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Nueva colonización y el contrato social

Fuentes: Rebelión

Las Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) favorecidas por agencias para el desarrollo, presentadas como «herramientas apolíticas» con capacidad de democratizar, contribuir al crecimiento de la sociedad civil y facilitar transferencia de capacidades, se han entrometido en el Tercer Mundo. Han contribuido a una «revolución silenciosa,» dicen. Para Ronaldo Munck las ONGs han profesionalizado algunos movimientos sociales autónomos […]

Las Organizaciones No-Gubernamentales (ONGs) favorecidas por agencias para el desarrollo, presentadas como «herramientas apolíticas» con capacidad de democratizar, contribuir al crecimiento de la sociedad civil y facilitar transferencia de capacidades, se han entrometido en el Tercer Mundo. Han contribuido a una «revolución silenciosa,» dicen. Para Ronaldo Munck las ONGs han profesionalizado algunos movimientos sociales autónomos dándole una cara «humana» a la globalización neoliberal. En particular las ONGs internacionales se entienden en conexión a una «sociedad civil global» emergente. Se omite, sin embargo, su «misión civilizadora» que implica un nuevo colonialismo. Se asume mucho sobre ellas, pero se olvida, que las más importantes tienen base, cosmología y política en el Norte aunque actúen en el Sur. 1

ONGs: Organizaciones «gubernamentales» y «políticas»  

Desde los años 90 James Petras viene cuestionando las ONGs y denunciando que aunque se autodenominen no-gubernamentales funcionan directamente con los gobiernos y reciben de ellos, sino todo, la mayor parte de su financiamiento. Peor aún, argumenta el sociólogo, si no son financiadas por el gobierno local las financian gobiernos o instituciones foráneas (de EEUU y/o Europa en el caso de América Latina) por lo que ni responden a autoridades locales. Financiadas desde afuera, las ONGs son vulnerables a manipulación por parte de intereses ajenos a los locales y nacionales, no rinden cuentas a la ciudadania sino a los gobiernos e instituciones que las financian. Por lo que no contribuyen a democratizar la sociedad en la que actúan, más bien funcionan contra ella y crean dependencia foránea. 2

La ideología de auto-ayuda y trabajo voluntario que las ONGs promueven es ademas cuestionable: coloca una doble carga sobre los pobres, se espera que ellos resuelvan los problemas sociales que los aquejan (que son estructurales) y que lo hagan colaborando y trabajando voluntariamente, sin acceso a recursos (una contradicción en sociedades capitalistas que favorecen el egoismo general).

El lenguage de las ONGs es otro asunto, usan términos como «empoderamiento» pero favorecen «empoderamiento» sin acceso al poder ni a recursos. No se trata tampoco de implementar derechos. Ni se le exige al estado que tome responsabilidad por sus ciudadanos vulnerables afectados por políticas injustas. Más bien se responsabiliza a esos ciudadanos y se espera que ellos solucionen los problemas sin transformar estructuras ni acceder a recursos. Responsabilidad estatal y obligaciones públicas quedan de lado mientras que los problemas sociales se re-interpretan como de responsabilidad privada. La sociedad entera recibe dosis diarias de ideología sobre la necesidad de que los más vulnerables no sean «dependendientes,» aunque todos somos interdependientes y necesitamos solidaridad. Así, al tiempo que el estado huye de sus ciudadanos más pobres se vuelve crecientemente generoso con los más ricos y poderosos, a estos les recorta impuestos, asegura ventajas y pingües negocios «privatizando» para ellos las más rentables áreas públicas del estado. Los más pobres afianzan y enriquecen a los más ricos (que de sobra avanzan sin problemas sus intereses y agendas). 3

Las ONGs se han presentado exitosamente como apolíticas sin serlo, las ha ayudado que muchas de ellas surgieran en el Tercer Mundo, en tiempos de dictadura, ayudando a las víctimas de estas y denunciando violaciones a los derechos humanos. Por eso se las entiende como «progresistas,» dice Petras, y no se las cuestiona aunque sean intrusas. Si bien es cierto que algunas cumplieron un papel en defender derechos humanos en tiempos de dictadura, fueron raras las que denunciaron a quienes patrocinaron y financiaron esas dictaduras desde el exterior -los gobiernos de EEUU y Europa. Fueron menos las que denunciaron las conexiones existentes entre las políticas económicas que las dictaduras impusieron, empujadas y favorecidas por instituciones financieras internacionales, y el costo en derechos humanos y derechos económicos que ha sufrido la población. 4

Altos niveles de represión y constante manipulación ideológica contribuyeron a que la población pierda, por miedo o desinformación, su nivel político. Prácticas opresivas, elitistas y antidemocráticas, se hicieron cotidianas. Los programas de emergencia surgidos como respuesta temporal al empobrecimiento se hacen estables y ayudan a «redefinir la realidad hacia abajo,» bajan el nivel de expectativas de la población. Los comedores populares que surgen en Perú debido al empobrecimiento causado por las brutales medidas de reajuste del gobierno de Fujimori -que crea millones de pobres de la noche a la mañana, no se fueron más. Con raíces en las ollas comunes sindicales, los comedores prueban, al seguir existiendo hoy, que en el Tercer Mundo hemos cruzado nuevas fronteras de pobreza que han transformado las ollas comunes en herramienta estable contra la miseria -aún cuando son caridad.

Aunque parezca irónico este tipo de programa es importado por países del Primer Mundo donde son promovidos para combatir la creciente «inseguridad alimenticia.» En Canadá surgen con el nombre de cocinas colectivas y de bancos de comida, ambos soluciones temporales para facilitar seguridad alimenticia. Pero ¿como aceptar la existencia de inseguridad alimenticia en Canadá? Que significa que este tipo de medidas sea aceptable. Estamos también aquí cruzando fronteras en cuanto a la responsabilidad o no del estado por sus ciudadanos. La solución pasa del estado a manos de iglesias y organizaciones privadas. Y los ciudadanos pierden derechos mientras la justicia social cede espacio a la caridad.

En Edmonton, capital de la provincia más rica de Canadá (Alberta), se filma en 1994 «Stir It Up,» un video sobre cocinas colectivas producido por Lorna Thomas y el National Film Board, donde estas aparecen no sólo como oportunidad de cocinar en grupo sino como semillero de supuestos «movimientos» de base. Pero en realidad las cocinas son implementadas como programas apolíticos. Sólo en Quebec alcanzan un nivel de politización bajo un formato de coalición y forman la Coalición de Cocinas Colectivas de Quebec, RCCQ. Allí son algo más que un grupo de gente cocinando, se organizan y cuestionan exigiendo que el estado tome responsabilidad y de soluciones a la pobreza. Se habla de solidaridad, equidad y justicia social. 5

Con el cuestionamiento de la ideología neoliberal en los años 80, explica Petras, aumenta la oposición al llamado «neoliberalismo» (fundamentalmente medidas de despojo a la población). Entonces EEUU, Europa y el Banco Mundial incrementan su financiamiento a las ONGs -estrategia que les ayuda a lidear con el creciente descontento popular. Pero tan pronto como los niveles de movilización popular decrecen, el nivel de financiamiento decrece también, y se favorecen los llamados «proyectos de desarrollo económico» -que son estrategias para reorganizar la sociedad al servicio de planes neoliberales.

Entre las ONGs que en el Primer Mundo se dedican al servicio social algunas se desarrollan y se aseguran financiamiento estatal, haciendo trabajo social bajo contrato para el estado. Este desarrollo, y la realidad de que las peticiones de financiamiento son cada vez más complicadas, justifica la profesionalizacion de las ONGs -en particular si ofrecen servicios complejos a una audiencia crecientemente numerosa. 6 La profesionalización y la dependencia financiera favorece procesos de institucionalización al interior de estas ONGs. Hay varios ejemplos, uno es el de los refugios para mujeres abusadas y sus niños que de organizaciones voluntarias generalmente militantes y manejadas por feministas, pasan a ser organizaciones profesionales financiadas por el estado. En lo positivo: el estado esta obligado a tomar responsabilidad sobre el área de violencia y abuso contra la mujer y sus niños, entendida ahora como área problemática legítima y merecedora de investigación, entrenamiento profesional creciente y conferencias. En lo negativo: la transformación afecta la filosofía y el funcionamiento de los refugios que deben calificar profesionalmente para ser financiados por el estado y cuyas políticas deben ser más cuidadosas para ser «aceptables» a este -que no es ni feminista ni liberacionista sino capitalista y neoliberal.

Poderoso es Don Dinero  

En el Tercer Mundo, las ONGs son financiadas como hablamos antes desde el exterior. Entre las instituciones que las financian está el National Endowment for Democracy (NED), creado por el Congreso de EEUU en 1983 para hacer abiertamente lo que hasta entonces hacía calladamente la CIA. NED distribuye dineros directamente y a través de otras agencias, como CIPE (Center for International Private Enterprise -creacion de la Cámara de Comercio de los EEUU), ACILS (American Center for International Labour Solidarity -creación de la organización sindical AFL-CIO), IRI (International Republican Institute -del Partido Republicano de los EEUU), NDI (National Democratic Institute for International Affairs -del Partido Democrático de los EEUU), USAID (US Agency for International Development -agencia de desarrollo de los EEUU) y USIA (US Information Agency, que trabaja con ONGs extranjeras y la prensa -tambien de los EEUU). 7

NED trabaja con sus equivalentes: en Canadá, CRD o Canadian Rights and Democracy, y en Inglaterra, BWFD o British Westminster Foundation for Democracy. Europa tiene además otros equivalentes a NED que funcionan independientemente de NED y son: SIF -Socialist International’s Fund y EFDS -European Forum for Democracy and Solidarity. Como NED, estas organizaciones financian los llamados «procesos de democratización» en el Tercer Mundo. NATO (OTAN) sorpresivamente, da dineros a organizaciones que tienen como foco el medio ambiente. Y el Banco Mundial financia organizaciones populares de base. Además están las organizaciones que son parte de Naciones Unidas: UNICEF, UNESCO, WHO, UNDP, FAO, que también financian proyectos.

Joan Roelofs argumenta que en particular NED, Rockefeller Foundation, Ford Foundation y Soros han financiado proyectos intervencionistas y estado activamente envueltas en operaciones que incluyen actividades subversivas de exportación ilegales. Human Rights Watch (antes: Helsinski Watch) ha financiado grupos de oposición como el Civic Forum (en Chekoslovaquia), Solidarity (en Polonia), Union of Democratic Forces (en Bulgaria), y Otpor (en Serbia).

La conducta intervencionista de NED y USAID ha sido evidenciada en Venezuela, donde ambas han violado la soberania y las leyes electorales del pais -financiando a partidos politicos directamente. USAID financió unos 68 programas/organizaciones venezolanas el 2008 -por un total de 3.7 millones de dólares. Lo hizo a través de OTI, su Oficina para las Iniciativas hacia una Transición. NED opera en Venezuela desde el año 2000 y ha financiado ONGs y partidos políticos de la oposición, incluso a los involucrados en el golpe de estado del 2002 contra el presidente de Venezuela, Hugo Chávez. El 2008 NED financió varios proyectos relacionados con las elecciones por un valor de casi un millón de dólares. Eva Golinger argumenta que el principal filtro de los fondos de NED en Venezuela ha sido IRI (International Republican Institute) presidido por el senador John McCain ex-candidato a la presidencia de los EEUU en las elecciones pasados; ironicamente uno de los principales defensores de la «guerra global contra el terrorismo» -pese a lo que no tuvo problema en aceptar que la directiva de IRI que él preside felicitara a los autores del golpe de estado del 2002 contra el presidente legitimo de Venezuela. 8

A dos frentes  

Las ONGs han trabajado bien con las organizaciones financieras internacionales (Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional, Banco Interamericano de Desarrollo o BM, FMI y BID) porque comparten con estas una ideología anti-estado. Las ONGs emergen en conexión a una critica al estado -al que acusan de no favorecer la participación de la «sociedad civil». Las instituciones financieras (BM, FMI, BID) son anti-estado de por si, es un componente esencial de su agenda para América Latina y el mundo, pues desmantelar al estado favorece el libre funcionamiento de las élites locales y la penetración imperialista por parte de las élites mundiales. En otro artículo suyo Petras explica que si bien esto normalmente no se dice, de lo que si se habla es de que el estado «entorpece el libre funcionamiento del mercado.» Pero ¿quién es el mercado? pregunta Petras. El mercado no es libre y es EEUU. Este discurso político dominante, favorece al imperialismo en general y al imperialismo de los EEUU en particular. En los EEUU, sin embargo, muchas corporaciones crecieron gracias al estado y algunas a costa del estado (privatizándolo y desregulándolo y logrando así que los ciudadanos estadunidenses pagen un alto precio por agua, electricidad, gas, y en particular por salud). 9  

Quien te financia te exige, argumenta el sociólogo. A medida que las ONGs se profesionalizan se hacen más dependientes de financiamiento, y, si tuvieron bases se alejan de estas. Trabajar sin financiamiento es dificil y trabajar contra del poder es peligroso. El BM, el FMI, el BID, los regímenes en el poder y las fundaciones cooptan a muchas ONGs a través del financiamiento pues saben que estas harán «todo lo posible» para recibirlo. Las ONGs se han vuelto la «cara comunitaria» del capitalismo, encargadas de «crear comunidad» al tiempo que las políticas dominantes las arrasan -con importaciones baratas, impagables deudas, eliminando molestas legislaciones laborales, creando desempleo y subempleo. Mientras las ONGs implementan «proyectos de ayuda mutua, de educación popular y de preparación laboral» en las bases, las instituciones financieras aplican desde las cúpulas medidas estructurales que empobrecen y marginan a un creciente número de ciudadanos. La información, controlada por el dinero y el poder, limita todo cuestionamiento y las ONGs son presentadas como quienes «hacen por la gente» en un mundo donde los estados (que están secuestrados) son indiferentes (hacen sólo por los ricos).

Las ONGs y el «progresismo» se parecen porque han jugado un papel colaboracionista en el asalto a los pueblos, ambos se presentan como «mal menor». En un mundo de «cínicos desalmados» se ven humanitarios. Con el avance de las políticas de despojo, sin embargo, su complicidad y su incapacidad en resolver los problemas de la gente se evidencian. Sirve menos el exagerado alarde sobre el rescate de unos pocos frente a la evidencia de que el sistema voltéa gente por millones. Se hace obvio que las ONGs son caras, poco efectivas, limitadas. Entonces, los ojos de todos deben volver a posarse en el estado y en su obligación de responder por todos. Los ricos han apostado siempre a adueñarse del poder estatal porque es una estrategia productiva. Tendremos que tomar el control del estado de manos de élites corruptas y con interminables ambiciones. Sólo desde el Estado podremos favorecer políticas para el bien común.

La caridad, por bien intencionada que sea, degrada y se transforma en maltrato a los más vulnerables -ahora con la excusa de que se les está haciendo un bien. La lucha por derechos y justicia es legítima. No podemos más que entendernos como ciudadanos y prepararnos a firmar un nuevo contrato social, somos la mayoría. Se requiere una ciudadanía «completa, politizada y activa.» La sociedad civil que proponen las ONGs es un tejido muerto, sin espacio para el desarrollo de conciencias críticas. Las jerarquías de poder que reproducen culpan, en lo intimo, a los oprimidos.

 

1 Munck, Ronaldo, Global Civil Society:

Royal Road or Slippery Path? Voluntas, 2006, 17:325-332

2 Petras, James, NGOs: In the Service of Imperialism, http://www.neue-einheit.com/english/ngos.htm

3 Idem  

4 Idem  

5 RCCQ www.rccq.org/fr/nos-archives/communiques-presse/les-cuisines-collectives-a-drummondville.html

6 Petras, James, NGOs: In the Service of Imperialism, http://www.neue-einheit.com/english/ngos.htm

7 Roelofs, Joan «The NED, NGOs and the Imperial Uses of Philantropy. Why They Hate Our Kind Hearts, Too.

8 Golinger, Eva «Agencias estadounidenses financian y asesoran campañas de oposición para las elecciones del 23 de noviembre en Venezuela.»

9 Imperialismo and NGOs in America Latina, www.monthlyreview.org-1297petr.htm
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Rebelión ha publicado este artículo a petición expresa del autor, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.