender la mercancía, ya sea política o mercantilmente. Para dar solidez a tal principio, se aspira a crear un mundo uniforme en las ideas, dotado de una pluralidad formal controlada por el que manda. Obligando así a pensar a cada uno como se quiere que todos piensen, para tratar de acercar al otro a la doctrina de todos y, si no se puede, combatirlo hasta exterminar todo rastro de individualidad al margen del sistema. En suma, se trata de confeccionar una sociedad abierta, pero dotada de puertas que no se pueden traspasar.
Una parte de esta noticia visual es suave, incluso toma aire personalista, ciertamente festivo. No suele haber violencia explícita en ella o se elude en lo posible, su lugar lo ocupa la violencia implícita, con argumentos para persuadir siguiendo las tesis de moda. Si esta razón no sirve, basta con despertar emociones que alivien el peso de razonar, con ello se busca tocar la fibra sensible para que aparezca en escena el sensacionalismo . Para los no creyentes, se impone por la fuerza de la razón dominante , es decir, la línea única de pensar, ya que todo lo demás ha sido declarado falso por principio. Finalmente la noticia prefabricada, diseñada para ser mirada, deja prendida de la imagen esa violencia implícita al objeto de impresionar, coloca al esperpento buscando sorprender y la antiestética para sensibilizar. Se usa tanto lo estéticamente sensiblero como lo impresentable. Al final resulta que vale cualquier cosa para la labor de noticiar, porque todo puede convertirse en noticia, basta con que así lo perciba el agudo olfato comercial del jefe, como fiel animador de esa sociedad del espectáculo.
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