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Entrevista a la directora de cine Haneen Kal sobre su vida en Gaza

«Nuestro papel es defender la causa y la cultura de la Paz»

Fuentes: Rebelión

La falta de todos y cada uno de los medios de que disponemos en países industrializados, empezando por los más imprescindibles, alimentos, medicamentos, combustible, medios de comunicación, viviendas, ropa, energía eléctrica, agua potable, … lo que aquí nos parece algo común en Gaza es excepcional. La última prueba de ello ha sido la dificultad casi […]


La falta de todos y cada uno de los medios de que disponemos en países industrializados, empezando por los más imprescindibles, alimentos, medicamentos, combustible, medios de comunicación, viviendas, ropa, energía eléctrica, agua potable, … lo que aquí nos parece algo común en Gaza es excepcional. La última prueba de ello ha sido la dificultad casi insalvable para establecer comunicación con la directora de cine Haneen Kal, cortes permanentes en la línea, pérdidas de voz, ruidos, … y volver a establecer la conexión. Llegan las palabras del otro lado y esperamos con ansia, queriendo confirmar lo que oímos, lo que creemos oír, confirmar si se ha entendido nuestra pregunta, si llega, si nos estarán escuchando, Haneen Kal y quién sabe cuántos más. Mientras, pensamos en qué condiciones sostiene el teléfono, bajo un techo abierto, en una casa sin ventanas, con paredes derruidas, con el mundo en ruina ante sus ojos, … ¿Cómo está Gaza?, ¿Cómo están sus hijas e hijos?, ¿cómo está Hanee? Aquí dejo sus palabras, no son quejosas, si las escuchasen dirían como yo, «parecen vencer, siempre», lástima que no las puedan oír. Léanlas, son entrañables, debemos aprender de ellas.

Hanee Kal es hija de refugiados palestinos en Egipto. Allí nació hace 30 años y desarrolló sus primeros años de vida en la cuna del cine del mundo árabe, lo que la hizo enamorarse de esa profesión. Se trasladó con su familia a Gaza cuando tenía 9 años y comenzó a estudiar producción cinematográfica en varios centros de la Franja. A pesar de los pocos medios de que se disponen, pudo desarrollar su profesión y realizó varios documentales que reflejan la situación social y denuncian el sufrimiento que padecen por las medidas de la ocupación.

En sus trabajos ha destacado la situación de la mujer, tanto por las condiciones culturales tradicionales en general, sometida al patriarcado y al machismo, como por la ocupación.

Haneen Kal ha sido premiada en varios certámenes locales por su brillantez y por la calidad cinematográfica de sus producciones, a pesar de la escasez de medios.

En Gaza no existe ni un solo cine.

Documentales destacados: «La misma escena», «Era sueño»y «Primera línea de fuego»

 

-¿Como has vivido el ataque israelí a Gaza como ciudadana y como directora de cine?

-Haneen Kal: En Gaza siempre nos hemos enfrentado a agresiones por la ocupación israelí, pero el último ataque fue el más difícil y más agresivo, toda Gaza fue objetivo de bombardeo y esperábamos la muerte en cualquier momento. Como directora vi una escena llena de mil historias que un escritor no es capaz de imaginarlas, que pueden ser guiones para el cine más importante de Hollywood, guiones que nadie puede imaginar o puede que cuando lo cuentes piense la gente que son exageraciones, pero la verdad es que son hechos reales, eso ha creado un arte en todos sus matices de pensamiento y creación de un sufrimiento, singular, particular, porque los actores, los directores, los artistas hemos sido parte de la novela, parte del sufrimiento.

-¿Cuáles son las necesidades de los artistas en Gaza?

-H.K.: No tenemos instrumentos para presentar un cine de verdad, no tenemos empresas que se dediquen a la producción, no tenemos cuadros especializados, faltan todos los recursos necesarios, además de que no tenemos actrices. A pesar de todo, nosotros seguimos trabajando con lo poco que tenemos.

-¿Recibís algún apoyo como cineastas?

-H.K.: Lamentablemente no recibimos nada para el arte y los artistas, excepto algunos centros a los cuales les damos las gracias porque exponen nuestro trabajo.

-¿Por qué haces destacar el papel de la mujer en tus documentales?

-H.K.: Me centro en el tema de la mujer porque no se han tratado nunca en el cine palestino, como por ejemplo el tema de las presas palestinas o los crímenes de honor, y también me siento responsable como mujer, y a la vez como directora, debo reflejar en mi trabajo la cuestión de personas que tienen la misma piel que yo, que manifiestan constantemente la paciencia en todos sus grados y su papel como luchadoras en muchos campos de la sociedad. Yo no oculto a nadie el sufrimiento de las mujeres de mi sociedad, donde vivo y trabajo, es una responsabilidad, es un deber ofrecer escenas desde el corazón de nuestra sociedad, que está llena de acontecimientos y de historias que nunca acaban mientras sigue la ocupación. Nuestro papel es trasladar nuestra voz e imagen hasta el final, para terminar con la angustia diaria de la mujer en las tierras ocupadas.

-¿Con qué dificultades se enfrenta el arte del cine?

-H.K.: Principalmente no hay fuente económica, la que conseguimos es insuficiente y muy limitada, apenas cubre un documental de 10 minutos, lo que significa que no podemos hacer largometrajes.

-¿Cómo ves la situación después de la última ofensiva militar y cerco y militar a Gaza?

-H.K.: La situación de destrucción, las escenas de masacres, las imágenes de miles de heridos que siguen creciendo a consecuencia de sus lesiones graves, y la continuidad del cerco sobre la población sólo produce profunda tristeza. Fueron muchas masacres contra los valores humanos. Nuestro papel es defender la causa, y a la vez divulgar la cultura de la Paz, y obligar a que se deje el lenguaje de las amenazas, que se deje de matar, derramar sangre, nuestro papel es crear entendimientos, solucionar todos nuestros problemas internos a base de cultura democrática y humana.

-Haneen Kal, ¿quieres añadir algo más?

-H.K.: Gracias por darme esta oportunidad para expresarme en dos cosas muy importantes, tanto para los palestinos como para el mundo entero: primero, que tenemos derecho a vivir en paz sobre nuestro territorio legal soberano, sobre nuestros deseos de crear nuestro Estado; y segundo, que tenemos derecho a ser partícipes no sólo en las convivencias humanas, sino que también en las creativas, con el resto de la humanidad, en el arte cinematográfico. Un último asunto, quisiera decirle al mundo que en Gaza no existe ni un solo cine.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.